domingo, 28 de febrero de 2021

LUTOWSKI Y EL CENTRO DE LAS ARTES

Alberto Lutowski, ingeniero e inventor de productiva carrera profesional en Venezuela durante la segunda mitad del siglo diecinueve, pasó los últimos años de su vida en Ciudad Bolívar, donde falleció el 16 .de febrero de 1871. Su última obra, de estilo neoclásico monumental, es ese edificio levantado en la parte más elevada de la ciudad, frente a la Plaza Miranda, y que luego de su restauración costeada por el Gobierno de España, el director de cultura, Benito Iradi, bautizó como Centro de las Artes, pero que en verdad, nunca ha funcionado como tal, sino en cierta ocasión, como asiento de la Dirección de Cultura del Gobierno Regional. El verdadero Centro de las Artes era el que Alberto Palazzi, gobernador, quiso regalarle a su ciudad natal y cuyo proyecto comenzó a construir en los predios adyacentes al Jardín Botánico, pero que las administraciones sucesivas se resistieron a continuar, seguramente por alguna razón político partidista que se nos ocurre interpretar como insensata o caprichosa. Este. Centro de las Artes del Gobernador Palazzi, contemplaba un Teatro para 2 mil butacas, escuelas de música, artes plásticas, artes escénicas, artes literarias, cine club, conservatorio, cafetín, Dirección de Cultura, Casa de la Cultura y parque de estacionamiento. A la administración inmediata se le pidió continuar la obra, pero prefirió convertir el edificio de Lutowski, también llamado El Capitolio, en Centro de las Artes, construyéndole otro edificio adosado en el cual funcionaría fundamentalmente el Teatro y el Cine Club, lo cual, resultó un verdadero fiasco desde todo punto de vista. Que mala suerte tiene esta ciudad. Parece ser cierta la “maldición de Piar” de la que tanto habla alguna tradición oral popular porque nunca el héroe de Chirica pudo tomarla cuando era defendida por los súbditos del Rey. Y volviendo a Alberto Lutowski, debemos decir que antes de venir a Angostura había construido un Resguardo Marítimo, la Alameda de Caracas, el parque del Cuartel San Carlos, la Iglesia de la Trinidad, reconstruyó la Cúpula del Teatro de Caracas, la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Antímano y la de San José en Puerto Cabello, la Represa de (Jauja rao en Coro. Todo esto además de una serie de inventos patentados en Europa, referidos a cañerías y conductos asfálticos, turbinas, máquinas de pilar café, crisoles de horno para fundir hierro con leña, máquina para producir arepas, ferrocarril de montaña, una correa sin fin y motor de aire caliente. Su última obra la realizó en Ciudad Bolívar, proyectada inicialmente, por mandato de Dalla Costa, para el Hospital La Cruz que luego las guerras intestinas convirtieron en un Cuartel con el nombre de Capitolio, ostentado hasta muy avanzado el presente siglo veinte. Hoy, con una intervención de restauración mu ingrata como controvertida. (AF).

MURIÓ EN MIRANDA EL INTELECTUAL UPATENSE ANIBAL LAYDERA VILLALOBOS

El licenciado Aníbal Laydera Villalobos, educador y periodista, ha editado en libros y folletos 53 trabajos de di¬versos temas, después de su primer, libro Nuestras efeméri¬des en la Escuela editado en España en 1952, hasta su éxito más reciente titulado Bolívar revolucionario, publicado por Editorial Panapo en 2007 y a la venta con mucha demanda en todas las librerías del país. Cronista de la ciudad de Los Teques durante el largo tiempo de veinte años, Presidente de la Asociación Nacional de Cronistas Oficiales de Venezue¬la por ocho años y de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, con actuación considerada valiosa y positiva. Su capacita¬ción 'profesional en los dos ramos que han ocupado su vida ha sido frecuentemente publicitada y su preparación inte¬lectual en todas las ramas del saber le ha ganado el título de bibliófilo andante. El carácter y conducta de Laydera Villalobos le han granjeado miles de amigos, y se nos ocurre citar dos de sus sentencias: «He buscado amigos hasta donde me han lle¬vado mis pasos; los enemigos que me dañan son gratui¬tos», y en una de sus cuartetas, expresa: «Los que hablan de igualdad / cometen una torpeza / porque la naturaleza / les niega fidelidad». Se trata de un hombre de proceder vertical y de estu¬diosa actitud venezolana. En su último libo “Inteligencia Venezolana del Siglo XXI y Alegorías” hay dos escritos sobre mi persona y también sobre Leopoldo Villalobos. (AF)

sábado, 27 de febrero de 2021

EL LUTO Y LOS RITOS FUNERARIOS

¿Cómo guardar luto hoy por un familiar? Es decir, ¿cómo exteriorizarlo? Ya definitivamente no hay manera, al menos, personalmente directa, Los tiempos han cambiado y estamos en una época signada por la evolución de una sociedad que sepulta y ha sepultado muchas costumbres tradicionales, entre ellas, la de usar ropa negra las mujeres y corbata, brazal o botón negro los hombres para manifestar en silenció que la madre, el padre, hermano o algún ascendiente o descendiente cercano se ha sido despedido para siempre del mundo terrenal. Con más razón ha quedado sepultada la costumbre o tradición de guardar luto por el padrino, la madrina, tíos o primos mediante el uso de ropa de negro o de color violeta. El uso de la ropa negra. Corresponde a la cultura occidental, pero, indudablemente que la forma del luto varía o siempre ha variado según la época y la raza. Primitivos pueblos del cercano oriente manifestaban su duelo desgarrándose los vestidos y antíguos egipcios se afeitaban las pestañas, se arrancaban los cabellos o se arañaban el rostro, Al final, la transculturación venida» del mundo occidental impuso el color y así los egipcios pensando que la vida cuando se acaba queda como las hojas marchitas de las plantas, sustituyeron esa forma primitiva de autoflagelación , vistiendo ropa color de hoja seca o amarillenta. En Siria adoptan el color celeste por creer que denota el lugar o sitio que desean los muertos. Los etíopes usan ropa color ceniza - asociado al polvo en el cual se transforman cadáveres. En el Japón es el blanco, símbolo de la pureza de la vida del difunto y en Europa el negro, privación de la luz y de 1 a v i d a. Hoy en día poco importa esa tradición. Al menos, aquí en Guayana, de costumbres muy marcadas por la Europa occidental, el color y forma de la ropa no cuentan a la hora de exteriorizar el duelo. Este, en todo caso, se manifiesta en el semblante y en les ojos casi, siempre ocultos detrás de lentes oscuros. Cuando más una nota. Publicar una nota luctuosa en algún medio de comunicación social tal vez sea la manera actual sustitutiva, pero sustancialmente muy impersonal y efímera. Ello, obviamente, para denotar, tal como lo demanda la reflexión, más pura, que el dolor y la. pena son sentimientos muy personales o, en todo caso, de lá familia, que deben superarse con gran fortaleza moral, procurando evitar la compasión ajena que no todas las veces es de solidaridad sincera. Hasta en Semana Santa, el luto era de rigor por la muerte de Jesús. De esto poco queda, si acaso vestir de violeta como el nazareno. El 17 de' diciembre, aniversario de la muerte del Libertador, sólo, bastaba con izar la bandera a media asta a partir «de la una de la tarde con una cinta negra en el extremo leí asta. Algunos ritos igualmente han desaparecido. En Guayana, el sepelio de los personajes populares tenía la connotación de un espectáculo que recoge muy bien en su romance El Cajón de las Ánimas, el poeta Héctor Guillermo Villalobos. Las gracias se daban en la Plaza Miranda y antes de llegar a ella, en la última esquina, los cargadores de la urna que casi siempre iban ebrios, como queriéndose devolver, marchaban en un solo sitio mirándose las caras, daban una vuelta que el pueblo llamaba “la vuelta reglamentaria”. (AF)

viernes, 26 de febrero de 2021

DIEGO COLÓN Y EL ESEQUIBO

(IX) DIEGO COLÓN Y EL ESEQUIBO Recordamos que este hijo del Almirante Cristóbal Colón tuvo que ver con el Esequibo que reclama Venezuela, pues fue durante su mandato como Gobernador de Indias que uno de sus capitanes descubrió el Río Esequibo. El nombre se lo puso Alonso de Ojeda en honor a Juan de Esquivel que fue su descubridor. El río fue visto por Cristóbal Colón en el curso de su Tercer viaje, pero en realidad quien lo navegó y exploró fue Juan de Esquivel desde las bocas del Orinoco, cuando exploraba por mandato de Diego Colón. Luego el cartógrafo hispano Alonso de Ojeda, en 1599, lo puntualizó en su cartografía con el nombre del Esequibo en obsequio y justicia a quien lo navegó y exploró por primera vez. A partir de entonces, pasó a ser el límite del territorio español al norte de Sur América, que los holandeses tomarían de referencia al formar sus fronteras con las colonias hispanas. El Esequibo es uno de los ríos más largos y caudalosos de América del Sur que desemboca en el Atlántico. Varios de sus afluentes llegan del noreste de Venezuela. Tiene el segundo estuario más grande del continente, después del Río de la Plata. Es de derecho la frontera natural de Venezuela de acuerdo con el Divortium Aquarium que delimita su margen oriental. El río nace en las montañas de Acarai cerca del Brasil y fluye al norte durante 1000 kilómetros pasando por la selva, saltos y sabanas, para desembocar en el Atlántico Diego Colón, nació en Portugal (Porto Santo) el primero de abril de 1479 y falleció en Puebla de Montalbán en 1526. Hijo de Cristóbal Colón y de Felipa Moniz de Perestrello. El primogénito de Cristóbal Colón llegó a ser después de la muerte de su padre y como heredero, gobernador de las Indias y Tierra Firme (1509-1515 y 1520-1523). El éxito del primer viaje colombino, auspiciado por los Reyes católicos, propició el ingreso del joven Diego en la corte, en la que sirvió entre 1494 y 1497 como paje del príncipe Juan, y de la reina Isabel desde 1498. Diego Colón, en lo que se conoce como los Pleitos Colombinos, reclamó a la Corona sus privilegios como heredero del descubridor. Contrajo matrimonio con María de Toledo, sobrina del duque de Alba, noble que le apoyó hasta lograr que Diego Colón fuese nombrado gobernador de las Indias y Tierra Firme, pero no así virrey. Un año más tarde llegaba Diego Colón a Santo Domingo con la flota de su tío, Bartolomé Colón, momento a partir del cual ejerció sus funciones con el empeño de poblar otras islas e incrementar tanto la producción agrícola como la explotación minera. En 1511, una sentencia del Consejo Real le reconoció el virreinato, a pesar de lo cual no consiguió ningún aumento de poder efectivo. En 1515 volvió a Castilla para velar por sus negocios, y permaneció en España hasta 1520. Diego Colón inició entonces su segunda gobernación, que duró hasta 1523, año en que regresó definitivamente a la metrópoli por orden de Carlos V, después de diversos conflictos con la audiencia y otros funcionarios reales.(AF).

