jueves, 9 de abril de 2015

La Constituyente de 1999

La Asamblea Nacional Constituyente se instaló el 4 de agosto de 1999, en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, bajo la presidencia de Luis Miquilena, quien en su discurso la declaró soberana y originaria, diciendo que “a pesar de la opinión de las vacas sagradas del derecho no habrá fuerza que cambie su carácter plenipotenciario”. Vicepresidente fue electo el profesor Aristóbulo Istúriz.
Al día siguiente, el Presidente de la República, Hugo Chávez, acudió a la primera sesión de la Asamblea para poner su cargo a la orden y presentar sus propuestas para la nueva Constitución. En esa ocasión, instó a los asambleístas a declarar de inmediato la emergencia de todos los poderes constituidos para intervenirlos y evaluarlos.
Seis días después, el Presidente fue juramentado por el presidente de la Asamblea Constituyente, Luis Miquilena, y pronunció un discurso en el que denunció una campaña salvaje de la prensa internacional contra su gobierno.
La Constituyente desistió declarar el “estado de emergencia” y acordó a cambio decretar las medidas necesarias para reorganizar los órganos del poder público. El propósito, según su argumento, era recuperar el estado de derecho, la estabilidad y el orden necesarios para reconstruir la República en el marco de los valores democráticos.
La mayoría de los miembros de la Corte Suprema de Justicia acordó apoyar la emergencia judicial decretada por la Constituyente y tal acuerdo provocó la renuncia de su presidenta, Cecilia Sosa Gómez, quien declaró que con la sumisión de la Corte a los designios de la Constituyente, desaparecía el último control de la constitucionalidad y legalidad que había en Venezuela por lo que podía concluir en que “La Corte se suicidó para evitar ser asesinada”.
El 17 de noviembre la Asamblea Nacional Constituyente concluyó el debate del proyecto de nueva Constitución, conformada por 350 artículos y 18 disposiciones transitorias.
Contempla disposiciones para ser reformada a través de enmiendas, al igual que la derogada de 1961, por lo que según el vicepresidente de la Asamblea, Isaías Rodríguez se trata de una carta perfectible.
El proyecto final fue entregado el viernes 19 al Consejo Nacional Electoral para ser sometido a consulta electoral el miércoles 15 de diciembre como en efecto ocurrió con una mayoría de votos afirmativos.
El historiador Jorge Olavarría afirmó en la ocasión que “una vez más los asambleístas perdieron el tiempo, ignorando el clamor de sus electores y legislaron para dotar al país de una Constitución, que es quizás la peor de la historia republicana de Venezuela”.
Por su parte Fedecámaras dio un No rotundo a la nueva Constitución. El empresariado rechazó el cariz totalitario del texto afirmando que en el mismo se consagra el estatismo.
El asambleísta Hernán Escarrá, uno de los ideólogos del proceso constituyentista, dijo que la propuesta constitucional aun cuando tiene hermosos y apreciables postulados, presenta incongruencias que deben ser corregidas inmediatamente después de su aprobación.
Convocada la consulta a través de un referéndum, el Sí obtuvo 2.502.458 votos, mientras que por el No se pronunciaron 1.011.976 electores, siendo la abstención de un 54,29 por ciento
El 15 de febrero de 2000, 180º aniversario del Congreso de Angostura, el presidente de la República recién electo, Hugo Chávez Frías, visitó Ciudad Bolívar acompañado de su gabinete para participar en los actos conmemorativos e invocar el espíritu de 1819 en apoyo a su idea de convocar a una Asamblea Constituyente.
El Presidente, dos días después, solicitó poderes especiales por seis meses a fin de poner en vigencia un conjunto de medidas que le permitieran enfrentar un déficit financiero de 9 mil millones de dólares.
Tales poderes traducidos en Ley Habilitante incluían leyes del impuesto sobre la renta, refinanciamiento de la deuda externa y autorización para nuevos endeudamientos externos con emisiones de Bonos. Incluía también un proyecto para la protección de las inversiones nacionales e internacionales que garantizaran la libre convertibilidad de las ganancias.
      

2 comentarios:

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  2. Pues luego de tantos años ya se ha comprobado la inutilidad de aquella chapuza de Constitución, mal redactada y apoyada solamente por un 25% de los votantes.
    Hermann Alvino
    https://vivalapolitica.wordpress.com/

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