viernes, 26 de agosto de 2022

CONOCIMIENTO DE HISTORIA REGIONAL

De la Historia regional poco saben o conocen los bolivarenses de las nuevas generaciones y es una lástima que la reforma a Ley de Educación sea tan genérica y deje atrás, muy atrás, esa particularidad de las Ciencias Sociales. Preocupado por esta realidad, la pasada gestión del Gobernador Andrés Velásquez aprovecho la descentralización para incidir favorablemente en lo que consideraba un problema. Así dicto un decreto que lo llevó a decir que la enseñanza de la Historia Regional hará vibrar a Guayana desde las aulas de clases de las Escuelas. Comprender la Historia Regional nos puede hacer comprender nuestro papel en la sociedad y en el país, dijo Andrés Velásquez al firmar el Decreto 24 que se refiere a la obligatoriedad de la enseñanza de la Historia y Geografía del Estado Bolívar. En tal sentido firmó un convenio con la Universidad del Zulia entre los planes de la educación básica, que aboogó por una Historia concreta un asidero donde el estudiante comienza a ver sus problemas en la contemporaneidad de su entorno, donde el niño puede investigar su pasado a partir del presente, pero qué ha ocurrido después que el Señor entregó el mando, Lo de siempre: que en este país predomina el egocentrismo político e individual que impide la continuidad administrativa. (AF)

miércoles, 24 de agosto de 2022

LOS ESTRAGOS DEL MERCURIO EN LA POBLACIÓN MINERA

40 toneladas de mercurio anualmente consume la explotación aurífera en el Estado Bolívar, cifra realmente aterradora de un mineral que se vierte en nuestros bosqueS y ríos que de acuerdo con estudios sanitarios, surten sus efectos patológicos y letales en la población minera particularmente. La toxicidad del mercurio es tan nefasta que ya ha sido eliminado en los termómetros y tensiómetros en favor de otras alternativas como los termómetros de vidrio que utilizan alcohol, los termistoress o los instrumentos electrónicos basados en la medición de la radiación infrarroja. Del mismo modo, manómetros mecánicos y sensores de calibradores de tensión electrónicos han sustituido a los esfigmomanómetros de mercurio. El mercurio se mantiene en uso en aplicaciones de investigación científica y en almagamas odontológicas. También se utiliza en las luces fluorescentes, en las que la electricidad que atraviesa una lámpara conteniendo vapor de mercurio a baja presión produce radiación ultravioleta de onda corta, que a su vez provoca la fluorescencia del fósforo que recubre el tubo, produciendo luz visible.(AF)

martes, 23 de agosto de 2022

EL CRISRO MÁS ALTO DE VENEZUELA

El Cristo más alto de Venezuela se halla en Ciudad Guayana, específicamente en el Santuario Santísima Trinidad de Unare Dos. La cruz mide cinco metros y tres y medio el cuerpo crucificado de Jesús con una corona hecha con espinas de cují traídas del Estado Falcón. Es obra de la artista plástico Hermana Marta del Rosario. Cuentan quienes lo han apreciado que es impresionante por el realismo que trasmite. Todos los detalles fueron muy bien modelados hasta lograr una verdadera obra de arte. La Hermana Marta del Rosario estuvo catorce años en el Colegio Nazaret dando clases de modelado y pintura e inició la obra cuando fue trasladada a la Escuela Fe y Alegría. Recientemente, una estatua gigante de Jesús, al parecer la más grande del mundo, fue erigida en Swiebodzin, una ciudad al oeste de Polonia. El Jesucristo de Swiebodzin tiene 33 metros de largo, uno por cada año de vida de Jesús. (AF),

sábado, 20 de agosto de 2022

QUÉ PASÓ CON LA CACHAMA?

Cuando Andrés Velásquez llegó al Poder suscribió un Convenio con la Fundación la Salle para producir Cachamas en el lago de Macagua que llegaría directamente a los barrios para aumentar la dieta proteica de la familia pobre. Pero la falta de continuidad administrativa estancó o acabó, lamentablemente con este proyecto que bien pudiera con la crisis actual solventar parte del gran problema alimentario, especialmente de nuestro niños desnutridos que según hemos laido está preocupado a la misma Naciones Unidas. La Cachama, que bien conocemos aquí en Ciudad Bolívar, como Morocoto y que, se distribuye desde el Orinoco a toda la cuenca amazónica, es considerado como un pez de lujo, dado lo difícil de su captura y por el aspecto saludable de su carne. Es una de las numerosas especies que realizan migraciones estacionales en los ríos, formando grandes cardúmenes con la finalidad de alimentarse y reproducirse. Puede llegar a medir hasta 1 metro de longitud y pesar ms de 30 kilogramos. A menudo se confunden con pirañas aunque estos dos peces son parientes cercanos, pero la cachama no es un depredador agresivo como la piraña.(AF)

