La Tercera Guerra Mundial

“La Tercera Guerra Mundial estallará antes de que aparezca el cometa Halley en 1986”, pronosticó en Ciudad Bolívar el 11 de abril de 1981, en el curso de dos conferencias el antropólogo mexicano Fernando Salazar, quien se hallaba en Venezuela desde fines del mes anterior invitado por la Asociación Gnóstica de Estudios de Antropología y Ciencias de América Confederada.

         Según el investigador mexicano, Nostradamus, astrólogo francés, anunció con 440 años de anticipación que esta guerra tan terrible sería atómica y que se disponían de cifras determinadas por el estadista español José Cabrera Parra de que la guerra duraría quince minutos y en ese brevísimo lapso de tiempo morirían en Estados Unidos, 220 millones de personas; 324 millones en América Latina; 700 millones en la China y 384 millones en la Europa Occidental, o sea, un total de 1.663 millones de personas.

Asimismo, los proyectiles que alcanzarían a las poblaciones de Polonia, República Democrática, Hungría y a la propia Rusia, exterminarían a 400 millones de personas. En el Oriente Cercano se estimaban que morirían como consecuencia de las explosiones atómicas 190 millones de habitantes y en el Oriente Lejano incluido Japón, 97 millones. Los sobrevivientes al holocausto serán los más sufridos y desearán la muerte.

Para dar fuerza a las predicciones sobre el estallido de la Tercera Guerra Mundial, el antropólogo dijo que Nostradamus también profetizó con 400 años de anticipación la Revolución de Irán y la caída del Sha Reza Pavlavi que está a la vista del mundo.

La profecía está contenida en los siguiente versos del astrólogo: “La lluvia, el hombre y la guerra no cesarán en Persia (Irán) / Demasiada fe traicionará al Monarca (Sha Reza Palevi) / Las acciones empezarán en Francia y terminarán allí (Ayatola Jomeini) / Un signo secreto que uno no debe escatimar (Guerra entre Irán y Irak). Lo cierto es que el 86 pasó y el cometa legendario también, fresco, muy fresco  como un amanecer.

 Nostradamus o Miquèl de Nostradama, fue un médico y consultor astrológico provenzal de origen judío, que existió  en el siglo dieciséis (1503-1566), considerado uno de los más renombrados autores de profecías y eventos futuros. Su obra profética Las verdaderas centurias astrológicas y profecías fue publicada por primera vez en 1555.

Desde la publicación del libro, muchas personas se han visto atraídas por sus misteriosos versos. La mayoría de sus seguidores afirman categóricamente que Nostradamus predijo todas las catástrofes del mundo, desde su época hasta el futuro año 3797, fecha en que supuso que acontecerá el fin del mundo. También colaboró con la aristocracia francesa, elaborando horóscopos para la reina Catalina de Médici, prediciendo sorprendentemente la muerte del rey Enrique II y, finalmente, siendo asignado como médico de la corte real por Carlos IX.

En contraste, muchas de las fuentes científicas afirman que la relación que existe entre los eventos mundiales y Nostradamus es resultado de las traducciones e interpretaciones tendenciosas, con la finalidad de que coincidan plenamente con los acontecimientos que ocurren día a día. Por lo tanto, no hay pruebas certeras de que realmente Michel de Nostradamus haya hecho que las predicciones que son tan anunciadas tengan una clara identificación.

Hubo biografías de Nostradamus que afirman que temía ser perseguido por hereje por la Inquisición, ya que muchos otros, quienes habían publicado ideas polémicas en aquellos tiempos, habían sido torturados o quemados en la hoguera.

Por eso escribía en cuartetas un tanto crípticas y oscuras que a menudo han sido interpretadas de forma distinta por diferentes estudiosos. Muchos libros han sido escritos basándose en estas varias interpretaciones.

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