lunes, 4 de marzo de 2013

El hombre del Yorako


A Carlos (Carlito) Arteaga lo llamaban “El hombre del Yoraco”, pero el verdadero hombre del Yoraco era José Cardozo Nilo que utilizó el nombre del cacique indígena mirandino que significa zorro o diablo para identificar a su negocio de turismo, bar, sellado del 5 y 6 y agencia de periódicos y revistas. De esto último se ocupaba Carlito Arteaga, y fue tan bueno que se hizo acreedor al premio como el más eficiente agente y colaborador durante el año de Press Agencias S: A (PASA) empresa que desde Caracas distribuye periódicos y revistas para toda Venezuela y el exterior, entre ellos el diario El Nacional.
Cuando se lo notificó en una carta que le enviaba José Miguel Otero, hermano del pintor Alejandro Otero, entonces presidente de Press Agencia, Carlito estaba que reventaba de entusiasmo al lado de José Cardozo Nilo, con quien trabajaba asociado en el famoso Yoraco, a donde Jesús Soto con Juvenal Herrera iba a tomar Don Perignon cada vez que llegaba de París.
Carlos Arteaga era un gordo apacible y bonachón que calzaba una piel de 36 años, padre de cuatro hijos, casado diez años antes cuando entró de lleno a trabajar con Press Agencia. Para entonces era topógrafo y abandonó la profesión porque José Cardozo Nilo, flamante agente del turismo en Guayana, lo entusiasmó con buena perspectiva en este ramo de la circulación de periódicos. Se inicio como simple adjunto del negocio.
Esta es una profesión tan honesta y lucrativa como cualquiera otra y en ellas muchas veces he tenido que ser hasta pregonero, decía y recordaba que en 1960 la circulación en la región no llegaba a 700 ejemplares y en menos de un decenio se había incrementado a 5 mil ejemplares diarios.
El inconveniente era la irregularidad del trasporte aéreo. Luego que se suprimió este servicio y se organizó el transporte por tierra el negocio de la distribución y venta de los periódicos cambió favorablemente. En el espacio de dos meses en la Zona del Hierro, por ejemplo, la circulación se incrementó en 500 ejemplares.
A las 8:00 de la mañana, a más tardar, el periódico estaba totalmente distribuido entre más de 46 puestos estratégicos de venta en la ciudad, y unas 300 residencias y oficinas que mantenían suscripciones permanentes.
Días desalentadores para Carlito Arteaga resultaban los feriados o los de la estación lluviosa, pues los periódicos llegaban tarde y por ello casi seguro que la circulación bajaba.
Los días sábados la venta del periódico subía debido al Suplemento Hípico. También ocurría lo mismo en los días domingos por el “gancho” del suplemento de Arte, cuentos para los niños y amenidades. Las noticias desplegadas de un suceso como el terremoto de Caracas, el caso Biaggi, desbordamiento del Neverí, la caída de Pérez Jiménez o el viaje a la Luna llegaron a triplicar por varios días la venta de El Nacional.
Carlos Arteaga, además de la distribución de la prensa atendía otros negocios como el tan frecuentado bar El Yoraco. Era evidente su gran voluntad y capacidad de trabajo. Su esposa, doña Carmen, no se lo reprochaba. Lo que más le inquietaba a ella era la simpatía que Carlito manifestaba por Acción Democrática y a raíz de la última escisión quedó ubicado en la corriente del maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa. El difunto Jorge Martínez, fundador de AD, cuando visitaba la barra del Yoraco, le preguntaba: ¿Con quién estás, Carlito? Y el gordo le contestaba: “Yo soy “pasista”, don Jorge” ¿Quieres decir “pasista” por Paz Galarraga? No don Jorge… Yo soy pasista de PASA (Press Agencias S. A).