lunes, 15 de agosto de 2022

SOLEDAD Y MARGIT DE MINET

Margit de Minet, se vino de Europa a vivir al pueblo fluvial de Soledad como fiel compañera que fue siempre del armador Alberto Minet. Ella, sin duda, una excelente anfitriona que recuerdo hoy Día de Nuestra Señora de la Soledad. Varias veces estuve en su casa en las altas colina de Soledad desde donde se disfruta un fascinante panorama de la Ciudad Bolívar donde Alberto Minet se sembró y realizó sus obras de armador con tecnología adquirida en su Francia natal durante los días penosos de la II Guerra Mundial. Junto con Camilo Perfetti y la China visitaba su casa. Éramos invitados permanentes en cualquier evento familiar para disfrutar el vino galo y los exquisitas viandas de Margit de Minet de quien ahora sabemos se ha despedido para siempre de esta tierra para acompañar a su esposo que mucho antes que ella se fue con su mochila siempre cargada de episodios, sueños y recuerdos plasmados en su libro biográfico que un día me confió para que lo leyera e hiciera alguna observación, (AF)

domingo, 14 de agosto de 2022

SOLEDAD Y LA SIRENA DE SUS PESCADORES

Habitantes de Ciudad Bolívar como de Soledad creen que en las bocas del Caris mora una sirena conocida con el nombre de La Carona que molesta a los pescadores que capturan peces con dinamita o barbasco. También se decía que La Carona suele enamorarse y a los agraciados los obsequia con buena pesca. Se dio el caso testimonial de un pescador de apellido Tortoledo que murió del susto cuando la supuesta sirena del Orinoco le batió la curiara y lo lanzó contra la garganta del Caris y todo por esta imprecación: “Hoy es el día en que pesco a esa Carona”. El Caris, es un río que desemboca en el Orinoco, al oriente de Soledad, que en ese mes de agosto, específicamente el 15, el obispo de la Diócesis de Guayana, monseñor Antonio María Durán entronizó y bendijo la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, patrona del pueblo. El altar mayor había sido construido y bendecido años antes por el vicario Adrián María Gómez. Padrino de este acto, religiosamente solemne, fue el presidente del Estado Bolívar, doctor Luis Godoy. Desde entonces es el culto a esta virgen en el vecino pueblo del municipio Independencia.(AF)

viernes, 12 de agosto de 2022

SOLEDAD:PATRIA CHICA DEL PERIODISTA FERNANDO REYES MAITA

El Periodista Fernándo Reyes Maita nació en Soledad el 9 de Febrero de 1929 y hace algunos días me escribió un joven pidiéndome una fotografía de su padre periodista Fernando Reyes Maita pues deseaba conocerlo, toda vez que cuando nació ya su padre había fallecido. No me suministró más detalles y le respondí que haría lo posible. Ahora registrando en mis antiguos archivos fotográficos he hallado esta foto que ojalá pueda ver. A Fernando Reyes Maita lo conocí siendo él Corresponsal de El Nacional en Ciudad Guayana cuando la moderna urbe estaba surgiendo en la confluencia del Orinoco con el Caroní. Era un periodista inquieto, formidable, se cuenta indudablemente entre los precursores del periodismo en Ciudad Guayana como fundador del semanario El Expreso del Caroní, en abril de 1965. Este periodista, oriundo de Soledad, fundo este periódico junto con los colegas Eduardo Santana, entonces Corresponsal de El Bolivarense y el cronista deportivo Héctor Ortiz. La prensa en Ciudad Guayana nació prácticamente con el semanario El Hierro, fundado en 1951 por Manuel Requesens, dueño de la Librería Hispana de Ciudad Bolívar, a raíz del auge económico de la zona por la explotación de los yacimientos de hierro del Cerro Bolívar. Posteriormente apareció la revista “El Minero”, fundada en 1954 por el Departamento de Relaciones Públicas de la Orinoco Mining Company destacándose aquí el Licenciado Leopoldo Villalobos como uno de sus primeros redactores y primer cronista oficial de esa flamante ciudad Finalmente coronó el nacimiento del periodismo en la zona, el Correo del Caroní como el primer diario, fundado por David Natera Febres. (AF).

