martes, 24 de agosto de 2021

BARTOLOMÉ DE LAS CASAS

Hoy es 24 de agosto que históricamente recuerda el natalicio de Bartolomé de las Casas (1474) | Religioso español, defensor de los derechos de los indígenas en los inicios de la colonización de América. Pasó 50 años de su vida luchando activamente contra la esclavitud y el abuso colonial de los pueblos indígenas, especialmente intentando convencer a la corte española de que adoptara una política de colonización más humana. A diferencia de otros sacerdotes que pretendían destruír los libros y escritos autóctonos de los pueblos indígenas, él se opuso terminantemente a esta acción. Aunque no consiguió cambiar del todo la opinión de los españoles sobre la colonización, sus esfuerzos dieron como resultado una mejora del estatus legal de los nativos y una mayor atención a la ética del colonialismo. A menudo se considera a Las Casas como uno de los primeros defensores de una concepción universal de la dignidad humana que, podríamos decir, inspiró a los que abogan hasta hoy por los Derechos Humanos. Seguramente que Bartolomé se paseó o tuvo noticias de los aborígenes del Lago de Coquivacoa, hoy Lago de Maracaibo. Los aborígenes Añú vivían en sus riberas igualmente que los Wayú, los Caquetío y los Quiriquires. Los Añú habitaban en casas construidas sobre el agua, razón por la que el cosmógrafo, mi tocayo Américo Vespucio y el conquistador español Alonso de Ojeda, descubridor del lago en 1499, llamaran al territorio pequeña Venecia que la prosodia nativista transformó en Venezuela. Alonso de Ojeda quedó encerrado durante la marea baja y solo pudo salir cuando la barra que lo cerraba desapareció durante la marea alta. Este fenómeno de formación y desaparición de la barra en la entrada, se mantuvo durante siglos hasta que la construcción del canal de navegación en el siglo XX lo eliminó definitivamente. Al igual que los guayaneses con el Orinoco, los marabinos querían pasar de una costa a la otra mediante un puente, complacidos después de muchos años por el Presidente Rómulo Betancourt, precisamente un 24 de agosto de 1962 inauguró el Puente General Rafael Urdaneta o Puente sobre el Lago que conocí personalmente cuando mi hermano Luis José Fernández trabajaba en las petroleras de Lagunilla y me invitó a bañarme en la Playa de su amigo Bartolo. Entonces navegué el Lago y hasta pesqué para asombro de su hija mayor. Elena, quien es artista plástico y vive en Italia. En estos días me transfirió espontánea sin habérselos pedido, 120 euros, los cuales me llegaron a tiempo, pues aquí “la pelazón” no tiene límites aunque Miraflores mire las rosas de otra manera. Y digo “rosas” porque me acordé que hoy 24 de agosto pero de 1617 murió Santa Rosa de Lima, mística cristiana, la primera latinoamericana en ser canonizada y de la cual era devota, no se por qué, nunca me lo dijo, mi madre Evangelia, quién vivía y, por lo tanto era su guardiana, al lado de la Iglesia de San Pedro, el patrono de los pescadores de la isla de Coche. Murió Santa Rosa, pero nació un tocayo de Bartolomé de las Casas. Me refiero a Bartolomé Salom (1780), militar que obtuvo el grado de general en la guerra de independencia de Venezuela. El general Salom es considerado como uno de los héroes nacionales del Perú. Nació el 24 de agosto de 1780, en Puerto Cabello y allá mismo murió el 30 de octubre de 1863, Participó en la Batalla de San Félix y no pudo tomar a Angostura con 100 soldado desde Perro Seco, porque la artillería hispano-angostureña era muy viva y pesada. Su nombre completo era Bartolomé Antonio de la Concepción Salom Borges. No creo que tenga parentesco con Jorge Luis Borges, escritor argentino, quien por coincidencia nació un 24 de agosto de 1899 aunque Bartolomé anduvo por esos lados. Borges fue sin dudas un destacado escritor de cuentos, poemas y ensayos, extensamente considerado figura clave tanto para la literatura en habla hispana como para la literatura universal. Ya completamente ciego antes de morir, estuvo en Venezuela y elogió a los coleadores llaneros, pero simpatizaba con la dictadura de su país, lo que llevó a Miguel Otero Silva, entonces director de El Nacional, sacar en la mancheta editorial del día: “Un ciego que no quiere ver”. (AF)

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