jueves, 21 de mayo de 2015

Los Leones amarrados por los cisneros

En abril de 2001, los Leones del Caracas, uno de los grandes equipos del béisbol profesional venezolano y el de mayores lauros, pasó a propiedad del Grupo Empresarial Cisneros que lo adquirió de las familias Prieto y Morales, fundadores y dueños de la popular novena desde 1952.
Pero no es en 1952 sino el 22 de octubre de 1941 cuando prácticamente comienza la historia de este equipo enraizado en el alma deportiva de los venezolanos, pues la victoria de la selección nacional que ese día derrotó a Cuba 3 a 1 para proclamarse campeón en la IV Serie Mundial de Béisbol Amateur, celebrada en La Habana, Cuba, fue como el germen que dio origen a lo que es hoy los Leones del Caracas.
Despertó la victoria tanto entusiasmo que llevó al entonces muy conocido promotor deportivo, Jesús Corao, a plantearle a los dueños de la Cervecería Caracas adquirir el estadio San Agustín y fundar un equipo de primera. La compra por 800 mil bolívares se materializó cuatro meses después y el estadio San Agustín pasó a llamarse Estadio Cerveza Caracas.
En esa época, Corao, con el patrocinio de la Cervecería de Maiquetía, filial de la Caracas y de la cual era ejecutivo, competía con el equipo Princesa en la pelota guaireña de segunda categoría. Princesa era marca consentida de la mencionada empresa al igual que las cervezas Victoria y Caribita que por cierto se vendían mucho en Guayana.
Casi inmediatamente después del Mundial de 1941, Corao contrató a varios de los jugadores del equipo campeón como peloteros del Princesa y concreta con la Cervecería Caracas, específicamente con el accionista mayoritario, Tovar Lange, constituir un equipo de béisbol en primera división y para ello transformaron a la poderosa divisa del Princesa en un trabuco con el mejor talento criollo del país, pero bajo un nuevo nombre: Cervecería Caracas Base Ball Club.
El domingo 10 de mayo, hizo su estreno el equipo Cervecería Caracas en el campeonato nacional de segunda división. Esa mañana vencieron 7 a 3 en el parque de San Agustín a Los Criollos de Puerto Cabello. El “Dumbo” Fernández se erigió en el héroe del partido al lanzar completo, dejando a los carabobeños en apenas seis inatrapables. Comenzó así la historia de la más exitosa franquicia del béisbol venezolano.
Entre los jugadores que formaron parte de los inicios del Cervecería Caracas se encontraban: José Antonio Casanova, “Dumbo” Fernández, Luis Romero Petit, José Pérez Colmenares, Juan Francisco “Gatico” Hernández, Félix “Tirahuequito” Machado, Guillermo Vento, José “Perico” García, Víctor León y Amador Rodríguez. El mánager era Manuel “Chivo” Capote, mientras Jesús Corao, el coach.
El domingo 31 de octubre de 1942, Cervecería Caracas y Magallanes se enfrentaron por primera vez en la historia. Ese partido amistoso tuvo como atractivo el duelo entre el caraquista Alejandro “Patón” Carrasquel y el magallanero Vidal López, quien se llevó la victoria 4-0 tras una excelente labor en la que apenas toleró cinco hits. Nadie imaginó que con ese juego estaba naciendo la más grande rivalidad que conozca deporte alguno en Venezuela. Dos meses más tarde, en plenos preparativos para el inicio de la temporada 1942-43, Corao logró arrebatarle a los bucaneros a su lanzador estrella, el barloventeño Vidal López, quien se convertiría en el motor que condujo a la divisa cervecera a la conquista de su primer gallardete en la pelota de primera división.
El 27 de diciembre de 1942, Cervecería Caracas y Magallanes chocaron por primera vez en un partido de campeonato. Vidal López, ahora con el flamante uniforme del Caracas y en rol de pitcher y cuarto bate le metió nueve ceros a sus ex compañeros.