DE SOLEDAD A INGLATERRA

La diáspora se llevó a esta muchacha de la vecina Soledad que frecuentemente visitaba la Corresponsalía de El Nacional en Ciudad Bolívar. Se llama Ana Sánchez y es licenciada en Administración, graduada en la escuela respectiva de la UCV. Ahora se halla en Londres casada con un británico que le enseñó la cultura y el idioma anglosajones, pero siempre se acuerda de este amigo que dejó a orillas del Orinoco diariamente atravesada por ella en la curiara india del pescador más viejo del río apodado Corocoro. En estos días me envió un mensaje preguntando que iba ser con su partida de nacimiento Pasaporte ahora que supuestamente le cambiaron el nombre a Soledad. Asimismo pregunta si es objeto de consulta la memoria histórica y si acaso un municipio para optar al status de ciudad no requiere tener 50 mil habitantes como universalmente está admiido.(AF)

martes, 9 de agosto de 2022

MADRE Y ABUELA DE SOTO NACIERON EN SOLEDAD

21 de septiembre de 1975. Emma Soto, madre de Jesús Soto, pionero del arte óptico universal desde la tendencia del cinetismo, falleció el 21 de septiembre de 1975, a la edad de 73 años. La extinta señora, nacida en la población de Soledad (Anzoátegui) se residenció en el barrio Santa Ana de Ciudad Bolívar, donde nació Jesús Soto, el 5 de junio de 1923. Doña Enma junto con su madre Paula Soto, decidió un día abandonar el campo de los llanos de Soledad para buscar otro medio de vida en Santa Ana, uno de los barrios más populosos y animados de Ciudad Bolívar por ser puerto fluvial, atracadero de falcas y chalanas. Allí alquilaron y terminaron comprando una casa humilde cuyo patio rozaba la ribera del río. Fue su remanso, agobiados, como decía el poeta José Balza, de tanto llano, morichales pantanosos, esteros y arroyos. Paula Soto era su gran abuela y según cuenta el poeta José Balza en su libro “Jesús Soto, el niño”, desafiaba al Tigre, se metía por Morichal Largo, cruzaba el Caris, vadeaba la Peña. Procuraba la pesca, bailaba joropo y hacía y deshacía su vida para recomenzar cada año nuevo. Paula era ágil y sonora. Podía leer las estrellas, descifrar con astucia los secretos del amor e intuir conjuros y acechos. En la barriada pintoresca de Santa Ana, entre el río y el cerro angostureño, se instaló la familia. Pero Emma, la muchacha airosa, liviana como liana, hija de la gran abuela y con olor a jazmín, se prendó como clavel en el ojal de Luis García Parra. Las agudas notas del violín la sustrajeron de su ambiente santanero y aunque después vo.lvió, su regreso no fue de soledad pues estaba en cierne un niño que sabría dialogar con el sonido, la intermitencia del moriche y el rielar luminoso del río. En la foto, Américo Fernández imponiendo a Enma Soto, la medalla "Correo del Orinoco" a nombre del gremio de periodistas (AF)