EL EXPLORADOR DEL ESEQUIBO

Juan de Esquivel, primero en explorar la isla de Jamaica y el Esequibo, nació en Sevilla en 1470 y falleció en Jamaica en 1514, isla de la cual fue su primer teniente de gobernador desde 1510 hasta 1513, en representación de Diego Colón, Virrey de Indias para lo cual debió librar varios combates con los Tainos. En su gestión de gobierno, Esquivel trasladó colonos españoles a Jamaica, promovió la evangelización, repartió encomiendas y desarrolló los cultivos insulares. Los excesos cometidos durante la conquista de Jamaica le valieron un Juicio de residencia por parte de la Corona castellana y fue remplazado por Francisco de Garay en 1513] Finalmente, el conquistador Juan de Esquivel falleció en Jamaica en 1514. Según cronistas de la época, Juan de Esquivel prestó su nombre para bautizar el actual río Esequibo. Aunque cuando Alonso de Ojeda realizó las primeras exploraciones por el estuario de la desembocadura del Orinoco en 1499, se asume que navegó por primera vez aquel río, al que llamó Río Dulce, y posteriormente tomó el nombre de Esquivel transformado por la prosodia de sus moradores indio, neerlandeses y españoles en Esequibo.. (AF)

EL TORTUGARIO DE PEREZ FLORES Y un burro llamado “El Corneto”.

Cuando Luis Felipe Pérez Flores llegó a la Presidencia del Concejo Municipal de Heres, uno de sus propósitos fue el de crearle a su natal Ciudad Bolívar, un Parque Zoológico y dio los primeros pasos comprando 31.242 metros cuadrados de un terreno contiguo a la Casa de San Isidro, por el cual se pagó 16 .mil bolívares recibidos por el entonces Director del Colegio La Milagrosa, Padre Isaac Meixeira. Aprovechando el todavía cristalino morichal que pasaba por los predios cercanos a la antigua casa colonial donde viviera el Libertador en 1819, Pérez Flores mandó a construir una laguna artificial y allí sembró los primeros ejemplares del Zoológico: 70 tortugas arrau del Orinoco compradas al. Banco Agrícola y Pecuario, cuyo gerente era Fernando Flores. La Municipalidad nunca pagó pues por arte de birlibirloque los pacíficos quelonios desaparecieron en la temporada de la Semana Santa de 1968. La indignación de Pérez Flores en vez de solidaridad causó cierta hilaridad y la gente, sobre todo en sus adversarios políticos, que jamás aceptaron lo de "Parque Zoológico". Preferían llamarlo con cierta sorna el Tortugario de Pérez Flores. Pérez Flores muy poca suerte tuvo con lo que se proponía. Lo mismo le ocurrió cuando hizo traer el Faro Giratorio que alumbraba las noches de los presos políticos de Guasina y lo instaló en la Fortaleza de El Zamuro. Lo cierto es que el Faro desapareció como por arte de magia aunque se especuló que fue obra de jóvenes enamorados, irritados por la luz giratoria que ponía al descubierto sus citas de amor en lo parajes del casco histórico. Y a propósito de citas de amor, en ese tiempo existía en La Paragua un burro llamado “El Corneto” que se enamoraba de las muchachas y las embestía de modo que cuando alguien grifaba en el pueblo "!Ahí viene el Corneto!", las mujeres entraban en pánico y abandonaban las calles, espantadas como quien ha visto al diablo. El Corneto no podía ver una falda porque enseguida se encabritaba y corría tras ella constituyendo un problema de orden público que el Comisario del lugar solucionó capturando y vendiendo el asno a unos italianos que según las malas lenguas lo habían sacrificado y vendido su carne como la de res para las populares parrilladas dominicales. (AF)

martes, 23 de febrero de 2021

VIOLENTA REACCION DEL SECRETARIO ACABO CON UNA SESIÓN MUNICIPAL

El 15 de junio de 1967, Violenta reacción del secretario edilicio acabó con una sesión ordinaria del Concejo Municipal de Ciudad Bolívar para sancionar la Ordenanza de Pre¬supuesto que llevaba de atraso unos cuatro meses. Felipe Grúber, un guasipaten¬se de unos cincuenta años, al terminar de darle lectura a la minuta del ac-ta de la sesión anterior y des¬pués que el concejal Noel Valery tomó la palabra y le hizo varias observaciones a la minuta, le dio tres golpes a la mesa y levan¬tándose intempestivamente ex¬clamó: --Señores concejales, ya no aguanto más. Doy por terminada mi presencia en este cuerpo que no hace más que reparar mis ac¬tas, por las cuales me desvelo. Y el señor Felipe Grúber, di¬ciendo otras cosas entre dientes, tomó la calle presurosamente y el Presidente Municipal, en vista de que no había Secretario, le¬vantó la sesión. El Concejo se había reunido para sancionar la Ordenanza de Presupuesto que debió entrar en vigencia el primero de enero, pe¬ro que por desacuerdos radicales con relación a varios reajustes de partidas se vino atrasando has¬ta entnces cuando se volvió a es¬tancar porque el secretario no aguantaba más (AF)

LA CASA LICCIONI, UN RECINTO PARA EL ARTE

Cuando, Jorge Carvajal Morales, fue Gobernador, hizo entrega oficial de la Casa Liccioni, sede del Centro de Arte "Alejandro Otero'", a la Universidad Nacional Experimental de Guayana, en ceremonia programada por la Dirección del Patrimonio del Ejecutivo Regional. ¿Pero qué ha pasado desde entonces? ¡Vaya usted a saber!!! Recuerdo que a nombre de la UNEG recibió la casa en calidad de comodato por lapso de tres decenios el Rector Oswaldo Castillo Saume, quién junto con otras personalidades acompañó al Gobernador en la inauguración en el mismo inmueble, de la exposición "Mirar al Futuro" con diseños de Alejandro Otero y esculturas cívicas de artistas contemporáneos de oriente y sur-oriente. La Casa Liccioni, ubicada entre el Paseo Orinoco y la calle Babilonia, formaba parte del programa de revitalización que el Gobierno Regional llevaba adelante a través de la Oficina Técnica del Casco Histórico de Ciudad Bolívar y era conveniente darle un nuevo uso, en este caso, el de un Centro de Arte, con el nombre del insigne artista venezo1ano nacido en Guayana, A1ejandro 0tero. Desde su origen, esta Casa estuvo destinada a la actividad mercantil. Fue construida con ese fin por Rafael y Tomás Machado, hijos del prócer de la Independencia, Capitán de Navíos José Tomás Machado, a quien en la parte occidental también le construyeron una residencia, tal la Casa de las Doce Ventanas, sobre un terreno antiguamente anegadizo y pedregoso adquirido de la Municipalidad. En 1880, el inmueble pasó a propiedad de Guillermo Bailón, quien en 1901 lo dejó en herencia a su viuda Isabel Machado. Luego, lo heredó su hermana Nieves Machado de Reverón y esta a su vez lo dejó a sus hijos. En 1944, Pedro Liccioni, sobrino de don Antonio Liccioni, formó una compañía y compró el inmueble para instalar en el mismo una Fábrica de Pastas de la que sólo queda como reliquia y símbolo de antigua ciudad fabril, un rodillo metálico de grandes dimensiones en la franja superior de uno de los muros. Este inmueble desde mediados del siglo pasado hasta 1977 que lo adquirió dl Señor Alaimo, estuvo dentro del circulo de la familia Machado Liccioni. pues don Pedro Liccioni estaba casado con María Machadlo Siegert, quien era hija del propietario original del inmueble, vale decir, Rafael Machado en el matrimonio con Lecires Siegert. Feliz coincidencia ésta de complementar la Casa de las Doce Ventanas, en manos de la UNEG para sus actividades académicas, con la Casa Liccioni destinada a las artes plásticas, pues ambas casas, no sólo tienen valor arquitectónico, sino que la última ha sido destinada a un Centro de Artes y ocurre que un nieto de don Antonio Liccioni y, por lo tanto, pariente de Don Pedro Liccioni y por esa vía de los Machado Siegert, representa a partir de 1820 la evolución y continuidad de las artes plásticas bolivarenses iniciada en 1850 con la obra de Emeterio Emazábel y Roberto Liccioni, primer maestro de Aimée Battistini, fundadora en París del llamado Grupo de los Disidentes y quien dio cobijo en aquella ciudad francesa a numerosos creadores venezolanos de las artes visuales. De manera. pues que esta casa de triple fachada y grandes naves rectangulares, columnas de hierro, cornisa corrida en sus fachadas y cerraduras en las aberturas de sus puertas, ha sido rescatada y restaurada dentro del programa de revitalización del Casco Histórico de Ciudad Bolívar, por su valor arquitectónico de estilo neoclásico que honrará su destino de Centro de Artes donde las nuevas generaciones de pintores, por el mismo hecho de estar sujeto a una Universidad, encontrarán la calidad de técnicas y enseñanzas teóricas. (AF)

