martes, 24 de agosto de 2021

GERMÁN GONZÁLES SEGUÍAS

Hoy recibimos la sorpresiva como ingrata noticia de la muerte, en Caracas, del gran amigo y Compañero de lucha política ex Cónsul y concejal Germán González Seguías, hermano de Reynaldo y sobrino de Blas, ambos Gerentes del Banco Guayana y Caroní Me duele esa muerte. Germán González Seguías, a quien vemos junto René Vhali conversando conmigo. Fue muy amigo de Humberto Fernández, un bachiller peñalveriano que intentó cursar derecho en la Universidad Central, pero quedó atrapado junto con Germán en el ámbito de la política que para entonces volaba alto en alas de la democracia representativa inaugurada el 23 de enero de 1958 con el Pacto de Punto Fijo. Humberto, apodado también el “Indio Fernández” (así se llamaban el actor y director de un cine mexicano) hubiera podido ser cantante con su recia voz de tenor que hacía vibrar los tabiques transparentes de la cabina de Radio Bolívar, pero optó por ser político desde la Vanguardia Juvenil Urredista junto con Germán González Seguías, Marcial Rivas, Trino Ortiz, Albis Ferrer, Juan Fuenmayor, Ramón Aray, Ernesto Alcalá y tanto otros jóvenes que debieron abandonar la tolda, unos para hacerse guerrillero como Somoza, Comandante Montenegro, el Comandante Green, y otros para hacerse rigurosos profesionales. Humberto Fernández llegó a ser dirigente nacional de Vanguardia Juvenil al igual que Germán González Seguías. Ramón Aray, quien dirigía “Revolución”, un semanario multigrafiado que Marcial Rivas tuvo la audacia de venderle un ejemplar al Presidente Leoni cuando visitaba Ciudad Bolívar llegando por el Puerto de las Chalanas. El semanario costaba medio real y Leoni pagó dos bolívares, no obstante las críticas del periódico contra su gobierno. Por un editorial que rozaba al Juez Juan de Dios Fernández, Ramón Aray estuvo preso hasta que “Piquito” Miranda logró su libertad. Lo ingrato fue que el editorial no lo había escrito él, pero era tan íntegro que jamás me denunció como verdadero autor. El “Indio Mapuchi” (Francisco) criado en la Pensión de Doña Chepa era pregonero de “Revolución” y ayudaba a Fun Fun, al fotógrafo de caja Raúl Ortega y a Pedro Collins pintando en silescreen los cartelones de propaganda de URD, mientras Real Gómez y Lares Mata consumían el tiempo filosofando sobre la vida y la muerte. Para colmo Lares Mata terminó administrando una funeraria. Pero el partido de Jóvito Villalba lo escindieron los movimientos internos que forcejeaban por los controles de mando y Humberto Fernández, al igual que Germán González Seguías estuvo entre los expulsados junto con René Vhalis, Zoraida Malavé y Palmira Alcalá, quien terminó en el PRIN casada con Antulio Moya La Rosa, y como no hay mal que por bien no venga, en las elecciones de diciembre de 1968, Humberto Fernández se hizo diputado de la Asamblea Legislativa desde las filas del FDP y en noviembre de 1970, Presidente de la Asamblea Legislativa y de la Comisión Delegada. Mientras tanto, Germán se caso con la hija predilecta del dueño de una fábrica de clavos con la cual tuvo su hijo e hizo carrera diplomática como cónsul de Venezuela en Colombia. Antes fue concejal junto con René Vhalis y Fitzi Miranda y le tocó recibir al poeta chileno Pablo Neruda, Un día su hijo apareció en mi casa buscando unos libros que le había ofrecido a Germán, compañero de lucha política junto con Humberto y el poeta Argenis Daza Guevara por todos los caminos de Guayana. También fue directivo de la Casa de la Cultura Carlos Raúl Villanueva y logro que el Cocejo nombra a Mimina Rodríguez Lezama, directora de Cultura Municipal. Hoy el amigo ha muerto lejos de la Ciudad que tanto y por la cual luchó desde su tiempo de estudiante en el Liceo Peñalver, decano de todos los liceos de Oriente y Sur de Venezuela. Hasta luego amigo, allá en alguna parte del eterno Universo en expansión, nos volveremos a ver (AF)

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