domingo, 3 de marzo de 2013

Tópicos y semblanzas / Comentarios XVIII



Apreciado Américo: de tu crónica dominguera del 14-02-2013, acerca de los obispos nacidos en Guayana, ha aparecido el siguiente comentario, proveniente del amigo Aníbal Vargas, nacido en Ciudad Bolívar, de la populosa barriada de La Sabanita y acucioso practicante del catolicismo y trabajador jubilado de CVG-Ferrominera Orinoco y quien me acota que hay un tercer obispo guayanés. Se trata de Monseñor Ramón Ortega Herrera, actual Obispo de Barcelona y próximo a pasar a retiro por razones de edad. Según Vargas, este prelado nació en la capital angostureña y para más señas, también en La Sabanita. Tú sabrás valorar este dato y actuar en consecuencia.
En otro sentido, ya de mi parte, recuerdo que Monseñor Ramón I. Lizardi, cuando era párroco de la iglesia de Santa Teresa en Caracas, se hizo famoso realizando el Sermón de las Siete Palabras, los Viernes Santos, el cual era transmitido por cadena de radio para todo el país, sirviendo como emisora matriz, bien Radio Continente o Radio Rumbos y sus respectivas emisoras afiliadas. Un abrazo de Miles Useche.
Aclaratoria: Monseñor Ortega es nativo de la población de Salom, estado Yaracuy (16 de julio de 1938). Monseñor César Ramón Ortega Herrera se desempeñó como sacerdote de Ciudad Bolívar desde 1963 y durante 20 años que duró su gestión, ocupó importantes cargos pastorales, docentes, fue canónigo doctoral de la Catedral bolivarense y a lo largo de nueve años Vicario General de la Arquidiócesis de Ciudad Bolívar hasta 1983 cuando fue destinado a regir la Diócesis de Margarita.
Carlos Eduardo Allembert R. Y qué hay de la otra versión donde se atribuye la paternidad de Piar a un tal conde de Braganza y la maternidad a una dama de la alta sociedad de la época, de apellido Aristeguieta, emparentada con Bolívar y que posteriormente, una vez nacido Piar, fue dado en adopción a una familia en Curazao?
Respuesta: Piar nació en la ciudad de Willemstad y recibió las aguas lustrales con el nombre de Manuel María Francisco, hijo de María Isabel Gómez y de Fernando Piar Lottyn de ascendencia italiana. Manuel por su abuelo materno, María por su madre y Francisco por haber nacido (probablemente) el 2 de abril, día de San Francisco de Paula. El bautizo tuvo lugar el 28 de abril de 1774 en la iglesia Santa Ana de Curazao y sirvieron de padrinos el reverendo padre Juan Antonio de Aquino y Juana Paulina Gómez. El acta o fe de bautismo, escrita en latín, y la cual se halla en el Archivo Nacional de Holanda, en los libros de bautismos referentes a Curazao, Aruba y Bonaire, año 1774, fue hallada por el padre franciscano holandés William Brada. Lo que tú señalas es posiblemente una especulación que llegó a tomar fuerza y visos de verdad, aún sin soporte documental, en 1874, cuando la demolición de los conventos de Caracas. Entonces se dijo que en los archivos de las monjas de la Concepción se había hallado la partida de nacimiento de Piar. Historiógrafos y otros escritores, entre ellos, el prelado José María Arroyo y Niño, Pesquera Vallenilla, Vergara y Velasco, Julio Calcaño, Laureano Villanueva, Ángel Núñez y Lino Duarte Level (éste sostenía que Piar era hijo de Marcos Roivas, el padre de José Félix Rivas) se ocuparon del asunto del que después se hizo eco de manera apasionada, Bartolomé Tavera Acosta, en sus Anales de Guayana. Lo más curioso es que esta partida de nacimiento, al igual que el documento del árbol genealógico, nunca apareció ni nadie dijo haberlo visto.
José Luis Cestari ha dejado un nuevo comentario en su entrada “La Radio en el 59”: Sí, así fue, Américo. Esas dos emisoras le dieron siempre todo el apoyo a las iniciativas musicales de la familia Cestari. Buena época!
Alexander Mansutti
@alexmansutti: Expresión legítima del movimiento hippie Fundación de El Paují.