lunes, 22 de febrero de 2021

HÉCTOR URBANO Y JULIAN YÁNEZ

El lanzador Héctor Urbano y el catcher Julián Yánez, ambos de Ciudad Bolívar, jugaron para el equipo La Guaira durante la temporada de beisbol profe¬sional que se inició el 13 de octubre de 1967 ¿Lo recuerdan?. Julián Yánez también jugó en Bal-timore para el team Bluefield, clase A, y bateó 270 puntos. El internacional Héctor Ur¬bano jugaba antes para los Ti¬gres de Aragua y fue objeto de una trans-acción por la cual entró a formar parte del equipo guaire¬ño. Urbano fue entrenador del MOP, equipo bolivarense do¬ble A campeón regional varias veces, en tiempos del ingeniero margariteño José Luis Bruzual. Héctor Urbano, quien también fue pelotero de los Leones del Caracas, debe tener 80 años actualmente y Julián Yánez más conocido como compositor musical y fundador de “Julián Yánez y sus cañoneros”, falleció de ataque al corazón, el 19 de octubre de 1912, (AF)

EL ANIMA DE PARASCO

Agustín Parasco fue un recluta de principios de siglo que cayó en esas periódicas redadas gomecistas que se llevaban a cabo en la provincia adentro cuando el gobierno requería de gente apta para nutrir o reforzar la vanguardia de sus batallones cada vez que en algún lado de la Venezuela levantisca surgía, como por arte de magia, un brote guerrillero, siempre, en términos políticos, contra, "el actual estado de cosas" A Gómez se le atribuye el mérito de haber acabado con el estado de perversidad social denominado "caudillismo" y que aniquilaba al país desde los tiempos de la Independencia. Gómez, ciertamente, a c a b ó c o n e st e mal, p e r o a f u e r z a de reclutar j ó v e n e s i m b e r b e s p a r a enfrentar a las montoneras guerreristas de los hacendados auto p r o c 1 a m a d o s g e n e r a l e s. Llegó un momento en que eran muchos más los generales de montoneras que los de carrera dentro de las Fuerzas Armadas Nacionales. Tantos eran que no había plaza ni plata para sostenerlos a todos en posiciones del ejército. Hubo que sostenerlos dándoles prebendas y facilidades para otra actividad. De suerte que muchos se veían obligados volver a su oficio primitivo o al que más lo contentara con otro requerimiento a fin de utilizarlo en situaciones difíles para el gobierno. En esas condiciones estaba en Upata desde 1910 el Coronel Jesús Manuel Rojas, que desde Coro, su tierra natal, se había sumado en la Restauración Liberal con Cipriano Castro y en la Rehabilitación con el General Juan Vicente Gómez. Pues bien, el coronel Jesús Manuel Rojas, era coreano, pero radicado en Upata, donde contrajo matrimonio con Carmen Luisa Parres ron la que tuvo a Carlos, Luisa Carmen y a su homólogo Jesús Manuel Rojas, el padre de nuestro amigo Raúl Rojas Ferrini, "Cabito Rojas" que, no obstante ejercer la abogacía en Caracas nunca pierde el amor por su tierra. El Coronel tenía en Upata un comercio pero, en tiempo de recluta, Gómez le ponía a su disposición una compañía de soldados para que le reclutara gente en la región del Yuruari. Gente que reclutaba, gente que entrena de inmediato y le ponía al hombro su fusil. En esos menesteres andaba el coronel cuando llevaba ochenta hombres y en una parada se suscitó una bronca entre dos reclutas, a uno de los cuales, el Coronel Rojas le puso el ojo y reprendió severamente. La admonición la acusó tanto Parasco que intentó responder con su fusil, pero una bala disparada por un cabo de confianza del Coronel lo dejó paralizado y sangrante sobre sus rodillas. El disparo había sido mortalmente certero y sus compañeros de arma quisieron, antes de partir, darle sepultura, pero el Coronel rotundamente se opuso. Al regreso del interior, pasaron por el sitio y encontraron el cuerpo exánime del joven Parasco recostado sobre un chaparro, tal cual como lo dejaron el mismo día de la tragedia. El cuerpo en aquel estado intacto, virtualmente incorruptible, impresionó hondamente hasta al propio Coronel que ordenó de inmediato darle sepultura. Una cruz clavaron sobre el túmulo de tierra. Hasta allí, las voces del suceso comenzaron a resonar en rezos que aún no terminan. El ánima de Agustín Parasco, parece desde entonces correr caminos surtir un efecto sicológicamente increíble. Encomendarse al alma de Agustín Parasco por cualquier camino desolado en algún trance, es común entre la gente de la región del Yuruari, especialmente de los que están más cerca del Yocoima. Y el Coronel Jesús Manuel Rojas por ese hecho se hizo más renombrado que nunca y su fama la solía el mismo reafirmar cuando se autoproclamaba como "El único hombre que hace santo en Guayaná". Por lo menos así le dijo a uno que a boca de jarro quería dispararle y le respondió colocándole una daga en el estómago con estas palabras: "Tú como que también quieres ser santo?” (AF)

domingo, 21 de febrero de 2021

LA MANO NEGRA DEL YURUARY VENGA LA MUERTE DEL GENERAL PEDRO FERNÁNDEZ AMPARAN

Hubo un tiempo en que las familias bolivarenses temblaban a la sola mención de la “Mano Negra” porque la misma era símbolo de fatalidad o muerte cuyas evidencias eran bien percibidas, pero no obstante se transformó en una leyenda similar al “Coco” para asustar a los niños. “Te saldrá la Mano Negra, te atrapará y llevará por las greñas si no te portas bien”, solían decirle las madres o abuelas a lo muchachos malcriados. Las generaciones actuales poco saben de ella. Tal vez de un grupo musical francés de los 90 así llamado “La Mano Negra” que mezclaba el rock con otras canciones como la salsa y el flamenco. Seguramente también habrán oído hablar de “La Mano Peluda” porque es una expresión muy utilizada por lo políticos actuales cuando no le encuentran explicación a una avería evidente, pero “La Mano Peluda” es un programa de terror de una radio que se emite en México y Estados Unidos sobre historias de terror, fantasmas y espíritus. El nombre “La Mano Negra” ha sido tomado de una presunta organización anarquista secreta y violenta que actuó en Andalucía (España) a finales del siglo XIX a la que se le atribuyen asesinados, incendios de cosechas y edificios. El Estado Bolívar también tuvo su “Mano Negra” violenta de verdad en tiempos del dictador Juan Vicente Gómez. Tal “La Mano Negra del Yuruary” Sofía Fernández de Lezama, en una ocasión me echó el cuento pues desde su infancia siempre oyó hablar de la famosa "Mano Negra del Yuruary" asociada a la Muerte de su tío Pedro José Fernández (en la foto), ocurrida el 22 de junio de 1920, arteramente, cuando dormía en un chinchorrro. Fue una muerte cruel y a mansalva consumada por una comisión de doce hombres armados de máuseres, al mando del coronel Alejandro Noguera Blanco. Estaba prácticamente sólo pues había despedido a sus hombres, resignado a dejar las guerrillas que comandaba contra el gomecismo. Lo había decidido por insistencia de su hermano Juan Fernández Amparán, el mismo que tomó la fortaleza del Zamuro durante el último episodio de la Guerra Libertadora. El asesinato de Pedro José Fernández, impune por parte de las instituciones encargadas de hacer justicia, encontró sanción, no obstante, en adherentes y amigos que se organizaron para hacer justicia por su propia mano, aunque se dice que fueron las Hermanas Montenegro quienes prepararon la venganza a través de lo que en Guayana se conoció como "La Mano Negra del Yuruari". Uno a uno de los asesinos de Pedro José Fernández, fueron cayendo bajo el filo de la misteriosa mano incógnita y poderosa Quedaba sólo el jefe civil Alanilla Ramos, quien a raíz de la muerte de Gómez huyó a Caracas socorrido por Matías Carrasco, sin saber que allá estaban residenciadas las Hermanas Montenegro, esperándolo con su misterioso y largo brazo enlutado para pasarle factura. Pedro José Fernández se había alzado contra Gómez luego que desconoció y persiguió la candidatura de José Félix Montes, quien aspiraba sustituirlo en el Poder una vez que se le venciera el período y se iniciara el de1914-1919. La Candidatura presidencial de Félix Montes había sido lanzada desde “El Pregonero” por el periodista Rafael Arévalo González y respaldada en Guayana por el caudillo Pedro José Fernández, contrario a las intenciones continuista del hombre de la mulera, quien la consideró una provocación. Arévalo González y sus colaboradores fueron encarcelados y el guayanés y académico Félix Montes huyó a Curazao y permaneció en el exilio hasta 1936.(AF)