miércoles, 20 de mayo de 2015

El secuestro de Fady Zaghab

El lunes 11 de marzo de 2001 familiares del joven Fady Zaghab pagaron 250 millones de bolívares por el rescate del comerciante, siendo esta la suma que finalmente establecieron los secuestradores para la liberación del joven.
Fady Zaghab fue plagiado por dos desconocidos quienes haciéndose pasar por clientes llegaron al comercial Fady, ubicado en el centro de San Félix. Desenfundando armas de fuego el comerciante fue sometido y trasladado en una camioneta Silverado de su propiedad.
Presuntamente, los autores materiales de este plagio guardaban estrecha relación con los artífices de secuestros anteriores, siendo el Tony Issa el más reciente de ellos.
En 2001 el estado Bolívar ocupaba el tercer lugar en “calidad” de secuestros, de acuerdo a un estudio elaborado por organismos de seguridad. La medición no se refiere a cantidad sino a la planificación de los plagios y al volumen del dinero obtenido por el hampa. La frecuencia con que ocurre este delito, hasta hace poco prácticamente desconocido en nuestra región, la impunidad con que actúan las bandas de secuestradores ante la indiferencia de las autoridades, atenta directamente contra la estabilidad del país, desanima y aleja a los potenciales inversionistas, a quienes mantienen empresas y con el tiempo, agravar las dificultades económicas y el desempleo, a menos que las autoridades le salgan al paso y lo ataquen con fuerza.
En marzo de este año (2015), el Ministerio Público logró privativa de libertad para ocho funcionarios de la Policía del estado Bolívar, por su presunta responsabilidad en el secuestro breve de un comerciante de nacionalidad brasilera, ocurrido el 9 de octubre de 2014 en Tumeremo, municipio Sifontes.
El fiscal 5° del segundo circuito de la referida jurisdicción, Marcos Hernández, imputó al supervisor agregado de la Policía de Bolívar, Juan Calatrava (40); los oficiales jefes Jhony Tomás Serrano (36) y Leonel Parra Ramírez (33); y el oficial agregado José Farías Muñoz (50), por la presunta comisión de los delitos de secuestro breve agravado y uso de arma orgánica. Reseña nota de prensa emitida por el organismo.
Igualmente, fueron imputados por los citados actos delictivos los oficiales Benjamín Messi Grasée (29), Elvis Pereira Casaña (28), Gilberto Mollegas Velásquez (29) y Jhosué Torrealba García.
Tales delitos han sido previstos en las leyes Contra el Secuestro y la Extorsión, y para el Desarme y Control de Armas y Municiones, respectivamente.
La audiencia de presentación se llevó a cabo en el Tribunal 3° de Control del estado Bolívar, instancia que, a solicitud del Ministerio Público, acordó la privativa de libertad para los ocho efectivos policiales y fijó como sitio de reclusión la sede del Centro de Coordinación Policial de Vista Hermosa, en Ciudad Bolívar, municipio Heres.
Aproximadamente a las 2:00 de la tarde del 9 de octubre de 2014, este grupo de funcionarios policiales arribó a la residencia de un prestamista y vendedor de prendas de oro, de nacionalidad brasilera, situada en el sector La Chicharra, Tumeremo, municipio Sifontes del estado Bolívar.
Los agentes condujeron al comerciante a la sede policial de la mencionada localidad, donde, a cambio de su libertad, lograron extorsionarlo con el pago de 800 mil bolívares en efectivo que estaban en una caja fuerte y la entrega de un lote de joyas de oro.
A las 6:00 de la tarde del citado día, el brasilero fue liberado, pero el 11 de octubre se decidió a denunciar el secuestro ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
Luego de analizar pesquisas y entrevistas a testigos del hecho, el Ministerio Público solicitó una orden de aprehensión al Tribunal 3º de Control de Bolívar contra los ocho funcionarios policiales involucrados en el secuestro del comerciante, la cual fue ejecutada el pasado 4 de marzo, cuando quedaron detenidos.

