Hoy ocho de febrero recordamos aTomás
Antonio León Rengel. Falleció en su tierra natal, a los 82 años de edad
cumplidos el 21 de diciembre (2020),
precisamente día de Saanto Tomás, el apóstol de “ver para creer”. Nació esa
fecha de 1939, en el famoso “Cerro Azul” donde Piar fracasó en uno de sus
intentos por tomar la Plaza de Angostura. Esa misma plaza, donde el “Chino
León”, cognomento con el que angostureños los conocía, trasmitió muchas veces a
control remoto sucesos de una de las tantas emisora donde trabajó con su voz
muy particular e indudable pasión vocacional. Porque antes que nada, fue un
locutor iniciado ¡parece mentira! en Puerto La Cruz, Ondas Porteñas, con el
también desaparecido, Gabriel Aguilera Ordaz, periodista, igual que él y
directivo del gremio bolivarense. Debo decir, a propósito, que cuando fui
Secretario General de la AVP, Seccional, el Chino León era Secretario de
Cultura y Propaganda. Se inscribió en la Asociación Venezolana de Periodistas,
Seccional Bolívar, en marzo de 1967, llevado de la mano por Joaquín Latorraca y
José Antonio Nicolás, quien fue director de Radio Bolívar. Acostumbraba el
Chino León celebrar su cumpleaños en el Salón Río Claro del Hotel Laja Real, En
uno de ellos, recuerdo que concurrieron el comandante Walter Becerra, el
alcalde de la ciudad Jorge Carvajal, prefecto Diomedes Túnez, y dirigencia de
todos los partidos para saludar a través de "Guayana, buenos días" al
Chino León que cumplía entonces 51 años de edad y 33 de locutor (30-01-1991)
iniciado en Ondas Porteñas de Puerto La Cruz bajo la dirección del desaparecido
Gabriel Aguilera Ordaz. El Chino León era realmente un personaje, no sólo como
narrador fluido y agradable sino también como político de hábil sutileza dentro
de los más enconados enredos. De suerte que cuando la dirigencia adeca se vio
como arrinconada por los constantes ataques del gobierno de Andrés Velásquez y
de su partido, el Chino León logró ascender desde la bancada blanca al estrado
presidencial del Concejo Municipal con los votos de la Causa R, del MAS, COPEI
y los de Acción Democrática. Nacido el día de Santo Tomás (29 de diciembre), no
por ello era incrédulo como lo fue el apóstol. El Chino no necesitaba ver para
creer. Se anotaba entre los que creen de buena fe y a primera vista y, sin
embargo, confesaba que jamás había sido engañado ni bajado de la mula y menos
en esta su Ciudad Bolívar, donde hace tiempo se acabó este noble medio de
transporte (la mula) y distracción de los muchachos que atardecían o amanecían
en la Laguna El Porvenir. Quién se atrevería a engañar o agraviar en cualquier
sentido al que nunca le faltó un micrófono para decir y denunciar con
"espadas y espinas". Tenía el Chino León una manera tan particular de
decir las cosas que a muchos les parecía a la vez que terrible, divertida. Lo
hacía espontáneamente y ayudado por una elocuencia natural apoyado en el
lenguaje popular y coloquial, siempre lleno de gracia y de proverbios y que
bien tenía su representación auténtica en el diario y longevo microprograma radial
que animaba con el título "La piedrita en el zapato", ostentando como
lema "Así me lo dijeron, así lo digo". Hoy cuando reciclo esta crónica que publiqué el 30 de
enero de 1991 en El Nacional, el Chino Antonio León Rengel ya no está y, por lo
tanto, ya no estará con nosotros ni en la FM Interactiva, donde trabajaba, ni
menos en Cerro Azul, donde nació ni, en Agua Salada donde terminaron sus días
al lado de su esposa e hijos. Pero estarás sin duda en la memoria de los
angostureños que como tus colegas te saludamos
donde quiera que estés. Acaso todavía por ese largo camino que muchos se niegan
a transitar por lo incierto, ignoto y arcano. (AF)