martes, 7 de septiembre de 2021

HISTORIA DE LA VIRGEN DEL VALLE

Virgen Milagrosa, Madre de los pescadores, Protectora de los Neoespartanos, Patrona de Oriente y de la Armada venezolana. Venerada por el pueblo margariteño cada 8 de septiembre, el Estado Nueva Esparta y el Oriente del país, se visten de gala espiritual para participar en el peregrinaje de miles y miles de feligreses agradecidos al milagro de su Reina Madre, y para celebrar jubilosos “La bajada de la Virgen”. Protectora de los Neoespartanos y Patrona del Oriente Venezolano Relatan muchos seguidores que la tradición religiosa ha sido pasada de generación en generación. Sexagenarios de El Valle recuerdan que sus madres les inculcaban el amor por la Virgen y es una “ley divina” para los orientales tenerla en un altar dentro de los hogares. Virgen del Valle La Virgen del Valle es la imagen inmaculada de la madre de Dios más antigua del continente americano, cuya figura llegó a Cubagua, en momentos, cuando los Guaiqueríes imploraban por un milagro que pusiera fin a la barbarie de los españoles en contra de su raza. Fue cuando esto nativos solicitaron a España se les enviará una imagen de la Inmaculada Concepción para rendirle adoración en uno de los templos que se construían en Nueva Cádiz (La Primera Ciudad Española fundada en América del Sur, Ubicada en la Isla de Cubagua) este lugar tuvo mucho auge en el comercio debido a la extracción de Perlas, ya que en sus mares abundaban. Cuenta la historia, que algún anónimo artista español, del siglo VI, modeló en madera sus facciones de rostro angelical junto a brazos y manos, como un conjunto armonioso de la representación de “La Purísima”, y sus elementos sostenidos con listones del mismo material, para darle la apariencia de la Inmaculada Concepción madre de Jesús. Trascurría el año de 1529 cuando un galeón la llevaba a Santo Domingo, antigua isla La Española, pero la Providencia hizo que, al arribar al puerto de Cubagua, santificara al primer poblado europeo de América, para darle consuelo a los nativos guaiqueríes a la sombra de su Ermita. El 25 de diciembre de 1541, cuando la feligresía de Cubagua celebraba en la ermita de su Patrona el nacimiento de Jesús, y la iglesia elevaba sus oraciones al cielo para alabar al Todopoderoso, en el horizonte, una nube negra anunciaba el fin de una metrópolis, que fue la envidia del Viejo Mundo, el emporio financiero de Europa, y el símbolo de la barbarie, la devastación y el exterminio, que llegó con los conquistadores. Nueva Cádiz fue azotada por la fuerza implacable de la naturaleza, y como único sobre viviente, la imagen de una Virgen que fue llevada por el mar hasta las playas de Porlamar. En el año de 1576 llegó a Margarita como delegado de la Audiencia de Santo Domingo, García Fernández de Torquemada, quien ordenó agrupar a los nativos Guaiqueríes en torno a tres centros espirituales donde serían adoctrinados en el catolicismo, siendo el Valle del Espíritu Santo uno de ellos, para lo cual se erigió una ermita para la Virgen, a partir de lo cual la tradición de los margariteños comenzaron a registrar los milagros de la Virgen del valle… (Tomado de “La Hora.com”).

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