El profesor Miranda, fue fundador junto con el entonces director Domingo Mastracci de esta monumental escuela de dos plantas situada al norte urbano de la ciudad. Era el primer Grupo Escolar de tal magnitud y funcionalidad construido en la región. Los citadinos se desvivían por inscribir sus muchachos en este Grupo Escolar donde, como decía una doña, “se aprende de verdad” y aún percibe un aire de la disciplina de antaño. El personal docente y alumnado del Grupo Escolar “Estado Mérida” comenzó a celebrar el 26 de julio de 1966 con actos culturales, artísticos y deportivos los veinte años de su fundación. Otorgaron diplomas y medallas al personal docente y empleados con cinco, quince y veinte años de servicios y la presentación del Conjunto Contrapunto y Grupo Musical Infantil de la Escuela Afanador Real. Los maestros y empleados distinguidos con diplomas y medallas fueron: Ligia de Cordero, Francisco Arredondo, José Seguías, Josefa de Morillo, Ana de Mariño, Mercedes de Panqueba, Edelmira de Sotillo, Maritza de Magallanes, Eurice de D’Anello, Rosa de Ruiz, Del Valle de Custodio, Ramona Magín, Narcisa Aray, Rosa de García, Elía de Rapposelli, Alcira de Medori, María de Arredondo, Nelly de Fuenmayor, Juan E. Guarisma, Miguel Campos, Noel Aguirre, Juanita de Cazadores, Fautisno Gutiérrez, José Francisco Miranda y Domingo Mastracci. El Grupo Escolar “Estado Mérida” fue construido por disposición del Gobierno de Isaías Medina Angarita luego de visitar Ciudad Bolívar tras la descomunal crecida del río Orinoco en agosto de 1943 que arrasó con la Ciudad Perdida, lugar donde fue edificado. Lo integra un auditorio estrenado con un concierto del entonces primer arpista del mundo, Nicanor Zabaleta. El 5 de julio de 1947 fue inaugurado con el mismo personal docente de la Moreno de Mendoza transferida al interior y que entonces encabezaba como directora la maestra Teodora Méndez de Montes. El Grupo se inauguró con un desfile de los alumnos y canto del Himno Nacional; sesión solemne de la Asamblea Escolar Constituyente y toma de posesión del Presidente de la República Escolar, alumno José Sierra; presentación y desfile de los equipos que participaron en el campeonato de voleibol; juego del equipo campeón “Diablos Rojos” con selección de otros teams; bendición del edificio por el vicario general de la Diócesis, doctor Dámaso Cardozo. Por la noche hubo un acto cultural en el auditorio del Grupo que tuvo como apertura canto del Himno del Estado Mérida por la coral del Grupo acompañado al piano por el profesor José Francisco Miranda; discurso del director de Primaria y Normal profesor Julio Silva Flores y la dramatización “El Mensajero del Libertador” con la actuación de los alumnos Abelardo García, Pedro Acuña, Raúl Spósito, Enio Echeverría y José Acosta. Al final hubo un brindis de champaña ofrecido por el Ministerio de Educación. El Grupo Escolar Estado Mérida absorbió la Escuela Nacional “Joaquín Moreno de Mendoza creada en 1936 bajo la dirección del bachiller Felipe Hernández Natera y por donde pasaron Jesús Soto, Rafael Pineda, José Sánchez Negrón, Vicente Latorraca, Brígido y Alejandro Natera, entre otros intelectuales y artistas. El profesor Alfonso Paraguan fue el encargado de abrir las puertas de este moderno edificio de dos plantas protegido contra las crecidas del Orinoco (AF) |
Recopila las crónicas que diariamente vengo publicando en el Correo del Caroní y Red Social
martes, 30 de abril de 2013
El Grupo Escolar Estado Mérida
lunes, 29 de abril de 2013
El Gobernador de Bolívar Luis Raúl Vásquez Zamora
Luis Raúl Vásquez Zamora, ingeniero civil y político, fue designado gobernador del estado Bolívar por Decreto 781 del 16 de marzo de 1967. Nació en Tumeremo el 15 de abril de 1923. Casado en segunda nupcias con Hermenilda Torres, nativa de El Palmar. Un solo hijo de nombre homónimo. Estudió primaria en su lugar de origen y luego se residenció en Caracas donde prosiguió estudios hasta graduarse de Ingeniero en la Facultad respectiva de la UCV.