sábado, 2 de marzo de 2013

“Burro Negro”

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Burro Negro no era propiamente un asno de ese color sino todo un sólido Cañón de la época en que Angostura era colonia hispana. Entre los muchos dejados por los realistas, enterrados unos, de exhibición y piezas de museos otros y uno que otro como soporte de astas de banderas, sobresalía “Burro Negro”, porque a la medianoche de diciembre el encendido de su pólvora atascada con arcilla, estremecía a la ciudad, bien desde lo alto del Cerro del Zamuro o desde la explanada de la Plaza Centurión.
Si este tipo de Cañón lo inventó un monje alemán llamado Berthold Schawarz en el siglo XIV, seguramente no fue para matar cristianos, sino para espantar a los malos espíritus y de allí que este Burro Negro, después de la colonia se le haya dado este destino en el preciso instante en que se desea dejar atrás todo lo malo para aspirar a algo mejor.
De manera que el 31 de diciembre los soldados del batallón de turno, “Rivas”, “Urdaneta” o “Cajigal” montaban a “Burro Negro” sobre la cureña y lo ponían a rodar hasta el sitio escogido para el cañonazo de año nuevo. Pero el 31 de diciembre, luego de ser cargado por la boca con pólvora y arcilla de la gruesa, estalló en pedazos cuando hombres del Batallón Cajigal hicieron ignición para anunciar la llegada del Año 1968.
La explicación que desde el hoy Fuerte Cayaurima se dio después, decía que el vetusto artefacto de la colonia estaba demasiado poroso y no aguantó el impacto de la carga al ser disparada.
Debido a que la explanada de la Plaza Centurión quedaba muy próxima al Cementerio, varias tumbas, al igual que el techo de algunas viviendas, resultaron dañadas con los pedazos de hierro lanzados por la onda explosiva. Afortunadamente no hubo daños personales que lamentar, pero los citadinos aún añoran en diciembre el cañonazo de año nuevo sustituido por el Himno Nacional a través de los medios radioeléctricos.    
En ese tiempo eran conocidos en Venezuela dos “Burro Negro”, el de Ciudad Bolívar y el de Maracaibo, sólo que el de Maracaibo nada tenía que ver con la pólvora sino con el agua de un embalse y un parque recreacional que así se llama, provisto de una fauna prodigiosa. Lo curioso de ambas realidades es que el verdadero burro o asno no viven ni ha vivido en ningún lado sino por connotación, suponemos, pues es lógico que un paisaje como el marabino con ese nombre haya sido habitad de algún burro negro, por excepción, claro, porque los burros generalmente son grises y en cuanto al cañón bolivarense montado sobre una cureña, ha podido adquirir el apelativo por su propio color natural añadido a que, como el burro, tenía que soportar una carga para ser útil.
El embalse Burro Negro es una de las principales fuentes de abastecimiento de agua del estado Zulia, junto a Tulé, Manuelote y Machango, los cuales poseen una capacidad conjunta de 704.080 millones de metros cúbicos de agua.
Burro Negro fue construido durante los años 1958-1960 y es uno de los reservorios de agua que abastece a los principales municipios de la Costa Oriental del Lago. Está ubicado a 4 kilómetros de la carretera Lara-Zulia y su capacidad de almacenamiento es de 76 millones de metros cúbicos de agua.
En conclusión dos Burro Negro en los extremo de nuestra geografía, uno ya desaparecido que alimentaba cada año los sueños de una nueva vida y el otro que permanece alimentando la sed de buena parte de los marabinos.

