Recopila las crónicas que diariamente vengo publicando en el Correo del Caroní y Red Social
viernes, 30 de abril de 2021
ESCULTURA MÁS ALTA DE JOSE GREGORIO HERNÁNDEZ SALIÓ DE LAS MANOS DE DAVID MARTÍNEZ, BIOGRAFIADO POR ZAMORA MONSTE DE OCA
Tenemos entendido que la escultura más grandes del Beato José Gregorio Hernández en Venezuela, 10,5 metros de altura. Más de ocho incluyendo la peana, salió de las manos creadores de David Martínez, nativo de Caripito, quien fue biografiado en el pasado por el médico Celestino Zamora Montes de Oca, según esta crónica de Américo Fernández: Había oído hablar de un misterioso David Martínez, multimillonario, corredor de bienes raíces y comprador de costosas obras de arte, a quien por cierto se le atribuye haber comprado recientemente la pintura número cinco de Jackson Pollock, un pintor abstracto influenciado por Siqueiros y Orozco, nada menos que por 140 millones de dólares. Pero de este otro David Martínez, nunca supe de él hasta ahora que me lo presentó Celestino Zamora Montes de Oca una tarde de principios de septiembre en el acogedor gramado de su casa. Me lo presentó, no en persona que sería lo ideal, sino a través de una investigación que él hizo de sus obras monumentales, a base de hierro y cemento y que cubren y realzan el paisaje físico de casi todos los parques municipales de Monagas.
Aprecio por asociación figurada que este David Martínez, de Monagas, tambien es multimillonario, no en dólares obviamente como el regiomontano de Monterrey, sino en ingenio y pasión por las cosas tridimensionales grandes como la estatua ecuestre del Libertador en la plaza mayor de Maturín que en anecdótica ocasión modelaron las manos que hasta entonces eran más las de un artista cantor que las de un visual a la manera de ese otro David –David d´Angers- escultor francés autor de numerosos monumentos como el del inventor de la imprenta en la plaza de Estraburgos.
David Martínez, según lo pinta Zamora Montes de Oca en su trabajo de indagación sobre este personaje, estuvo destinado desde temprano a la creación artística a cielo abierto, absorbido por el paisaje sugestivo y natural de la tierra de los chaimas, tan apegada a la palma moriche de los guaraunos y a los cursos de agua que van como el Guarapiche a dar al Orinoco.
Diríamos que David empezó primero siguiendo los pasos de Juvenal Ravelo, quien recién retornado de Francia quería que los humildes pobladores de su natal Caripito participaran de su cromática geometría, pero más que el arte óptico cultivado por Ravelo dentro de la onda de Soto y Cruz Diez, lo atraía la escultura figurativa, adecuada mejor a la comprensión del habitante. Además vivía él en la tierra de la figuración primitiva de los chaimas y caribes, de los guaraunos y uriaparias que tallaban sobre los árboles y modelaban sobre el barro.
Sorprendentemente, David Martínez no tuvo escuela porque la Cristóbal Rojas de los grandes artistas venezolanos estaba lejos de Caripito donde siempre moró alejado de los médanos que lo quisieron atrapar cuando vino al mundo. Era él, siempre lo ha sido, un visual despegado de la tierra con alas de grandeza, de allí sus monumentales esculturas ancladas en el hormigón versátil y resistente, en la malla metálica flexible embadurnada de cemento Portland con manos de artífice creador tratando de transfigurar en la permanencia lo que es biológicamente inestable, pasajero, y muchas veces efímero..
Individuos de la fauna marina y del bosque como los prototipos bíblicos y humanos y las divinidades, pasando incluso por los saurios de épocas geológicas, toman formas espectaculares en el ferrocemento tratado y modelado por las manos de este artífice innato e hijo adoptivo de Caripito.
Celestino Zamora Montes de Oca, con su acuciosa sensibilidad de cirujano plástico raptado en sus lapsos de ocio por el arte de los sonidos, buscó con ansiedad al hombre cuya obra tanto lo había impactado a su paso por los viejos y hoy modernizados caminos petroleros de su patria chica y lo encontró, sólido, vestido de negro como los antiguos rapsodas del cono austral, acaso como su ignoto homólogo el Rey de los hebreos cantando los salmos de la creación. Con él hizo el recorrido vivencial y testimonial empezando por la plaza mayor donde el héroe montado en su palomo parece romper con su alzada el viento que baja de la Sierra de Guanaguana.
