sábado, 8 de marzo de 2014

Un Obispo Auxiliar para Mata Cova

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Tras un recibimiento caluroso matizado con cantos religiosos y manifestaciones de fe, tomó posesión como auxiliar del Arzobispo, el prelado venido de Betijoque, monseñor José de Jesús Núñez Viloria.
         Núñez Viloria, ascendido a obispo en enero de 1982, por voluntad del Papa Juan Pablo II, llegó a Ciudad Bolívar el 2 de mayo, alborozado de entusiasmo y prometiendo a los bolivarenses “trabajar como Dios manda, al lado de monseñor Crisanto Mata Cova, que es para mí como un padre”.
         La manifestación de bienvenida estuvo encabezada por el propio arzobispo Mata Cova, el Gobernador Alberto Palazzi y su esposa Tatiana, el Viceministro de Justicia Eliseo Moreno y numerosas personalidades de la ciudad. A nombre de los citadinos pronunció las palabras de bienvenida el profesor Manuel Mejías y en la Catedral, donde fue concelebrada una misa, Monseñor Mata Cova tuvo a su cargo la homilía. Posteriormente fue reinaugurada la iglesia del Santísimo, donde vivirá el Obispo Auxiliar. Por la noche el Gobernador le ofreció al prelado una recepción.
         Nativo de Betijoque, un frío y lejano pueblito del Estado Trujillo, Monseñor de Jesús Núñez Vitoria, fue preconizado Obispo en 1982 por el Papa Juan Pablo II y destinado como Auxiliar de la Arquidiócesis de Ciudad Bolívar, vacante desde que Monseñor de Guruceaga Iturriza fue designado Obispo de Margarita en 1971. Monseñor J. J. Núñez Vitoria permaneció como Auxiliar hasta 1987 que fue elevado Obispo titular de la Diócesis de Ciudad Guayana, vacante desde que Monseñor Luis Medardo Luzardo Romero fue designado Arzobispo de Ciudad Bolívar para llenar la jubilación de Monseñor Crisanto Mata Cova
         Monseñor J. J. Núñez Vitoria, a los cuatro años renunció sorpresivamente la Diócesis de Caroní y su dimisión fue aceptada por el Vaticano.   Actualmente se encuentra en su estado natal Trujillo  donde el domingo 12 de octubre de 2012, celebró sus bodas de oro y a propósito. Luis González escribió lo siguiente: “Hoy está de alfombra roja, por los afectos, monseñor José de Jesús Núñez, Obispo Emérito de Ciudad Guayana, quien ha cumplido medio siglo al servicio de una misión dura, compleja, pero esperanzadora, como es la pastoral, vale decir, predicar nada menos que la Palabra de Jesús, cuya labor política en las tierras lejanas del Medio Oriente, hoy fermentadas por la incomprensión y la guerra, fue clave para que al mundo legara una filosofía del ser y hacer, la del humanismo, cuando se ve al "otro" como Hermano -con palabras mayúsculas- frase que es toda una doctrina de naturaleza política, ideológica porque enmarca distancias, límites, otros conceptos, como propiedad privada, riqueza, muros, exclusión, que él cuestionó porque son los que dan pie a la agresividad y conflictividad cuando todo lo que se acumula fundamenta un sistema económico voraz, feroz, que ha hecho de las guerras un redondo negocio. El hombre nació desnudo. Es lodo. Regresará a él. Vacío. Así de sencillo. Por eso es que es válida la opción por el Barrio Moscú.

Monseñor Núñez tiene rato en ese peregrinaje. Sabe de estas cosas. Ha andando mundo. Conoce, como diría San Agustín, de lo humano y de lo terreno. Nada le fue ajeno. Fue ordenado en 1962. Es oriundo de Betijoque, donde naciera en 1880 otro gran obispo trujillano, monseñor Enrique María Dubuc y un gran maestro de la docencia Rafael Ángel Chacín Soto, Obispo de Valle de La Pascua. Compartimos toda esa cercanía para Mons. Núñez.  Monseñor Núñez recibió los votos de simpatía de los  valeranos en San Juan Bautista, en la palabra de saldos, deberes y haberes de Monseñor José Luis Azuaje y del padre Torres, Vicario de la Ciudad”.

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