lunes, 2 de noviembre de 2015

Y la ciudad de los Artistas?



El proyecto de una ciudad de los artistas o para los artistas de Ciudad Bolívar, se inició en el año 2000 a raíz de la muerte del pintor José Martínez Barrios y comenzó a materializarse  cuatro años después gracias al afán de Gustavo Basanta, fallecido recientemente y quien propuso la solución con  una cooperativa.
         Luego de la muerte repentina del pintor onírico Martínez Barrios  se registraron manifestaciones frente a su casa que había sido saqueada e invadida y cuyos terrenos la municipalidad había vendidos a un particular.  La idea de la manifestación era que la Municipalidad revocase la venta y permitiera la construcción de la Casa del Artista
         La idea de la Casa del Artista se amplió con una urbanización similar a la que entonces propugnaba el gremio de periodista que Basanta postuló con el ambicioso nombre de la “Ciudad de los Artistas” .
         La primera fase de la Ciudad de los Artistas fue aprobada en agosto de 2004  por la Superintendencia Nacional de Cooperativa, organismo del Estado  que estudió y aprobó la factibilidad del proyecto,  Así comenzó lo que los propios interesados asumieron como la primera fase del llamado proyecto de cooperativa que consistía en la construcción de 120 viviendas productivas para el sector cultural.
         La  cooperativa estaba formada por artistas, pintores, teatreros, músicos, promotores culturales y docentes, quienes escogieron formalmente su directiva en una asamblea para echar a andar el proyecto a desarrollar en un conjunto de parcelas adjudicadas con ese fin por la Municipalidad en el sector de Marhuanta, entrada de Ciudad Bolívar por la autopista.
En esa ocasión Basanta explicó que para la realización de este proyecto, se estaba creando un capital social a través de un fideicomiso y de esta manera dividir el aporte conforme a la formalización de las viviendas y el funcionamiento de la cooperativa.
Este conjunto habitacional se diseñaba de acuerdo a la situación en  que se encontraban los miembros de la cultura artística en su mayoría  viviendo con sus padres o en espacios alquilados.
Basanta resaltó que "el artista de la ciudad es el trabajador que está más desasistido en cuestión de beneficios sociales, además de carecer de un espacio donde producir. El proyecto, por lo tanto,  abarcaba no sólo el plan de vivienda, sino espacios donde pueda ser promovida la cultura, como salas de exposiciones y teatro.
Pero qué ocurrió con ese proyecto que muchos vieron  optimistamente y otros con cierto escepticismo?  Pues que no materializó tal como originalmente se concibió.  Quizá la muerte de Gustavo Basanta, quien era actor de teatro, enervó la aspiración.  Las parcelas fueron adjudicadas.  Algunos artistas construyeron y otros se quedaron en el aparato, vendieron o traspasaron sus bienhechurías.
No faltaron quienes criticaron de hiperbólico el nombre pues una “ciudad de los artistas” no existe en el planeta y además  es excluyente.  Sonaba así como a gueto judío.  En todo caso, una urbanización preferente para los artistas y que a través del tiempo nunca lo será porque los artistas siempre  mudan a su familia que no lo son y en cuanto a sus heredemos no todos serán artistas.  Esto es válido para cualquier gremio que no quiera integrarse a la sociedad total sino vivir en coto cerrado.
Ni la Casa del Artista en el antiguo predio del pintor  José Martínez Barrios ni la Ciudad de los Artista.  Ambos proyectos al parecer quedaron sepultados con los restos de Gustavo Basanta,


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