lunes, 14 de febrero de 2022

LOS ORIGINALES DEL MENSAJE AL CONGRESO DE ANGOSTURA

El historiador Pedro Grases (en la foto) hizo posible que el Señor Philip J. Hamilton Grierson, tataranieto en cuarta generación del coronel James Hamilton, donara a Venezuela el manuscrito original del Discurso de Angostura, pronunciado por Simón Bolívar, el 15 de febrero de 1819 ante el Congreso de la República reunido en la capital orínoquense. Los descendientes del coronel que tan decididamente cooperó en la lucha por nuestra independencia, hicieron posible el largo viaje de Londres hasta Ciudad Bolívar y aquí, en la antigua Casa San Isidro, en ceremonia muy especial, los recibió el presidente Carlos Andrés Pérez . La joya histórica fue obsequiada el 12 de diciembre de 1975 y los guayaneses rebosaron de contento y agradecimiento porque la augusta Casa del Congreso de Angostura que había sido restaurada bajo el mandato del gobernador Domingo Álvarez Rodríguez, tendría su complemento más apreciado y podría exhibirlo en un cofre-fuerte tal como el Acta de la Independencia en el Salón Elíptico del Capitolio. Pero no ocurrió así. El mandatario nacional desconfió del sistema de seguridad local y dijo mejor estaría bajo su custodia ese manuscrito, que según nos informó en cierta ocasión el escritor Manuel Alfredo Rodríguez, el Presidente mostraba con orgullo a todo personaje importante que recibía en Miraflores. Cuando se preparaban los actos del bicentenario del natalicio del Padre de la Patria, se planteó a la Junta organizadora la posibilidad de gestionar, como en efecto se hizo, la creación de una unidad de la Guardia del Libertador en la Casa del Congreso de Angostura, no sólo pensando en la prestancia y suntuosidad de las efemérides, sino en el posible retorno del preciado documento a la ciudad orinoquense, pues demás está decir que ningún lugar es tan natural y apropiado para su permanencia y exhibición que la histórica casa donde fue prohijado. La ocasión del aniversario de la presentación del Mensaje al Congreso Constituyente de Angostura por el Libertad bien, siempre es propicia para renovar por parte de las autoridades o líderes de la ciudad, una reiterada gestión en tal sentido para ver si de una vez nos libramos del mote de indiferentes que suelen endilgarse a los citadinos ante la desaparición de sus reliquias. Porque de verdad que hemos perdido unas cuantas porque cada gobernante o funcionario del poder central o militar se siente con derecho a llevarse una para su casa o su pueblo natal. Así se llevaron el fusil de la Batalla Vargas donado a Ciudad Bolívar en julio de 1972 para ser exhibida en la Casa de San Isidro, por el Cónsul colombiano Omar Nieto Camargo. Fue fabricado en Francia en 1812 y utilizado por Bolívar en esa batalla. Se llevaron para la Iglesia Sana Ana del Táchira las antiguas Arañas de cristal de la Catedral, se llevaron para la Base de Palo Negro la estatua de Miranda, se llevaron para Maracay los catalejos de Piar, se llevaron de la Biblioteca del estado busto de Gallegos, se llevaron del Instituto de Comercio el busto de Dalla Costa, se llevaron todas las piezas del Museo Talavera, se llevaron de la Cárcel Vieja el Museo Etnográfico y el Territorio Flotante, se llevaron para los Estados Unidos los fósiles del Gliptodonte hallado en los barrancos mineros del Guaniamo, se llevaron de la Casa del Correo del Orinoco pinturas de artistas del Círculo de Bellas Artes de Caracas de hace cien años y cerámicas precolombinas. Pedro Grases, a quien los bolivarenses deben los originales del Mensaje al Congreso de Angostura nació en España en 1909 y murió en Caracas 2004: Humanista, intelectual, investigador cuya labor en pro de la educación secundaria y universitaria ha sido ampliamente reconocida en Venezuela y el exterior.(AF)

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