sábado, 28 de junio de 2014

Final del Correo del Orinoco (VI)


Efectivamente, más tarde el Gobierno ordenó el traslado de la prensa a Cúcuta, pero los angostureños se movilizaron y evitaron que esto ocurriese. Fue entonces cuando se ordenó la compra de una segunda prensa en Filadelfia, la cual llegó a bordo de la goleta nacional “El Meta” capitaneada por Guillermo Wikie, en enero de 1812, precisamente cuando el Gobierno ordenó a Roderick trasladarse con ella a Cúcuta. Sin embargo, esta prensa no llegó a su destino sino que se quedó de tránsito en Maracaibo, donde fue hábilmente aprovechada por Monseñor Mariano Talavera y Garcés, quien sería más tarde Administrador Apostólico de la Diócesis de Guayana, para editar El Correo Nacional.
Andrés Roderick, con su recién llegada imprenta venida de Filadelfia, optó por quedarse en Maracaibo aprovechando que esta provincia de yodo y mar en poder de los realistas había proclamado su independencia el 28 de enero de 1820 y, por otra parte, porque eran serias las dificultades par seguir cargando hasta Cúcuta con la pesada máquina tipográfica como bien quedó evidenciado en la nota que después publicaría el Correo a manera de editorial:
“Casi al momento mismo de proclamarse aquí la Independencia, y cuando la sabiduría del Gobierno se ocupaba en las muchas y graves atenciones que son consiguientes a la transformación política de algún pueblo, nos llegó cojo un don precioso emanado del Cielo, una de las mejores Imprentas de la República, con destino a Cúcuta para el servicio del Supremo Congreso; pero la dificultad de conducirla por caminos de tierra; la lisonjera esperanza de que venga a establecer aquí el augusto Tribunal y más que todo el ahínco del gobierno de proteger los pueblos desde el momento mismo en que se acogen bajo el sagrado auspicio de las leyes sabias y liberales, han hecho superar obstáculos que se oponían a tan útil establecimiento”.
Superados los obstáculos para que la imprenta se quedara en la capital zuliana, el impresor del Gobierno Supremo, de acuerdo con Monseñor Mariano Talavera y Garcés, instaló su máquina en la calle del Libertador (antes calle nueva) Nº 11 y en ella editó el Correo Nacional, prospecto que llegó a Angostura en agosto de 1821 y cuyo editorial reproduce el Correo del Orinoco en su edición 112 con esta nota al pie: “Insertamos este prospecto, no sólo con el fin de animar a las demás provincias del departamento de Venezuela a la imitación del bello ejemplo que ofrece la de Maracaibo, sino también para invitar a nuestros Compatriotas a suscribirse á un Periódico que promete á ser satisfactoriamente desempeñado”.
El semanario estuvo circulando desde el 14 de mayo hasta el 10 de noviembre de 1821, al servicio de los intereses de la República y en una segunda etapa volvió a salir el 20 de enero de 1822. En la misma imprenta se editó Concordia del Zulia y después de la Toma de Maracaibo por el realista Francisco Tomás Morales, se editó el 23 de enero de 1822 El Posta Español que estuvo circulando durante un año.
En 1824, Andrés Roderick abandonó la tipografía y se asoció al colombiano José Padilla en un negocio panadero. En 1828 se marchó a Bogotá donde lo aguardaba con mejores perspectivas la tipografía de Zoilo Salazar. Permaneció en la capital colombiana hasta el día de su muerte ocurrida en abril de 1864.
Al dejar de circular el Correo del Orinoco el 23 de marzo de 1822, la prensa donde se editaba (The Washington Pressno sirvió sino para hacer efectiva la promulgación de algunas leyes del Gobierno Regional, pues otro periódico no tuvo Guayana sino en 1838, El Telégrafo, editado en una segunda imprenta traída a Angostura por Lorenzo Ayala, a través de la firma mercantil Dalla Costa

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