viernes, 25 de agosto de 2023

LA MAESTRA DE LOS NIÑOS BOLIVARENSES

Las maestras de los niños en la Ciudad Bolívar de otros tiempos eran realmente muy severas y lo refleja el poeta José Sánchez Negrón, en este poema titulado “El Ángel Ciego”: “El alma se me ha puesto sucia con la sal del cuerpo, y en su vidrio un ángel feo le ha pegado con goma de mascar dos millones de angelitos recortados en papel, y ciegos. La vida me ha sentado el alma en el banquillo del castigo con gorro y orejotas de burro en la cabeza. No sé por qué al nacer le dijo: Niño jorobado y en cuclillas, sobre piedras ponte de rodillas, que tu sitio es el rincón más negro de la escuela. No hay ventanas en el amargo corazón de mi maestra, y afuera sopla un viento horrible. ¿Por qué si el ángel quiere a su maestra en la le da la espalda? Igualmente lo deja ver el lingüista bolivarense José María Adamas cuando la maestra le fue preguntando a cada uno lo que le gustaría ser cuando grande. Uno respondió que médico, otro, abogado, el tercero quería ser maestro y cuando le tocó a José Maria Adames, dijo que sólo quería manejar un machete. Para qué? Pues para cortarle a usted la cabeza, maestra!!! Esa sorprendente respuesta le costó que su madre Emilia le diera una solemne e inolvidable paliza. Lo cierto es que José María Adames Flores nunca llegó a manejar un machete, pero si el lápiz, la tiza, la pluma literaria pues el muchacho cuando grande llegó a ser docente, escritor, lingüista y doctor en semántica, graduado con ingente sacrifico en la Sorbona de Paris. Nació en Ciudad Bolívar EL 24 de noviembre de 1941 y falleció en Caracas el 19 de febrero de 2004. José María Adames Flores, pero sí que un día la maestra le fue preguntando a cada uno lo que le gustaría ser cuando grande. Uno respondió que médico, otro, abogado, el tercero quería ser maestro y cuando le tocó a José Maria Adames, dijo que sólo quería manejar un machete. Para qué? Pues para cortarle a usted la cabeza, maestra!!! Esa sorprendente respuesta le costó que su madre Emilia le diera una solemne e inolvidable paliza. Lo cierto es que José María Adames Flores nunca llegó a manejar un machete, pero si el lápiz, la tiza, la pluma literaria, y creo que la anécdota esta vertió en uno de sus cuentos pues el muchacho cuando grande llegó a ser docente, escritor, lingüista y doctor en semántica, graduado con ingente sacrifico en la Sorbona de Paris. Nació en Ciudad Bolívar EL 24 de noviembre de 1941 y falleció en Caracas el 19 de febrero de 2004. (AF)

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