José Rafael Arrioja, estudiante de bachillerato, sobresaliente en 
cuatro deportes y de una conducta modelo, fue designado el 18 de junio 
de 1968, “Mejor atleta del estado Bolívar”, por un jurado especial. Su actuación dentro del deporte juvenil fue calificada entonces de “suficiente”
 y con méritos para ser postulado en un certamen nacional promovido por 
el diario “El Nacional” de Caracas con motivo de su décimo quinto 
aniversario.
El jurado especial, integrado por el director de Deportes, César Gil 
Páez; el representante de las Asociaciones Deportivas, Héctor Cristofini
 y el cronista deportivo Tomás León Rengel (en la foto), discutió los 
méritos de nueve atletas destacados en el Estado en distintas 
disciplinas deportivas, y eligió a José Rafael Arrioja, quien llevaba -a
 pesar de su mocedad y condición humilde- una carrera ascendente en el 
atletismo, béisbol, voleibol y básquetbol.
Los nombres considerados por el jurado en su escogencia fueron los de
 Irama González, basquetbolista juvenil, campeona nacional; Jesús 
Torres, campeón nacional de boxeo en la categoría mínima; Rubén Herrera,
 siete veces campeón nacional y una vez campeón bolivariano en lucha 
olímpica: Orlando Miranda, ganador de la triple corona en el estadal 
doble “A” de 1967; Julio Odremán, campeón anotador en el nacional de 
fútbol celebrado en Guanare; Manuel J. Rodríguez, campeón de Tiro; José 
A. García, campeón de Bolas Criollas y Miguel Flores, campeón de 
ciclismo.
José Rafael Arrioja, 18 años de edad y habitante del barrio “La Mariquita”, a quien los fanáticos reconocen como el “Hueso Arrioja”
 por su extraordinario parecido con el excelente pelotero Alfredo 
“Hueso” Bolívar, pertenece a una familia de obreros con doce hijos, 
todos deportistas.
Deportista desde niño, tuvo su primer compromiso serio a la edad de 
nueve años como pitcher y short stop en el equipo infantil “Ecos del 
Orinoco”, escogido al final para formar parte de la selección nacional.
Eran los años en que Ciudad Bolívar tenía renombre nacional a través 
de sus deportistas como las espigadas Jeanette Grüber Soto, Dillis Solís
 y Yadira Lainette integrantes del combinado de voleibol femenino que 
representó a Venezuela en los Juegos Centroamericanos de Panamá, un 
equipo diferente al que compitió en el Suramericano realizado en 
Caracas.
Bolívar fue uno de los principales colaboradores con el envío de 
estas tres voleibolistas de elevada estatura. Sangre guayanesa, sangre 
joven, estatura y condiciones. Tres rematadoras de respeto fue el trío 
de jugadoras aportadas por el voleibol del estado Bolívar. Dillis Solís 
entonces tenía 19 años. Cinco años como jugadora. Era la más espigada 
del grupo, con 1,80 de estatura. Estudiaba Bachillerato Comercial. 
Aparte del voleibol, Dillis practicaba el tenis de mesa.
Yadira Lainette, tenía entonces 18 años, 1,75 y con cuatro temporadas
 como voleibolista. También practicaba el basquetbol y el softbol.
Jeanette Grüber Soto, 17 años, estudiante de bachillerato, 1.75 de estatura. Practicaba además la natación y softbol.
Pero lo más sobresaliente era el béisbol amateur. Todos los años se 
jugaba en el estado Bolívar el Campeonato Doble A con equipos de Upata, 
Puerto Ordaz, Ciudad Piar y Ciudad Bolívar que siempre concurría con dos
 novenas: Gobernación y la zona MOP que llegó a titularse campeón cinco 
veces bajo la dirección de José Ollarves y el pitcher estrella Jesús 
Aular.
Sede del XVIII Campeonato Nacional de Béisbol Aficionado en 
septiembre de 1969, fue Ciudad Bolívar, el primero realizado y en el que
 participaron 15 equipos. El campeonato nacional anterior se había 
celebrado en Maracaibo. En este estado sólo se habían jugado hasta la 
fecha los nacionales juvenil e infantil. Concurrieron al evento nacional
 un total de 460 peloteros.
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