lunes, 17 de septiembre de 2012

El Cuartel Tomás de Heres


En 1951, el Gobierno nacional, a través del Ministerio de Obras Públicas, inició la construcción del cuartel “General Tomás de Heres” para alojamiento estable, cómodo y definitivo, de las tropas que utilizaban para su abrigo la edificación que a finales del siglo diecinueve, el gobernador Juan Bautista Dalla Costa había dispuesto para el Hospital San Juan de la Cruz y que los militares bautizaron “El Capitolio”.
“El Capitolio” (en la gráfica) tal vez por su ubicación sobre una colina semejante a la romana que así se llama. Con ese nombre perduró por más de medio siglo, es decir, hasta que la Junta Militar de Gobierno decidió construir el Cuartel Tomás de Heres, en homenaje al angostureño que se pasó con el Batallón Numancia, vanguardia del ejército realista que comandaba, a las filas de San Martín y Bolívar.
En el mes de octubre de 1951 estaba la edificación en construcción del Cuartel Tomás de Heres. El ministro de Obras Públicas dijo en esa ocasión que se habían adaptado los últimos y moderno adelantos que a esta clase de edificio se refiere, constaba de siete cuerpos de los cuales se habían terminado los tres de la fotografía y los otros cuatro previsto para ser entregados para principios de 1952, con capacidad para mil plazas del ejército, cubiertas todas las necesidades de vida, confort, comodidad y disciplina de cuartel.
Los tres edificios o cuerpos terminados se designaron para las Compañías de Fusileros y los cuatro edificios faltantes que se construían, estarían dedicados a la Compañía de Comando, Compañía de Armas Pesadas, Compañía de Servicio, Lavandería, cocina y depósito, Prevención y Enfermería.
Ya el Ministerio de la Defensa estaba pensando en grande pues hasta ese momento sólo estaba en la ciudad el Batallón Pichincha al mando del teniente coronel Antonio González, quien se despidió en mayo de 1953 para dar paso al Batallón Urdaneta Nº 5 que se instaló en el cuartel en 1956 bajo el mando del teniente coronel Carlos Soto Tamayo. En diciembre de 1956 se construyó a la entrada del cuartel la Plaza Tomás de Heres y se instaló el busto del prócer que antes estaba primero en la Plaza Talavera y después frente a la Casa de San Isidro.
El 23 de junio de 1961, fue creada la VI División de Infantería de Selva integrada por el Batallón Urdaneta que combatió en el Carupanazo y el Batallón Juan Manuel Cajigal Nº 6, comandado por el Tcnel. Pascual J. Contreras que construía la carretera de la Gran Sabana. Su quinto aniversario en 1966 fue celebrado por su comandante el general Ramón Audelino Moreno, sustituido por el general Jesús Morales Vásquez, quien me llevó a conocer la construcción de la carretera de la Gran Sabana. También iba como odontólogo y teniente asimilado el doctor César Pérez Rossi.
En junio de 1967 el Ministerio de la Defensa creó el Batallón Antiguerrillero (cazadores) bajo la jefatura del mayor Blanco Granado y reforzado su contingente con 200 hombres que integraban el Batallón de Artillería de Montaña. También por resolución del mismo ministerio el nombre del Cuartel Tomás de Heres pasó a llamarse “Fuerte Cayaurima”, nombre de un cacique indígena de los cumanagotos.
El 24 de junio de 1979, cumpliendo con los planes expansivos y de modernización, se transformó “La Sexta División de Infantería” en “Quinta División de Infantería de Selva”, teniendo como unidades orgánicas agregadas a la Quinta Brigada de Infantería de Selva con sede en Upata, estado Bolívar y la Sexta Brigada de Infantería de Selva con sede en Puerto. Ayacucho, estado Amazonas. (AF)

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