viernes, 1 de marzo de 2013

Cuando el Discado Directo llegó a Ciudad Bolívar

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El domingo 21 de junio de 1971, Ciudad Bolívar quedó incorporada a la red nacional del Discado Directo, pasando a ser la ciudad dieciocho dotada por la Cantv de este importante servicio. Al mismo tiempo fue inaugurado un nuevo edificio de 1.247 metros cuadrados donde fue ubicada la central ARM (Discado Directo) así como la central de teléfono local. La ciudad debutó entonces con el código 085 que mantiene todavía, pero anteponiéndole el dígito 2 al 8.
El presidente de la Cantv, ingeniero Andrés Sucre, para inaugurarla marcó el código del área de Valencia e hizo contacto con el gobernador Lisandro Estupiñán. En el acto estuvo presente el gobernador del estado, arquitecto Manuel Garrido Mendoza, quien seguidamente hizo uso de la misma comunicación.
Las instalaciones, incluyendo el edificio de la central ARM, costaron once y medio millones de bolívares y constaba de 132 canales que fueron ampliados a 200 en el mes de diciembre del año siguiente. Desde entonces, como el resto de Venezuela, los bolivarenses no han dejado de beneficiarse con los avances de este servicio tan útil para el progreso de los pueblos.
Los bolivarenses desde entonces muy contentos porque sus llamadas de larga distancia, local, regional o internacional no requerían de un intermediario, es decir, de un operador telefónico. Ahora podía discar o marcar directamente el número con sus códigos correspondientes para comunicarse.
El Discado Directo llegaba a Ciudad Bolívar veinte años después de haberse ensayado el servicio en Nueva Jersey, de los Estados Unidos, pero llegó a buen tiempo cuando comenzaba a masificarse en el resto del mundo.
Desde el teléfono magnético de Alexander Graham Bell en 1875, las vías de transmisión han venido evolucionando, vertiginosamente durante los últimos tiempos, pasando por la telefonía de ondas portadoras, cable coaxial, cable submarino, telefonía por microonda, telefonía por satélite, fibras ópticas, video telefónico y telefonía móvil celular.
La integración de los satélites y los equipos terrestres permiten dirigir llamadas entre diferentes continentes con la misma facilidad que entre lugares muy próximos. Gracias a la digitalización de las transmisiones, los satélites de la serie global Intelsat pueden retransmitir simultáneamente hasta 33.000 llamadas, así como diferentes canales de televisión.
Pero si bien es cierto que el Discado Directo llegaba a la capital bolivarense como una novedad, ya la telefonía celular era un proyecto en camino que comenzaba a tomar cuerpo. El teléfono celular móvil, dispositivo electrónico para telecomunicaciones personales con red inalámbrica se estaba ensayando exitosamente en Eurasia.
Hoy en día el teléfono celular móvil es una realidad contundente, avasallante, impresionante. Raro quien no posea ese diminuto y tan útil artefacto que no se limita para trasmitir y recibir mensajes oral o escrito, sino cuya funcionalidad va mucho más allá, abarcando la fotografía, la agenda electrónica, reloj despertador, calculadora, grabadora, reproductor multimedia y multitud de tareas. A este tipo de evolución del teléfono móvil se le conoce como teléfono inteligente.
Tres años después de haber llegado el Discado Directo a Ciudad Bolívar, se estableció en el mundo la primera red comercial automática, la NTT de Japón en 1974, seguida por la NMT, que funcionaba simultáneamente en Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia en 1981 usando teléfonos de Ericsson y Mobira, el ancestro de Nokia. Arabia Saudita también usaba la NMT y la puso en operación un mes antes que los países nórdicos. El primer antecedente respecto al teléfono móvil en Estados Unidos es de la compañía Motorola, diseñado por el ingeniero Rudy Krolopp en 1983. El modelo pesaba poco menos de un kilo y tenía un valor de casi 4.000 dólares estadounidenses.