martes, 19 de mayo de 2015

La mina de oro Sosa Méndez

En marzo de 2001 se dieron los primeros pasos para reactivar la mina Sosa Méndez, una de las tantas vetas abandonadas desde que el portugués Ayres estuvo por el Yuruari en busca de los tesoros de El Dorado que le fue imposible al caballero inglés Sir Walter Raling y al propio fundador de Santo Tomás de Guayana, Antonio de Berrío, venido antes.
Los primeros pasos lo marcaba el convenio bilateral China-Venezuela que prometía invertir, según estudios preliminares, unos 13 millones de dólares.
Esta mina de la señora Sosa Méndez que ha tenido que ser muy acaudalada y ambiciosa, terminó bajo la administración de la CVG Minerven que veía mejor concederla al poderoso imperio chino para su explotación con recursos técnicos más eficientes que los primitivos.
Esta reactivación que aguardaba ansiosa la población minera desempleada de El Callao, sería el inicio para otros dos acuerdos que proyectaban. La recuperación de las colas auríferas y el aumento de la producción en la mina Caratal. El convenio fue suscrito poco después en la reunión que sostuvieron los mandatarios Jiang Zemin y Hugo Chávez, de China y Venezuela respectivamente.
Consistiría en la reactivación y ampliación de la mina productora de oro Sosa Méndez, que estuvo inactiva por cerca de 46 años. Con los trabajos se pretendía incrementar la actual producción del yacimiento subterráneo e incrementar su vida útil. En la reactivación estaba prevista una generación de 350 empleos.
La empresa asiática involucrada en esta empresa fue identificada como la Shandong Gold Group. La mina Sosa Méndez es un yacimiento que posee reservas de mineral aurífero por el orden de las 912 mil 152 toneladas a un tenor de 10.42 gramos de oro por tonelada. El proyecto que se adelantaba con el grupo chino estimaba contar con una capacidad de extracción de mineral de 500 toneladas diarias.
Sin embargo, en el 2009, fue la decepción. La china Shandong Gold, rescindió el contrato y nuevamente la mina pasó a manos de Minerven por lo que el gobierno reafirmó su decisión de la nacionalización. Tan es así que desde 2003 no se entrega una concesión para explotar oro, salvo la otorgada a la empresa mixta Venrus (asociación de Rusoro con el Ejecutivo). Casi 90% de la producción está en manos del Estado y el resto es pequeña minería, afirma Luis Rojas, presidente de la Cámara Minera de Venezuela.
El Gobierno ha revocado casi todas las concesiones a transnacionales -incluidas las que tenían la canadiense Crystallex para Las Cristinas y la estadounidense Gold Reserve para Brisas del Cuyuní- y ha promovido la pequeña minería.
En su oportunidad el Presidente de la República aseguró que el objetivo de la nacionalización era “tomar la zona del oro para combatir las mafias y el contrabando”. No obstante, el presidente de la Cámara Minera nunca ha estado muy seguro de ello pues el Gobierno está presente en las zonas auríferas con la Fuerza Armada y el Ministerio de Industrias Básicas y Minería” y nada ha cambiado hasta ahora. Hay quienes aseguran que la minería ilícita extrae ocho toneladas de oro al año, la misma cantidad que la legal, lo que supone más de 400 millones de dólares al precio actual.
El dirigente de la Cámara Minera asegura que las regulaciones gubernamentales son las que fomentan la ilegalidad. Las empresas mineras están obligadas a vender la mitad de la producción de oro al Banco Central de Venezuela. La otra mitad puede exportarse, pero las compañías sólo pueden quedarse con un porcentaje de las divisas -para cubrir gastos en el exterior- y deben vender el resto al BCV, también a tasa oficial, según el control de cambio vigente.

