viernes, 5 de abril de 2013

Rocky

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Por la calle de mi casa diariamente, muy temprano de la mañana, observo con mucha atención una persona acarreando en carrucha la mercancía de buhoneros instalados en el Casco Histórico de Ciudad Bolívar. Es fuerte, ágil, de mediana estatura, pero que tiene problemas para modular bien las palabras.
Todos sus amigos y conocidos lo nombran “Rocky” al requerirlo o saludarlo y el cognomento nos traslada inmediatamente a aquel boxeador llamado Rocky Marciano que fue capaz de derrotar al famoso peso pesado Joe Walcott y defender invicto el título de campeón mundial seis veces antes de retirarse.
Alguna cualidad semejante a aquel boxeador norteamericano debe tener Cristóbal de Jesús Cabrera, para que le hayan calzado ese apelativo. Ciertamente, desde que era un párvulo lo demostró hasta llegar a ser subcampeón mundial amateur de los pesos plumas según me lo contó un día de ocio que lo encontré sentado en los tubos de protección de una esquina.
 “Rocky” comenzó su carrera de boxeador amateur en 1975. Contaba diez años de haber nacido enUpata (28 de mayo de 1965) cuando Román Facundo Serrano, entrenador de boxeo, quedó impresionado de la manera que se fajaba con un compañero al salir de una escuela de Puerto Ordaz donde vivía.
Los separó y le preguntó a él si estaba recibiendo clase de boxeo y ante la negativa le propuso darle lecciones, pero no tuvo respuesta. Más tarde, en el puesto de comida que sus padres tenían en Castillito, volvió el entrenador y habló con los padres. Así el muchacho obtuvo la autorización para ir por las tardes al Gimnasio de Villa Colombia, donde prácticamente comenzó exitosamente su carrera de boxeador que aún no parece detenerse, pues de vez en cuando le sale por allí los que los músicos llaman un “mata tigre”.
Rocky hasta hoy ha realizado 204 peleas en el campo amateur que sumadas a 25 que lleva en el profesional y 8 que podría llamar de ensayos lo ubican en las estadísticas con un total de 237 encuentros en distintos cuadriláteros dentro y fuera del país.
Recorrió por Venezuela en dos oportunidades. La primera vez que viajó al exterior fue a Colombia en representación del país. Luego viajó al Brasil, específicamente a Manaos. Vino después Puerto Rico y seguidamente Curazao donde se tituló subcampeón (1986) frente a un púgil cubano.
También tuvo un encuentro boxístico en la isla francesa de San Martín y aquí suscribió su primer contrato para boxear en Japón con la empresa de los Hermanos Hunda, donde permaneció durante dos años y medio que no le reportaron mayores dividendos, pues hay que ver lo que es vivir en tierra lejana y extraña, con un idioma muy distante del propio y otros aspectos de la cultura criolla.
Nuevamente de regreso en Venezuela trató de readaptarse al medio. Entrenaba en el Brígido Iriarte de Caracas hasta que de nuevo se presentó el japonés Hunda, pero no era posible que se integrara a su cuerda. Más pudo en la ocasión el amor por su hija recién nacida que lo retiene hasta el momento, desprotegido del amparo que debería dispensarle el Estado venezolano.
Para sobrevivir, Cristóbal de Jesús Cabera (Rocky) debe levantarse muy temprano casi con el canto del gallo de pelea de su vecino, y aplicar su fuerza de atleta en otro ring donde el contendor de todos los días es el trabajo duro que hace posible el pan nuestro de cada día, bien sea con sol o con lluvia, no importa, la campana suena de todos modos y la carreta o carrucha de la vida sig

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