Empezó el ejercicio profesional en el INOS. Pasó luego a la dirección del MOP en Bolívar (1961-1962). De aquí ascendió a director general de Vialidad del mismo ministerio y finalmente viceministro y coordinador del Programa Nacional de Viviendas.
El reemplazado doctor Pedro Battistini Castro, al dejar la Gobernación se fue a ocupar la curul de senador del Ministro de Educación J. M. Siso Martínez, pues el médico pediatra Carlos Hernández Acosta, quien lo suplía, vino a la vez a suplir al concejal Ángel Malpica en la presidencia del Concejo Municipal de Heres.
Acción Democrática continuaba manteniendo la presidencia edilicia no obstante tener tres de los siete ediles, hacía mayoría con el voto del doctor Ramón Castro Mata, a cambio de la primera Vicepresidencia.
En el Distrito Caroní, por lo contrario, AD dejó el control de la Municipalidad en manos de URD, forzada por un pacto inesperado del partido amarillo con el FDP. La presidencia aquí recayó en el urredista Gudelio Carpio, quien junto con los concejales Luis Alberto Grúber, doctor Miguel Natera y el secretario José Martínez Narváez, fue expulsado de URD al desacatar el pacto nacional de ancha base que este partido tenía con Acción Democrática y el FND. José Martínez Narváez pasó luego a la Secretaría General del Colegio de Periodistas de Ciudad Guayana.
Pocos cambios debió hacer el nuevo gobernador Vásquez Zamora, pues en el Gobierno Regional, a todos los niveles, funcionaba con relativa rigurosidad el llamado Pacto de Ancha Base. Una de sus primeras actuaciones fue la de resolver el problema localizado en La Urbana al amenazar los indios Guahibos con atacar la plaza si el alcalde no ponía en libertad al cacique Juan García, quien se hallaba detenido como indiciado en la muerte de un indígena de otra etnia. Al final, el gobernador accedió a la demanda de los Guahibos.
Una manera muy práctica de resolver la cuestión. Ya tenía bastante con lo que pasaba con su partido enfrascado en una lucha interna por la candidatura presidencial, la cual dependería de las elecciones primarias para escoger los delegados a las convenciones.
Las elecciones primarias, fórmula electoral novedosa, resultó fatal por propiciatoria de la tercera división que dio lugar al Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), liderado por el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, candidato presidencial, enfrentado a Gonzalo Barrios, del sector oficial.
El 24 de septiembre fueron las elecciones primarias de AD y dos días después el Comité Ejecutivo Seccional, cuyas cabezas relevantes eran Santos Rebolledo y Roger González, rompió relaciones con el gobernador Vásquez Zamora por haber utilizado los recursos del Estado y su influencia a favor de la corriente interna inclinada por Gonzalo Barrios.
El gobernador, hombre de temperamento tranquilo, no aguantará mucho. Se iría pronto y le dejaría el coroto a Sanoja Valladares, quien ya tenía experiencia en el arte de manejar el gobierno en conjunción con el interés partidista. A la hora del recuento de la obra realizada a través de la cual el común juzga al gobernante, se verá que con 40 millones de presupuesto anual no era mucho lo que podía realizarse sin el respaldo ministerial
domingo, 28 de abril de 2013
El Gobernador Garrido Mendoza