jueves, 28 de febrero de 2013

Bolívar Campeón de Esgrima


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En 1966, el estado Bolívar que apenas daba pinitos en este difícil deporte de la esgrima o deporte de los caballeros, nos trajo, en su primera incursión, un campeón nacional en la categoría infantil. Y no fue todo: también logró un segundo lugar en primera categoría de florete.
David Montes, de doce años, hijo del cardiólogo Oscar Montes y la doctora Ruth de Montes, participó en el IV campeonato nacional de esgrima que se efectuó en el Liceo Herreras de Caracas. En el campeonato compitieron Distrito Federal, Lara, Miranda, Carabobo y Bolívar, en todas las categorías. David iba en el grupo que integraban, además de él, su hermano menor, Alfonso Montes, Jesús Gruber, Ricardo Vitanza y el delegado José Luis Pérez.
Según las informaciones suministradas por Jesús Gruber, los hermanos David y Alfonso compitieron con adversarios de mucha más experiencia como Sequera, de Miranda, campeón infantil que quedó en el segundo lugar. David lo superó en brillante performance obteniendo el titulo que ostentaba, mientras que Alfonso pasó a un cuarto lugar en la misma categoría infantil.
David, de hecho, pasó a la categoría juvenil y quedó Alfonso en la infantil con posibilidades de ganar el campeonato del 67.
Jesús Gruber, entonces alma de la esgrima en Bolívar y quien vertía sus conocimientos y experiencias en los muchachos aficionados, compitió con florete en la categoría de adulto y obtuvo el segundo lugar.
Era la primera vez que Bolívar asistía a un campeonato de esgrima y la primera vez también que obtenía un título de esa categoría.
Todo se lo debía el deporte bolivarense a Jesús Gruber, quien desde hacía cuatro meses se había venido de Caracas y se empeñaba en implantar este deporte en el ambiente guayanés. En eso fue constante y contribuyó a formar tres clubes de esgrima: la Cancha, IND y el del Instituto de Comercio Dalla Costa.
El triunfo de Bolívar en el IV Campeonato Nacional de Esgrima celebrado en Caracas fue recibido y saludado con júbilo en los medios deportivos de Ciudad Bolívar. Sobremanera impresionó el triunfo de David, quien cursaba el segundo año de bachillerato y dado calabazas a la natación, su primera gran afición, para iniciarse con paso firme, a buena edad y excelentes facultades en el nobilísimo deporte de la esgrima. (En la gráfica los hermanos Montes, Jesús Gruber y en el centro la colega periodista Gladis Figarella Baloa).
De esta camada de esgrimistas de 1966 surgió Ricardo Vitanza, quien fue tres veces campeón y 9 subcampeón nacional individual. Campeón bolivariano y centro americano y Juez Internacional Triple “B”.
Hechura de Vitanza mientras fue entrenador oficial de esgrima del IND fue David Ortega, quien se tituló campeón nacional juvenil en espada en 1987 y José Felipe Montoro, doble campeón suramericano.
En el Campeonato Nacional de Esgrima celebrado en Ciudad Bolívar entre el 14 y el 19 de junio de 1988 destacó Mariela Cabrera al titularse subcampeona nacional en espada. Ella venía de ganar bronce en la individual infantil superior.
La iniciativa, esfuerzo y perseverancia en el campo de la esgrima que se fue dando en Ciudad Bolívar a partir de 1959 con el Maestro Farina, profesor de matemáticas de la UDO, graduado Maestro de Armas en Italia, y en 1965 con Jesús Gruber en el Club de Comercio y más tarde con el arquitecto Ricardo Vitanza, ya con Gimnasio especializado, debió coronar en las Olimpiadas de Londres 1912 con Rubén Limardo, quien se tituló campeón olímpico de la espada y le dio a Venezuela la segunda medalla de oro en su historia en Juegos Olímpicos internacionales.