viernes, 15 de mayo de 2015

A Juan Liscano le atraía el ocultismo

Al escritor y poeta Juan Liscano, quien dejó amplia huella en el mundo cultural del país, dijo poco antes de morir que le atraía el ocultismo. El intelectual falleció el 7 de febrero de 2001 a la edad de 86 años, puesto que había nacido en Caracas el 7 de julio de 1915.
En una entrevista que le hizo Rafael José Muñoz, autor de Espiritualidad y Literatura, confesó que le atraía el ocultismo, las vías de realización interior espiritual y que nada le aburría tanto como el estructuralismo y el textualismo literarios “desconfío de los santones que profetizan. El ocultismo y el esoterismo, como la magia, persiguen muchas veces un objetivo de poder sobre la naturaleza, y no la revelación de la divinidad”.
La chismografía, decía, constituye, a diversos niveles, la principal actividad de los venezolanos. “He perdido mucho tiempo en actuaciones públicas sin importancia. No dediqué mi entera energía a la realización literaria ni a la espiritual”.
Liscano realizó sus primeros estudios en su ciudad natal y completó su formación académica en Francia, Bélgica y Suiza. De vuelta en 1934 comenzó la carrera de Derecho en la Universidad Central paralelamente con artículos en la revista de la Federación de Estudiantes y en la prensa nacional.
Este hombre de letras fue director de la editorial estatal Monte Ávila, así como de la revista Zona Franca, la cual tuvo 20 años de existencia reflejando el quehacer cultural, y de Mandorla, sello dedicado a recoger textos sobresalientes.
Juan Liscano Velutini fue un gran crítico literario y reconocido como folclorista y columnista. En 1946 fue nombrado director del Servicio de Investigaciones Folklóricas Nacionales y se dedicó junto a los etnomusicólogos Luis Felipe Ramón y Rivera e Isabel Aretz al rescate de las tradiciones culturales del pueblo venezolano.
Organizador del Festival de la Tradición llevado a cabo en el Nuevo Circo de Caracas entre el 17 y 21 de febrero de 1948 en ocasión de la ascensión al poder del escritor Rómulo Gallegos. En ese evento se presentó y dio a conocer por primera vez la Diversión “El Carite” con música del bandolinista Rafael González de la Isla de Coche como parte de la cultura folclórica de Margarita.
Editor de la revista “Araven” de la Ford Motor Company de Venezuela y director del Papel Literario del diario El Nacional.
A raíz del golpe militar contra Gallegos, fue perseguido por la dictadura de Pérez Jiménez y exiliado en 1952 acusado de ser comunista. Retornó en 1958 y volvió a integrarse en los círculos políticos y culturales de izquierda.
Entre las obras literarias de Juan Liscano figuran su opera prima, titulada 8 poemas, Contienda (1942), Humano Destino (1949), Tierra muerta de sed (1954), Nuevo Mundo, Orinoco (1959) Cármenes (1966), Animalancia (1976), El viaje (s. a.), Rayo que al alcanzarme (1978), Myesis (1982), Descripciones (1983), Domicilios (1986) y Vencimiento (1986).
La crítica señala cuatro apartados temáticos en el conjunto de la producción poética de Juan Liscano: el primero, centrado en aspectos íntimos; el segundo, referido al ámbito de lo telúrico de su entorno geopolítico; el tercero, situado en la esfera del erotismo; y el cuarto, ubicado en una búsqueda espiritual interior muy cercana a la experiencia mística.
Como ensayista, se conocen los títulos Rómulo Gallegos y su tiempo (1961) y El horror por la historia (1980). Y en su faceta de crítico literario ha publicado algunos estudios que, desde el momento de su aparición, se consideran indispensables para el seguimiento de la literatura hispanoamericana contemporánea. Tal ocurre con Caminos de la prosa (1953), Espiritualidad y literatura (1976) y Lecturas de poetas y poesía (1985).

