lunes, 12 de agosto de 2013

Ciudad Bolívar-Ciudad Guayana


Dentro del conjunto de la Región Guayana, Ciudad Bolívar debe tener funciones complementarias y no competitivas con Ciudad Guayana, planteó en el Concejo Municipal de Heres  el urbanista Claudio Brun (en la foto), quien entonces laboraba para la CVG y estaba al tanto de la discusión sobre lo que debería ser la capital bolivarense del futuro. 
         Ciudad Bolívar y Ciudad Guayana forman un núcleo bipolar integrado, pero con funciones diferentes e igualmente importantes dentro del contexto regional.  La primera es centro administrativo, asiento de los poderes públicos, centro militar y estratégico para toda la región de las zonas fronterizas y núcleo universitario – cultural, sin que ello obste para que sea en el futuro asiento de pequeñas y medianas industrias, y la segunda, centro minero, energético e industrial. 
         En septiembre de 1975 cuando fue planteada esta tesis de Brun en torno a un anteproyecto  del Plan Regulador de la ciudad, se argumentaba que el crecimiento de Ciudad Bolívar que un principio fue del viejo casco urbano hacia el oriente y el poniente, ahora se desataba desmesuradamente y de manera anárquica hacia el Sur, ocupando cada familia importantes áreas de terreno que bajaban la densidad de la población, encareciendo los servicios básicos de transporte, agua, drenaje, vialidad, salud, electricidad y otros.
         Ciudad Bolívar que para 1934 tenía 107 habitantes por hectárea, había disminuido en su densidad a 37.  Es decir, los 130 mil habitantes de 1975, ocupaban 3.300 hectáreas, lo cual aumentaba innecesariamente las distancias entre las diferentes áreas de la ciudad, encareciendo los costos del transporte y alargando artificialmente el horario de trabajo.  Se observaba un pésimo aprovechamiento de la tierra que convertía  la tradicional cuadra colonial de cien por cien en 500  por 500 metros.
         No se exigía que Ciudad Bolívar con un clima mega-térmico tuviese una densidad como la de Caracas, con un clima más benigno, pero sí una densidad residencial promedio del doble de la de entonces y una densidad bruta de 200 habitantes por hectárea. 
El urbanista dijo que no se exige que esta ciu­dad con un clima megatérmico tenga una den­sidad como la de Caracas, con un clima más benigno, pero que sería conveniente y adecua­da una densidad residencial promedio del doble de la actual, y una densidad bruta de 200 habi­tantes por hectárea.
Conforme a los principios generales del pro­yecto de plano, Ciudad Bolívar debe conservar su centro cívico en el viejo casco angostureño y  tener dos centros comerciales, el metropolita­no y tradicional y el que ya han captado los in­versionistas con sus instalaciones en el sector comprendido entre las avenidas República, Moreno de Mendoza y Jesús Soto.
En el proyecto se plantea el desplazamiento del actual aeropuerto de Ciudad Bolívar, meti­do prácticamente dentro de la ciudad, en un es­pacio de 179 hectáreas aprovechables para pro­yectos utópicos que permitirían reestructurar la nueva ciudad. Este desplazamiento se haría conforme al proyecto de un aeropuerto interna­cional entre Ciudad Guayana y Ciudad Bolívar, pero más cerca de una ciudad que de otra. Es partidario el urbanista Claudio Brun, que si el aeródromo internacional va a estar más cerca de Ciudad Guayana, debe fundarse un aero­puerto pequeño para Ciudad Bolívar en un lu­gar distante al actual y viceversa.

Ciudad Bolívar tiene un paisaje físico extraordinario, que hay que rescatar y conservar.  Sus cerros de piedra afeados por ranchos destartalados y sus farallones, que podrían ser convertidos en un gran parque. Esto, por su­puesto, además de su gran río, prácticamente ocioso. Y el paisaje humano que son las creaciones del viejo casco donde desde tiem­po de la colonia, se alzan casas hermosas de azoteas y sugestivos ventanales.

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