SOLEDAD Y SU CAMPEÓN OLÍMPICO

José Marcelino Bolívar, ayer niño y, ya hoy hombre con pasta y preseas de campeón, le ocurrió lo que al dirigente político nacional, Pompeyo Márquez, que durante mucho tiempo vivió la duda del lugar de su nacimiento. No sabía a ciencia cierta si había nacido en Ciudad Bolívar o en Soledad. Al fin apareció el acta de nacimiento fechada en Soledad, pero en toda su documentación personal aparece como nacido en Ciudad Bolívar, eso me lo contó personalmente. Durante años, cuando la vecina Soledad del sur de Anzoátegui, carecía de centros públicos de medicina y obstetricia, las parturientas acudían al Hospital Ruiz y Páez de Ciudad Bolívar donde daban a luz y sus hijos quedaban registrados como nacidos en la capital del Orinoco. Lo igual sucedió a la madre de José Marcelino Bolívar, que siendo de Soledad, fue de emergencia a parar en el Ruiz y Páez de Ciudad Bolívar y así, Marcelino, que siempre dice ser de Soledad, aparece en los registros de natalidad como originario de Ciudad Bolívar. Y, por supuesto, como el muchacho es mundialmente reconocido como boxeador en su categoría, Soledad no quiere ni él tampoco, que le birlen por esa eventualidad, la gloria de ser su cuna, José Marcelino Bolívar, ahora ostentando el título de “Pequeño gigantes de Soledad” fue recientemente reconocido por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) como Campeón Mundial mini-mosca, pero ad-honoren. El presidente de la AMB en Los Ángeles, Gilberto Mendoza, dijo que más que un reconocimiento es una deuda histórica que tenía la AMB con el púgil venezolano, quien no obstante estar clasificado para optar al campeonato mundial, jamás se le dio la oportunidad. Para la década de los 80,, Bolívar había quedado clasificado por las cinco organizaciones de boxeo internacionales para optar al Título Mundial de Boxeo en su categoría de Minimosca (48 kilos); sin embargo, nunca le dieron la oportunidad hasta que cansado de esperar, Marcelino se retiró del boxeo profesional tal como lo hizo del amateur donde alcanzó una presea olímpica. "Con la entrega de esta faja o cinturón completo mi ciclo del boxeo amateur y profesional. Agradezco a Dios su generosidad por una carrera llena de esfuerzos, desafíos y perseverancia que han dado sus frutos", expresó el atleta al recibir la placa de reconocimiento. José Marcelino Bolívar, quien impulsa el deporte como entrenador en el Gimnasio Público de Boxeo en Soledad, nació el 14 de julio de 1964 y 25 años después (julio de 1989, decidió por necesidad abandonar los estudios para probar suerte en el boxeo dada sus condiciones probadas en los juveniles conflictos callejeros. Su carrera iba viento en popa visto lo cual fue seleccionado para representar a Venezuela en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. Junto con Omar Catalí y Rafael Vidal, formó parte de la gesta de las Olimpiadas cuando Venezuela regresó con tres medallas de bronce. Bolívar aseguró la medalla de bronce al derrotar al guatemalteco Carlos Motta, luego de caer ante el estadounidense Paul Garza en la semifinal. Cuatro años después (1988) representó a Venezuela en los Juegos Olímpicos de Seúl, pero no fue posible otra medalla. Es entonces cuando decide saltar al profesional donde aparecía invencible. Pero, bueno, siempre hay una primera vez. Encontró su primera caída luego de obtener diez victorias de manera consecutiva ante el también Venezolano Juan Antonio Torres en la pelea por el título AMB (Fedelatin minimosca). En el 1994 decidió dar por terminada su carrera como boxeador profesional con récords de 21 peleas (17 triunfos y 4 derrotas). La vecina Soledad lo exaltó con un un Gimnasio que lleva su nombre.(AF)

