jueves, 1 de diciembre de 2011

La Casa Mercantil Dalla Costa





















El 10 de octubre de 1912 se informó que la antigua Casa Mercantil Dalla Costa, entre las calles Venezuela y Dalla Costa, convertida en asiento de la Aduana, se hallaba en estado ruinoso visto lo cual fue mandada a reparar por el general Tomás A. Navarro, administrador de aduanas.

La Casa Mercantil Dalla Costa e hijos fue declarada en quiebra el 6 de febrero de 1896 a  solicitud hecha ante el Juzgado Civil y Mercantil de Primera Instancia por el doctor Luis Alcalá Sucre, apoderado de los herederos.

En El Bolivarense del 29 de enero de 1896 se había informado que a solicitud del abogado apoderado de Antonio Jacinto Cagninacci se había acordado sacar a remate una casa de mampostería y ladrillo hecha de azotea y con dos pisos hacia el Este y al Sur, propiedad de los señores J. B. Dalla Costa e hijos en la cual estuvo por mucho tiempo la Aduana Marítima de este puerto.

En esta casa, siendo Aduana, se hospedó el presidente de Venezuela Cipriano Castro durante los días comprendidos desde el 29 de abril al 3 de mayo de 1905. Allí los bolivarenses vieron por primea vez la luz eléctrica pues el mandatario se trajo consigo una planta eléctrica portátil igual a la que el empresario Ramón Enseñat instaló posteriormente en el Teatro Bolívar.

La Aduana en tiempos de la República estuvo primitivamente en el edificio que luego fue del cine América. De allí pasó a la Casa Dalla Costa hasta los años cuarenta cuando el Gobierno nacional le construyó sede anexa a las instalaciones portuarias que finalmente debido al boom del hierro quedaron en desuso y finalmente como base del Comando Fluvial del Orinoco.

La Casa Mercantil Dalla Costa data desde tiempos de la Colonia, es decir, desde 1814 cuando el genovés Juan Bautista Dalla Costa instaló su comercio que se mantuvo no obstante los avatares de la guerra. Cuando el brigadier La Torre abandonó Angostura con casi toda la población hispana al término del sitio, Dalla Costa permaneció y el Libertador lo asimiló a su causa. Fue su tertuliano, estimuló su comercio, lo nombró procurador municipal para que se ocupara del urbanismo, abastos y ornato de la ciudad y lo entusiasmó para que se casara con Isabel Soublette Jeres Aristeguieta, con quien tuvo  varios hijos, entre ellos, Antonio, gran impulsor de la casa mercantil, Teresa que se casó con Leandro el hijo de Miranda y homónimo Juan Bautista Dalla Costa Soublette, quien se preparó en los mejores colegios europeos para gobernar la provincia de Guayana con tanto acierto que ha sido considerado por la historia como uno de sus mejores hijos.

Después de la Casa Mercantil Dalla Costa se instaló la Casa Mercantil H. Blohm, de suerte que los alemanes, al igual que los italianos, tuvieron colonias enraizadas en la capital bolivarense. Los italianos desde tiempos de la Colonia con el genovés Juan Bautista Dalla Costa y los alemanes desde tiempo de la República con Georg Blohm, quien en 1929, desde Angostura, inició en Venezuela la más importante inmigración de comerciantes alemanes de Hamburgo y Lübeck y al poco tiempo se convirtió en líder de las casas comerciales extranjeras.

Georg Blohm al establecerse en Angostura en 1829, se asoció con Juan Bautista Dalla Costa y se entronizó como el primer cónsul de Hamburgo en Venezuela. Al romper la sociedad con Dalla Costa, se transformó en próspero comerciante. La Casa Blohm en Ciudad Bolívar fue famosa hasta la mitad de este siglo y por ella desfiló la más importante corriente de alemanes que se quedó en Ciudad Bolívar. (AF)

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