miércoles, 23 de mayo de 2012

La Casa de Guayana en Caracas


El 15 de febrero de 1939, aniversario del Congreso de Angostura, se constituyó en Caracas la Casa de Guayana, entre Altagracia y Cuartel Viejo Nº 16, por iniciativa de Raimundo Aristeguieta (en la foto), la cual sirvió de centro de reunión y encuentro de los guayaneses residentes en la Capital Metropolitana, al mismo tiempo que sirvió para gestionar y apoyar todo lo que tenía que ver con el bienestar y progreso de la región orinoquense.

La directiva quedó presidida por Raimundo Aristeguieta, seguido del doctor Tinoco Rodil, doctor Luis Quiros Cabrera, doctora Virginia Pereira, Pedro José Romberg, Ana Unshelm Siegert, Edmundo Suegart y Felipe Hernández Natera.

Raimundo Aristeguieta, nativo de Ciudad Bolívar y comprometido con la industria, el comercio y la banca, había estudiado en el Colegio de Guayana hasta el bachillerato y luego derecho en la Universidad Central. Fundó en Caracas, Barranquilla, Puerto Rico y Panamá, la Fábrica de Sombrero Britania, empresa cuyo desarrollo alcanzó a cubrir en un 60 por ciento la demanda en esos países y la cual daba trabajo a unos 850 obreros.

Cuando fue presidente del Banco Industrial y de la Corporación Venezolana de Fomento otorgó numerosos créditos tendientes a fomentar en el mayor grado posible la industria y la ganadería en el estado Bolívar. Financió desde la Corporación los primeros estudios técnicos relacionados con el potencial hidroeléctrico del río Caroní, lo cual hizo posible que el 20 de marzo de 1944, llegara en barco por el Puerto de San Félix, la Misión Kaiser, procedente de los Estados Unidos, en el curso de un recorrido que hacía por el país para verificar posibilidades y potencialidades de la tierra.

La misión estaba integrada por los señores Thomas N. Price, George Hover y Wright M. Price y para recibirlos y darles la bienvenida viajó expresamente a San Félix, el presidente del Estado, doctor Mario Briceño Iragorri, quien recién había decretado la creación de la Sociedad Económica de Amigos de Guayana.

Los industriales foráneos ya comenzaban a fijar su atención en Venezuela no sólo por el petróleo en ascenso sino porque desde 1926 se hablaba de los ricos yacimientos de hierro del Cerro El Pao y de las posibilidades del río Caroní que en 1948 la Corporación Venezolana de Fomento dispuso estudiar con miras a su eventual aprovechamiento hidroeléctrico.

La Misión que  estuvo en Guayana llevaba el nombre de Henry John Kaiser, uno de los industriales importantes de los Estados Unidos del Norte, metido en la construcción de presas como la de Boulder en Colorado, la de Bonneville en Oregón y la presa Grand Coulee en Washington.

Otro de los proyectos gestionados por Raimundo Aristeguieta desde la Casa de Guayana tuvo que ver con el aprovechamiento de la carne de la tortuga arrau del Orinoco. Se constituyó una empresa que en el Juzgado de Comercio de Caracas fue registrada, bajo la presidencia del propio Raimundo Aristeguieta, para industrializar la carne y todos los derivados  de la tortuga del Orinoco, así como toda clase de conservas de animales y vegetales. Esta empresa industrial fue registrada con el nombre de “EDECCO” con capital inicial de 100 mil bolívares para ser elevado a 500.000 después del primer año.  El técnico Carlos Schulz se residenció en Ciudad Bolívar con ese propósito. De acuerdo con el proyecto se pensaba beneficiar 40.000 tortugas al año equivalente a 300 mil kilogramos de carne y 7.200 huevos a razón de 180 por tortuga.  Todavía abundaba la tortuga a pesar de la depredación y explotación irracional, pero este proyecto nunca pudo materializarse. (AF)

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