lunes, 8 de agosto de 2022

SOLEDAD, REFUGIO DE CABALLO MEGRO

El 17 de enero de 1952 comienza el Caballo Negro de Ciudad Bolívar a anunciarse por las páginas del vespertino de los Suegart como un bar de familia, pero a la larga, perdió esa condición por lo cerrado de la sociedad guayanesa y también por el hecho de ser para entonces el único bar nocturno de la ciudad, muy frecuentado por corsos o descendientes de corsos y sus amigos luego que cayó en manos de Roberto Bryant (en la foto), un francés muy gentil que llegó allí por accidente a trabajar de Barman cuando el Caballo Negro era regentado por un holandés. Lo cierto es que Roberto en el 56 aprovechó una herencia que le dejó su padre muerto en Paris para comprar el Caballo Negro, a donde iba a solazarse y animar la tertulias Kilo Battistini, Andrés Palazzi, Pedro Battistini, Camilo Perfetti, Álvaro Natera, Alejandro Natera, Oscar Figarella, León Guevara Enet, Edgar Vallée Vallée, los Granatti, el profesor Marcos Peña Bouchard, el profesor Luis Pasarela, Saúl Andrade, Manuel Alfredo Rodríguez, Mario Jiménez Gambús, Frank Arreaza, José Díaz y toda una cáfila de deleitantes como Roberto Liccioni que con su voz de tenor se atrevía a competir con la Rockola allí dispuesta a la entradas, aunque casi siempre silenciosa porque más interesantes resultaban las tertulias sobre negocios, música y literatura que terminaron iluminando el cerebro y el espíritu de Roberto. Como hecho curioso, el doctor Raúl Leoni fue llevado por Pedrito Battistini al Caballo Negro, pero se negó entrar, se quedó en la puerta comiéndose una hamburguesa que Roberto las preparaba mejor que Oldeburg. Leopoldo Sucre Figarella estuvo apenas en dos ocasiones, pues más le atraía “L´Tucan” convertido finalmente en el “Blue Star”, administrado por una mujer muy simpática llamada simplemente Gladis. El Caballo Negro funcionaba en un Chalet de madera montado sobe una pivotes a modo de palafito, propiedad de Roberto Liccioni y allí mismo vivía Roberto, quien era casado con una hermana del poeta John Sampson William y tuvo con ella dos hijos, profesores universitarios. Después que unos malandros le quemaron el Caballo Negro una noche del 9 de marzo de 1990, Roberto compró un trailer desechado del Campamento de Guri y lo ubicó EN Soledad, justamente en las faldas del Cerro La Encaramada donde el armador Alberto Minet construyó un chateau. Allí asistido por Oscar Castro (Corocoro), el pescador más antiguo del Orinoco, sembraba piña y lechosa hasta que una catarata y la diabetes acabaron con su vida cuando todo el mundo creía que tenía siete vidas como las de un gato negro. Oscar Castro (Corocoro), con su casa muy contigua al Trailer, cuidaba de Roberto en los momentos más críticos de su diabetes. Lo mismo que la esposa de Corocoro, Margarita y la otra Margarita, la esposa de Minet en la parte alta del cerro. Corocoro era un poco mayor que Roberto, pero con la contextura noble y recia del pescador del Orinoco, y a quien, dicho sea de paso, ya se le había olvidado su nombre porque la gente lo obligó desde muchacho a responder por “Corocoro”. Estuvo sesenta años pescando en el Orinoco cuando vivía en la misma orilla del río padre, siempre fumando cachimba y remendando redes durante su tiempo de ocio. Oscar Castro, además de pescador fue fiscal de pesca y caza hasta que el MAC lo jubiló después de haberle servido durante treinta años. Entonces era sesentón y cuando cuidaba de Roberto, era nonagenario. Toda la vida fue un guardián y cuidador. Cuidaba Corocoro las tortugas de Pararupa y también las bocas de los caños contra el aldrin y el barbasco que suelen emplear los enemigos de la fauna orinoquense. Pocos días antes de morir el hombre insigne del Caballo Negro que busco finalmente refugio en la vecina Soledd,Corocoro le pescó un Morocoto. (AF)

