Recopila las crónicas que diariamente vengo publicando en el Correo del Caroní y Red Social
sábado, 3 de mayo de 2025
VELORIO DE CRUZ DE MAYO (Romance de Héctor Guillermo Villalobos)
VELORIO DE CRUZ DE MAYO Héctor Guillermo Villalobos Ex gobernador nativo de Guayana
— ‘¡Santísima Cruz de Mayo!, ¿quién te puso en ese altar? —Los angelitos del cielo que me vienen a adorar”.
Santa Cruz de las guitarras y de los cuatros fiesteros, cruz de palo de los barrios, ¡patroncita de los pueblos! Esta noche en tu hornacina te visitan los Ipceros, las mujeres en tu honor enfloraron sus cabellos y los viejos cantadores se aclaran los broncos pechos. Santa fiesta dé" la calle! Mayo baja de los cielos entre devotos aromas y bucólicos cencerros.
Mayo nocturno, con luces, con flores y paramentos, con cintas y campanillas por los caminos camperos.
Entre velas parpadeantes y guilindajos ingenuos —barroco retablo criollo de un antiguo carpintero— hay una cruz milagrosa del tamaño de mi dedo.
Es un ram&o«de mayo que aroma el velorio entero.
Santa Cruz de medio palmo' Roseliano el- maraquero por cantar en tu velorio ha venido de muy lejos a pagarte la promesa que te hizo en “Loma del Viento” cuando en mitad de un joropo se le quedó el brazo tieso. Y ése que está en- el rincón, que mientan Facundo Bello y que ahora se echa un trago con aquel otro moreno, se dice que es la mejor bandola de Barlovento y eso lo vamos a ver * cuando se caliente el cuerpo!
queda sola en el silencio y en su hornacina apagada que hoy tuvo un poco de cielo.
Santa Cruz, niña celeste, muñeca humilde del pueblo!
10 de marzo, 1940
Tibios vahos de fervor suben por el aire denso. Cantan sonoras, gargantas alabanzas y lamentos entre chis-chás de capachos y sostenidos rasgeos.
Flores, cintas, luces giran en remolinos de vértigo, todo se ofrenda en la noche ritual de Mayo hogareño; corazones encendidos queman perfumes violentos, arden en alcohol los ojos, sudan de fiebre los cuerpos, van buscando las cabezas
blandas almohadas de sueño y mientras la njadrugada viene apagando luceros y por los barrios lejanos se van borrando los ecos,
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Es un ram&o«de mayo que aroma el velorio entero.
Santa Cruz de medio palmo' Roseliano el- maraquero por cantar en tu velorio ha venido de muy lejos a pagarte la promesa que te hizo en “Loma del Viento” cuando en mitad de un joropo se le quedó el brazo tieso. Y ése que está en- el rincón, que mientan Facundo Bello y que ahora se echa un trago con aquel otro moreno, se dice que es la mejor bandola de Barlovento y eso lo vamos a ver * cuando se caliente el cuerpo!
queda sola en el silencio y en su hornacina apagada que hoy tuvo un poco de cielo.
Santa Cruz, niña celeste, muñeca humilde del pueblo!
10 de marzo, 1940
Tibios vahos de fervor suben por el aire denso. Cantan sonoras, gargantas alabanzas y lamentos entre chis-chás de capachos y sostenidos rasgeos.
Flores, cintas, luces giran en remolinos de vértigo, todo se ofrenda en la noche ritual de Mayo hogareño; corazones encendidos queman perfumes violentos, arden en alcohol los ojos, sudan de fiebre los cuerpos, van buscando las cabezas
blandas almohadas de sueño y mientras la njadrugada viene apagando luceros y por los barrios lejanos se van borrando los ecos,
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