jueves, 13 de octubre de 2016

Bartolomé Tavera Acosta



Bartolomé Tavera Acosta era partidario de Cipriano Castro y éste en agradecimiento lo nombró Gobernador de Río Negro, territorio donde escasamente duraban los gobernadores siempre en conflicto con el Cacique de Isla Ratón.  De suerte que en previsión y velando siempre por su vida, renunció y se vino para Ciudad Bolívar ante de que Gómez le diera el zarpazo a su compadre.  En la capital bolivarense, más reposado, pudo darle rienda suelta a su espíritu inquieto de historiador.  Pero también tuvo a punto de morir ahogado en el Orinoco al naufragar “La Verdad”, vapor conde viajaba siendo Inspector de Aduana.
         De todas maneras tenía que morir aunque nunca creyó que tan joven pues falleció en Maracay a la edad de 44 años  el 8 de febrero de 1931.  Ya se había casado en Ciudad Bolívar con la guayanesa Isabel La Grave (1911).  Aquí en esta ciudad en agosto de 1910, el etnólogo e historiados  regional recibió de la Universidad de Bogotá el grado de doctor en filosofía y letras y el doctorado Honoris Causa del Instituto de Estudios superiores de Roma. Asimismo los premios de  los Juegos Florales de Ciudad Bolívar por sus trabajos de investigación “Las estrellas de la Bandera Nacional” e “Historia de las provincias orientales de Venezuela durante la primera república”.
El escritor carupanero, Bartolomé Tavera Acosta, quien dedicó la mitad de su vida y extraordinaria capacidad de investigador a la Provincia de Guayana,  fue Secretario General de Gobierno, Concejal, Legislador, Inspector  de Aduana y Gobernador del Territorio Federal Amazonas.  Del Estado Aragua fue su  Senador, Secretario General y Gobernador.
         Vida intensa tuvo este polígrafo en Ciudad Bolívar. Vivía en la calle Libertad, frente al edificio de Eugenio Berletta, sede más tarde del Liceo Sucre y después Corresponsalía de El Nacional. Allí, frente a ese edificio donde dio sus primeros pasos la telefonía bolivarense, escribió la mayoría de sus treinta obras, entre ellas “Anales de Guayana” que es la crónica más densa escrita de la región desde la Colonia hasta la Guerra de los Azules.
         El Historiador Ramón Armando Rodríguez, en su “Diccionario Biográfico e Histórico de Venezuela” señala que posiblemente después de Arístides Rojas, ha sido Tavera Acosta, el científico venezolano que ha tratado mayor número de asuntos sobre nuestro país.
         Pascual Venegas Filardo afirma por otra parte, que la obra de Tavera Acosta  es vasta y compleja, comprende temas de historia venezolana, etnología, lingüística, espeleología y geografía. Esta última, sin ser  la más extensa, es no obstante una de las más interesantes por lo que aporta al conocimiento geográfico del Sur de Venezuela.
         Siendo Gobernador del Territorio Federal Amazonas, designado por el Presidente Cipriano Castro, de cuyo nacionalismo era admirador, escribió “Río Negro” que es una monografía de carácter regional y donde se condensa la historia de aquella zona que en un tiempo fue turbulenta por la ambición que despertó en mucha gente la explotación del caucho y las resinas. Bastaría con recordar a Tomás Funes y las peripecias que vivió hasta parar en la Cárcel de Ciudad Bolívar el escritor Rufino Blanco Fombona, quien también fue Gobernador del selvático Territorio cuya capital entonces era San Fernando de Atabapo.
         En el Estado Bolívar sólo un Liceo, el de Upata,  recuerda su nombre, pero al escritor lo recuerdan más los bolivarenses por su libro “Anales de Guayana” que como bien expresó en el prólogo de una reedición el historiador  Manuel Alfredo Rodríguez  “...es el fruto de una larga investigación centrada en los archivos de Ciudad Bolívar y los errores que seguramente tiene son de escasa monta al lado de sus grandes méritos.  De ahí que los Anales sea un libro caro al corazón de los guayaneses”. (AF)
        



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