Después fueron los cruces, las bifurcaciones, los parques, sitios de recreación y avenidas como la que conduce a Caripe y donde se eleva el frugívoro Guácharo con sus alas extendidas y su sonar desafiando la escabrosa oscuridad de las estalactitas.
En Campo Cayena, paisaje de Caripito que recuerda a la capital de la Guayana francesa, el escultor fraguó con mano de alarife una ballena de nueve metros aunque estos cetáceos como la ballena azul pueden alcanzar hasta treinta metros. Caripe no tiene mar, habitat de estos misticetos, pero colinda con Sucre que si tiene y a través de esa vecindad han podido llegar las leyendas de los pescadores que inspiraron al escultor. La ballena se repite en forma de tobogán en el balneario “El Paraíso” de Cariaco que si tiene un mar engolfado donde antes abundaban las ballenas hoy prácticamente extinguidas por el arpón del pescador que se aprovecha de su grasa, de su carne y de sus huesos.
En el mismo Caripito, en un centro recreacional en desarrollo, David, siguiendo quizá los impulsos del alcalde del momento, puso a volar un saurio del período jurásico capaz de elevar en sus alas la imaginación del visitante 200 millones de años atrás.
Y es que, según el autor de este texto ilustrado del doctor Zamora, David, autodidacta ejemplar y posiblemente único dentro del mundo de la plástica constructiva, no se ha quedado anclado en la tierra de los chaimas, sino que ya se interna con la misma pasión en la tierra de los cumanagotos pues en el mismo Cariaco donde puso su ballena tobogán, modeló un tiburón, un pez espada y un cangrejo que deslumbran a los huéspedes del Hotel turístico “Hacienda Kokoland”. Allí mismo se levanta un Gorila de dos metros capaz de sostener en sus brazos a su propio creador. Y una familia de venados y la anaconda, una de las serpientes más grandes y fuertes del mundo, así como la de mayor tamaño del hemisferio occidental.
El doctor Zamora Montes de Oca continúa exaltando y describiendo en el paisaje monaguense otras obras escultóricas del artista, como el conjunto bíblico del Centro Turístico Agropecuario “Las Aguas de Moisés” y la patrona de los orientales, la Virgen del Valle, en varios puntos de la región y más allá, en Margarita, donde según la leyenda fue hallada por indios guaiqueríes de Palguarime en unos matorrales de chiguichigues, cardones y pitahayas, muy cercanos al lugar donde tiene atractiva iglesia de estilo gótico.
De suerte pues, que la obra monumental de este artista escultor y cantor, reseñado en un afán de revelador por Celestino Zamora Montes de Oca, es profeta singular y de méritos en la tierra de los chaimas y a él está dedicado este libro elaborado con la herramienta espiritual de un médico de manifiesta sensibilidad social y que tiene como razón de vida el servir conforme a los postulados hipocráticos y las leyes euritmicas de Palas Ateneas. (AF).
.
.
jueves, 29 de abril de 2021
ENFERMERA DE JOSÉ GREGORIO HERNANDEZ VIVIÓ EN CIUDAD BOLÍVAR Y MURIÓ EN CIUDAD GUAYANA.
La enfermera de José Gregorio Hernández vivió y murió en estas cálidas tierras del Orinoco y del Caroní. En 1973 cuando cumplió 77 años se hallaba en Ciudad Guayana en compañía de su único hijo Ángel Cipriano Guzmán, quien laboraba en la sección de radiología del IVSS, pero antes, la afortunada enfermera trabajó en el Centro Médico del Seguro Social de Ciudad Bolívar y quien sabía de sus nexos con el Venerable José Gregorio Hernández, la buscaba para asistir a ciertos partos pues estaba permisada por el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social.
María Luisa Talavera de Guzmán nació en Caracas el 29 de septiembre de 1896, murió sin poder dar gracias al Papa Juan Pablo II por lo que consideraba el paso inicial hacia la beatificación y canonización de José Gregorio Hernández. Tal es la distinción de Venerable, proceso iniciado por el Arzobispo de Caracas, Monseñor Lucas Guillermo de Castillo, ante el Vaticano.
El Dr. José Gregorio fue nombrado VENERABLE por parte del papa Juan Pablo II el 16 de enero de 1986 y se inició el tramo que lo llevaría a la beatificación que se cumple hoy viernes 30 de abril y según la Conferencia Episcopal Venezolana, la celebración litúrgica se he fijado para el 26 de octubre de cada año.
