martes, 15 de octubre de 2013

¿JÓVITO TRAICIONADO POR PCV Y EL MEP?


El  doctor Jóvito Villalba, pronunció a los bolivarenses en el Mirador Angostura, su último discurso como candidato presidencial para las elecciones de 1973.
         Venía Villalba de una separación inesperada de la alianza pre electoral MEP – URD- PCV para la escogencia de un candidato presidencial mediante primarias limitadas a delegaciones provinciales de cada partido.  Jóvito tenía la convicción de que sería el candidato según se lo había hecho creer el liderazgo prominente de cada partido, pero resultó lo contrario y ante la contrariedad, Jóvito decidió separarse aún cuando inmediatamente después de conocerse el resultado electoral prometió  aceptarlo.
         Esto llevó al senador Horacio Cabrera Sifontes romper con Villalba su amistad de muchos años y llegar a decir en declaración a la prensa: “Yo acompaño a mis amigos hasta el cementerio, pero no me entierro con ellos”.
         Lo cierto es que Jóvito se lanzó a la palestra electoral y  el 8 de septiembre de 1973 prometió a los bolivarenses nacionalizar el petróleo y el hierro a un mes de llegado al Poder al clausurar un mitin en el Mirador Angostura en el que hablaron el Presidente de Fetrametal, José Ángel Mollegas; el ex Secretario General de ATISS, Andrés Marcano; el dirigente sindical Humberto García y el ex guerrillero Jesús Almeida.
         Villalba esbozó las líneas fundamentales  de su programa basado en el “nacionalismo democrático revolucionario” y que tenía como punto de arranque  “la toma y el rescate de las grandes riquezas  de Venezuela como el petróleo del Zulia y el hierro de Guayana con la energía con que Carlos Andrés Pérez ha tenido contra los de abajo y que yo tendré contra los de arriba”.
         Pero para desconsuelo de Villalba, CAP  (AD) obtuvo en las elecciones presidenciales 2. 122.427 votos, seguido de Lorenzo Fernández (Copei) con 1.598.929; Jesús Paz Galárraga (MEP),  221.804; José Vicente Rangel (MAS) 183.513 y Villalba (URD), 132,829 votos.
         Lo cierto es que Carlos Andrés Pérez, sin haberlo prometido durante su campaña electoral, terminó alzándose con las banderas del tribuno margariteños nacionalizando primero el hierro en y un año después el petróleo. Ambas industrias en manos de concesionarios norteamericanos.
La decisión la había tomado CAP en noviembre de 1974 basado en el artículo 97 de la Constitución de 1961, según el cual el Estado podía reservase determinadas industrias y servicios públicos conforme a conveniencias nacionales. .
La industria extractiva del hierro estaba en manos de la Orinoco Mining Company, filial la US Steel con 18 concesiones y la Iron Mines con 19 concesiones.  Mediante una ofensiva diplomática y diálogo permanente entre las partes, las trasnacionales renunciaron a sus concesiones sin indemnización y así el Estado venezolano pudo avanzar sin dificultades hacia la nacionalización, primero de la industria del hierro y luego de la industria petrolera que fue el hueso más duro de roer.  La industria del hiero comenzó entonces a ser explotada y comercializada por la empresa estatal CVG-Ferrominera.
Los recursos del mineral de hierro de Venezuela es de un alto tenor se localizan en la Formación Imataca desde Guayana hasta las galeras de Sinaruco en San Fernando de Apure con reservas probadas de 2 mil millones de toneladas métricas en una extensión de 94 mil kilómetros. El tenor natural del mineral había sido elevado con una planta de pellas también nacionalizada.
La Orinoco Mining para entonces extraía y exportaba fluctuantemente  hasta 20 millones de toneladas de mineral de hierro cada año, de las cuales un millones 300 mil toneladas anuales consume la Siderúrgica del Orinoco.
Jóvito Villalba llegó a decir entonces, que  su prédica sobre la nacionalización, había surtido su efecto. (AF)



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