miércoles, 27 de febrero de 2013

El barrio La Sabanita


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“La Sabanita”, el barrio más populoso de la capital bolivarense, tanto que ya sus habitantes aspiran segregarse de Ciudad Bolívar de la que ahora permanece separada por el San Rafael, otrora río, ahora riachuelo, que tiene como cauce El Parque Los Farallones.
A la vez “La Sabanita” está separada de la Urbanización “El Perú” por el río Buena Vista, por todo lo cual el barrio ofrece la configuración de una cuchilla geográfica que se desprende de la vía Perimetral hasta la Plaza “Las Banderas”.
Un polígono muy enrevesado y accidentado al cual se le estima, más o menos, 8 kilómetros cuadrados y una población superior a los 70 mil habitantes, conforman la parroquia La Sabanita. Sus moradores, entre ellos, el gran propulsor de esa aspiración, ya fallecido, Víctor Abad Martínez, (en la foto), consideran que el sector califica para transformar su actual jurisdicción de parroquia en municipio autónomo con alcalde, Concejo Municipal y demás yerbas. Se llamaría Municipio “Jesús Soto”.
“La Sabanita” ya no es un barrio propiamente dicho, sino una extensión urbana importante de Ciudad Bolívar, de origen poblacional rural que comenzó a tomar cuerpo y auge a partir de 1968 cuando se construyó en el sector de Los Aceititos la primera Urbanización con el nombre del médico y poeta José Agosto Méndez.
En sí, “La Sabanita” es un complejo de barrios que se ha venido conformando a partir de casas de campo desde comienzos del siglo veinte con la propia Sabanita, La Campiña, Los Aceiticos, I y II, la Urbanización Agosto Méndez, Las Piedritas, Llano Alto, Antonio José Grimaldi, Urbanización de Los Policías, La Lucha, Jerusalén y Brisas del Este.
Guillermo Lange, presidente de La Electricidad, tenía allí una casa de campo. Igualmente el comerciante Virgilio Casalta (sector de la UDO) y para poder vadear el río San Rafael improvisaron un puente con sacos llenos de piedras donde venía el carbón antracita de la planta, hasta 1909 que construyeron un Puente de Hierro (Puente Lange) y en 1915 el Puente Gómez.
Los Aceititos fue el primer sector de La Sabanita en ser urbanizado (1968) (Urbanización Agosto Méndez”) gracias al Instituto de la Vivienda Guayanesa, empresa municipal curiosamente envuelta en un conflicto judicial incoado desde el estado Zulia.
El Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil del Zulia decretó medida de embargo contra el Concejo Municipal de Ciudad Bolívar a causa de la negativa del Ivigua a pagar la cantidad de 306 mil bolívares que mediante créditos cedidos por la Compañía Módulos del Zulia debía hacer efectivo la empresa Aluminiun Industrial Plant de Venezuela.
“Ivigua”, había encomendado a la empresa constructora “Manseca” la construcción de 200 casas en el sector Los Aceititos y como fruto de esos trabajos “Manseca” recibió créditos que los cedió a “Módulos del Zulia” y ésta, a la vez los traspasó a la “Aluminiun Industrial Plant de Venezuela” por concepto de otras transacciones.
La Municipalidad al parecer estaba en conocimiento de esas transacciones, pero cuando Aluminiun Industrial fue a hacer efectiva la cesión de créditos por 306 mil bolívares, el presidente del Ivigua para entonces, concejal Noel Valery, informó que ya había sido cancelado a Arístides Casas Armengol, Presidente de Módulos del Zulia. Situación ésta que obligó a la empresa Aluminiun a intentar juicio de embargo por medio millón de bolívares contra Ivigua.
El caso procesado por el juez Penal, doctor Manuel Antonio Cárdenas, terminó en un auto de detención contra Arístides Casas Amengol, quien fue trasladado del Zulia a la Cárcel Pública de Ciudad Bolívar, acusado por Ivigua de haber cometido delito de estafa.