jueves, 14 de mayo de 2015

La barcaza Corazón de León



La barcaza “Corazón de León” de los años cincuenta era totalmente de madera y la más grande que navegaba el Orinoco, desde Ciudad Bolívar hasta más allá del Apure.
La construyó en las costas del río Caura, René Vahlis, entonces juez distrital de Sucre con cabecera en Maripa. Se entregó en cuerpo y alma en la construcción de esa nave cuya botadura en el río ocurrió en medio de jolgorio y cohetería con el propio cognomento de Ricardo Primero, Rey de Inglaterra, famoso en la Tercera Cruzada.
La nave con un motor central caterpillar que su armador pidió fiado a la firma comercial de Félix Tomassi, tenía 32 metros de eslora y 12 de manga con una capacidad neta de 120 toneladas.
La había concebido René para el transporte y comercio de ganado y víveres entre los pueblos ribereños que costean al Orinoco hasta San Fernando de Apure, pero la decisión del Gobierno Nacional de instalar una Planta siderúrgica en Matanzas para iniciar la industrialización del yacimiento de hierro que comenzaba a explotar en el Cerro Bolívar la Orinoco Mining Company, le ensanchó la perspectiva del negocio.
Logró un subcontrato con una contratista de la Inocentti para transportar los dos turnos de 600 trabajadores cada uno, desde el puerto de San Félix hasta el atracadero de Matanzas. René cobraba dos bolívares por cada pasajero. Esta actividad fluvial duró seis meses al cabo de los cuales, la planta había normalizado el transporte por tierra a través de autobuses.
Había que retomar el relegado proyecto inicial de los viajes costaneros y así lo hizo, para lo cual y a sugerencia del Capitán de Puerto, René Vahlis debió asistir a la Escuela Náutica de Macuto para lograr el título de patrón fluvial no obstante que la barcaza contaba con un práctico, un motorista y cuatro marineros.
Los viajes fueron constantes y exitosos hasta los años sesenta que se abrió el horizonte democrático y René se dejó sugestionar por los prometedores colores de la política.  “Corazón de León” entonces orzó hacia otro dueño que venía dando tumbos desde el Líbano y se hizo guayanés. Elías Kaskia Salloum que andaba ensartado en toda clase de negocio, incluyendo los automóviles Oldsmobil, Kraysker, Pakard que compraba, usaba y revendía para el próximo negocio, pagó treinta mil bolívares por la “Corazón de León” para visitar comercialmente todos los pueblos ribereños del Orinoco y en el cual pasó más de un susto atravesando El Torno y El Infierno, ruidosos raudales donde naufragaron barcos propulsados por máquinas de vapor.
Topicos
Cansado de navegar el río con pasajeros, ganado, combustible y la más variada mercadería, quiso hendir los aires con un pájaro metálico. Compró una avioneta y con ella hizo un curso de piloto que le permitió viajar de un lugar a otro de la selva al servicio de la minería, mientras la barcaza más grande del Orinoco desgastada de tanto rozar las corrientes del río quedó para siempre varada y erosionada por la arena caliente del litoral del Río Padre.
René Vahlis, ya cerca del centenar, pues nació en Mapire el 16 de mayo de 1926 frente al Tucucimba, muy poco se acuerda de aquella aventura lucrativa del Corazón de León porque su pasión desde entonces fueron los gallos de pelea y la política. En ambos palenques echaba a rodar los dados de su espíritu lúdico aunque siempre atraído por el río. Un buen día, aprovechando el agotamiento de las chalanas entre San Félix y Los Barrancos, se asoció con Enrique Nuceti y Luis Elías Gil, para adquirir el Cacique y el Coquibacoa del Lago de Maracaibo y estableció un servicio de Ferry que en 1979 pasó a manos de la Familia González.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Primer civil Ministro de la Defensa


