Tras
un recibimiento caluroso matizado con cantos religiosos y manifestaciones de
fe, tomó posesión como auxiliar del Arzobispo, el prelado venido de Betijoque,
monseñor José de Jesús Núñez Viloria.
Núñez Viloria, ascendido a obispo en
enero de 1982, por voluntad del Papa Juan Pablo II, llegó a Ciudad Bolívar el 2
de mayo, alborozado de entusiasmo y prometiendo a los bolivarenses “trabajar como Dios manda, al lado de
monseñor Crisanto Mata Cova, que es para mí como un padre”.
La manifestación de bienvenida estuvo
encabezada por el propio arzobispo Mata Cova, el Gobernador Alberto Palazzi y
su esposa Tatiana, el Viceministro de Justicia Eliseo Moreno y numerosas
personalidades de la ciudad. A nombre de los citadinos pronunció las palabras
de bienvenida el profesor Manuel Mejías y en la Catedral , donde fue
concelebrada una misa, Monseñor Mata Cova tuvo a su cargo la homilía.
Posteriormente fue reinaugurada la iglesia del Santísimo, donde vivirá el
Obispo Auxiliar. Por la noche el Gobernador le ofreció al prelado una
recepción.
Nativo de Betijoque, un frío y lejano
pueblito del Estado Trujillo, Monseñor de Jesús Núñez Vitoria, fue preconizado
Obispo en 1982 por el Papa Juan Pablo II y destinado como Auxiliar de la Arquidiócesis de
Ciudad Bolívar, vacante desde que Monseñor de Guruceaga Iturriza fue designado
Obispo de Margarita en 1971. Monseñor J. J. Núñez Vitoria permaneció como
Auxiliar hasta 1987 que fue elevado Obispo titular de la Diócesis de Ciudad
Guayana, vacante desde que Monseñor Luis Medardo Luzardo Romero fue designado
Arzobispo de Ciudad Bolívar para llenar la jubilación de Monseñor Crisanto Mata
Cova
Monseñor J. J. Núñez Vitoria, a los
cuatro años renunció sorpresivamente la Diócesis de Caroní y su dimisión fue aceptada por
el Vaticano. Actualmente se encuentra
en su estado natal Trujillo donde el
domingo 12 de octubre de 2012, celebró sus bodas de oro y a propósito. Luis
González escribió lo siguiente: “Hoy está de alfombra roja, por los afectos,
monseñor José de Jesús Núñez, Obispo Emérito de Ciudad Guayana, quien ha
cumplido medio siglo al servicio de una misión dura, compleja, pero
esperanzadora, como es la pastoral, vale decir, predicar nada menos que la
Palabra de Jesús, cuya labor política en las tierras lejanas del Medio Oriente,
hoy fermentadas por la incomprensión y la guerra, fue clave para que al mundo
legara una filosofía del ser y hacer, la del humanismo, cuando se ve al
"otro" como Hermano -con palabras mayúsculas- frase que es toda una
doctrina de naturaleza política, ideológica porque enmarca distancias, límites,
otros conceptos, como propiedad privada, riqueza, muros, exclusión, que él
cuestionó porque son los que dan pie a la agresividad y conflictividad cuando
todo lo que se acumula fundamenta un sistema económico voraz, feroz, que ha
hecho de las guerras un redondo negocio. El hombre nació desnudo. Es lodo.
Regresará a él. Vacío. Así de sencillo. Por eso es que es válida la opción por
el Barrio Moscú.
Monseñor
Núñez tiene rato en ese peregrinaje. Sabe de estas cosas. Ha andando mundo.
Conoce, como diría San Agustín, de lo humano y de lo terreno. Nada le fue
ajeno. Fue ordenado en 1962. Es oriundo de Betijoque, donde naciera en 1880
otro gran obispo trujillano, monseñor Enrique María Dubuc y un gran maestro de
la docencia Rafael Ángel Chacín Soto, Obispo de Valle de La Pascua. Compartimos
toda esa cercanía para Mons. Núñez.
Monseñor Núñez recibió los votos de simpatía de los valeranos en San Juan Bautista, en la palabra
de saldos, deberes y haberes de Monseñor José Luis Azuaje y del padre Torres,
Vicario de la Ciudad”.
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