lunes, 6 de agosto de 2012

La Sabanita de Ciudad Bolívar

B1Sabanita
En 1955 comenzó a sonar La Sabanita como barrio popular en torno a las instalaciones de la empresa Oliver Iron Mining que dio paso a la Orinoco Mining Company en 1949.

Estas compañías realizaban exploración y prospección de las áreas con posibles yacimientos de hierro que van desde el Río Aro hasta Piacoa. Ya se habían ubicado las minas de El Pao, La Grulla, Sabaneta y desde esta base de La Sabanita partieron los señores Folke Kihistedt y Víctor Paulick hasta el cerro La Parida, donde llegaron el 4 de abril de 1947. Ellos obtuvieron el título por denuncia igualmente de los Cerros Rondón y Arimagua.

Esta franja territorial de Ciudad Bolívar que va desde la Perimetral hasta las inmediaciones del Orinoco, entre los ríos Buena Vista y San Rafael que los bolivarenses identifican como La Sabanita, no había tenido trascendencia hasta entonces. Sin embargo, venía siendo ocupada muy puntualmente, primero por Guillermo Lange, dueño de la Botica El Águila y presidente de La Electricidad de Ciudad Bolívar (1916-1917), con una casa de campo, al igual que el comerciante Don Virgilio Casalta.

Para poder vadear el río San Rafael y llegar a La Sabinita, se le colocó a lo largo de todo lo ancho una línea de costales fibrosos llenos de piedras menudas útil hasta 1909 que la Municipalidad autorizó a Guillermo Lange para construir junto con el ingeniero Santiago Aguerrevere, un puente de hierro que hasta 1915 los bolivarenses conocieron como Puente Lange. Este fue sustituido durante el gobierno del general Marcelino Torres García por otro con el nombre de Puente Gómez. En 1959, por hallarse en muy malas condiciones fue reconstruido, siendo gobernador el doctor Diego Heredia Hernández.

En 1916 llegó por primera vez la luz eléctrica al sector gracias a la entrega de ocho postes de hierro donados por Guillermo Lange para tirar las líneas desde la esquina de Emilio Cordero en el Paseo San Antonio hasta la otra banda del río San Rafael, justo donde se hallaba el Morichal de Ramón Sucre.

La ocupación urbana de La Sabanita progresivamente fue tomando fuerza gracias a la afluencia de gente de todas partes atraídas por el señuelo de las empresas norteamericanas que tenían fama de pagar buenos salarios. Igualmente por las crecidas periódicas del Orinoco que empujaba hacia allá a los damnificados.

En las inmediaciones del río San Rafael existía para los años 40 un fundo llamado La Frondosa que el 31 de enero de 1944 fue declarado de utilidad pública por la Asamblea Legislativa para transformarlo en una casa de protección al menor. El 7 de julio de 1945, el ejecutivo regional atendiendo a una campaña de prensa dispuso destinarlo para el Hospital Antituberculoso. Entonces los enfermos dejaron de ser trasladados al hospital de Cumaná.

La calle principal de La Sabanita, avenida Sucre, fue la primera asfaltada y los moradores la distinguían con el nombre de “Carretera Negra”. Llegaba hasta la Vuelta del Cacho donde por muchos años vivió el periodista Santiago Alacayo, de larga vara y buen humor.

El crecimiento poblacional que puso en evidencia el Censo de 1961, dio lugar a Los Aceiticos, primera urbanización programada y frente a ella la construcción de ocho galpones para la pequeña y mediana industria comunicados con la calle San Salvador. Hoy en día es el barrio más populoso de la capital bolivarense, tanto que ya sus habitantes aspiran segregarse de Ciudad Bolívar de la que ahora permanece separada por el San Rafael, otrora río, ahora riachuelo, que tiene como cauce El Parque y extensión longitudinal de Los Farallones.

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