domingo, 2 de diciembre de 2012

La Virgen de Coromoto en Cd Bolívar




El 26 de abril de 1952, llegó por primera vez a Ciudad Bolívar la imagen original de la Virgen de Coromoto.  Llegó en un avión de Aeropostal  el día sábado  y permaneció hasta el lunes en medio de un fervoroso recibimiento de júbilo, acompañado del obispo de Barquisimeto Benírtez Fonturvel y del Hermano Nectario María.  Ambos vinculados a la tierra del Orinoco, el prelado por haber sido Obispo de la Diócesis de Guayana y el sacerdote por haber investigado sobre la fecha de fundación de Angostura del Orinoco con motivo de su bicentenario.  La visita a la ciudad la hizo la Virgen de Coromoto previa a su coronación canónica ocurrida en Guanare, lugar de su aparición, el 11 de septiembre de ese mismo año.
El 11 de septiembre de 1651 dice la leyenda indígena que apareció resplandeciente una Virgen descendiendo del cielo hasta el verde montañoso de la selva de Guanare, poblada por la tribu Cospes.
Una aparición semejante a la Virgen del Valle con los indios Guaiqueríes.  Su leyenda que data desde la mitad del siglo diecisiete, habla de una señora radiante que caminaba por las aguas de una quebrada próxima a la confluencia de los ríos Tucupido y Guanaguanare.
La luminosa y aureolada señora venida de los altos, se empeñaba durante sus periódicas visitas a convencer al Cacique de los indios Cospes para que fuera al río y se dejara verter agua sobre su cabeza y así bautizado se acercara al cielo.  Pero el indio se mostró rebelde.  No obstante, varios indígenas cospes al conocer del divino suceso, se convirtieron y se bautizaron, pero no el cacique, debido a que no se sentía atraído, más bien como despojado de su fuerza y espíritu de mando, por lo que prefirió abandonar el lugar con quienes creían en él.  Pero la Virgen se le apareció otra vez. “¡Hasta cuando me persigues!” – dicen las crónicas que exclamó el indio Coromoto al tiempo que trataba de disparar su arco, pero éste se le cayó y sobre excitado quiso atrapar la imagen y en sus manos apareció lo que quedó entonces de aquella señora resplandeciente: algo así como una fibra rugosa del tamaño de una moneda que configura lo que conocemos como la Virgen de Coromoto. Otra versión dice que Coromoto, trató de atraparla, pero la Virgen desapareció.  La aparición se materializó en una corteza configurada que luego se buscó y encontró la reliquia que se venera hoy día en el Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto.
Cuenta el relato que Coromoto huido fue mordido por una serpiente venenosa y regresó a Guanare, herido y a punto de morir, comenzó a pedir el bautismo y, al efecto, fue bautizado y al bautizarse se convirtió en predicador y rogó al grupo de indios cospes rebeldes que estaba bajo su mando, que se bautizaran. Después, Coromoto, bautizado con el nombre cristiano de Ángel Custodio, murió en buena vejez.
            La imagen atrapada por el indio está hoy en una custodia de oro con incrustaciones de piedras preciosas, coronada canónicamente Patrona Principal de Venezuela.  En el lugar de la aparición se levantó un monumento realizado por el artista venezolano Antonio Rodríguez del Villar, autor también del monumento de la Batalla de Carabobo.
            La Virgen de Coromoto fue proclamada patrona de Venezuela por el Episcopado en sesión del primero de mayo de 1942 y diez años después, coincidiendo con el tricentenario de la Aparición, el Cardenal Arteaga Betancourt, como legado pontificio “A Latere” colocó en la reliquia la Corona que canónicamente consagra el patrocinio de Nuestra Señora de Coromoto sobre el pueblo de Venezuela.(AF)

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