sábado, 24 de abril de 2021

LOS TOROS COLEADOS EN CIUDAD BPLÍVAR

Desde el centro del pais nos viene el coleo como disciplina deportiva, especialmente de Aragua, que se tiene como madre de este ejer¬cicio emocionante. De esta región, precisamen¬te, nos viene también la tan popular "coleada aragüeña" que se ejecuta a medio cajón de si¬lla y la cual se le atribuye a Alí Gómez, hijo del dictador más longevo que ha tenido Venezuela. Todo esto y mucho más nos dice el periodis¬ta José Antonio Fernández en su primerísimo libro "Cacho en Manga" con portada del pintor Agustín Palma y prólogo del abogado y colea¬dor Alfredo Natera Febres. El libro, primero que se publica en Venezue¬la sobre el criollo y popular deporte de los toros coleados arraigado no solamente en los llanos sino en todo el país, fue apadrinado en el Club Militar Guayana por los decanos del deporte, Alberto Liccioni, el ex gobernador Horacio Ca¬brera Sifontes y Rafael Pulgar. Cuenta José Antonio Fernández, quien fue corresponsal de "El Nacional", director de "El Bolivarense" y director de Radio Bolívar y dejó la profesión por la ganadería y este ejercicio de fuerza, audacia y destreza, que en Ciudad Bolívar el deporte de los toros coleados se inició a comienzos de siglo en mangas que se improvisaban en el Paseo Orinoco, tal cual co¬mo se cierran y se improvisan hoy las calles y avenidas de las ciudades para hacer toda clase de deporte. Antes el Paseo Orinoco de hoy se llamaba La Alameda y la manga se improvisaba utili¬zando barriles donde venía el cemento inglés importado. Estos recipientes llenos de arena del Orinoco soportaban las defensas de la man¬ga. Buena parte de los espectadores aprecia¬ban el espectáculo vespertino desde balcones y portales de las casas con vista al río. Fernández narra en su libro un hecho com-plementario del espectáculo que conmocionó a la ciudadanía y es que en una tarde domingue¬ra de muchas cintas y flores, un torazo negro cuerniabierto saltó las trancas y durante la persecue4ón se lanzó al Orinoco y a pesar de que salieron tras del animal varias curiaras, no lograron "cabecearlo". El toro atravesó el río favorecido por la corriente has¬ta llegar a La Encaramada más abajo de Sole¬dad. De aquella época o primera etapa del coleo en Guayana, son Alberto Liccioni, quien montaba un caballo zaino de nombre "Buen Mozo" ; el general Anselmo Zapata, Ale¬jandro Machado, Antonio Bello Velásquez, Va¬lentín Carranza y Ramón Sucre, descendiente del Mariscal. Durante la presidencia estatal del general Vicencio Pérez Soto, la manga de coleo se reu¬bicó en el Paseo San Antonio, hoy Paseo More¬no de Mendoza, pero vino otro gobernador y la trasladó para el Paseo El Porvenir. Los gobernadores eran aficionados al coleo hasta el punto de incluirlo en los pro¬gramas oficiales de cada efemérides patria, fiesta patronal o inauguración de obras, pero hubo un prolongado receso hasta 1941 que llegó a esta ciudad el llanero Rafael Pulgar y junto con Antonio Bello Velásquez, Alejandro Alvarez y Horacio Cabrera Sifontes revivieron las tardes de toros coleados en las instalaciones del antiguo hipódromo de Ciudad Bolívar. Des¬de entonces Pulgar recibe el calificativo de maestro, porque prácticamente revolucionó el deporte de la época en la ciudad con sus "tum¬bas" sensacionales y con caballos criollos que competían con árabes o cuartos de milla. Es él quien introduce aquí la "coleada aragüeña" y la coleada en un solo estribo. Se deja a un lado la antigua regla de ir los coleadores en parejas para entrar en grupos de tres o cuatro coleando y recol9ando el ganado. Nace a partir de enton¬ces el "Club de Coleadores de Guayana" que permite competir en otras regiones y hace posi¬ble la construcción de una manga propiamente en regla con palos de dividive y sereiPo traídos de Guasipati, en el sitio donde está hoy el esta¬dio polideportivo Heres. Eran tiempos del gobernador Barceló Vidal y de una nueva genera¬ción de coleadores como Matías Yang, Justi-niano Alvarez, Merizo Palazzi, "El Charro" Olivieri, Pedro Alejandro Vargas y de reinas tan atractivas como Olivia Olivier' y Tibaire Alvarez. El gobernador Sánchez Lanz eliminó la manga de coleo para construir el actual estadio de Ciudad Bolívar y más tarde, en 1959, los ex gobernadores Horacio Cabrera Sifontes y Die¬go Herectia Hernández ejecutaron la actual manga al lado del Parque Exposición del MAC. En 1980, cuando ya los toros coleados han si¬do aceptados por el IND como disciplina depor¬tiva, el club de coleadores de Guayana da paso a la Asociación de Coleo del Estado Bolívar, cu¬yo primer presidente fue José Joaquín Montoya, coleador barinés, que para entonces ejercía aquí la comandancia de policía. En los años subsiguientes fueron presidentes Luis Vicen¬te Guzmán, Héctor Manuel Avila, doctor Ma¬nuel Joaquín Flores, José Antonio Fernández y Héctor Quintana., Para José Antonio Fernández, autor de "Ca¬cho en Manga", la década del 80 ha sido la más brillante de la historia del coleo en Ciudad Bolí¬var porque durante ese lapso la ciudad no sólo fue sede de campeonatos nacionales sino que dio lugar a una generación de coleadores que le dieron vida y emoción al deporte y han hecho flamear los colores guayaneses más allá del Orinoco. La segunda parte del libro está dedicada a versos y corríos sobre tardes de toros coleados. Hay un corrido del mismo José Antonio Fer¬nández dedicado al caballo "Piojoso" que reco¬rrió casi todas las mangas de Venezuela y mu¬rió después de haberse despedido en la Feria del Mar en Puerto La Cruz. (AF).

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