domingo, 7 de agosto de 2022

QUIARAGUA, UN POETA NACIDO EN EL MES DE LA SAPOARA

El poeta José Quiaragua Pinto, quien además es periodista, cumple hoy 8 de agosto (1949) setenta y tres años, según nos ha comentado desde Guarenas acostado en una hamaca leyendo a Charles Baudelaire, el poeta maldito, según Verlaine, ¡Qué dicha! Lo conozco desde muchacho cuando tiraba el anzuelo en el Orinoco y más cuando asumió en 1981 la dirección de la Revista Tricolor del Ministerio de Educación y me pidió colaborara escribiendo estampas infantiles como lo hacía en la revista Uyapar de la CVG, Él que se venía desempeñando como Jefe de Redacción de la revista, asumió la dirección en reemplazo de la periodista Liliam Bermúdez. Bajo la conducción de ambos la revista venezolana para niños, recibió el Premio Nacional de Periodismo y el Internacional Mercurio de Oro otorgado por un grupo italiano con sede en Roma. Estuvo hasta 1986 y después pasó a ser Jefe de Publicaciones y Jefe de División de Prensa del mismo Ministerio de Educación siendo su titular el doctor Rafael Fernández Heres. Pasó luego el poeta a encargarse de la Jefatura de Relaciones de la Universidad Nacional Abierta durante tres años. Asesor de la Gerencia de Asuntos Públicos de Mavesa; Secretario Ejecutivo de Asofloresta (Instituto Médico La Floresta). Coordinador de Relaciones institucionales del Colegio Universitario Cecilio Acosta y actualmente desde el 2005 Jefe de la Unidad de Medio de Universidad Politécnica Francisco de Miranda, en la esquina de Mijares. Ha publicado El Escriba y La Luna de Oro en 1983 editado por el ME. Cantares del Reino, de la editorial Espada Rota (1996). Sol Reunido, de la editorial El Perro y La Rana, del Ministerio de la Cultura. Su poesía ha sido publicada en la Revista Manatí, de México, Revista Cueyu internacional. Sus trabajos poéticos aparecen en la Antología de la Poesía Rebelde de América Latina (México) En la muestra de la poesía venezolana del Estado Bolívar y Delta Amacuro de Ediciones Fundarte. Antología de la Poesía amorosa venezolana, ediciones La Espada Rota. Aquí en Bolívar se inició en el Grupo Araña junto con el artista plástico Oswaldo Páez del Nogal, José Franchi, Enrique Aristeguieta, José Laurencio Silva y Alí Quiaragua. Militó en el Grupo Boom junto con Abraham Salum, Héctor Silva Olivares y Silfredo Martínez. José Quiaragua Pinto, quien también dirigió el Semanario “Juventud” de Ciudad Bolívar, nació en El Pao y studió en el Grupo Escolar Estado Mérida cuando Domingo Maestracci era director; bachillerato en el Tomas de Heres y Liceo Peñalver y Periodismo en la Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas donde arreció amoresl con Elena, su actual esposa. Durante su visita a Ciudad Bolívar invitado por sus antiguos compañeros de estudios, bautizó su poemario “El Escriba y la Luna de oro” y anunció la edición especial de la revista Tricolor dedicada al Príncipe de las letras americanas, don Andrés Bello, al cumplir 200 años de su natalicio. El Ministerio de Educación dedicó el No. 235 de la Revista Tricolor a la vida y obra de este humanista nacido en Caracas. En esa edición especial aparecieron los siguientes trabajos de literatura infantil: “Dos Jóvenes caraqueños: Bello y Bolívar” de Manuel Pérez Vila; “Fecunda permanencia de Bello en Londres” de José Luís Bastardo; “Bello Periodista”, de Américo Fernández; “Época de Bello en Caracas”, de Miguel Ángel Mudarra; “Andrés Bello frente a Miranda”, de Alfonso Rumazo; “Andrés Bello Educador”, de Guillermo Morón; “Bello y la Independencia”, de Pedro Grases; “Andrés Bello Jurista” de Rafael Naranjo Ostty; “La Casa de Bello” por Oscar Sambrano Urdaneta y “Silva a la Agricultura de la zona tórrida por el propio Andrés Bello. Todos los trabajos fueron ilustrados por niños de diferentes establecimientos educacionales de la capital metropolitana, donde labora este poeta sin edad no obstante el siete que hace rato alcanzó el cero y gratamente amenaza con extenderse. (AF)

sábado, 6 de agosto de 2022

SOLEDAD Y EL VARADERO DE ALBERTO MINET

Alberto Minet, integrado a Guayana desde 1947, abortado por la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en un armador de barcos, muelles y barcazas que fortalecieron la navegación por el Orinoco. Don Antonio Levanti, su paisano, quien falleció el 8 de junio de 1968, a la edad de 84 años, natural de Marsella, era dueño de la Compañía Anónima de Transporte Fluvial que hacía el transporte en chalanas entre Soledad y Ciudad Bolívar, pero eran chalanas de madera y para competir con la iniciativa de la sociedad Inaty y Lugo en la introducción de chalanas de hierro, se trajo a Ciudad Bolívar en 1948 a su paisano francés Alberto Minet, quien tenía experiencia como armador. Minet se hallaba en Caracas desde 1947, a donde llegó vía Puerto La Cruz en un barco carguero, trayendo consigo solo una maleta, una liviana máquina de escribir y 600 dólares. Atrás había dejado el desastre de la guerra donde sirvió en una subterránea fábrica de aviones de caza. Levanti quien operaba en sociedad con Félix Tomassi y Enrique Planchart, ofreció todas las facilidades a Minet y éste improvisó un varadero en La Trinidad donde fabricó las primeras chalanas de hierro, entre ellas, La Múcura, nombre que respondía a una guaracha muy de moda para la época y en cuya letra el pueblo encontraba un mensaje que asociaba negativamente con la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez. Minet en su varadero de La Carioca (Trinidad), que finalmente reubicó en Soledad, comenzó a ser solicitado desde todas partes para intervenir como armador en las más complejas operaciones de ingeniería náutica, incluyendo los primeros muelles de la siderúrgica. Pero también Minet tenía sensibilidad para las artes plásticas. Su sensibilidad artística lo había llevado a ser un fiel visitante de los museos, pasando mucho de su tiempo libre admirando las pinturas de los grandes, de los cuales muchos se quedaron grabados en su memoria. Probablemente, después de 70 años, en un corto periodo, donde libre por pocas semanas, de los problemas de su vida, sacó su caja de pastel, para principalmente comprobar que le quedaba algo de su juventud. Logró hasta el día de su fallecimiento, al lado de su fiel e inseparable Margarita que todavía vive en las colinas de Soledad, un poco más arriba del atracadero de Óscar Castro, alias “Corocoro”.(AF).