LA REVISTA PARALELO 8

En 1972 apareció el primer número de ja revista Paralelo 8, como culminación del esfuerzo de un grupo de profesionales, intelectuales y empresarios de la zona, quienes se trazaron la meta de editar un medio de difusión, del cual carecía Ciudad Guayana para entonces. El propósito de este órgano periodístico era el de reflejar en la colectividad los problemas existentes en su seno, planteándolos con un sentido analítico y tratando de que al exponerlos se contribuya en parte con el logro de su solución. En el lapso de su primer año se editaron diez ejemplares, consolidando en ese período la existencia de toda publicación que comienza, y al mismo tiempo, logrando definida aceptación dentro de todos los sectores de esta colectividad. La Editora Publicitaria Paralelo 8, la integraban treinta accionista y la presidía el Ing. Francisco Natera, acompañado en la Directiva por Hugo Car- nevali en calidad de Vicepresidente; Lic. Arístides Gómez, Secretario; Guillermo Rojas, Tesorero y Dr. Rómulo Rivas, Vocal, El Licenciado Salvador Rodríguez Argüeyo figuraba como director y Américo Fernández como Corresponsal en Ciudad Bolívar. La Editora Publicitaria Paralelo 8, C.A. se denominaba la em¬presa editora in¬tegrada por 30 accionistas representativos de los más diversos sectores de Ciu¬dad Guayana. En la gráfica Salvador Rodríguez, Hugo Carnevali y Arístides Gómez(AF)

MARLENE MANRIQUE

Marlene Manrique, como bien dijo en su oportunidad, Hugo Carnevali, autor de la fotografía, es guayanesa por los cuatro costados. Nacida en Upata y criada en Ciudad Bolívar, “Marlene vino a confirmar todo lo que se dice sobre la belleza de nuestra mujer”. Marlene tenía diecisiete años cuando fue escogida en 1972 públicamente en la Concha Acústica para representar al Estado Bolívar en el certamen anual del Miss Venezuela. Se ocupaba entonces de las cosas usuales de los jóvenes de su edad. Estudiaba primer año de arquitectura en la Universidad Central y en su tiempo libre leía novelas de acción, fricción y ficción. Nadaba como Esther William. Aunque no sé si todavía digue siendo su deporte favorito igual que la equitación. Y respondiendo a las preguntas que suelen hacerse a las muchachas de tales concurso de belleza, decía Marlene que sentía debilidad por la música moderna y que como hobby colecciono bikinis como ese que luce en la gráfica. Y en cuanto a su autor literario favorito, lo decía con orgullo de venezolana y de guayanesa, mencionaba a Miguel Otero Silva. De todas sus obras, le impresionaba de manera especial Casas Muertas. En el campo de la pintura, consideraba trascendental todo lo realizado por Jesús Soto. De él admiraba sobre todo la manera efectiva como había logrado adaptar su arte pictórico a la época en que vivimos. En el terreno de la escultura, ya llegando a tocar un arte muy vinculado con la carrera universitaria que estudiaba, creía de importancia el trabajo realizado por Alexander Calder. Entre los escultores también había recibido la influencia de Giacometti. El actor de moda era para su tiempo, Marión Brando, y a él estaba ligada por su estilo como de los problemas sociales que agobian a nuestra población, ¿cuál te parece el más urgente de solucionar? —Creo de vital importancia que cada familia venezolana disponga de un techo que la proteja. De esta manera se ayudaría a solucionar un problema de tipo práctico, como es la protección de los elementos; pero más importante aún creo que es el fortalecimiento de la familia y la consolidación del hogar venezolano. (AF)

viernes, 19 de febrero de 2021

LA PLAZA DEL CONVENTO

Antes que los capuchinos, fueron los misioneros franciscanos quienes se establecieron en la provincia de Guayana. Llegaron junto con el gobernador don Antonio de Berrío y su primer convento erigido en Los Altos de Santo Tomé de la Guayana fue transformado en el Fuerte San Francisco que se hizo posteriormente gemelo con el Padrastro, ambos restaurados por la Corporación Venezolana de Guayana. Luego que las autoridades y familias de Santo Tomé de la Guayana fueron trasladados a la Angostura del Orinoco en 1764, los misioneros franciscanos empeñaron su fe en levantar otro convento y lo hicieron en zona plana, lo que es hoy la Plaza Centurión. En 1817, tras el sitio y toma de la ciudad de Angostura por los patriotas, el convento de San Francisco fue abandonado por los misioneros y el Libertador lo transformó, primero en un cuartel de artillería, y luego en un hospital militar para lo cual hubo que levantarle en la fachada un muro almenado con garitas en los extremos. La fachada, además de la puerta principal, tenía cuatro grandes ventanas. Terminada la Guerra de Independencia y restablecidos los poderes eclesiásticos en la provincia, el convento fue cedido por el Gobierno a los padres observantes para establecer allí un hospicio en tanto que la Diócesis adquirió la Casa del Congreso de Angostura para sede de los Padres Jesuitas, quienes habían realizado una labor misionera importante en el Alto Orinoco. Esos destinos fueron de muy corta duración. En 1824 el Gobierno de Colombia decretó el Colegio Federal de Guayana y le otorgó como sede el inmueble del convento, mas como los angostureños le encontraron defectos propusieron y así fue decidido, permutar a la Diócesis, el convento por la Casa de los Jesuitas. El avaluó del convento fue de 26.243,49 pesos y 12. 715, 37 el de la Casa de los Jesuitas. Pero el convento, debido al material de su arquitectura -barro y piedra- no pudo mantenerse en el tiempo, requería de un mantenimiento periódico que por causas presupuestarias nunca lo tuvo, de manera y dado el estado de ruina en que se hallaba para comienzos del presente siglo veinte, el Concejo Municipal, bajo la presidencia del médico J. M. Angostura Méndez, acordó el seis de marzo de 1913, destinarlo para la construcción de una plaza en homenaje a Manuel Centurión. La plaza no se construyó sino 55 años después, bajo la administración del gobernador Luis Raúl Vásquez Zamora (1967-1968). Su diseño, bastante original, responde a la necesidad de disponer de un sitio no sólo para la recreación pasiva sino también para las concentraciones públicas, entonces muy frecuentes en el Mirador Angostura. A lo largo de esos 55 años y una vez que se terminaron de demoler las ruinas del convento, el terreno fue utilizado como estadio hasta 1941 que fue construido el Estadio Heres en la Avenida Táchira y también para las fiestas de la Cruz de Mayo. La Cruz de Mayo eliminada en 1967 para la construcción de la plaza, fue conservada por la matrona Catalina Yánez de cuya vivienda la rescató el alcalde Jorge Carvajal Morales en 1991 para instalarla bajo trono en la misma Plaza Centurión. Pero, más que el béisbol, en la Plaza Centurión se jugó la ronda o rondada que llegó al tope de su popularidad durante los años 30. Se recuerda que la primera transmisión por radio de la ronda o rondá la realizó desde esa plaza el 6 de junio de 1939 el locutor de Radio Bolívar, Alirio Cairo. (AF)

PERRO SECO

(Crónica publicada en El Correo del Caroni en 1992) Así como el amigo Manuel Yánez me pidió escribiese sobre la Plaza del Convento, hoy lo hago sobre Perro Seco a solicitud de sus vecinos. Quienes ni siquiera saben a ciencia cierta el porqué de ese nombre del que nunca han podido divorciarse a pesar de la epónima nomenclatura de nuestros días. Pero sé de una versión según la cual a principios del siglo diecinueve existía en el lugar una sola vivienda de un señor así apodado y donde residía un artesano muy útil a las familias de la ciudad, por lo que era habitual requerir sus servicios diciéndole al mandadero: “busca a fulano en la casa de Perro Seco” y Perro Seco se fue quedando tanto la casa como el lugar. De manera que Perro Seco, junto con El Zanjón y El Temblador, es el barrio más antiguo de Ciudad Bolívar. Nació con esa connotación que el crecimiento urbano sustituyó en la nomenclatura, primero con el nombre de calle El Poder y, más tarde, con el de calle Guzrnán Blanco, para desagraviar al barrio que había servido de trinchera a Los Azulejos tras el triunfo del caudillo el 26 de abril de 1870. Perro Seco comprende una angosta franja, paralela al Paseo Orinoco, desde la Planta del Acueducto hasta la calle Santa Ana. A este sector estuvo vinculado un barrio muy singular, El Pueblito, desaparecido con la gran crecida de agosto de 1976 y del cual existe un paisaje muy sugerente del pintor Roberto Liccioni (Robespierre). En 1817, cuando los patriotas tomaron Angostura después de un prolongado sitio militar, la ciudad contaba con los siguientes barrios, o arrabales, como les decían entonces: El Retumbo, en las inmediaciones de lo que es hoy la calle Dalla Costa; El Temblador, donde nacieron los Tomedes; El Zanjón, lugar de la famosa Casa de Tejas; La Zapoara, aldea de pescadores sepultada bajo el concreto del Paseo, y Perro Seco, que se extendía desde las inmediaciones de El Cementerio hasta la calle La Tumbazón, nombre sustituido en 1856 por el de calle Santa Ana en memoria de la matrona Ana María Méndez de Pulido, quien donó su casa para el templo del mismo nombre. Los curas párrocos del lugar acabaron con La Tumbazón porque era recaladero de marinos sedientos tic amor, pero inmediatamente después comenzó a tomar cuerpo la Ciudad Perdida que también corrió con la misma suerte al quedar sepultada por la gran crecida de agosto de 1943, justo en el sitio donde el presidente Isaías Medina Angaríta hizo levantar después el Grupo Escolar Estado Mérida. Pero si bien las crecidas periódicas del Orinoco terminaron con numerosos sectores ribereños, jamás pudo con Perro Seco, que para una vida mejor aguardó hasta los años sesenta cuando fue alzada la cota del Paseo Orinoco. Perro Seco desde entonces deja de ser barrio o arrabal. Ahora es extensión urbana del Casco Histórico. Siempre fue un poder. De allí el nombre de Calle El Poder que ostentó en el pasado. El general Manuel Piar registra el nombre de “Perro Seco” en su diario de campaña el 18 de enero de 1817 cuando trató de tomar Angostura. La zona de Perro Seco fue encomendada al oficial Bartolomé Salom, quien no pudo vencer el poder de fuego bien servido de los realistas. Perro Seco también resultó militarmente un foco importante cuando la Revolución de los Azules derrocó al gobierno dé Juan Bautista Dalla Costa. Los vecinos de Perro Seco me han dicho que desean fijar en el calendario una fecha histórica en la cual puedan apoyarse para celebrar el día en que, como comunidad, comenzaron a tener identidad, pero no existe una fecha precisa porque Perro Seco no es el producto de una planificación o determinación oficial, ni siquiera de una invasión de gente sin techo corno solía ocurrir, sino una ocupación gradualmente espontánea de familias relacionadas con actividades vinculadas a la vida del río. Tampoco los pueblos nacen de un día para otro sino a través de un tiempo largo y así, seguramente, emergió a la vida de arrabal el Perro Seco que hoy es totalmente urbano. Pero si quieren establecer una fecha les sugiero la del 18 de enero de 1817, cuando es históricamente registrado Perro Seco y ocupado militarmente por Piar para iniciar desde allí la Toma de Angostura. (AF)

