domingo, 13 de enero de 2013

Luis Gozagas Pacheco infartado por Los Patinadores



El 6 de enero de 1951, en un atril del Paseo Falcón se leían las piezas del concierto que por la noche ofrecería la Banda Dalla Costa en el mismo lugar cerca del Comedor Popular Manuel Piar.
Aparecía como director Luis Gozagas Pacheco, venido de Michelena, estado Táchira, la misma patria chica de su compañero de estudio, coronel Marcos Pérez Jiménez, comenzando a formarse como dictador de la Venezuela post galleguiana.
Luis Gozagas Pacheco al encargarse de la música oficial había pasado a sustituir al profesor José Francisco Miranda (Fitzí), quien estuvo dirigiendo la Banda hasta 1949 cuando el gobernador José Gervasio Barceló Vidal designó director al tachirense Luis Pacheco, proveniente de la Escuela Militar de Música y quien se mantuvo hasta 1959, cuando lo sustituyó Telmo Almada, conforme decreto del gobernador Diego Heredia Hernández.
Era un músico y compositor de cuarenta años, diestro además en la ejecución del clarinete desde los mismos días en que se inició como tal en la Banda Municipal de la Brigada Nº 9. Vivía silbando y cantando, pero nunca escapado de la realidad y disciplina que exigía a los componentes de la Banda del Estado. Su debilidad era el vals y el pasodoble y unos cuantos compuso mientras vivió recostado del Orinoco, entre ellos el vals Susana dedicado a su hija mayor que así se llamaba, como la cantante y actriz argentina que le devolvió al tango su expresión escénica. Otros vals los tituló con los nombres de Soy huérfano, Luna y Estrella, Barba Azul e incluso uno dedicado a José Rosalino (Pepe) Flores, el hombre que sabía tanto de números como de música.
En 1968, el gobernador Rafael Sanoja Valladares llamó a su paisano Agustín Acosta Molero para que se encargara de la dirección de la banda, pero al año siguiente debido a una pugna interna, el gobernador Oxford Arias pidió la renuncia a Acosta Molero y a 29 músicos de la Banda. Entonces ordenó su reestructuración bajo la dirección nuevamente de Luis Pacheco, quien logró el propósito de unificar la Banda en torno a su dirección bastante comprensiva y ajustada a la diversidad de pareceres de los integrantes de la misma. El 28 de septiembre de 1970, el atril de la Banda Dalla Costa estaba desde muy temprano anunciando las piezas musicales de la noche que cerraría con el vals Los Patinadores de Johan Straus, uno de los valses más conocidos de todos los tiempos, presente en todas las recopilaciones de música clásica navideña. El paseo había sido remodelado y entonces se llamaba en vez de Paseo Falcón, Paseo Orinoco.
Estaba Luis Pacheco dirigiendo la banda ya para cerrar con la ejecución del vals Los Patinadores cuando en la parte más sublime de la música cayó infartado sin soltar la batuta que parecía apuntar hacia el cielo. Todos los músicos se pararon al unísono para auxiliar a quien los había conducido por tanto tiempo. Uno de ellos recordó a Richard Wagner cuando dirigía a una de sus más preciadas composiciones El anillo de los nibelungos y debió abandonar el podio a causa de una cardiopatía.
Luis Gozagas Pacheco murió a los 59 años de edad, era casado y padre de nueve hijos. Su última composición fue una marcha dedicada a la hoy V División de Infantería.
A raíz de la muerte de Pacheco, el profesor Fortunato de Pascuale que venía de dirigir la Escuela de Música Carlos Afanador Real fue designado director de la Banda. Allí permaneció hasta diciembre de 1975 que cedió su lugar al famoso trompetista Juanito Arteta. (AF)

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