En febrero de 2001, el entonces canciller José Vicente Rangel, fue designado como nuevo ministro de Defensa venezolano por el presidente Hugo Chávez, quien hizo el anuncio antes del inicio de una parada militar conmemorando su segundo año en el poder. Rangel, de 71 años, que se convierte en el primer civil que ocupa la cartera de Defensa en el actual periodo democrático de la nación instaurado en 1958, relevó al general Ismael Eliécer Hurtado, a quien Chávez designó, a su vez, ministro de Infraestructura.
José Vicente Rangel Vale es caraqueño desde el 10 de julio de 1929, por lo que actualmente calza 86 años de edad, de los cuales, 70 en el ejercicio activo de la política, primero dentro de las filas de Unión Republicana Democrática, liderado por el tribuno margariteño Jóvito Villalba y después como militante en los movimientos de la izquierda y finalmente del Partido Socialista Unido de Venezuela fundado por Hugo Chávez Frías.
Estudió Derecho, pero su vocación activa ha sido siempre la de periodista en función de su pensamiento político. Actualmente y desde hace año mantiene un espacio dominical en la televisión. Llegó a ser candidato a la Presidencia en dos oportunidades, la primera apoyado por el Movimiento al Socialismo (MAS) y la segunda vez en 1983 apoyado por el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) y el Partido Comunista (PCV). Fue vicepresidente de la República, posición que ocupó desde el 28 de abril de 2002, cuando reemplazó a Diosdado Cabello, hasta el 8 de enero de 2007.
Hijo del coronel gomecista José “Pepe” Rangel Cárdenas, quien fue gobernador del estado Barinas. Luego de la revolución de octubre de 1945 fue enjuiciado por corrupción administrativa y despojado de sus bienes.
Debido a su actividad política, los estudios de Derecho de José Vicente Rangel fueron bastante accidentados. Empezó en la ULA, continuó en la UCV y estando exiliado en Chile donde contrajo matrimonio con su actual esposa Ana Avalos, prosiguió sus estudios en la Universidad de Santiago, y después en España, universidad de Salamanca, para acabar graduándose en la Universidad de Compostela.
En 1958 regresó a Venezuela después de la caída de Marcos Pérez Jiménez, y fue elegido diputado al Congreso durante cinco legislaturas consecutivas, primeramente en representación de URD y después representando a los partidos de izquierda. Se presentó tres veces sin éxito como candidato a presidente de la República en las elecciones efectuadas en 1973, 1978 y 1983.
En 1990 dejó la dirigencia política y se adentró de lleno en el periodismo produciendo micros radiales para la cadena Unión Radio, fue columnista de El Universal, Panorama, El Informador y otros periódicos y revistas.
Su paso por el Gobierno del presidente Hugo Chávez fue hasta el 8 de enero de 2007 que entregó el cargo que hasta ese momento ostentaba, y recibió una réplica de la espada del Libertador Simón Bolívar como reconocimiento a sus cinco años como vicepresidente.
Su hijo José Vicente Rangel Avalos también ejerció cargos durante el gobierno del Hugo Chávez. Con su esposa Ana Avalos tuvo dos hijos: Gisela y José Vicente Rangel Avalos. Y sus nietos: José Vicente Rangel y Nelson Totesaut.
Rangel fue dos veces ganador del Premio Nacional de Periodismo. Es autor del Expediente Negro, un libro que investiga las violaciones a los derechos humanos en el país entre 1960 y 1970. Publicó además las obras Tiempo de Verdades, Socialismo y Democracia, La Administración de Justicia en Venezuela, entre otros trabajos de ensayo sobre política y derechos humanos.

