miércoles, 7 de septiembre de 2016

Leoni cuando niño sobrevivió a la fiebre amarilla

Resultado de imagen para Infancia de raúl Leoni
En 1908 se registró una epidemia de fiebre amarilla en Upata y de ella no escapó Raúl Leoni, pero no murió, fue salvado por el doctor Eduardo Oxford. Contaba apenas 3 años de edad puesto que había nacido el 26 de abril de 1905.  En 1916, a los once años de edad, ya era un estudiante brillante en el Liceo Guayana, el primer privado fundado en Ciudad Bolívar por Narciso Fragachan.  Sus estudios los completó en Caracas hasta ingresar en la Escuela de Derecho de la UCV donde llegó a ser Presidente de la Federación de Estudiantes de Venezuela en 1928,  momento  glorioso de la juventud venezolana y año en que emergieron los futuros líderes de la democracia venezolana.
         Febrero no sólo está ligado a la juventud por la Batalla de la Victoria sino por la llamada Generación del 28 que despertó a un país aletargado por la mano dura y feudal del dictador Juan Vicente Gómez.
         Ningún ataque de carácter político estaba previsto aquellos días contra el dictador sino simplemente celebrar la Batalla de la Victoria con una semana de festejos a fin de levantar fondos para la fundación de la Casa del Estudiante que llevaría por nombre Casa Andrés Bello, destinada a prestar ayuda, especialmente a estudiantes procedentes de la provincia que no tenían familiares en la capital.
         Raúl Leoni, estudiante del quinto año de derecho, presidía la Federación de Estudiantes de Venezuela, promotora de este evento que se inició con la elección de Beatriz Peña Arreaza como Reina de los Estudiantes y un gran desfile desde la vieja Universidad Central  hasta el Panteón Nacional donde Beatriz depositó flores de Galipán y  Jóvito Villalba que entonces tenía veinte años  se reveló como precoz orador, haciendo desbordar de entusiasmo a la multitud.
         Al siguiente día (7 de febrero de 1928), los estudiantes realizaron un desfile en automóviles por las principales calles caraqueñas cuando repentinamente gritaron los que iban a la cabeza del desfile:  ¡¡¡Sigala y Balaja!!!  Y  corean los demás: ¡¡¡Saca la pata lajá!!!  El grito se repite muchas veces con esta variante:  ¡¡¡Alá y Balaja!!! ¡Saca la pata lajá! ¡Y ajá! ¡Y Ajá! ¡¡¡Saca la pata lajá!!!
         Dice Carlos Emilio Fernández, estudiante testigo de aquellos tiempos- que la extraña consigna que tuvo  su origen en la Escuela de Medicina, pasando luego a los demás estudiantes, salió por primera vez de las aulas universitarias, extendiéndose por toda la ciudad, hasta convertirse en canto de rebelión.
         Esa tarde se oyeron intercalados algunos gritos de ¡Abajo el Bagre! ¡Muera el Bagre!, todo lo cual fue reportado de inmediato a las autoridades por los agentes secretos que vigilaban el desfile.
         En la noche del 8 tiene lugar un recital en el Teatro Rívoli en el que un joven mirandino de veinte años de edad llamado Rómulo Betancourt pronuncia un vibrante discurso de clausura
         El 9 cambian al Rector de la Universidad, luego se producen otros cambios a nivel de la Gobernación.  Raúl Leoni, Presidente de la FEV es llamado por el nuevo Gobernador Rafael María Velasco para que se haga responsable de cualquier manifestación en contra del Gobierno y la Semana del Estudiante termina con la prisión de Pío Tamayo, Jóvito Villalba y Rómulo Betancourt, por sus discursos, y Guillermo Prince Lara por haber destruido la lápida de la tumba de Juancho Gómez,
         La Federación solicitó directamente ante Gómez la libertad de los estudiantes afectados y dado que fue rotundamente negada se tomó la decisión de entregarse en masa como presos  todos los estudiantes, dispuestos a compartir la suerte de sus compañeros en manifestación de protesta y solidaridad.  Al atardecer de ese día de febrero, pasaban de 200 los estudiantes presos en el cuartel de policía y en la madrugada todos ellos fueron sacados en camiones con destino al Castillo de Puerto Cabello. (AF)


No hay comentarios:

Publicar un comentario