miércoles, 12 de septiembre de 2012

El Caimán, el ferry y la aftosa


EL CAIMÁN, EL FERRY Y LA AFTOSA
Un caimán que merodeaba por la zona del río Orocopiche espantando las lavanderas, fue cazado por una comisión integrada por el mayor José Antonio González, jefe militar de la plaza y Jorge Suegart. El saurio fue visto y tiroteado en la boca del río San Rafael y La Toma, cerca de la Cerámica. Un trofeo saurio que permaneció expuesto cerca del puerto de las chalanas.
Todavía la ciudad no disponía sino de barcazas que transportaban vehículos y pasajeros entre Soledad y el puerto de Jorge Inaty. De un Ferry Boat quería el empresario bolivarenses Juan Pablo Pietrantoni dotar a la ciudad a fin de superar la incomodidad de las chalanas. El hombre se fue a Maracaibo donde la experiencia sobre este tipo de transporte era amplia, tratando de meter en el proyecto a “La Translacustre”, propietaria de varios ferrys en Maracaibo.
Con este respaldo Juan Pietrantoni fundó y presidió un comité pro Compañía Ferry Boats de Ciudad Bolívar y propuso un capital de Bs. 1.200.000. La Translacustre ofrecía los Ferrys “Catatumbo” y “Coquibacoa”, pero el proyecto no tuvo éxito, los bolivarenses continuaron embarcados en sus barcazas y desinfectándose los zapatos como práctica preventiva contra la Aftosa que entonces amenazaba a la ganadería guayanesa.
La noticia de la epizootia llegó a la ciudad el 27 de julio de 1950, según la cual brotes de fiebre aftosa atacaban a las ganaderías de Miranda, Aragua, Lara, Yaracuy, Carabobo y Cojedes. El Gobierno Nacional a través del MAC manifestó su preocupación e inició una campaña preventiva contra este mal que parecía que llegaba para nunca regresar. Raúl Villegas, quien era el jefe de Fomento Agropecuario, tomó medidas profilácticas contra la epizootia, entre ellas, desinfección por aspersión de los neumáticos de los vehículos procedentes de otros estados, así como de los calzados de los pasajeros obligándolos a caminar por unas bateas preparadas con ese fin. Los pasajeros se quejaban y preguntaban cómo haría el Gobierno para evitar que las aves transportaran el virus aftoso en sus patas
En esos días a la alarma por la Fiebre Aftosa se sumó la explosión de uno de los modernos grupos Diesel recientemente instalado en la Electricidad de Ciudad Bolívar, Dos maquinistas resultaron heridos. El servicio tuvo que suspenderse desde las 2:45 de la mañana. El gerente de la C.A. La Electricidad era entonces don Natalio Valery Agostini
Pero no todas las noticias eran malas, pues en el mes de agosto comenzaron los trabajos del asfaltado de la carretera que comunica a Soledad con El Sombrero en el estado Guárico, suscitando gran júbilo en la línea de autobuses ABC reportada como el mejor servicio de pasajeros y encomiendas para toda Venezuela. Así lo anunciaban Radio Bolívar y Ecos del Orinoco, convertidas desde el 14 de julio (1950) en circuito radial por acuerdo firmado entre la sucesión Enrique Torres Valencia, propietaria de la emisora “Ecos del Orinoco” y José Francisco Miranda, propietario de Radio Bolívar, con estudios situados en la calle Dalla costa Nº 117.
Otra noticia buena de esos día de 1950 tenía que ver con la instalación, en edificio propio, de la Embotelladora Orinoco de la Coca-Cola, fundada por la firma N. Valery Agostini e hijos, quien era propietario igualmente de “La Comercial Orinoco” con representaciones de firmas tanto nacionales como extranjeras. Abrió las plantas embotelladoras de Coca-Cola y Gaseosas “V”, en esta ciudad. Al frente de esta empresa estaba Noel Valery, quien debió viajar al extranjero para entrenarse en la fabricación y comercialización del novedoso producto del cual muy rápidamente se hicieron adictos los guayaneses. (AF)

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