martes, 13 de abril de 2021

EL PALMAR, UN MUNICIPIO CHINO Y CHIMBO

En estos días me visitó el profesor Israel Rivas Muñoz, ex director del liceo José Eugenio Sánchez Afanador y Cronista Municipal de El Palmar y se quejaba de los legisladoras que en diciembre de 1994 reformaron la Ley de División Político territorial del Estado Bolívar para elevar a El Palmar a la categoría de Municipio autónomo, condición que comenzó a ejercer plenamares a partir de las elecciones de 1998. La sanción de la reforma regocijó mucho a los habitantes de El Palmar en cuanto a elevar la Parroquia- a la jerarquía de Municipio, pero reprochan el que se haya soslayado su nombre original o. toponímico de San Miguel de El Palmar Con el nombre de San Miguel de EI Palmar fue fundado por padres capuchinos en 1746 y ese nombre ha debido o debe perennizarse en la ley respecto a su patrono y a la tradición; sin embargo, he aquí lo que dice el Artículo 13 de la ley reformada "Se crea el nuevo Municipio Padre Pedro Chien cuyos límites son ”los contemplados en el Art. 29 de la presente Ley, y tendrá por Capital la ciudad de El Palmar". Se entiende que el legislador quiso a través de la ley, rendir justo homenaje al sacerdote católico de nacionalidad china, Chien -W. Yuan, quien abortado por la llamada Revolución Cultural China, vino a tener a Guayana por vía diligente de Monseñor Samuel Pinto Gómez, Vicario General de la Arquidiócesis de Ciudad Bolívar, quien lo contactó en uno de sus periódicos viajes por Europa. Es innegable que el sacerdote asiático realizó una estupenda labor pastoral y comunitaria en ese municipio, pero han debido reconocerlo de otra manera. El nombre de una avenida, por ejemplo, una escuela, una biblioteca o una placa incrustada en la propia iglesia. Pero no. Abía que cometer la aberración. A El Palmar se le ha despojado de su nombre primigenio San Miguel de El Palmar. Conducta política aberrante que el mismo sacerdote habría rechazado dada su condición de sacerdote practicante de la humildad y por ser consciente de los valores culturales tradicionales, no lo habría resistido. Pero esto no es solamente el punto sino que el legislador, al redactar el artículo, no tomó en cuenta el nombre legítimo del sacerdote cual es el de Chien W. Yuan, sino el de "Pedro". Esta manía epónima de algunos líderes de partidos políticos subestimando los valores toponímicos, siempre la hemos criticado y denunciado. (AF)

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