martes, 12 de mayo de 2015

El Hospital Militar de Puerto Ordaz



El Hospital Militar Dr. Manuel Siverio Castillo, de Puerto Ordaz, responde a los planes de expansión de la red sanitaria de la Fuerza Armada Nacional, contemplados en el plan global 2000-2010, para atender fundamentalmente las necesidades de salud de la Guarnición del estado Bolívar, con red de influencia en los estados Anzoátegui, Monagas, Delta Amacuro y Amazonas, lo que determina una población a atender que asciende aproximadamente a 40 mil personas, representando una importante contribución a la consolidación y desarrollo del eje Orinoco-Apure.
Además de representar una importante contribución al desarrollo de este eje, representa un centro asistencial de emergencia a la población en general; así como para consultas y hospitalizaciones a través del Plan Bolívar 2000, aseguró Humberto José Perozo, director de Sanidad de la Fuerza Armada Nacional.
“Porque nací aquí, me gusta mi ciudad y porque el ruido, el tráfago de las grandes ciudades me atormentan. Caracas, por ejemplo, es muy bulliciosa, peligrosa, ofende mi caracterología de hombre apacible”, respondió.
Se distingue a este hospital con el nombre del Dr. Manuel Siverio Castillo (en la foto), médico-cirujano, egresado de la Universidad Central de Venezuela en 1936, quien ocupó diversos cargos en la administración pública. Se destacó por su abnegado apoyo al personal militar y civil acantonado en esta Guarnición, especialmente al componente de la Guardia Nacional, donde se desempeñó como médico en honor desde 1936 en las poblaciones de El Callao, Upata y Ciudad Bolívar.
El doctor Siverio nació en el barrio Santa Lucía de Ciudad Bolívar el 24 de enero 1906. Médico general, cirujano general, obstetra, radiólogo del Hospital Ruiz y Páez durante 43 años, al cabo de los cuales fue jubilado, pero aun así continuó trabajando por amor a la profesión.
Además de la medicina fue un gran aficionado a la música. Antes que médico fue músico. Sus instrumentos primarios fueron la bandolina, la guitarra, el cuatro y finalmente el violín porque según decía el violín es un instrumento bastante expresivo y el que mejor se acomodaba a su ritmo de vida y sensibilidad artístico-musical.
Componente y cofundador de la Orquesta Angostura, que durante mucho tiempo dirigió el maestro Juanito Arteta, especializada en música puramente regional y nacional. Compuso algunos valses y melodías libres sin que se haya atrevido expresarlas públicamente. En ese sentido el doctor Siverio era tan modesto como reservado.
Además de su tierra natal, vivió en Mérida, Barquisimeto y Caracas durante seis años.
Una vez le pregunté por qué habiendo vivido en grandes ciudades como Caracas, prefirió quedarse en Ciudad Bolívar cuando la regla común, en el caso de artistas como Soto y Lauro y de intelectuales como Manuel Alfredo Rodríguez y Luz Machado, era ausentarse de la ciudad para residenciarse preferentemente en Caracas donde se abren mayores perspectivas profesionales. Su respuesta: “Porque nací aquí, me gusta mi ciudad y porque el ruido, el tráfago de las grandes ciudades me atormentan. Caracas, por ejemplo, es muy bulliciosa, peligrosa, ofende mi caracterología de hombre apacible".
- ¿Qué es lo que le atrae de su ciudad?
- Desde el punto de vista panorámica me gusta el Orinoco, me encanta y adoro su topografía de pequeño burgo medieval, el ambiente increíblemente cálido de montes, el verde luminoso de su vegetación, su fauna, el sabor agradabilísimo de su pasado histórico y tantas cosas que ya muy poco ven y sienten los de aquí.
- ¿Por qué cree usted que mucha gente prefiere ir a vivir a Caracas y dejar su tierra nativa?
- Hay algo que yo nunca he comprendido, sinceramente se lo digo. Posiblemente sea por acrecentar sus entradas económicas y figurar en mejores cargos, pero me parece una especie de inconformidad con la vida provinciana porque creen que viviendo en la capital de la república se es más y se siente mejor la vida y quieren vivir dentro de los ruidos del mundo.