jueves, 15 de abril de 2021

EL CEMENTERIO: MONUMENTO PÚBLICO NACIONAL

En la Oficina Técnica del Casco Histórico de Ciudad Bolívar existía la duda, no sé si todavía persiste de considerar o tener el Cementerio Municipal de la Plaza Centurión corno Monumento Público Nacional. La duda surge por esta forma como fue delimitado el polígono del casco o centro histórico de la ciudad capital: Paseo Orinoco, desde la calle El Pilar hasta la calle Piar. De aquí' la línea avanza delimitando al casco con la esquina de El Sordo, la avenida Cumaná, calle Democracia y calle El Pilar, desde su cruce con la avenida Gáspari hasta cerrar en el Paseo Orinoco. Es decir, la calle El Pilar que pasa por el frente de la fachada del Cementerio pareciera ser el límite del Casco Histórico y no el Cementerio en sí como conjunto. Opino que la Oficina Técnica debe interpretar o acoger al Cementerio como límite en su conjunto porque de hecho es un patrimonio cultural de valor histórico por su antigüedad y material utilizado en su construcción, por los próceres cuyos restos fueron inhumados allí y por el valor artístico de numerosas tumbas donde quedaron sepultadas distinguidas familias de la antigua Angostura. Si persiste la duda y ya es demasiado tiempo para permanecer en ella, el Ejecutivo del Estado o la Asamblea Legislativa debe decretarlo Monumento Público Regional y luego solicitar a la División respectiva del Conac, lo declare Monumento Nacional y al Concejo para que se evite en lo adelante las grotescas intervenciones que vienen desde hace tiempo deformándolo internamente. Para que se le ponga freno a los desmanes por falta de vigilancia, y control, para que se rescaten los valores culturales de numerosos sepulcros, para que se corrijan las directrices, visuales, alineamientos, volumetría (esos nichos hay que demolerlos), la iluminación, señalización, arborización, textura y las sendas o caminerías. Lo insólito es que en ese Cementerio, el principal de la Ciudad, no se lleva registro de, ningún tipo , carece de archivos. En días pasados vino de Mérida el pintor Ornar Granado y me pidió lo acompañara a depositar unas flores en la tumba de su hermano muerto y tardamos casi medio día buscando y fue imposible dar con ella. A Alcaldes y concejales he enterado de la situación, a objeto de que por lo menos se ordene establecer una nomenclatura en el antiguo y venerado camposanto, respaldada por un registro, de manera que sea posible localizar, en el menor tiempo, desde una tumba del siglo pasado hasta la más reciente de nuestros días. Por otra parte, el Registro, con el número, nombre y fecha de nacimiento y muerte de la persona, serviría para en una casilla de observación describir el estado físico de la tumba a objeto de prevenir a los familiares en caso de que la misma haya sufrido algún deterioro. Ahora que está a la vuelta de la esquina elecciones para Alcaldes y Concejales sería bueno que los aspirantes enarbolaran la bandera de elevar el Cementerio, por lo menor, como Monumento Público Regional con todas las implicaciones que amerita. (AF)

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