lunes, 5 de mayo de 2014

Tres ilustres intelectuales bolivarenses

TOPICOS
Héctor Guillermo Villalobos (en la foto junto con Luz Machado y Lucila Palacios), poeta nativista, autor de “Afluencia” y “Jagüey”, fue objeto de un homenaje durante cuatro días en esta ciudad, desde el 5 de abril de 1987, promovido por la dirección de Cultura y el Conac.
         El abogado Guillermo Villalobos Matheus, hijo del poeta fallecido el año anterior, dijo las palabras de rigor en la sesión especial de la Asamblea Legislativa presidida por el diputado Alfredo Pérez, acompañado en el presidium por el gobernador René Silva Idrogo, el represéntate del Poder Judicial, Carlos Elías Rendón; la alcaldesa Ligia Pulido de Macías, monseñor Samuel Pinto Gómez y Armando Obdola Bello, secretario general del CNP.
         En la sesión fueron condecorados con la Orden “Congreso de Angostura”, Primera Clase las escritoras Lucila Palacios, primera mujer incorporada en los cien años de la Academia de la Lengua y Luz Machado, Premio Nacional de Literatura. Guillermo Sucre, escritor guayanés, igualmente invitado para recibir la Orden, no se presentó.
         Villalobos Matheus pronunció sus palabras en forma de carta dirigida a su padre, desde la misma casa donde nació el 20 de julio de 1911, siendo allí director de la Escuela de Varones su padre Guillermo Tell Villalobos.
         Habló de su padre como gobernante y diputado al Congreso por Bolívar. Pero fundamentalmente como maestro y poeta. Maestro de Caracas en el Liceo Fermín Toro, maestro en Los Andes en el Liceo Rafael Rangel, maestro de una profusa lista de intelectuales con resonante vigencia en el país.
         Como el poeta de “Afluencia”, su primer libro de gran fondo humano y mítico; del “Jagüey” que lo define como nativista; de “Soledad y en Vela” en su faceta de romántico; de “Barbechos y Neblinas” preñado de elementos telúricos.
         Lucila Palacios agradeció luego a nombre de ella y de Luz la condecoración y expresó que se escogió “un buen momento para esta entrega como es el homenaje a una de las preclaras figuras de la letras guayanesas”.
Héctor Guillermo Villalobos se ausentó de su tierra natal en 1928, a la edad de diecisiete años, todo un adolescente, después de haberse graduado de bachiller en el Colegio Federal de Varones y haber dirigido junto a Ricardo Archila y J. F. Reyes Baena la revista “Oriflama”. Estudió Derecho en la Universidad Central de Venezuela, pero pensó que el ejercicio de la abogacía no se entendía bien con su alma de poeta, de manera que prefirió probar con otra carrera más compatible y estudió Castellano y Literatura en el Pedagógico, donde se graduó y comenzó seguidamente a ejercer la docencia. Al año siguiente público su primer libro de poemas “Afluencias”, de gran fondo humano, mítico, y se inicio en la carrera política entusiasmado por el cambio que se avecinaba tras la muerte del dictador Juan Vicente Gómez. Logra la diputación por el Estado Bolívar y es nombrado director del Liceo Fermín Toro. Publica su segundo libro “Jagüey”  que lo define como nativista y se consagra como uno de los más destacados poetas del país.
A raíz del derrocamiento del presidente Isaías Medina Angarita fue designado gobernador del Estado Bolívar. Lo acompañó en calidad de secretaria privada otro miembro de la lírica, la poeta Luz Machado, pero apenas durara un año en el ejercicio de la Gobernación.

En 1948 llegó su paisano Luis Llovera Páez al poder tras el derrocamiento de Gallegos y fue nombrado Director de Educación Secundaria, Superior y Especial del Ministro de Educación, cargo que desempeño hasta 1950 cuando el Gobierno Nacional lo envió a Madrid como agregado de inmigración de la Embajada de Venezuela.

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