Garrido Mendoza, un especialista en la planificación urbana, tuvo mucho que ver durante el bienio 1960-62 con el desarrollo urbanístico de Ciudad Bolívar. Arquitecto, natural de Caicara de Orinoco, cuarenta años, venía de desempeñar el cargo de jefe de Estudios y Proyectos de la Urbanización El Roble de San Félix de Guayana. Vino en reemplazo del abogado Eduardo Oxford Arias, quien desempeñó la Gobernación durante 14 meses. Acompañado de su esposa Zémida de Garrido; del presidente de la CVG, general Rafael Alfonso Ravard; del comisionado de la Presidencia, general Alberto Monserrat y del presidente de Sidor, ingeniero Argenis Gamboa, tomó posesión a la hora del mediodía. Dijo a los guayaneses que no aceptó el cargo para trabajar por intereses pequeños, para servir a grupos o parte de esos grupos. Prometió ser muy amplio en la gestión político-administrativa y en cuanto a los problemas regionales señaló que estamos ante la urgencia del tiempo. Estoy consciente de que existen problemas graves que resolver, comprendo que hoy más que nunca necesitamos redoblar esfuerzos para abrir horizontes nuevos a los grandes contingentes de jóvenes que día a día esperan una ocupación para subsistir en condiciones de dignidad. Igualmente habló de los problemas rurales y del desarrollo como problema del hombre y de la técnica. Por su parte Oxford Arias manifestó que se reintegraría al ejercicio de su profesión de abogado convencido del deber cumplido y que entregaba a su amigo y compañero de partido arquitecto Manuel Garrido Mendoza un presupuesto saneado y suficiente dinero en caja y bancos para continuar las obras emprendidas, entre ellas, el Museo de Arte Moderno Jesús Soto. El talante del nuevo gobernador inspiró simpatía desde el mismo momento de la toma de posesión de la Gobernación. Los bolivarenses se sintieron atraídos por aquella figura alta y magra luciendo en la parte superior de los labios unos bigotes largos, abundantes y poblados. Todo el mundo tenía que ver y para diferenciarlo del común de los bigotes empleaban el vocablo italiano mostaccio (mostacho) recordando tal vez al venado de matacán o aquel personaje, Bartell D’Árcy, de la novela Los Muertos, del escritor y poeta irlandés James Joyce, que cantaba ópera en el Theatre Royal. Se me ocurre que este personaje de Joycee ha debido parecerse a nuestro paisano bolivarense José Sambrano Ruiz, un exgerente de la Cantv, a quien los citadinos preferían reconocer como “Bigote Eléctrico”, cognomento que creo le habría venido más acertadamente a Mario Moreno Cantinflas. Lo cierto de todo esto es que a una de las bombas diamantíferas del Guaniamo los mineros la bautizaron con el nombre “Los Bigotes del gobernador”. El diario El Nacional se ocupó del asunto y hasta el doctor Márquez Bustillos fue recordado a propósito, sólo que este funcionario de confianza del general Juan Vicente Gómez tenía los bigotes puntiagudos o vibrisas como un morsa del Pacífico. Muchos bolivarenses siguieron la moda del gobernador, entre ellos, el presidente de la Asociación de Ejecutivos, doctor Ramón Castro Mata, aclarando cuando un periodista le preguntó que “antes que imitar al gobernador, yo diría que imito más bien a mi abuelo que los usó antes que él”. En esa ocasión, queriéndole salir al paso, la señorita Malvina Rosales, la primera guayanesa en usar pantalones y que trabajó en una oficina pública, dijo que si los mostachos vuelven ella resucitaría el rígido abanico de conchas, pese al ventilador y al aire acondicionado. Según el arquitecto rivas Gutiérrez, Garrido mendoza era EGRESADO DE LA FACULTAD DE ARQUITECTURA UCV SUMMA CUM LAUDE Y FUE LIDER DEL PLAN PILOTO EL ROBLE VIVIENDA SOCIAL Y TRASCENDENTE DE LA ESCUELA DE CARLOS RAÚL VILLANUEVA QUE FUE SU MAESTRO. UNICO ARQUITECTO QUE HA SIDO GOBERNADOR DEL EDO. BOLÍVAR Y QUE SE DOCTORÓ CON UN PLAN SISTÉMICO DE CIUDADES PARA EL EDO.POR SU EXTRAORDINARIA SUPERFICIE. |
sábado, 27 de abril de 2013
El Gobernador de Bolívar C. E. Oxford Arias
Las elecciones para el período 1969-1974 las ganó el Dr. Rafael Caldera (Copei), quien contó a su favor 1.082.941 votos seguido muy de cerca por el Dr. Gonzalo Barrios (AD), 1.051.870. Los otros candidatos fueron Miguel Ángel Burelli Rivas, 829.397 votos; Luis Beltrán Prieto Figueroa (MEP) 719.733; Alejandro Hernández y Germán Borregales que estuvieron por debajo de los 30 mil sufragios.
