Recopila las crónicas que diariamente vengo publicando en el Correo del Caroní y Red Social
miércoles, 27 de agosto de 2025
NUEVA REVISTA ORINOCO
1965
NUEVA REVISTA: ORINOCO / Luz Machado
Dirigida por Américo Fernández y Gladys Fi- garella, ha aparecido el Número 1 en mayo de 1965, de esta nueva publicación en Ciudad Bo¬lívar. Generosa forma de persistir en lo que ha sido impulso y guía en las faenas periodísticas de la provincia, esta nueva revista puede llegar a convertirse en una gran adelantada del diarismo interiorano. Con una breve nota de la Redacción, llena del aliento joven de qüienes se adentran en tan difíciles labores, han conseguido impri¬mirle la fugaz importancia que es necesaria a este tipo de publicación, en la que las gráficas llenan su cometido y las secciones encuadran bien en una diagramación moderna que posteriormente, con las ligeras reformas que impone el continuo oficio, va a traducirse en mejoras en todos los sentidos de estas páginas. Una sola observación le haríamos, la que frente a las necesidades regionales que sabemos que existen deberían tomar una posición más combativa- más a favor de la realización de los problemas que seguramente existen, más de índole servidora de la colectividad, en el sentido de librar las pequeñas y grandes batallas que significa alentar los esfuerzos de unos, estimular a otros, recriminar a quienes han fallado en un compromiso por conciencia y obligación ante la sociedad, en fin, acicatear yy orientar y dirigir cuando haya necesidad de ser enrumbado, orientado o aclarado. Misión de eficacia y de vigilancia con¬tinua, el periodismo, mucho más el que se ejer¬ce en la provincia, ha de estar alentado hoy por hoy por cuanto es urgencia de hacer, de realidad incuestionable a la que no se puede eludir, de abierta pugna contra cuanto significa regresión, estancamiento, pereza,, desmayo. No sostengo la idea de un periodismo polémico y de combate a toda prueba, a cada instante, y para toda hora, sino^que busco resaltar la bondad que a través del periodismo y de su ejercicio, puede lograrse.
En Guayana y' en Ciudad Bolívar hay urgen¬cias de tipo social, incuestionables. Eso lo sabe¬mos quienes de alguna manera estamos un poco al tanto, por lo menos, de los más importantes anhelos de una colectividad. Y de allá sabemos por ejemplo, que hay obras médico-asistenciales cuya urgencia de funcionamiento es inaplazable.
Sin embargo, no se es del todo justo si se les pide a ellos, los que comienzan, que abran esta batalla ellos solos y comenzando. No somos jus¬tos porque realmente, los periódicos son los más llamados, por sus mismas características, a llenar estas funciones. Debo reconocerlo. Pero hay una que es fundamental también. La de la informa¬ción cultural, la de la tarea cultural. Esta sí, aun cuando haya necesidad de que se ocupen en ella los mejores esfuerzos, resiste uná conti-nuidad ménos inmediata en cuanto a impulsos^ pues una vez impresos éstos, lo demás es cues¬tión de persistir, de aupar, de estimular e impri¬mir alientos a sus orígenes. ■
La labor cultural que puede realizar la Revista Orinoco en Ciudad Bolívar es omnímoda. Por¬que hacía tiempo que —así creemos— no existía un tipo de publicación que permitiera alentar a los jóvenes pintores, a los poetas, a los creado¬res y artistas. Y el artista necesita ser alentado quizá como ningún otro, en su trabajo. Porque es el trabajo que menos apariencia de necesidad tiene para las mayorías. Es el círculo más cerrado el de su creación e interpretación. Y siendo su significación tan absolutamente trascendente, no es la que merece ni es la que encuentra estímu¬los suficientes para nacer, crecer, desarrollarse, hasta convertirse en Jiña autónoma cifra de va¬lor absoluto en la vida culta de un pueblo. cuide y engrandezca el Museo Talavera; que se organice el de la casa del Congreso de Angos¬tura; que se recreen el Ateneo, o la Asociación de Escritores Venezolanos, cuyas seccionales ya han comenzado a organizarse en el Interior. Que se realicen exposiciones de pintores, recitales de poesía y conciertos al aire libre en su nueva Con¬cha Acústica. En fin, que se movilice el espíritu 'x —que a veces se nos antoja adormecido de puro silencio— de esa gran región que es Guayana, de ese gran Estado Bolívar, que si cuenta con ■ la poderosa fuerza espiritual capaz de sostener,
cuando menos, las viejas columnas que desde las fundaciones históricas erigieron los adelanta-
* dos y que se continuaron en la obra del Liberta¬dor, comprometieron para siempre las generacio¬nes del porvenir.
Diario LA REPUBLICA, 25-6-1965.
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