La beatificación "llega en un momento particularmente oportuno", dijo en rueda de prensa el monseñor Baltazar Porras, en alusión a la pandemia de coronavirus, que en el país ha dejado más de 2 mil muertes en las últimas 54 semanas. "No hay mejor bálsamo que recurrir a la intercesión del médico de los pobres".
De completarse todo el proceso en buen camino, José Gregorio Hernández se convertiría en el primer santo de procedencia venezolana. Ya desde hoy es el tercer beato de este país que tiene hasta ahora 2 beatos y varias religiosas venerables La beatificación del Dr. Hernández es actualmente una meta alcanzada por parte de los feligreses católicos así como la iglesia católica venezolana, por lo cual, en diversas partes del país, se rezan diversas oraciones para pedir por el pronto nombramiento de José Gregorio como Santo.
Doña Luisa Talavera de Guzmán, emparentada con Monseñor Talavera, obispo de Guayana, fue enfermera desde temprana edad y laboró en 1914 al lado de José Gregorio Hernández cuando estalló en Caracas la llamada “Gripe española” tan terrible como lo es hoy en el mundo entero la Gripe H1N1.
Fue enfermera fundadora del IVSS y ejerció sin faltar un solo día en Caracas, Ciudad Bolívar y Ciudad Guayana hasta 1966 cuando fue jubilada.
Solía contar a sus allegados que José Gregorio Hernández murió trágicamente el 29 de junio de 1919 cuando se dirigía a la farmacia en busca de medicinas para uno de sus enfermos.
Al tratar de esquivar el automóvil que conducía el hijo de un señor que un día antes había tratado, dio un traspié, cayó al suelo y se golpeó la cabeza con el borde de la acera, en la esquina de Amadores, La Pastora. Sus restos reposaban en el Templo de la Parroqui La candelaria después de estar por mucho tiempo en el cementerio general del Sur. Era la tumba más visitada de dicho cementerio.
Para doña Luisa jamás había visto un entierro tan impresionante, salió a las 9 de la mañana de la iglesia y a las diez de la noche todavía no había llegado al Cementerio General del Sur. Fue algo impresionante y de un fervor piadoso desbordante, pues José Gregorio Hernández, fue un médico humanitario, integralmente entregado a su profesión, solidario y de una gran fe en el prójimo.
Era conocido como un profesor culto (hablaba francés, alemán, inglés, italiano, portugués, dominaba el latín, era músico, filósofo y poseía profundos conocimientos de teología), exigente y se caracterizaba por la puntualidad en el cumplimiento de sus deberes profesionales. Formó una escuela de investigadores quienes despeñaron un rol importantísimo en la medicina venezolana. Discípulos de Hernández fueron el Dr. Jesús Rafael Risques, quien fue su sucesor en la Cátedra de Bacteriología y Parasitología, Rafael Rangel (1877-1909) considerado como el fundador de la parasitología nacional. (AF)
JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ FUE MÉDICO DE JUAN VICENTE GÓMEZ Y TUVO NOVIAS,
José Gregorio Hernández nunca se casó, pero en su juventud manifestó interés por varias muchachas. Su primer amor lo tuvo a los 15 años de edad cuando conoció a María Gutiérrez Azpúrua, quien no le correspondió, pero también se interesó en unas chicas de apellido Elizondo, según una carta enviada a su amigo Santos Dominici, citada en el libro Se llamaba José Gregorio Hernández, escrito por el padre Francisco Javier Duplá.
Aunque quiso estudiar leyes, se preparó para ser médico por recomendación de su padre y fue becado por el Ejecutivo para especializarse en Francia y actualizar la medicina en Venezuela. El doctor fue el encargado de fundar el primer laboratorio del país y de traer los avances de la época.
Dedicaba una hora diaria a atender a los enfermos sin recursos económicos y, en ocasiones, les regalaba dinero para sus tratamientos. Comenzó a conocerse como el médico de los pobres, aún cuando fue nombrado como el doctor del presidente Juan Vicente Gómez, según el biógrafo Alfredo Gómez.
Al culminar sus estudios en Caracas, regresó a Los Andes para trabajar como médico, pero luego de varios meses viajando por la zona, las autoridades locales lo comenzaron a considerar como un enemigo. En una carta citada en el libro del padre Duplá, el doctor señaló a Dominici que el gobierno local estaba discutiendo su expulsión del estado tras tildarle de godo -conservador, oligarca- debido a su preparación y la posición acomodada de su padre.
