lunes, 22 de marzo de 2021

CUANDO EL COMEJEN HACÍA ESTRAGOS EN LA CASA DEL CONGRESO DE ANGOSTURA

Milagros Figueroa, pariente de aquel poeta y médico famoso Luis Felipe Vargas Pizarro, de quien conserva documentación literaria del siglo pasado que bien pudiera reproducir el Centro Literario de la UNEG, así como las obras de Ramón Isidro Montes que le ha facilitado, Leopoldo Villalobos, generoso colega que siempre estuvo sumergido en un mar de libros y periódicos en su residencia de Puerto Ordaz. Milagros Figueroa, amable y risueña, quien dirige o dirigía el centro cultural del sector Universidad de la zona del hierro, solía venir a Ciudad Bolívar para realimentar su memoria con tantas cosas valiosas que la conectan con el pasado, y recientemente cuando estuvo, me llamó desde Puerto Ordaz para ponerme al tanto de que el "Sándalo" del patio .de la Casa del Congreso de Angostura estaba siendo atacado por el comején, por ese insecto que al igual que ciertos inmigrantes de oriente medio se han convertido en el peor enemigo de los inmuebles del casco histórico de la ciudad. Pero no es Sándalo. Común y erróneamente sé ha dicho que es un Sándalo por lo oloroso de su corteza y hasta las mismas guías fallan en ese sentido, pero fuentes hemerográficas del siglo pasado afirman lo contrario cuando informan que el Presidente del Estado, general J. M. Bermúdez Grau, comisionó a los doctores Jasé Tadeo Ochoa y José Félix Armas para comprar en Las Antillas, árboles; con los cuales ornamentar la Plaza Bolívar y' fueron traídos tres Bálsamos del Perú, de los cuales sólo quedaba el de la Casa del Congreso de Angostura; uno de Manzana del Diablo; varios de Caoba de Santo Domingo, así como un Ciprés, Higuerones Acacias y Lirio africano. Como vemos, no se trata - de Sándalo sino de Bálsamo y según nuestro ilustre botánico Leandro Aristeguieta, tampoco es del Perú, sino de To1ú. Si lo afirma una autoridad como él, habrá que admitir y divulgar que el árbol en el patio de la Casa del Congreso era B á 1 s a m o de T o 1 ú, sembrado allí en 1885. Lo ingrato es que ese árbol tan espigado y aromático en su tronco leñoso, tenía un huésped maldito: el comején. Desde hacía tiempo venía siendo atacado por este insecto, al igual que el Roble que está a su lado. Pero cuando Milagros Figueroa hizo su recorrido no sólo este entuerto o agravio a la venerable casona observó, abismada y perpleja, sino que visitó el Cementerio Protestante y comprobó que ya no está allí, que desapareció a pesar del "celo" de los celadores, la gigante placa de bronce donde se hallaban grabados los nombres de las personalidades angostureñas del siglo pasado que hicieron posible este cementerio anexo, en vista de que las autoridades de la Diócesis no aceptaban que se enterraran en el Cementerio Católico los difuntos que en vida profesaron religión distinta. Observó también o le informaron que la Casa del prócer Juan Bautista Dalla-Costa, hoy propiedad de la Familia Constati, estaba en venta. Al final, creo la donaron para que la Gobernación le diera un destino más cónsono con la cultura. Está casa ubicada en la Callee Constitución no sólo es valiosa porque en ella haya nacido y fallecido el prócer civil Juan Bautista Dalla Costa Soublétte, uno de los gobernadores más progresistas de Guayana, sino por su línea arquitectónica referencia! del siglo pasado. Lo decía para que el inmueble no cayera en malas manos y lo convirtieran como tantos otros en tienda de beduinos. (AF)

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