jueves, 18 de febrero de 2021

DÍA DEL DEPORTE

e0Aunque la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 6 de abril Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la paz, Venezuela celebra el 6 de enero como Día del Deporte Nacional. En Venezuela es celebrado cada 6 de enero desde que en 1945, el Párroco de La Pastora, Francisco Castillo Toro, convocara un funeral para rendir homenaje a los jugadores de béisbol Salvador Argüelles y José Pérez Colmenares. Anualmente, los deportistas nacionales siguen la tradición de reunirse este día por lo que el Instituto Nacional del Deporte (IND), oficializó esta fecha como Día del Deporte Nacional. El 23 de agosto de 2913, la Asamblea General de la ONU decidió proclamar el 6 de abril Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz. Para la ONU el Deporte ha desempeñado históricamente un papel importante en todas las sociedades, ya sea en forma de competiciones deportivas, de actividades físicas o de juegos. El deporte y el juego son derechos humanos que deben ser respetados y aplicados en todo el mundo; el derecho al acceso y a la participación en los deportes se ha reconocido en numerosas convenciones internacionales. La UNESCO en 1978 reconoció el deporte y la educación física como un "derecho fundamental para todo el mundo". El deporte sirve para estrechar lazos sociales y para promover valores como la paz, la fraternidad, solidaridad, no violencia, tolerancia y justicia. Los Gobiernos de Venezuela desde esa fecha, vienen ofreciendo apoyo a todos nuestros deportistas para que continúen su desarrollo físico y pueden lograr triunfos que dejen en alto el nombre de Venezuela a nivel internacional. Los logros alcanzados hasta ahora por atletas venezolanos en distintas modalidades, son muestra del arduo trabajo realizado por años, además de ser el reflejo del éxito de la inversión social que se han impuesto los Gobiernos en materia deportiva. La presencia cada vez más notoria de nuestros hombres y mujeres deportistas en los primeros lugares de los medalleros regionales y mundiales es motivo de orgullo para el pueblo venezolano, y razón para seguir apoyando este proceso de crecimiento del deporte nacional. (AF) EL DEPORTE ESPERANTO DE TODAS LAS RAZAS Según el novelista y comediante francés Jean Giraudoux, el deporte es el esperanto de todas las razas. Da entender el intelectual galo que el deporte es el idioma universal de todos los humanos, como la música. ¿Quién no entiende y práctica el deporte en este mundo? Hasta los inválidos no sólo lo practican, sino que compiten dentro de sus limitaciones en los eventos de muchas de las disciplinas deportivas actuales. El deporte pues, en sentido figurado, lo habla y lo entiende todo el mundo. Y no es desde ahora, sino desde tiempos remotos. Podríamos decir, desde que el hombre primitivo se enfrentó a los animales salvajes para sobrevivir y descubrió la atracción de la caza y de la pesca. En ambos casos, su espíritu deportivo fue adquiriendo forma al oponerse a los obstáculos de la vida diaria. Más adelante, liberado de la apremiante necesidad de sobrevivir, alcanzó la gratuidad que en la actualidad caracteriza al deporte en su forma más pura. Quiere decir, cuando el atleta lucha por la satisfacción espiritual de la victoria, no por dinero como ocurre en el mundo de hoy. (AF).

miércoles, 17 de febrero de 2021

EL FRUSTRADO PROYECTO DEL “TRIO REENCUENTRO”

Muy pocos bolivarenses saben que en su Estado, además de el Calipso como expresión musical, existen la Guasa, la Jota, los Cantos de Ordeño, Joropo, Golpe, Bambuco, y que en la primera mitad del siglo XX un grupo de músicos inmigrantes y nativos de Ciudad Bolívar cultivaron el Vals, la Polka y el Paso Doble Guayanés (expresión musical popular de raíz tradicional). En tal sentido, con la intención de reactivar y revivificar la tradición musical que se originó a comienzos de siglo en Ciudad Bolívar, surgió el Trío Reencuentro, integrado por Alberto Porras, María Josefina Barreto y María del Valle Ramírez. Trío Reencuentro se llamó por ser dos de sus miembros fundadores, músicos académicos que un día por el camino de su carrera se reencontraron con sus raíces y asimilándola de la forma más original posible, comenzaron a difundirla con violín, cuatro y guitarra, manteniendo en sus interpretaciones las estructuras melódicas, armónicas y formales con que fueron creadas. El objetivo fundamental de este trío de jóvenes, era el de armonizar la investigación con la actividad docente y artística de música popular de raíz tradicional de la capital del Orinoco, entidades vecinas y del resto del país. Pero ¿qué ocurrió con ese Proyecto? Simplemente, que se frustró en sus inicios por falta de apoyo institucional continuado y permanente. Ciudad Bolívar sigue siendo víctima de esa maldita como perniciosa falta de continuidad administrativa. ¿Quiénes integraban ese trío? Nada menos que: Alberto Porras, violinista y director del trío, ha realizado su carrera como violinista fundador de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, profesor ejecutante de la Orquesta Sinfónica Venezuela, Director invitado en diferente núcleos regionales del Sistema Orquesta Nacional Juvenil y Director titular durante cinco años de la Orquesta Nacional Juvenil, Núcleo Bolívar. María Josefina Barreto ha desarrollado su carrera como Cantan-te, Cuatrista, Violinista y Guitarrista; profesor del Convenio Andrés Bello, en Jamaica y Aruba, de tradiciones musicales de Venezuela; violinista de la Orquesta Filarmónica de Jamaica; Profesora de Educación Musical en distintas Unidades Educativas de Ciudad Bolívar y Caracas. María del Valle Ramírez es profesora de educación musical en Unidades Educativas del Ministerio de Educación y del Concejo Municipal. Ama e investiga la música, costumbres y tradiciones de su ciudad Natal, las cuales ha difundido en todo el país y en ciudades como Washington, Trinidad y Tobago. (AF)

LA LAGUNA Y EL JARDÍN BOTÁNICO

Para bien o para mal, la vida del angostureño siempre estuvo de algún modo vinculada a La Laguna que mora casi en la falda del casco urbano por la parte oriental. Desde la fundación o traslado de la capital se hablaba de ella. Para mal, durante la estación de verano que estancaba las aguas con su secuela de plagas y malos olores. Para bien, durante la estación lluviosa que renovaba las aguas y la integraba agradablemente con su vegetación autóctona a un paisaje que el citadino prefería contemplar desde el Paseo El Porvenir o, todavía mejor, desde lo alto de la Fortaleza El Zamuro. Afortunadamente, el “para mal” ya le dio paso absoluto al “para bien” porque La Laguna del Porvenir, aunque en el curso de un proceso largo que cubre varias gestiones gubernamentales, fue saneada y totalmente recuperada para un Parque en el cual está integrado el Jardín Botánico del Orinoco, la obra soñada de Leandro Aristeguieta, quien estuvo al frente, apoyado por la Sociedad de Amigos del Jardín que conformaban Eduardo Jahn, Paúl Von Bürén, Horacio Cabrera Sifontes, Pilar Gascón, Marco Tulio Cardozo y Américo Fernández. La obra se venía acometiendo con la participación de la CVG, Gobernación y Alcaldía de Heres. Pero, como bien sabemos hubo cambio de gobiernos y de políticas nacional y regional y todo se derrumbó. El Jardín Botánico creo que ni Director tiene o si tiene, no se siente. Es doloroso que esa obra que tanto significa para Ciudad Bolívar se esté perdiendo A cada instante surge la interrogante ¿Y los diputados y concejales dónde están, qué dicen y qué hacen???