.
lunes, 26 de abril de 2021
JOSÉ “POLLO” SIFONTES
Son muchos los que creen que José “Pollo” Sifontes es de Ciudad Bolívar, pero no. Nació en Caracas el 11 de febrero de 1949. Lo que pasa es que su infancia, estudios y realización musical ocurre en Ciudad Bolívar, a donde lo trajeron sus padres la sucrense Ligia Oliveros y Augusto Sifontes que nada tiene que ver con el observador hidrográficos del Orinoco, Ernesto Sifontes. Quizás por allí viene más la confusión.
José "Pollo" Sifontes, o mejor, José María Sifontes Oliveros, se conoce ahora menos que el “Pollo” Brito, pero su trascendencia es mayor y comenzó con su canción “Anhelante” que podemos decir es un clásico de la música popular venezolana, tanto así, que se le cuentan más de un centenar de versiones, vocalizadas e instrumentadas por famosos como Gualberto Ibarreto, Serenata Guayanesa, Oscar D' León, Ilan Chester, Rosa Virginia Chacín, Simón Díaz, Omar Acedo, el flautista Huascar Barrada y su tocayo Rafael Pollo Brito (heredero de su cognomento). Venevisión la utiliza en su telenovela “Corazón Esmeralda”
Decíamos que el Pollo Sifontes se residenció en Ciudad Bolívar desde muy pequeño y por consiguiente, aquí en la capital del Orinoco hizo sus estudios: primarios en el Colegio La Milagrosa de los Padres Paúles; secundaria en el Liceo Tomas de Heres, al tiempo que estudiaba música en la Escuela Carlos Afanador Real donde aprendió a tocar el cuatro, la guitarra, el piano y dio rienda suelta a su vocación de ejecutor, cantante, compositor.
De ese tiempo data el famoso vals “Ciudad Bolívar”, que popularizó “Serenata Guayanesa” al igual que “El Cumpleaños venezolano”, que había compuesto para la agrupación vocal Caracas XXI en 1975, con estilo cañonero.
Egresado bachiller del Tomás de Heres retornó a Caracas para proseguir estudios en la Universidad. Conoció a la actriz, compositora y cantante, Raquel Castaño, con la que se identificó y terminó casándose, (AF)..
HIJO DEL EX GOBERNADOR JORGE CARVAJAL INVITADO COMO CANTANTE AL FESTIVAL DE DALLAS
Jorge Carvajal Colmenares, hijo del ex Gobernador del Estado Bolívar, Jorge Carvajal Morales, ha sido invitado como cantante al Festival de Dallas, Texas, el 5 de mayo.
Jorge, quien estudió derecho internacional y reside con sus padres en los Estados Unidos, ha sido invitado por el comité organizador de ese evento anual latinoamricano y según me ha informado, actuará con la canción “Anhelante” del compositor caraqueño-bolivarense, José “Pollo” Sifontes, compuesta en 1975 y que fue determinante para que su nombre como compositor recorriera la América.
Jorge Alejandro nació en esta ciudad del Orinoco el 7 de diciembre de 1987 y, además de músico, compositor y cantante, es Licenciado en Estudios Internacionales.
Desde muy temprano experimento inclinación por la música, siguiendo atávicamente a su abuelo Luis Eusebio Colmenares, padre de su madre la profesora Jaqueline. Su abuelo en su tiempo fue recocido en el Tigre, Estado Anzoátegui, como músico y compositor.
Esa vena creadora de letras melodiosas también lo caracteriza pues hasta ahora ha escrito 50 canciones, muchas de las cuales dejarán de ser inédita cuando saldrá su primer disco profesional previsto para finales de este año o principios del otro.
El Festival de Dallas en el cual actuará Jorge Alejandro recuerda la victoria de las fuerzas republicanas comandadas por el general Ignacio Zaragoza sobre el ejército francés en Puebla, México. Es el aniversario también de la integración de México a la Organización de Estados Americanos (OEA). (AF)
domingo, 25 de abril de 2021
EL SAMÁN DE GÜERE
UN HIJO EN LA PLAZA MAYOR DE CIUDAD BOLÍVAR
Desde que el Dictador venezolano Juan Vicente Gómez, declaró por Decreto Ley al Samán de Güere monumento nacional en 1933, se despertó veneración por este inmenso y centenario árbol a una legua de Turmero en el Estado Aragua.
Quiere decir que el dictador estaba bien asesorado y, por supuesto, él creía a pie juntillas en sus asesores. Por lo menos por ese lado, el gocho de la mulera, era democrático pues cría en el talento, inteligencia y capacidad de su camarilla.
