jueves, 3 de septiembre de 2015

Ladrones en la catedral

Si bien Jesús cuando agonizaba en la cruz perdonó al ladrón que lo acompañaba y lo llevó al paraíso, no por ello los ladrones van a continuar llevándose lo que pueden de la casa del Señor, en este caso la Catedral de Ciudad Bolívar en la mira de los delincuentes ya por mucho tiempo.
El 21 de abril de 2004, minutos antes de usarlo en la misa, robaron el cáliz de la Catedral Metropolitana de Ciudad Bolívar.
Un cáliz de más de ciento cincuenta años de antigüedad fue sustraído de la catedral minutos antes de iniciar la misa de las 5:30 de la tarde de ese jueves.
Monseñor Samuel Pinto realizaba los preparativos para dar uno de sus servicios religiosos, cuando colocó el cáliz, de fabricación española, en una mesa cercana al altar mayor, minutos después no se encontraba allí. Ni los monaguillos, ni los feligreses notaron quién robó el objeto sagrado, fabricado en plata y cubierto de oro.
Sería Dimas, nadie lo cree, pues murió con Jesús hace más de dos mil años... ¿Quién será? Algún homónimo de tantos que se consiguen en estos días gracias a la impunidad lograda a través de las mafias y corruptelas.
El 31 de mayo de 2012 se repitió la fechoría y no fue un cáliz sino muchos cáliz y otros objetos religiosos. He aquí lo que reseñó la prensa: El padre Ángel Tomedes pidió a los ladrones que devuelvan los 11 cáliz que se llevaron y que datan de los años 1800. “Ciudad Bolívar. Varios delincuentes, hasta ahora no identificados, incursionaron en la Catedral de Ciudad Bolívar, estado Bolívar, y se llevaron una serie de objetos religiosos que representan una joya histórica para este templo. Entre las pérdidas están 11 cáliz que se remontan a los años 1800”, señala la nota publicada en el portal Sucesos de Guayana.
El párroco de la primera iglesia de la ciudad, Ángel Tomedes, señaló que, el hurto debió ocurrir en horas de la madrugada de este jueves, tras violentar una de las puertas de la fachada principal del templo. De esta forma entraron para seguir hacia la sacristía donde destrozaron el acceso a esta parte de la catedral.
En las oficinas administrativas se llevaron todo lo que consideraron de valor, entre esas cosas, 11 cáliz que datan de los años 1800, así como otras piezas de alto valor religioso y que forman pare de la historia regional.
“Mi llamado para quienes hicieron esto, es que por favor devuelvan estos objetos que tiene un alto valor religioso y que son utilizados durante nuestras actividades diarias. Yo creo que no puedes robarte a ti mismo. Estos cáliz y copones sirven a los fieles durante nuestros variados actos religiosos. Espero que quienes entraron devuelvan lo robado, y aquellos que puedan comprarlo piensen primero en lo que están haciendo y el daño que van a causar. La computadora pueden quedárselas pero por favor entreguen los archivos que se encuentran registrados en el disco duro”, pidió el padre Tomedes.
Aseguró que los desconocidos se llevaron el equipo de sonido, el micrófono y una variedad de artículos que se hallaban tanto en la sacristía como en las oficinas administrativas.
Advirtió que el valor monetario de estos objetos es incalculable, por lo que prefería considerar las pérdidas desde el punto de vista histórico y religioso.
“En mis 92 años, jamás había visto que atentaran contra la casa de Dios en esta ciudad”, comentó Anita Rojas, habitante de la calle Concordia, del Casco Histórico, quien no dejaba de expresar su asombro, por lo que no puede más que considerar “un sacrilegio” contra el principal recinto religioso católico.

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