domingo, 14 de febrero de 2021

ORIGINALES DEL MENSAJE DE BOLÍVAR AL CONGRESO DE ANGOSTURA

Phillips J. Hamilton Grierson, tataranieto en cuarta generación del coronel James Hamilton, voluntario inglés que prestó servicios a la causa de nuestra independencia, visitó Ciudad Bolívar el 12 de diciembre de 1975, para hacer entrega al Presidente de la República Carlos Andrés Pérez, de los originales del Mensaje del Libertador al Congreso de Angostura. En esa ocasión destacó que su antepasado se convirtió en amigo de confianza del general Bolívar y colaboró estrechamente con los próceres de la independencia. Recordó que el coronel James Hamilton (en la foto), quien permaneció en Angostura durante 22 años y falleció en ella, al tiempo que jugó un importante papel en llevar adelante la lucha de la independencia, fue también un hombre de amplios intereses comerciales. El fue, por ejemplo, quien introdujo el primer servicio de barcos de vapor en el Orinoco. Tal vez pudiera calificarse precursor del desarrollo industrial y mercantil, que desde entonces ha transformado a Guayana. El General Bolívar, una vez pronunciado su discurso en 1819 con ocasión de instalarse el Congreso de Angostura, entregó el documento al coronel Hamilton y le encargó su traducción al inglés. Jemes Hamilton cumplió el encargo y al efecto se hicieron 250 copias que fueron enviadas a personajes importantes de la Gran Bretaña. El objetivo era, según palabras del propio Hamilton “que el buen sentido, la liberalidad y las ideas racionales de libertad que el mismo contiene, contribuyeran a eliminar las dudas que algunos personajes de buena fe alimentaban respecto a la causa”. Phillip se enteró de la importancia del documento cuando en 1973 se develó una estatua del Libertador en Londres, donde aparece con el Discurso de Angostura en la mano, del cual hizo referencia el “Time” de Londres. Cuando leyó aquello recordó que entre los papeles de la familia estaba ese documento del cual tuvo conocimiento el historiador Pedro Grases, quien hizo posible su donación y retorno a Venezuela. Ciento cincuenta y seis años después de Bolívar haber redactado y pronunciado su discurso al segundo Congreso de la República, reunido en la ciudad de Angostura, 15 de febrero de 1819, regresó el manuscrito auténtico de este mensaje considerado como el documento político más importante en el momento de la emancipación americana. Regresó el 13 de diciembre a su lugar de origen, a la colonial Casa de San Isidro, donde fue redactado. Lo recibió en ceremonia solemne el Presidente de la República, Carlos Andrés Pérez, de manos del señor Philips J. Hamilton Grierson, tataranieto de James Hamlton, quien lo llevó a Inglaterra en 1824 cuando fue a contratar los primeros barcos que navegaron el Orinoco. El manuscrito fue localizado por el escritor e historiador Pedro Grases, luego de seguirle la pista durante años hasta Inglaterra, donde era conservado por los descendientes de James Hamilton, coronel cesante de las guerras napoleónicas que prestó importantes servicios a la Independencia de Venezuela y a quien el Libertador había confiado el manuscrito luego que éste lo tradujo al inglés para su publicación en periódicos anglosajones. Se trata de un cuaderno de 32 folios (24x18 cms.) cosido a hilo, escrito en las dos caras, de puño y letra de Jacinto Martel, entonces secretario amanuense del Libertador. Dicho cuaderno está precedido por una hoja donde consta en escritura autógrafa y firmada por el coronel Hamilton, lo siguiente: “This is the very speech ready General Bolívar at the opening of the Congreso in Angostura, Febraury 15th, 1819, and presented by him to me, James Hamilton”. Orriginales del Mensaje se hallan en Miraflores y copia facsimilar del mismo dejada entonces en una vitrina de la Casa del Congreso. (AF)

sábado, 13 de febrero de 2021

LA MALA RACHA DEL COLONIZADOR DE GUAYANA

Antonio de Berrío, el frustrado buscador de El Dorado, lucía unos cuantos laureles cuando, siguiendo las huellas del Adelantado Gonzalo Jiménez de Quesada, se internó en tierras del Orinoco para posesionarse de ellas a nombre de su Rey Felipe II y fundar la provincia de Guayana. Esos laureles los había obtenido como soldado del Rey en Europa y también en las luchas que los hispanos sostuvieron en Granada contra los moros. Laureles que invirtió junto con su fortuna y la de .su familia en las expediciones doradistas de Guayana, de la que fue Gobernador hasta su muerte, muy anciano. Berrío fue el primero en descender el río Meta descubierto por Diego de Ordaz en 1531 y acampó junto con sus expedicionarios durante muchos meses y en tres ocasiones, en los llanos de Casanare. Lo atraía y le daba seguridad aquel ambiente donde los caballos podían alimentarse bien, donde había sal, plantas medicinales, madera para construir balsas, curiaras, más una comunicación relativamente favorable con su esposa que se hallaba en Cartagena desde 1581. Pero nunca la diosa Fortuna favoreció sus empresas, ya tratando de acertar los caminos dorados barruntados por el cacique Morequito o haciendo que perduraran los pueblos y los nombres de su mano fundadora. Ninguno de los nombres que le inspiraron paisajes y lugares, permanecieron. Quiso que el río Meta se llamara Candelaria, pero Meta se quedó desde que nace en territorio colombiano hasta fluir sus aguas en el Orinoco. Fundó en zona de lo que es hoy el Territorio Federal Amazonas un pueblo con el nombre de Santísimo Sacramento que le sirvió de vértice para explorar en diversas direcciones la posible ubicación de la imaginada rica y dorada ciudad de Manoa, pero desapareció aquel pueblo, con nombre y todo, desde el mismo día en que regresó a Casanare para recuperarse de tanto descontento, hostilidad, enfermedad y muerte a ver si así recuperado podía intentar con mejor fortuna y por otro rumbo una nueva expedición. Tampoco tuvo suerte ni con el pueblo ni con el nombre de San José de Oruña que fundó en la Isla de Trinidad, adonde fue a parar durante la tercera expedición que le permitió descender el Orinoco. Pueblo y nombre desaparecerían con el tiempo del mapa trinitario. Concibió el nombre de San José de Oruña para testimoniar la admiración que sentía por el santo carpintero y su mujer María, quien le dió diez hijos, entre ellos, dos varones tan arrogados como él: Femando, dos veces Gobernador de Guayana, y Francisco, Gobernador de Caracas. Ambos desaparecieron, uno ahogado y otro por secuestro. Colón tuvo mejor suerte con los nombres, incluso con el de Trinidad que perduró sobre el de Cairl o tierra, de los colibríes, como los aborígenes entendían que se llamaba la isla. Tenía que haber muchos pájaros mosca para que los aborígenes la llamaran asi. Pero el Almirante en su Tercer Viaje, nunca vió esas "joyas aladas de la naturaleza" sino tres picos orográficos que su espíritu religioso asoció con la Santísima Trinidad. Su suerte fue aún más paupérrima con Santo Tomás, pueblo fundado justo donde moran hoy los 'Castillos de San Francisco y el Padrastro. Este pueblo o ciudad fue seis veces saqueado y quemado por corsarios y piratas y terminó mudado con el nombre de Angostura, hoy Ciudad Bolívar, que en vez del Apóstol tiene como patrón a Nuestra Señora de las Nieves. Para colmo, los administradores contemporáneos de esta provincia fundada por él, nada o casi nada le han reconocido a la hora de erigir nuevos pueblos, en cambio, no ha ocurrido lo mismo con Diego de Ordaz (Puerto Ordaz) que fue tan bárbaro y cruel con nuestros indios Berrio, por lo contrario, era todo un “valiente caballero”, así lo reconoció su enemigo Walter Raleigh (AF)

LA COLONIA ITALIANA DE CIUDAD BOLÍVAR

Italia durante lo que va de siglo ha estado representada en Guayana por una colonia muy importante y ello se debe en buena parte a que el italiano es el europeo que mejor se adapta o liga con el ambiente y temperamento venezolano. Lo mismo ocurrió en Argentina, pero allá la migración resultó más fuerte y sostenida. En Venezuela tomó su mayor auge en tiempos del dictador Pérez Jiménez. En Ciudad Bolívar la mejor representación actual está en el Club Italia y en la Escuela María Montessori, donde, por cierto, estudiaron mis hijos, hoy aparentemente fraccionada la Escuela, acaso por contagio de la misma crisis de conflicto general que padece el país. Y por ser importante su colonia, no ha dejado la península del Mediterráneo de tener aquí un Consulado, el cual estuvo por años en las manos de un profesional de la fotografía como lo fue Lamberto Cazzadore fallecido un 27 de febrero de 1993, víctima acaso de todas esas emanaciones de los químicos con que se suele trabajar en un laboratorio fotográfico para gracia y permanencia de la imagen del mundo objetivo. De este mundo objetivo al cual presentan resistencia los poetas porque, como dijo Luz Machado, la invitada de agosto de 1993 en la Casa de las Doce Ventanas, está atosigado de gritos como piedras y piedras tan calladas como muertos. Los poetas en todo caso, prefieren una flor natural o poder comprarla para llenar su florero vacío. Una flor natural como las muchas que seguramente le llovieron allá en Washington al doctor Albert Sabin, el día en que murió, por haber evitado con su vacuna oral que millones de niños murieran a causa de la poliomelitis y el sarampión. ¡Qué falta nos hace Sabin! para que nos libre con otra vacuna de esta pandemia que nadie sabe cuándo terminará porque como la Gripa cada cierto tiempo el Virus vampiro sufre una variante por mutación. (AF)

viernes, 12 de febrero de 2021

GUAYANA Y LA GUERRA DEL 14

La Guerra del 14 o Primera Guerra Mundial' estalló el 28 de junio con la tragedia de Sarajevo que desató una efusión de sangre durante cinco años, a la cual puso fin el Tratado de Versalles, cinco años después. Fue una larga guerra de trincheras en la que hubo de movilizarse 65 millones de hombres, de los cuales 8 millones y medio murieron y 21 millones resultaron heridos. Las pérdidas materiales se estimaron en 335 mil millones de dólares. Particularmente la economía del Estado Bolívar se vió muy afectada por el alza de la materia prima importada para sus fábricas como la Electricidad cuyas plantas funcionaban con carbón antracita y. repuestos importados, lo mismo que la Cervecería. Extranjeros radicados en Ciudad. Bolívar como Pío Cerani, Ángel Santos Palazzi y Camilo Perfetti, debieron viajar a Europa para alistarse en el ejército francés contra los aliados teutones. De ellos, Palazzi fue la única víctima en batalla. (AF)