¿Por qué Monumento Nacional ese árbol? Seguramente por ciertos eventos del pasado como el que se refiere al Libertador Simón Bolívar, quien habría acampado con su tropa bajo su fronda en su paso por Aragua. También fue descrito por el ilustre botánico Alexander von Humboldt como un árbol de unos 180 metros de circunferencia.
Para llamar más la atención el Dictador dispuso rodearlo de elementos de la Independencia de Venezuela, entre ellos, cañones y rifles de la época.
El Samán de Güere presenta una descomunal extensión de sus ramas formando una copa hemisférica de 180 metros de circunferencia y es venerado por los habitantes de estos valles y, sobre todo, por los indios, al que parecen haber hallado los primeros conquistadores poco más o menos en el mismo estado en que hoy lo vemos. Por lo menos es lo que escribe Humboldt.
Junto con Humboldt, otros científicos, historiadores, poetas y artistas dedicaron segmentos al Samán de Güere en sus obras, incluyendo Andrés Bello, Rafael María Baralt, Fernando Bolet y Jacobo Borget. Estando Andrés Bello en Londres, escribió el poema Alocución a la poesía en donde compara al Libertador Simón Bolívar con el Samán de Güere.
Mi amiga María Soledad Osorio me contó un pasaje de su infancia con el Samán de Güere vinculado a ella cuando era una párvula estudiante de primaria en la escuela Elena Acosta Yánez. Allí estudiando cuarto grado, fue electa Reina de la Primavera entre las Madrinas de varias Escuelas para sembrar un hijo del Samán de Güere en la Plaza Bolívar junto con el Gobernador de entonces, doctor Gómez Bello...21 DE MAYO DE 1978. Dice nuestra amiga que no transcurre un año sin que visite ese árbol de la Plaza Mayor que tantos recuerdos le asaltan de su infancia. (AF)
DÍA DEL ÁRBOL
Hoy es el Día del Árbol en toda Venezuela, pues de acuerdo con decreto presidencial, debemos celebrarlo un Domingo, el último de Mayo.
En Venezuela se viene celebrando el Día del Árbol, desde el 10 de abril de 1905, por disposición del entonces Presidente Cipriano Castro.
El decreto establece que en las escuelas del país debía festejarse el 23 mayo como el Día Nacional del Árbol, en reconocimiento a una especie que proporciona múltiples beneficios a los humanos. En 1909, la fecha fue movida para el 15 de mayo. Luego, el 29 de mayo de 1948 se decreta que el Araguaney, un atractivo ejemplar que pierde sus hojas entre los meses de febrero y abril, para entrar en la etapa de floración con soberbias flores amarillas, que lo hacen inevitablemente centro de atención, es declarado Árbol Nacional de Venezuela.
También, como un homenaje al araguaney que adorna todos los paisajes de los campos de la patria, se instituye el 29 de mayo como el Día del Árbol. Sin embargo, por resolución del Ministerio de Educación en 1951, se determina que se debe festejar la Semana del Árbol a partir del Día Nacional del Árbol, que se decidió fuera el último domingo del mes de mayo.
Hay árboles que, por su frondosidad y longevidad, se han convertido en emblemáticos, como la Ceiba de San Francisco, que se encuentra en la isla de la avenida Universidad, en el centro de Caracas, frente a la iglesia del mismo nombre y la Asamblea Nacional.
Asimismo, el famoso Samán de Güere, declarado Monumento Nacional en 1933 y del cual hay un hijo sembrado en la Plaza Mayor de Ciudad Bolívar y La Sarrapia decretado árbol emblemático de Guayana el 24 de mayo de 1952. (AF)
Himno al árbol
Coro
Al árbol debemos solícito amor
jamás olvidemos que es obra de Dios. (Bis)
I
El Árbol da sombra, como el cielo fe
con flores alfombras su sólido pie
sus ramas frondosas aquí extenderá
y frutos y rosas a todos dará
II
Él es tan fecundo rico sin igual
que sin el mundo sería un erial
no tendría palacios el hombre ni hogar
ni aves los espacios ni velas el mar
III
Ni santuario digno para la oración
ni el augusto signo de la redención
no existirían flores ni incendio ni unción
ni suaves olores que ofrendar a Dios
Letra: Alfredo Pietri
Música: Miguel Ángel Granado
Suscribirse a:
Entradas (Atom)