martes, 26 de febrero de 2013

En 1968 Arrioja el Mejor atleta de Bolívar

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José Rafael Arrioja, estudiante de bachillerato, sobresaliente en cuatro deportes y de una conducta modelo, fue designado el 18 de junio de 1968, “Mejor atleta del estado Bolívar”, por un jurado especial. Su actuación dentro del deporte juvenil fue calificada entonces de “suficiente” y con méritos para ser postulado en un certamen nacional promovido por el diario “El Nacional” de Caracas con motivo de su décimo quinto aniversario.
El jurado especial, integrado por el director de Deportes, César Gil Páez; el representante de las Asociaciones Deportivas, Héctor Cristofini y el cronista deportivo Tomás León Rengel (en la foto), discutió los méritos de nueve atletas destacados en el Estado en distintas disciplinas deportivas, y eligió a José Rafael Arrioja, quien llevaba -a pesar de su mocedad y condición humilde- una carrera ascendente en el atletismo, béisbol, voleibol y básquetbol.
Los nombres considerados por el jurado en su escogencia fueron los de Irama González, basquetbolista juvenil, campeona nacional; Jesús Torres, campeón nacional de boxeo en la categoría mínima; Rubén Herrera, siete veces campeón nacional y una vez campeón bolivariano en lucha olímpica: Orlando Miranda, ganador de la triple corona en el estadal doble “A” de 1967; Julio Odremán, campeón anotador en el nacional de fútbol celebrado en Guanare; Manuel J. Rodríguez, campeón de Tiro; José A. García, campeón de Bolas Criollas y Miguel Flores, campeón de ciclismo.
José Rafael Arrioja, 18 años de edad y habitante del barrio “La Mariquita”, a quien los fanáticos reconocen como el “Hueso Arrioja” por su extraordinario parecido con el excelente pelotero Alfredo “Hueso” Bolívar, pertenece a una familia de obreros con doce hijos, todos deportistas.
Deportista desde niño, tuvo su primer compromiso serio a la edad de nueve años como pitcher y short stop en el equipo infantil “Ecos del Orinoco”, escogido al final para formar parte de la selección nacional.
Eran los años en que Ciudad Bolívar tenía renombre nacional a través de sus deportistas como las espigadas Jeanette Grüber Soto, Dillis Solís y Yadira Lainette integrantes del combinado de voleibol femenino que representó a Venezuela en los Juegos Centroamericanos de Panamá, un equipo diferente al que compitió en el Suramericano realizado en Caracas.
Bolívar fue uno de los principales colaboradores con el envío de estas tres voleibolistas de elevada estatura. Sangre guayanesa, sangre joven, estatura y condiciones. Tres rematadoras de respeto fue el trío de jugadoras aportadas por el voleibol del estado Bolívar. Dillis Solís entonces tenía 19 años. Cinco años como jugadora. Era la más espigada del grupo, con 1,80 de estatura. Estudiaba Bachillerato Comercial. Aparte del voleibol, Dillis practicaba el tenis de mesa.
Yadira Lainette, tenía entonces 18 años, 1,75 y con cuatro temporadas como voleibolista. También practicaba el basquetbol y el softbol.
Jeanette Grüber Soto, 17 años, estudiante de bachillerato, 1.75 de estatura. Practicaba además la natación y softbol.
Pero lo más sobresaliente era el béisbol amateur. Todos los años se jugaba en el estado Bolívar el Campeonato Doble A con equipos de Upata, Puerto Ordaz, Ciudad Piar y Ciudad Bolívar que siempre concurría con dos novenas: Gobernación y la zona MOP que llegó a titularse campeón cinco veces bajo la dirección de José Ollarves y el pitcher estrella Jesús Aular.
Sede del XVIII Campeonato Nacional de Béisbol Aficionado en septiembre de 1969, fue Ciudad Bolívar, el primero realizado y en el que participaron 15 equipos. El campeonato nacional anterior se había celebrado en Maracaibo. En este estado sólo se habían jugado hasta la fecha los nacionales juvenil e infantil. Concurrieron al evento nacional un total de 460 peloteros.