jueves, 11 de febrero de 2021

LA CEIBA DE LA TRINIDAD

Ciudad Bolívar estuvo hasta la década del cincuenta poblada de Ceibas, de frondosas y gigantescas ceibas que le daban sombra y sensación de seguridad al citadino. Entre esos monumentales árboles tropicales dé los que muy pocos quedan, destacaba la Ceiba de La Trinidad, en la misma orilla del Río, e históricamente famosa porque ella formaba parte de ese capítulo doloroso de la Esclavitud. Allí las autoridades obligaban a cuarentear a los negros comprados por las pudientes familias angostureñas y de allí de la fronda y de la sombra de esa Ceiba que se mantuvo en pie hasta hace un lustro, salió el canto del baile "El Papelón" (tipo guasón) grabada por el Conjunto Serenata Guayanesa: "Mi amita chupa caña/mi amito bebe ron/ y yo tengo un hermanito/ que se roba el papelón/ Los blancos usan zapatos/ y chinelas con tacón/ y los negros manumisos/ llevan pelao el talón/ Suda el negro en el trapiche/ para hacerle al amo el ron/ escupiéndole a la caña/ la saliva del rencor/ Ceiba de la Trinidad/ cuna de la rebelión/ sombra de la libertad/ grito de revolución". La Ceiba de la Trinidad desapareció, no por un hachazo semejante al que segó la vida de la Ceiba plantada desde el siglo pasado en la demolida Casa de los Arismendi, sino por falta de tratamiento. El comején lentamente fue horadando su tronco añejo hasta que un día desapercibido las aguas de agosto la arrastraron hasta sabe Dios donde. Ahora sólo queda el nostálgico recuerdo de esta fotografía a veces endulzado con el Papelón.

lunes, 8 de febrero de 2021

MURIÓ EL CHINO LEÓN

Tomás Antonio León Rengel, falleció hoy en su tierra natal, a los 82 años de edad cumplidos el pasado 21 de diciembre (2020), precisamente día de Saanto Tomás, el apóstol de “ver para creer”. Nació esa fecha de 1939, en el famoso “Cerro Azul” donde Piar fracasó en uno de sus intentos por tomar la Plaza de Angostura. Esa misma plaza, donde el “Chino León”, cognomento con el que angostureños los conocía, trasmitió muchas veces a control remoto sucesos de una de las tantas emisora donde trabajó con su voz muy particular e indudable pasión vocacional. Porque antes que nada, fue un locutor iniciado ¡parece mentira! en Puerto La Cruz, Ondas Porteñas, con el también desaparecido,, Gabriel Aguilera Ordaz, periodista, igual que él y directivo del gremio bolivarense. Debo decir, a propósito, que cuando fui Secretario General de la AVP, Seccional, el Chino León era Secretario de Cultura y Propaganda. Se inscribió en la Asociación Venezolana de Periodistas, Seccional Bolívar, en marzo de 1967, llevado de la mano por Joaquín Latorraca y José Antonio Nicolás, quien fue director de Radio Bolívar. Acostumbraba el Chino León celebrar su cumpleaños en el Salón Río Claro del Hotel Laja Real, En uno de ellos, recuerdo que concurrieron el co¬mandante Walter Bece¬rra, el alcalde de la ciudad Jorge Car¬vajal, prefecto Dio¬medes Túnez, y dirigencia de todos los partidos para saludar a través de "Guayana, buenos días" al Chino León que cumplía entonces 51 años de edad y 33 de locutor (30-01-1991) iniciado en Ondas Porteñas de Puerto La Cruz bajo la dirección del desaparecido Gabriel Aguilera Ordaz. El Chino León era re¬almente un personaje, no sólo como narrador fluido y agradable sino también como político de hábil sutileza dentro de los más enconados enredos. De suerte que cuando la dirigencia adeca se vio como arrin¬conada por los constan¬tes ataques del gobierno de Andrés Velásquez y de su partido, el Chino León logró ascender desde la bancada blanca al estrado presidencial del Concejo Municipal con los votos de la Cau¬sa R, del MAS, COPEI y los de Acción Democrática. Nacido el día de Santo Tomás (29 de diciembre), no por ello era in¬crédulo como lo fue el apóstol. El Chino no ne¬cesitaba ver para creer. Se anotaba entre los que cre¬en de buena fe y a pri-mera vista y, sin embar¬go, confesaba que jamás había sido engañado ni ba¬jado de la mula y menos en esta su Ciudad Bolívar, donde hace tiempo se acabó este noble medio de transporte (la mula) y distracción de los muchachos que atardecían o amanecían en la Laguna El Porvenir. Quién se atrevería a engañar o agraviar en cualquier sentido al que nunca le faltó un micrófono para decir y denunciar con "espadas y espinas". Tenía el Chi¬no León una manera tan par¬ticular de decir las cosas que a muchos les parecía a la vez que terrible, di¬vertida. Lo hacía espon¬táneamente y ayudado por una elocuencia na¬tural que se apoya en el lenguaje popular y co-loquial, siempre lleno de gracia y de proverbios y que bien tenía su representación autén¬tica en el diario y lon¬gevo microprograma ra¬dial que animaba con el título "La piedrita en el zapato", ostentando como lema "Así me lo dijeron, así lo digo". Hoy cuando medio reciclo esta crónica que publiqué el 30 de enero de 1991 en El Nacional, el Chino Antonio León Rengel ha muerto y, por lo tanto, ya no estará con nosotros ni en la FM Interactiva, donde trabajaba, ni menos en Cerro Azul, donde nació ni, en Agua Salada donde terminaron sus días al lado de su esposa e hijos. Pero estarás sin duda en la memoria de los angostureños que como nosotros tus colegas te decimos adiós. Adiós, amigo y colega, que te vaya bien por ese largo camino que muchos se niegan a conocer acaso por lo incierto, ignoto y arcano. (AF)

domingo, 7 de febrero de 2021

EL PINTOR UPATENSE MARIO BACADARE

El artista plástico upatense, Mario Bacadare, está cumpliendo años puesto que nació el 20 de enero de 1944. Vive en Caracas casado en segunda nupcias con una peruana-venezolana de ascendencia japonesa que trabaja en el Banco General de Venezuela y durante muchos años fue secretaria de Domingo Masa Zabala. Con ella tiene un hijo, único, que es antropólogo y arquitecto. Su primer matrimonio ocurrió en Ciudad Bolívar con Nancy García, economista y poeta, de la que se divorció a los pocos meses por incompatibilidad de caracteres. Estudió pintura en la Escuela de Artes Pláticas “Armando Reverón” de Ciudad Bolívar bajo la dirección de Marcos Silva Hernay y viajó a Paris donde querían proseguir sus estudios de pintura con solo el dinero para el pasaje que le dió el Gobernador Rafael Sanoja Valladares y el producto de dos pinturas adquiridas por el Dr. Alcides Sánchez Negrón y Dr. Francisco Vitanza. Se las arregló para vivir y estudiar en Paris durante un año y con el producto de una pintura que le compró Fina Gómez, nieta del Dictador Juan Vicente Gómez, viajó a Noruega y finalmente al Japón donde estudió, trabajó bajo la influencia y amparo de una joyera japonesa y al cabo de diez años regresó a su tierra de origen para hacer nueva vida, primero en Ciudad Bolívar y finalmente Caracas donde vive hace más de cuarenta años ya jubilado y con las galería que vendían sus pinturas, apagadas por la Pandemia y la crisis socio económica que padece Venezuela. Conservo varias pinturas de Bacadare al estilo japonés Sumi-e, pinturas creadas en apenas unos segundos, sin retoques ni corrección posterior. Aunque normalmente el Sumi-e es un mundo en blanco y negro por pintarse en tinta, Mario Bacadare pinta estampas, paisajes en diferentes líneas agregando un rico colorido, sin interferir en la fuerza de la tinta ni en sus matices, y de esta manera, sus obras tienen una especial originalidad. (AF)

sábado, 6 de febrero de 2021

EL ZAR DE GUAYANA

Cuando en 1993 nombraron a Francisco Layrisse Presidente de la CVG, el diario El Nacional se refirió al ingeniero con el cognomento de "Nuevo Zar de Guayana", en la ocasión de su juramentación el 22 de junio como ministro presidente de la CVG. El cognomento de Zar para los entendidos no era peyorativo y fue utilizado posiblemente para seguir creyendo junto con Sir Walter Raleigh que Guayana es un imperio. Raleigh escribió a comienzos del siglo diecisiete un libro titulado "El Descubrimiento del grande, rico y bello Imperio de Guayana". El título de Zar en ese sentido es más acertado que el de Fuhrer, endilgado a Leopoldo Sucre Figarella mientras fue ministro- presidente de la CVG. Fuhrer fue un nombre dado en Alemania en 1913 a Adolfo Hitler, jefe del Estado nacionalsocialista llamado III Reich mientras Zar es voz rusa con la cual distinguían al rey o Emperador del imperio ruso. Aquel "Nuevo Zar de Guayana" caraqueño, ingeniero mecánico con máster en Masachussets no era paracaídas y, por tanto, nada extraño a Guayana ni a la CVG. Había estado ligado a ella ya como Vicepresidente de la propia Corporación o como Presidente de Bauxiven y de Alcasa. Conocía cómo se bate el cobre, cómo la cosa por dentro y por fuera. De allí que al ser juramentado haya dicho sin miramientos que las deudas de la CVG alcanzaban a 400 mil millones de bolívares (una pelusa) y que la única salida que tenían las empresas, especialmente las del aluminio, era la de encontrarse con el capital privado: unas porque tenían sus balances en rojo; y, otra, que el sector público, por carecer de recursos, no estaba en capacidad de garantizar. El problema a la manera de ver de muchos es que las empresas básicas se han desarrollado en función de la exportación de materia prima y de productos semi-elaborados, sin tomar en cuenta como los centros de poder del capitalismo juegan con los precios del mercado foráneo tratando de quebrar a empresas básicas de países como Venezuela con el objeto de penetrarlas. Si esa gigantesca inversión que se ha venido haciendo en Guayana se hubiera hecho en función de una economía manufacturera gradualmente solida, mirando más hacia adentro que hacia afuera (hacia afuera sólo para exportar excedentes), otro gallo cantaría. (AF)

