viernes, 9 de noviembre de 2012

La clausura de la Cárcel Colonial


El 3 de mayo de 1958, el doctor Domingo Bruzual Acuña, director general de prisiones, declaró clausurada la llamada Cárcel Vieja de Ciudad Bolívar que venía operando como tal desde la época de la colonia.
182 presos por delitos comunes que permanecían en ese establecimiento, fueron trasladados a la Cárcel Modelo de Vista Hermosa que había quedado vacía luego de haber sido puestos en libertad unos 300 presos políticos, la mayoría procedentes de la isla de Guasina y Sacupana, en el Delta del Orinoco.
Entre las edificaciones que se propuso el gobernador de la provincia Manuel Centurión, entre 1766 y 1776, para revitalizar institucionalmente la ciudad, estuvo la Cárcel Real, pero al cabo de diez años que duró su mandato, interrumpido virtualmente por la presión religiosa fraileña con la cual tuvo roces, le fue materialmente imposible terminarla. Tampoco pudieron continuarla los gobernadores siguientes, excepto Miguel Marmión, quien por no tener dónde meter los presos, optó por paralizar la construcción de la Catedral para destinar impuestos del guarapo y juegos a la prosecución de la obra.
Hubo un tiempo, particularmente cuando el libertador estableció los poderes públicos en Angostura, en que buena parte de la cárcel fue utilizada para el funcionamiento de la Municipalidad, la Alcaldía, la Prefectura y la Policía. Entonces los presos, ya condenados firmemente, fueron transferidos a los Castillos de Guayana La Vieja.
En tiempos del dictador Juan Vicente Gómez en un confuso depósito de delincuentes comunes, presos políticos y hasta locos realengos. En ella estuvieron presos intelectuales connotados como el poeta Alfredo Larriva, el médico Vargas Pizarro y el escritor Rufino Blanco Fombona. Este último en sus memorias hace una descripción impresionante de la Cárcel: “La cárcel de Ciudad Bolívar es inhabitable para ninguna persona, no digo ya decente, sino que haya visto otra cosa que inmundicias y narices que hayan respirado otra cosa que miasmas.
La cárcel la constituyen dos patios, separados por un muro: el patio de entrada, más pequeño, y el del fondo, un cuadrado perfecto, de una sola planta siete metros de largo por siete de ancho. Encuadran este patio donde pululan hasta 80 presos, la más abigarrada plebe de asesinos y ladrones. Los calabozos son seis y un excusado, es decir siete letrinas.
Es tal el hedor que se desprende de estos ochenta cuerpos sudados, de estas ochenta gorduras, que hacen lo menos ochenta evacuaciones diarias, sin contar los soldaditos de guardia. Es tal la pestilencia, que apenas llegué caí malo con neuralgia y con bascas: anoche me ha sido imposible conciliar el sueño.
Han vertido creolina sobre esta putrefacción, lo que no sirve sino para aumentar la hediondez, de cloacas con hedor a botica. Y el olfato engañado no sabe dónde respirar, si en el water closet o en una farmacia”.
El edificio de la Cárcel Vieja, Cárcel Colonial o Real, como también se le conoció, estaba ubicado entre el hoy Paseo Orinoco y la calle Igualdad. Fue restaurado por la Corporación Venezolana de Guayana, bajo la supervisión del arquitecto Graciano Gasparini, para ser destinado al Archivo Histórico de Guayana, función que cumplió mientras fue sede del Ircopahidec hasta el segundo periodo del gobernador Andrés Velásquez cuando fue destinado al Instituto de Cultura del Orinoco y se reservó la parte baja de la casa del Congreso de Angostura para el Archivo Histórico de Guayana.
Pero el Instituto Cultural del Orinoco donde estaban representadas todas las etnias de la cuenca orinoquense, fue desmantelado para destinar el edificio en sede permanente de la Secretaria de Cultura del Gobierno Regional. (AF)

1 comentario:

  1. HOLA!!!!!!!!! e estado buscando información de donde vivo para algo... pero no Hay mucha a si que os dejo esto!!!

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