sábado, 11 de agosto de 2012

La Campaña por la UDO



El 24 de septiembre de 1951, el Concejo Municipal de Ciudad Bolívar, presidido por Adrián Cordoliani (en la foto), sancionó un acuerdo solicitando a la Junta de Gobierno la creación de la Universidad de Oriente.

El acuerdo surgió de un planteamiento en tal sentido hecho por el segundo vicepresidente de la Cámara, Reinaldo Guerra, apoyado por los concejales Domingo Álvarez Rodríguez y Dámaso Cardozo. El mismo expresaba solidaridad con los Comités que a ese fin habían sido constituidos y por constituirse y ofrecía su apoyo moral y material al tiempo que reclamaba la sede para Ciudad Bolívar en razón de haber existido en ella el Colegio Nacional de Guayana, donde se cursaban estudios superiores de Medicina, Teología, Derecho, Docencia, Farmacia. Ciencias políticas y de agrimensores públicos.

Consideraba la Municipalidad que “la creación de la Universidad en Ciudad Bolívar sería un acto de reparación y estricta justicia” y añade “que tanto por sus riquezas naturales como por su cultura y extensión, la ciudad se hace digna de ella”.

El Acuerdo también pedía la habilitación de los cursos de pregrado en el Liceo Peñalver y excitaba a las demás instituciones de Guayana a fin de que respaldaran públicamente este planteamiento.

Se oficializaba de esta manera en la ciudad una campaña a favor de la Universidad de Oriente que había iniciado en la Universidad de los Andes un grupo de estudiantes orientales liderado por Celestino Zamora Montes de Oca. Uno de los primeros en reaccionar en Ciudad Bolívar públicamente fue el jurisconsulto José Gabriel Machado, padre de Luz María Machado, quien años después sería Premio Nacional de Poesía.

Sin embargo, por circunstancias políticas, la campaña decayó durante un tiempo y sus banderas fueron recogidas en 1954 por el pequeño comerciante local Tomás Rivilla, popularmente conocido como el “Negro Rivilla” o “Negro de las Lamus”, quien tenía un punto de venta de bebidas típicas y comidas ligeras tradicionales en el Mercado Público ubicado a la orilla del Orinoco desde la Colonia. El punto de venta exhibía en su frontis una pancarta que decía “Mi General, los guayaneses quieren que le devuelvan la Universidad”. Se refería al Colegio Nacional elevado a la categoría de universidad por el gobierno de Joaquín Crespo y eliminado de un plumazo por el autócrata Cipriano Castro.

Cuando a finales de los años cincuenta, el gobernador Eudoro Sánchez Lanz, ordenó demoler el antiguo Mercado para construir el actual Mercado Periférico, Rivilla reinstaló y amplió su negocio en un inmueble del Cuadrilátero Histórico separado tan sólo de la Catedral por la calle Igualdad.

La pancarta siguió viva, pero en el frontis del nuevo negocio al que Rivilla agregó el ramo de los fuegos artificiales que años después harían explosión a causa de una imprevista ignición causada por un cohetón disparado por alguien que disfrutaba del ambiente navideño.

Las velas prendidas por el estudiante Juan Manuel Sucre Trías en la acera del negocio la noche del 23 de enero cuando fue derrocado Marcos Pérez Jiménez, había sido señalado como un mal presagio para Rivilla, quien no se amilanó y siguió trabajando a favor de la Universidad sumando respaldos y firmas de notables e instituciones hasta lograr catorce mil tanto en Caracas como en Oriente.

El general Pérez Jiménez jamás tuvo oídos para tan justa solicitud, no obstante que tenía a su lado desde el primer momento al bolivarense general Luis Felipe Llovera Páez. El Gobierno que lo sucedió fue más receptivo y la UDO se hizo realidad a partir del 21 de noviembre de 1958, sólo que la sede no fue Ciudad Bolívar sino Cumaná. (AF)


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