sábado, 12 de abril de 2014

Un chino que no es chino

Hoy 21 de diciembre es el Día de Santo Tomás, patrono de Guayana, onomástico de mi nieto Alfonso Mareschi Fernández y también de Tomás León Rengel, quien fue vice pre¬sidente de la Municipa¬lidad y directivo de la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP( siendo yo Secretario General, a quien todo el mundo conoce como el "Chino León", no porque sea re¬almente nipón ni haya estado alguna vez más allá de la cuenta, sino sencillamente porque tiene algunos rasgos asiáticos a nivel de la zona ocular que lo obliga a usar lentes oscuros casi siem¬pre. No es el único, hay aquí otros fa¬mosos como el Chino Lee, connotado dirigente de Acción De¬mocrática; el difunto Chino Lima, quien fue más de una vez Presidente de la Asamblea Legislativa; el Chino Palermo, quien fue co¬ordinador del núcleo de la Universidad Pedagó¬gica y otros menos con¬notados como el Chino Puerta y el Chino Car¬mona. Pero cada vez que le es menester hacerlo para salvar confusiones, el Chino León aclara que nunca perteneció al llamado "Grupo Chino" al que la Causa Radical atacaba ferozmente en otros tiempos. Recuerdo que la aclaratoria la formuló en el Salón Río Claro del Hotel Laja Real adonde concurrieron, co¬mandante Walter Bece¬rra, Alcalde Jorge Car¬vajal, prefecto Dio¬medes Túnez, y dirigencia de todos los partidos para saludar a través de "Guayana, buenos días" al Chino León que cumplía 51 años de edad y 33 de locutor iniciado en Ondas Porteñas de Puerto La Cruz bajo la dirección del desaparecido Gabriel Aguilera Ordaz. El Chino León es re¬almente un personaje, no sólo como narrador fluido y agradable sino también como político de hábil sutileza dentro de los más enconados enredos. De suerte que cuando la dirigencia adeca se vio como arrin¬conada por los constan¬tes ataques del gobierno de Andrés Velásquez y de su partido, el Chino León logró ascender desde la bancada blanca al estrado presidencial del Concejo Municipal con los votos de la Cau¬sa R, del MAS, COPEI y los de su entonces partido Acción Democrática. Nacido el día de Santo Tomás (21 de diciembre 1939), no por ello es in¬crédulo como lo fue el apóstol. El Chino no ne¬cesita ver para creer. Se anota entre los que cre¬en de buena fe y a pri-mera vista y, sin embar¬go, confiesa que jamás ha sido engañado ni ba¬jado de la mula y menos en esta su Ciudad Bolívar, donde hace tiempo se extinguió este noble medio de transporte (la mula) y distracción de los muchachos que atardecían o amanecían en la Laguna El Porvenir para verlas abrevar en el verde pastizal del ganado de Paravisini. Quién se atrevería a engañar o agraviar en cualquier sentido al que nunca le ha faltado un micrófono para decir y denunciar con "espadas y espinas". Tiene el Chi¬no una manera tan par¬ticular de decir las cosas que a muchos les parece a la vez que terrible, di¬vertida. Lo hace espon¬táneamente y ayudado por una elocuencia na¬tural que se apoya en el lenguaje popular y co¬loquial, siempre lleno de gracia y de proverbios y que tuvo representación autén¬tica en el diario y lon¬gevo microprograma ra-dial "La piedrita en el zapato", que ostentaba como lema "Así me lo dijeron, así lo digo". Hoy cuando reciclo esta crónica que publiqué el 30 de enero de 1991 en El Nacional, el Chino Antonio León Rangel, ya no trabaja en Radio Angostura sino en la FM Interactiva, ni vive en Cerro Azul, donde nació, ni en la Calle Boyacá No 19, sino en Agua Salada. Cumple hoy 81 años y la últimamente que lo vi con su mismo talante fue en la Plaza Miranda, facundo y fecundo, animando el ritual previo al esparcimiento en el Orinoco de las cenizas de su amigo de infancia, actor Gustavo Rodríguez. (AF)

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