martes, 12 de enero de 2016

El Gallito de Roca


Hace tiempo el doctor Eduardo Jahn me regaló esta foto de un gallito de las rocas, tomada a un hermoso ejemplar donado a él por uno de tantos mineros que llegaban a su consultorio de médico internista y los cuales le servían como agentes de información para sus trabajos arqueológicos y paleontológicos, afición que heredó de sus ascendientes.  Así logró localizar los fósiles de un Gliptodonte, tatarabuelo del cachicamo y de un Megaterio tatarabuelo del perezoso más de veinte mil años atrás. 
Hubiera querido Jahn tener fósiles de un Gallito de las rocas, pero le trajeron uno vivo que debió otorgarle la libertad inmediatamente porque no hubiera resistido el cautiverio en los sótanos de esta ciudad a 50 metros sobre el mar siendo que él habitan en las montañas altas de Guayana y los Andes.
         Nuestro vistoso Gallito de las Rocas, se tiene  como una de las aves más espectaculares del mundo, de fantástico plumaje, se localizan en Los Andes (Rupicola peruviana) y en la selvas de Guayana (Rupicola rupicola).
Ambos viven en áreas montañosas. El andino se localiza entre Venezuela y Alto Perú y el Guayanés en las montañas más antiguas y altamente erosionadas que quedan al Este de los Andes y  Norte del Río Amazonas (Guyana y áreas adyacentes de Venezuela, Brasil y Colombia).
El Gallito de las rocas es frugívoro La dieta de ambas especies principalmente es fruta y sus nidos se construyen en las caras rocosas de los riscos, las grandes rocas alisadas, las cuevas o los desfiladeros empinados. La hembra construye el nido y cuida las crías sin ayuda del macho. El tamaño normal de la nidada es dos huevos.
Los machos adultos pasan la mayor parte del tiempo en los lugares de cortejo comunal llamados leks, donde defienden las cortes de exhibición terrestres y/o perchas cercanas de los otros machos. Aquí se exhiben ante las hembras que visitan el lek Entonces, las hembras seleccionan los machos con los que se aparean.
Cómo lo hacen? Es todo un rito encantador en el que la hembra, siempre gloriosa, exigente y autosuficiente, aguarda, además de la pinta vistosa del macho cortejador, todas sus habilidades como cantante y bailarín. Las singulares demostraciones de los machos, bailando y cantando en lugares seleccionados del bosque conocidos con el nombre escandinavo de lek, constituyen una eficaz forma de selección entre los machos de la especie. El macho que baile mejor a los ojos de la hembra, y aquel que regrese puntual cada a la sesión de baile evitando ser presa de los depredadores, será elegido para brindar sus genes a las nuevas generaciones de gallitos de las rocas.
Cuando los Gallitos de las Rocas machos se exhiben en los leks de cortejo, tratan de atraer a las hembras con ruidos fuertes, plumajes de colores brillantes y gran actividad. Lamentablemente, dicha exhibición llamativa también atrae depredadores como el águila arpía.
Los gallos de roca son, sin duda, únicos, pero muchas de las aves más conspicuas de los bosques tropicales son también eminentemente frugívoras. Esto es consecuencia de que entre el 50% y 80% de los árboles de la selva amazónica producen frutas como mecanismo de propagación. Además de su probada abundancia, factores adicionales como la disponibilidad y diversidad de los frutos silvestres determinarán que sea posible hallar frutas en cualquier estación o época del año.
Cuando el Gallito de las Rocas come fruta, se traga enteras muchas de las semillas y la mayor parte de éstas queda intacta al pasar a través de su sistema digestivo. Entonces, muchas semillas quedan en condiciones de germinar cuando el Gallito defeca o las regurgita a distancias considerables. De esta forma, el Gallito de las Rocas desempeña un papel importante en la dispersión de semillas de muchas especies diferentes de los árboles tropicales. (AF)


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