viernes, 5 de agosto de 2022

DE SOLEDAD PESCADOR MÁS VIEJO DEL ORINOCO

De la vecina Soledad era Óscar Castro, el pescador más antiguo del Orinoco, que se vino a morir hace poco a Ciudad Bolívar, siempre lo visitaba y me narraba sus vivencias en el gran río. Un buen día me contó sobre el Manati, gigante de las aguas que mide hasta cuatro metros y puede vivir medio siglo, si es que lo dejan vivir porque como otros pisciformes del mar y del río, también tiene voraces depredadores que no respetan su tamaño para atraparlo de alguna forma y aprovechar tanto su piel como la grasa, la carne y huesos. Oscar Castro, alias Corocoro, el pescador más antiguo del Orinoco, sostenía que la carne de este sirenio tiene según sus partes y color, sabor de cordero, de res, cerdo y lau-lau. Que tenga sabor de lau-lau no extraña porque, al fin y al cabo, ambos se alimentan de gamelotes, ramas y frutas. Corocoro, quien llevaba 60 años pescando en el Orinoco, vivía en la margen izquierda del río, al borde de la colina donde el armador Alberto Minet construyó la casa más placentera de Soledad, desde donde se domina el empinado casco urbano de Ciudad Bolívar y la Piedra del Medio que mide las subidas y bajadas del río. Oscar Castro, además de pescador fue fiscal de pesca y caza hasta que el MAC lo jubiló después de haberle servido durante 30 años. Entonces era sesentón. Cuando me contó lo del manatí era octogenario. Siendo fiscal cuidaba de la fauna, del manatí, las toninas y muy especialmente de las tortugas de Pararupa y también las bocas de los caños contra el aldrin y el barbasco que suelen emplear los enemigos de la fauna orinoquense. Cuando comenzó a ser fiscal de pesca, asistió a unas cuantas charlas y aprendió muchas cosas, entre ellas, lo que significaba continuar sin control con la captura del caimán, la tortuga arrau y el manatí. Eran piezas de la fauna orinoqueña que corrían el riesgo de desaparecer por la forma intensa e irracional de su explotación. Castro contaba que de estos anfibios, el manatí es el que está en desventaja. Quedaban pocos, acaso menos de un centenar, incluyendo no sólo los que pueblan el Bajo Orinoco y Apure sino también el Delta y el Golfo de Paria. El amigo Oscar Castro nos configuraba el manatí como un zeppelín, de un tamaño que puede variar entre tres y cuatro metros en su estado bien desarrollado. Su trompa, vista de perfil, se asemeja a la de un cerdo y de frente alienta el aire de una tortuga. Delante, a manera de brazos cortos tiene dos aletas y en la parte posterior sólo la cola, la cual termina en un borde redondeado. El color de su piel, gruesa y rugosa, varía de acuerdo con el ambiente de su hábitat. En el mar, gris azulado y en el río, pardo claro. Es manso, fácil de capturar con palangre y arpón, especialmente en tiempo de aguas bajas.(AF)

