domingo, 28 de julio de 2013

Inaty Premio Nacional de Pediatría 100 AÑOS DE SU NACIMIENTO




En la noche del 3 de diciembre  de 1968, cundo en el gremio médico se escrutaban los votos para elegir nueva directiva, el doctor Óscar Contreras anunció la buena nueva: el  Jurado que calificó los trabajos  presentados para la opción  al Premio Nacional de Pediatría  “Pastor Oropeza” favoreció al doctor Elías Inaty por su  “Manual de Semiología Pediátrica”.
         Este premio instituido por SAS el 22 de junio de 1964,  se convirtió en uno de los galardones  sobresalientes de esta especialidad por el crédito de quienes lo han ganado como Hernández Méndez Castellano y consiste en medalla de oro, diploma y  aporte metálico.
         El doctor Elías Inaty nació en  Cartagena de Indias,  el 20 de julio de 1919.  De allá lo trajo su padre y en la Angostura del Orinoco se quedó hasta su física extinción. Aquí estudió, se hizo preuniversitario y alcanzó el título de Pediatra en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela.
         Ejerció la medicina privada, la medicina pública y la docencia en la Escuela de Medicina de la UDO, en la que fundó la cátedra de Pediatría en 1964 y de donde salió Semiología Pediátrica, Premio Nacional.
         Como pediatra, el doctor Elías Inaty salvó muchas vidas, y en calidad de docente, contribuyó a formar médicos a lo largo de dos decenios.  Pionero junto con la doctora Carmen Luisa Arocha de Piñango, de la Fototerapia en Venezuela y también iniciador de la presencia permanente de la madre al lado de su hijo enfermo en el Hospital Universitario Ruiz y Páez, partiendo del principio social de que el niño cuando está enfermo es cuando más necesita de la madre.  Hasta entonces el niño hospitalizado sólo recibía el calor de su madre tres veces por semana.
         Sin necesidad de militar en partido, desempeñó cargos político-administrativos como el de miembro del Directorio de la Corporación Venezolana de Guayana y Presidente, en ejercicio de la representación popular, del Concejo Municipal de Heres.
         Fue durante varios años Presidente de la Asociación de Escritores de Venezuela, Seccional Ciudad Bolívar, y miembro del Consejo Superior de la Fundación del Museo de Arte Moderno “Jesús Soto”, cargos que denotan su constante preocupación por la cultura bolivarense, particularmente por las letras. a las que le ha dedicado su libro “Las Cenizas del día” con raíces en el surrealismo de André Breton que en Ciudad Bolívar tenía novedosos seguidores como el propio Inaty, Alarico Gómez, Jean Aristeguieta, Arquímides Brito y José Ramón del Valle Laveaux, integrantes del grupo literario “Aureoguayanos” opuesto a la poesía tradicionalista y contra el cual se enfilaron entonces unos cuantos arcabuces.
         Después de “Cenizas del día”  Inaty ha publicado “Tiempo Recio” y “Rumor de la Memoria”, todos poemarios.  Incursionó en la narrativa vivencial con el libro “Remembranzas” que recorre veinte años de infancia y adolescencia entre las crecidas y estiajes de una ciudad que siempre ha vivido frente al río.
         Con prólogos de Manuel Alfredo Rodríguez y Américo Fernández, carátula de Soto y diseño de Quety Chacón, este libro fue bautizado en Caracas el mismo día de su cumpleaños y seguidamente en la Casa de la Poesía de Ciudad Bolívar, sede la Asociación de Escritores, de la que fue Presidente.
         Sus hijos Elías Nadim (ingeniero), Luís Alberto (administrador), Eduardo José (psicólogo), Omar Antonio (médico) y Solange (psicopedagoga), le hicieron este homenaje e invitaron a los poetas Luis Pastori y Velia Bosch para que lo bautizaran con champaña.  En Ciudad Bolívar fue bautizado  con  agua del Orinoco, el río que lo vio crecer hasta una edad que rebasó la perspectiva de vida del venezolano. (AF)



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