viernes, 5 de febrero de 2021

EL PALACIO MUNICIPAL DE CIUDAD BOLÍVAR

El Palacio Municipal de Ciudad Bolívar lo integran dos edificios unidos desde 1920 por un puente al través de la calle Igualdad. Originalmente sólo viviendas había en el área que a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y parte del XX, fueron trasformadas en esta elegante edificación de estilo neoclásico destinada a los hospitales de hombres y mujeres (Hospital Ruiz y Mercedes y finalmente Ruiz y Páez). En 1957 cuando en la Avenida Germania, el Gobierno Nacional inauguró el actual Hospital Universitario “Ruiz y Páez”, el edificio sirvió de asiento a la Escuela Técnica Industrial y finalmente, en 1965, restaurado y adecuado a las exigencias de la Alcaldía y Concejo Municipal del Municipio Capital Pinturas de la primera mitad del siglo XX ornamentan u ornamentaban el recinto de sesiones del Consejo. Todo comienza en febrero de 1867 falleció en Bastía (Córcega) el doctor Santos Gáspari, quien por haber hecho fortuna en Guayana y prestado valiosos servicios como médico y político militante de la causa liberal, testamentó a favor de la ciudad una casa para los hospitales y 2.000 francos equivalente a 400 venezolanos para la construcción de una Capilla católica en el cementerio municipal. En la casa legada pudo instalarse el Hospital de Mujeres con el nombre de la Virgen de las Mercedes. En otra casa contigua funcionaba el Hospital para hombres. Ambos hospitales ubicados en la Calle Igualdad formaban un conjunto conocido inicialmente como el Hospital Caridad y Mercedes. El Hospital Mercedes, cuyo techo terminó desplomándose poniendo en serio peligro la vida de los pacientes, fue reconstruido durante la administración del General Marcelino Torres García. Los trabajos estuvieron a cargo del alarife Antonio Valera Villalobos y de entonces data el puente que comunica a ambos hospitales a través de la calle Igualdad. Su inauguración tuvo lugar el 24 de julio de 1920 con motivo del natalicio del Libertador. El presidente del Estado, Marcelino Torres García, el doctor Mariano Figarella, presidente de la Junta Administradora de los hospitales y el Dr. W. Monserratte, Presidente Municipal, pronunciaron los discursos de inauguración. En esa ocasión se puso en servicio una Mesa Operatoria donada por Blohm y Co. Pero con el tiempo el antiguo Hospital Mercedes también perdió su denominación como el Hospital Caridad y pasó a llamarse Hospital Páez en memoria del médico guayanés Félix R. Páez, quien fue su director por tiempo largo y fundó la primera Escuela de Enfermería. Félix R. Páez, nativo de Ciudad Bolívar, se formó profesionalmente en el Colegio Federal de Guayana. Allí se graduó de Bachiller en Medicina el 31 de Julio de 1888 y egresó como médico el 5 de Febrero de 1890. Siendo director del Hospital Mercedes fundó en 1907 el primer curso de enfermería. Se ocupaba especialmente del tratamiento de las afecciones propias de los países tropicales como paludismo, beriberi, disentería y de enfermedades venéreas y de la piel. Tenía su consultorio en la calle Venezuela y atendía de l a 4 de la tarde. En Abril de 1810 fue designado miembro correspondiente de la Academia Nacional de Medicina. De manera que lo que fue desde un principio Hospital Ruiz y Mercedes, terminó siendo, primero una Escuela industrial y finalmente Palacio Municipal, restaurado conforme a la arquitectura neoclásica dentro del programa de revitalización del Casco Histórico iniciado en 1987. (AF)

EWAIPANOMAS GUARDIANAES DE LAS RIQUEZAS DE GUAYANA

Después de Walter Raleight, nadie más ha dado cuenta de los fenomenales Ewaipanomas desplazándose por parajes umbríos del sur de la Guayana, con sus potentes arcos y haz de flechas a la espalda. Nadie más los ha visto caminar de un lado a otro de la intrincada selva del Caura, donde los ubicó con pelos y señales el mimado caballero de las Reina Virgen de Inglaterra. Nadie más los ha visto ni siquiera en los transes de invocación espiritista intentados por el ya desaparecido Antonio Graterol, alarife invidente desde que se desplomó de un andamio, aficionado desde entonces a provocar el alma de los difuntos patriotas y abuelos aborígenes para interrogarlos sobre arcanos como esos de los Ewaipanomas. Los Ewaipanomas fueron descritos y dibujados por Walter Raleight como seres descabezados, con el sólo tronco y extremidades. La caja torácica con los componentes vitales de la cabeza: ojos, nariz, boca, oídos, y una especie de cúpula donde posiblemente se localizaba el cerebro. La cabellera larga desprendida de los hombros y la complexión de estos increíbles seres, eran tan atlética como la de cualquier expedicionario de la época del siglo diecisiete. Que sepamos, ningún otro aventurero del oro y de tierras promisorias, distinto al señor Raleight, vio a los Ewaipanomas. Por consiguiente, se tiene a él como único que escribió sobre esta etnia aborigen en su libro dedicado al “Vasto, hermoso y rico imperio de Guayana”. Pero, ¿A qué se dedicaban los fantásticos pobladores de las cuencas del Caura, del Aro y del Erebato, moradores de las simas de Jaua y Sarisariñama? Según la leyenda, se dedicaban preferentemente a custodiar las inmensas riquezas de la región, traducida en oro y otros minerales que todavía se buscan con avidez desbordada. Reforzando la humana barrera de los Ewaipanomas estaban unas bellas y esculturales mujeres semidesnudas cabalgando siempre sobre caballos de vistosa alzada. Amazonas sin maridos que vivían en permanente celibato para sublimar su cultura de intocables e inexorables guardianas de los arcanos tesoros de la selva. Los Ewaipanomas y Amazonas conocían de los secretos del oro, de las piedras preciosas y de las aguas de los ríos. Aguas de la eterna juventud. Aguas que ingeridas en determinadas horas podían dar la muerte como la eterna vida, sin tener como Dorian Gray que venderle el alma al Diablo. Pero el caballero inglés no tenía como prioridad de su expedición la fuente de la eterna juventud sino El Dorado. Encontrando al Dorado, todo después sería más expedito. El no estaba enfermo ni impaciente como Juan Ponce de León por hallar el manantial de agua cristalina con poderes mágicos que se suponía estaba situado “más allá de donde se pone el sol”. Circulaba como moneda corriente a principios del siglo dieciséis que cualquier persona herida o enferma que se sumergiera en sus aguas no sólo se reponía, sino que podía recuperar el vigor de la juventud. Cuando Ponce de León, enfermo y ya de avanzada edad, sintió que le flaqueaban sus fuerzas, pidió al rey de España, Carlos I, permiso para explorar y descubrir la Fuente de la Eterna Juventud. Sin embargo, el día de Pascua Florida de 1513, se encontró con un territorio al que le dio el nombre de Florida y en el que no encontró la apreciada fuente. Siguió persiguiéndola sin resultados y, herido y maltrecho, sus hombres le llevaron a Cuba, donde murió anhelando la fuente de la juventud. Otros muchos exploradores siguieron buscándola por Guayana y las Antillas. Son muchos quienes creen que los misteriosos Ewaipanomas deben andar por allí, por algún lugar muy inescrutable de la selva, eludiendo la incesante penetración de los buscadores de riquezas, de los doradistas de ayer como Gonzalo Jiménez de Quesada, Antonio de Berrío, el mismo Sir Walter Raleight y de los de hoy armados de batea y suruca y hasta de los vecinos Garimpeiros, muy provistos no de mosquetes, lanzas y armaduras como los antiguos buscadores de El Dorado, sino con helicópteros, poderosas sierras eléctricas para deforestar y máquinas hidráulicas, para horadar el suelo hasta donde se ocultan las vetas confundidas con las poderosas raíces de árboles gigantes y robustos. Otros, contrariamente, imaginan que aquellos seres misteriosos, que parecían venidos de otros planetas se auto eliminaron ingiriendo las aguas de la vida y de la muerte, porque ocultarse como topos debajo de la tierra aguardando que pase el peligro de los doradistas, no tiene justificación toda vez que el peligro cesaría cuando se hayan agotado las riquezas. Ocultarse para salir cuando se hayan agotado las riquezas no tendría explicación lógica porque nada podrían hacer toda vez que encontrarían los bosques depredados, los suelos erosionados y las aguas contaminadas, a menos que se estén preparando para una última batalla, confiados que desde muchas partes vendrían a reforzarlos como aliados los grupos ecologistas y conservacionistas del mundo, los mismos que hoy elevan su voz de protesta y de angustia contra la explotación de los bosques y riquezas minerales de la Sierra Imataca. (AF)