miércoles, 3 de agosto de 2022

TRANSPORTE ENTRE SOLEDAD Y CIUDAD BOLÍVAR

Las barcazas de madera que hacían el trasbordo de vehículos, carga y pasajeros entre Soledad y Ciudad Bolívar, fueron suplantadas a partir de los años cuarenta por chalanas de hierro en cuya fabricación in situ tuvieron directamente que ver el comerciante libanés Jorge Inaty, el náutico y soldador Del Valle Lugo y el armador francés Alberto Minet. Paralelamente a este servicio se desarrolló otro de lanchas de pasajeros que aún se mantiene no obstante la construcción del Puente Angostura sobre el río Orinoco puesto en servicio el 6 de enero de 1967. Soledad, siempre a la orilla y obediente a los caprichos del río, no ha sido como Ciudad Bolívar, tan afectada por las periódicas crecidas del Orinoco. La cota en ese frente está mucho más elevada, de allí que antes de la capital angostureña amurallarse, muchos citadinos ribereños buscaban refugiarse allá en tiempos de crecida. No obstante la denotación de su nombre, podríamos decir que ya Soledad no está tan aislada. El puente de acero que cuelga sobre dos torres, entre Punta Chacón y Playa Blanca, la ha consustanciado más con la capital bolivarense y palpita con ella al ritmo de su crecimiento demográfico y hasta de su propia historia. Antes de erigirse el fortín San Rafael con un cañón sobre la piedra más alta, pasó por suelo soledadense muy abajo el fraile Andrés López, rumbo, como Cristo, al sacrificio porque los indios de Mamo debían cobrar en él la pena de sentirse tristes. Y pasaron también muchas caravanas imanadas por la codicia de El Dorado. Y pasó Solano, el expedicionario de límites, y dejó aquí sembrados un hito y una piedra tan grande como “La Encaramada”, vis a vis, con la otra parte del río, donde habría de nacer como pequeño burgo medieval la Nueva Santo Tomás de la Guayana, la que después se llamó Angostura y finalmente como el héroe de mil batallas. Y Solano se fue y vino la Orden del Rey y vino Guido y vino Joaquín Moreno de Mendoza y vino Manuel Centurión y surgió la ciudad que se ennobleció sobre la roca y las vicisitudes de la guerra emancipadora, y Soledad siempre allí, a 400 toesas. Ahí ha estado siempre inamovible, lejos del Neverí y del Manzanares, manantiales de un progreso que apenas si llegó hasta ella, contenido por la distancia esteparia. Soledad es retazo de una fantasía de grandeza que enerva la mente de sus propios pobladores. Aquí sólo llegó lo que pudo en aquel amanecer tras la conquista, pero quedó la grandeza espiritual de su gente, la perseverancia y voluntad del sacrificio. Fueron los soledadenses precisamente el brazo principal de los patriotas que enfrentaron a Fernández de la Hoz cuando aún Guayana no lograba comprender el grito republicano y estuvo tres décadas después con los liberales cuando “El Filántropo”, periódico hebdomadario, acomodó aquí su trinchera, nada altiva por su odio, pero montada sobre un ideal de renovación democrática, al que todavía se oponen los conservadores del atraso, y a los cuales, por desgracia, debe Soledad muchos de sus males poco apaciguados(AF

martes, 2 de agosto de 2022

DEARROLLO URBANÍSTICO DE SOLEDAD

El desarrollo urbanístico propiamente dicho de Soledad no se da sino a partir de los años treinta, cuando a su importancia socio-económica como cabeza de puente de Ciudad Bolívar, se suma la influencia de la explotación petrolera de El Tigre por parte de la concesionaria Venezuela Gulf. Al frente de Soledad se hallaba en 1934 como primera autoridad civil el coronel Félix M. Figueroa quien acometió la ejecución del Paseo Guzmán Blanco y de las calles Alí Gómez, Maracay y Anzoátegui. (AF)

lunes, 1 de agosto de 2022

SOLEDAD CABEZA DE PUENTE

A partir de 1913 cuando el automotor fue introducido en Guayana desde Caracas, Soledad, como cabeza de puente, comenzó a experimentar cierto interés. Todo era sabana desde Barcelona hasta la ribera del Orinoco y las ruedas de los primeros vehículos trazaron con lógica muy práctica lo que sería finalmente una vía de comunicación terrestre importante con el litoral y centro de la República. Los vehículos, carga y pasajeros, llegaban a Soledad y de allí trasbordados a través de barcazas hasta el puerto de Ciudad Bolívar. El 20 de julio de 1915, Soledad se puso en el primer automóvil, un Ford importado por los señores Bermúdez Hermanos y Francisco Palermo, con el cual querían evitarle las molestias y dificultades que sufrían los bañistas que de la propia Soledad y Ciudad Bolívar se dirigían a los Chorros del río La Peña y La Romana. A estos últimos se les atribuía cierta termalidad medicinal aprovechada por enfermos a quienes la ciencia de Yaguarín no podía devolverles la salud. Yaguarín era brujo famoso que vivía en la Canoa y todo lo curaba prescribiendo alcornoque mezclado con raíces de arestín (AF)