miércoles, 7 de octubre de 2020

EL SALTO ÁNGEL: 83 AÑOS

Se cumplen hoy 9 de octubre 83 años (1937) de haber el aviador y explorador norteamericano Jimmy Ángel dado conocer el Salto de Agua más elevado de la Tierra, ubicado en el Parque Canaima del Estado Bolívar. Su sobrina Karen Ángel, editó y publicó en abril de 2019 “Flight´s Angel” (El Vuelo de Ángel), un libro de 432 páginas y 300 imágenes, sobre la vida y aventura de este Piloto californiano que vivió en una humilde pensión de la calle Liberad No. 18 de Ciudad Bolívar con su esposa Mary. A mi manera de ver, es otra versión del fascinante acontecimiento, pues Karen basa la obra en el relato de un adolescente nacido en Ciudad Bolívar el 10 de septiembre de 1921, claro, cuando ella lo entrevistó el adolescente, Solón Eufracio, tenía 90 años. Cuenta Karen que Ciudad Bolívar tenía para la época unos 6 mil habitantes y que en la Pensión de Solón y Mercedes de Eufracio solían hospedarse los empleados de tres Compañías que operaban en Guayana y que allí se hospedaron en 1937 Jimmy Ángel y su esposa Mary y que ambos solían viajar tierra adentro cada semana volando por la selva circundantes de los Tepuyes de la Gran Sabana y, como era de esperar, se enamoraron del paisaje, tanto, que le pusieron a la avioneta “Río Caroní”- Al regreso de uno de esos viajes, se impresionaron al ver una Caída de Agua y fue así como el 9 de octubre de 1937 Jimmy Ángel, (James Crawford Ángel) su esposa Marie y los venezolanos, Miguel Ángel Delgado y el ingeniero Gustavo Henny partieron a la aventura. El arriesgado Piloto creía que podía aterrizar su avioneta en la cima del Auyantepuy, pero no contaba con lo pantanoso del terreno, de manera que cuando se decidió, apenas la Ryan Flamingo correteó se frenó atrapada por el pantano con las ruedas delanteras hundidas y la cola del aparato levantada. Como la avioneta no llegaba de regreso, la alarma cundió en el pueblo y salieron en su búsqueda, fueron rescatados 11 días después. Al llegar de vuelta a la Pensión Jimmie y Mary se veían irreconocibles, delgados, con picaduras de insectos en todo el cuerpo, las miradas perdidas y terribles pesadillas por las noches que fueron tratadas con valeriana por el médico de la familia, doctor Ricardo Archila. Los dueños de la Pensión cuidaron con afecto a la norteña pareja y recuperada, regresó a su tierra emocionada de la mejor e histórica aventura de su vida. (AF)

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