sábado, 24 de mayo de 2025

Diálogo con un pescador del Orinoco

El Manatí, cetáceo que habita las aguas litora¬les del Atlántico africano y América, desde las Antillas hasta el Brasil, suele remontar el Ori¬noco, donde encuentra algas y plantas suficientes para su alimentación, me dijo Óscar Castro, el pescador más antiguo del Orinoco Para los pescadores el Río Padre, este es el pez más grande del río seguido del lau-lau. Oscar Castro, un viejo pescador del Orino¬co me contó cuando tenía setenta años y es¬taba todavía en plena actividad, que él había capturado este animal con palangre de vein¬te anzuelos. El lau-lau, en cambio, hay que arponearlo porque, como él decía, “no muerde anzuelo”, pero su carne muy agradable. Castro llevaba 50 años pescando en el Orinoco y vivía en su misma orilla. El MAC lo jubiló después de haberle servido duran¬te 30 años como inspector de pesca. Castro cuidaba las tortugas de Pararuma y las bo¬cas de los caños contra el Aldrin y el barbasco que suelen emplear los enemigos de la fauna orinoquense. Cuando conversé con él en la orilla opues¬ta, lo encontramos fumando su clásica cachimba y sentado al pie de un árbol. Allí me contó lo del manatí y el laulau. El laulau es un bagre gigante, sin espinas, con el cual los guayaneses preparan viandas exquisitas. ¿Y por qué no muerde anzuelo el lau-lau? “Porque él prefie¬re el gamelote, las ramas y las frutas”. ¿Desde cuándo pesca en el rio? - Desde los do¬ce años no he podido alejarme del río. El río es mi vida y mi pasión. Para mi la pesca es como una gran meditación. Uno se olvida de todo. Hasta de comer. - -La pesca le ha dado mucho dinero, por supuesto? -Que voy a tener. Estoy más limpio que talón de lavandera.. - -Y esa casa, ese familión, esas redes, esa curiara, esos motores? - -Todo eso se lo debo al río, pero de allí no pasa. - -En¬tonces, la situación está mala para usted? - -Pa¬ra mí y unos cuantos. - -Significa que el Gobier¬no no arregla esto? - -Yo no digo nada. - -Tiene. que decir algo, usted es un ciudadano que vive en un país democrático. Todo :so se lo debo al río, pero de allí no pasa. En- onces, la situación está mala para usted. –Para mí y unos cuantos. Significa que el GobierIO no arregla esto? -Yo no digo nada. -Tiene.que iecir algo, usted es un ciudadano que vive en in país democrático. -Bueno, Chico, el Gobierno va pa'lante, lo malo es la comida cara. -Te has metido en política, Corocoro? -Nunca he sido político. Cuando votas¿ por quién vots? - No te puedo decir. -Desde que existe ¿cuál te parece que ha sido el mejor presidente de la República? -Te voy a decir la verdad: Juan Vi¬cente Gómez y Marcos Pérez Jiménez. ¿Co¬nociste a Gómez? -Lo conocí en Macuto. Te¬nía 18 años y navegaba en un barco llamado “San Vicente”. ¿Por qué crees tú que estos dic¬tadores fueron buenos? -Por el orden, la disciplina, el respeto. Hoy en día cualquier pavito le falta el respeto a uno y si lo reprendes, adiós luz que te apagaste! - De manera, Corocoro, que la democracia no funciona? -Si funciona, pero tiene las manos muy blandas, pero no va¬yas a poner esa vaina. Corocoro no creía en brujerías ni en nada por el estilo; sin embargo, le preguntamos que si creía en Dios? - No creo en Dios sino en una Mano Poderosa. Pero existe Dios o no? -Quién lo ha visto para retratarlo? Nadie! -Y en Jesucristo? -Tampoco porque se dejó joder con los judíos. --Pero resucitó? -Pero sigue muerto. -Crees en los Santos? --No en los de cartón o los de yeso. -Y en la Virgen del Valle? -En ella si es verdad que no dejo de creer.

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