La votación del estado Bolívar arrojó estos resultados: votos pequeños, para cuerpos deliberantes, AD: 40.534; MEP, 19.385 (Prieto como candidato sobredobló esta cifra): Copei, 18.487; URD, 10.372; FDP, 8.438.
Favorecidos como diputados al Congreso Nacional resultaron David Morales Bello, José Luis Mattei y Justo González, por AD; Said Moanack y Santos Rebolledo, MEP; Leonardo Aponte, CCN y Luis Guillermo Pilonieta, Copei. Senadores: Pedro Battistini Castro (AD) y Pedro Torres (MEP).
Diputados a la Asamblea Legislativa: Luis Pasarella, José Luis Melgar, Jorge Martínez hijo, Juvenal Montes y Ramón Rojas Rojas (había renunciado a URD) por AD: Roger González y Alfonso Paraguán, MEP. Francisco Álvarez Medina (presidente de la Junta Electoral Principal) y Víctor Abad Martínez, Copei; Leonardo Aponte, CCN; Stella Cabrera y Humberto Fernández, FDP.
La Asamblea Legislativa se instaló el 3 de marzo de 1969 bajo la presidencia del diputado copeyano Francisco Álvarez Medina, conforme a un pacto administrativo suscrito por Copei, MEP, FDP y URD para alternarse cada año en la presidencia. AD, con mayoría relativa, quedó fuera de la directiva.
El gobernador Rafael Sanoja Valladares cesó en sus funciones diez días después, vale decir el 13 de marzo, cuando se inició el gobierno copeyano en el estado con el doctor Carlos Eduardo Oxford Arias (en la foto acompañado del doctor Ricardo D’Marco, Lourdes Salazar, Coromoto Casado y los periodistas José Antonio Nicolás y J. M. Guzmán Gómez).
El doctor Carlos Eduardo Oxford Arias, primer gobernador copeyano en el estado Bolívar, nació en El Palmar el 5 de noviembre de 1923. Estudió primaria en su lugar de origen y Guasipati. En Ciudad Bolívar cursó secundaria y luego viajó a Caracas para doctorarse en Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Central de Venezuela. La tesis de grado versó sobre la Citación en el Código de Procedimiento Civil.
Su profesión nunca dejó de ejercerla en el estado, con Ciudad Bolívar siempre como centro principal de su actividad. Siendo estudiante universitario penetró en el ambiente político haciendo buenas migas con Copei, partido socialcristiano en el cual se inscribió posteriormente (1958) y llegó a ser primera autoridad seccional (1963-1970).
En 1968 fue electo concejal en el Distrito Heres, curul que dejó para ejercer la Gobernación luego de ser designado gobernador de Bolívar por decreto del 13 de marzo de 1969, del presidente Rafael Caldera. Se hizo acompañar en la Secretaría General de Gobierno por Paúl Von Büren, doctor en Farmacia, de principios socialcristianos, quien comenzaba a incursionar en la política.
Tuvo la suerte de gobernar el primer año con una Asamblea Legislativa presidida por Francisco Álvarez Medina, copeyano al igual que Víctor Abad Martínez, únicos de la tolda verde de los 12 diputados que conformaban el cuerpo legislativo. Tuvo que ingeniársela con una oposición diversa y mayoritaria que empezando su gobierno introdujo una Ley de Escalafón Magisterial presentada por el diputado Róger González y la cual garantizaba estabilidad a los docentes dependientes del Estado así como primas económicas. La Ley fue aceptada sin reparos.
Oxford Arias apenas gobernó 14 meses. Su salida la precipitó su pelea cazada con el presidente de la CVG Rafael Alfonso Ravard, a quien llamaba Virrey por querer actuar como representante de un estado dentro de otro estado.
viernes, 26 de abril de 2013
Gladys Rojas Lizardi, docente y altruista
Viernes, 26 de Abril de 2013 | |
Gladis falleció el 4 de abril de 2006 y en memoria de lo que significó para generaciones de estudiantes y gente desvalida, se exhibió en la Galería del Centro de las Artes de la Dirección de Cultura de la Gobernación del estado, la exposición de arte sagrado “Anuncio y Denuncia”, de su hermana Angélica. Mujer activa e inquieta nunca dejó la profesora Gladis Rojas de estudiar y prestar servicios a la comunidad. Mientras estudiaba idiomas en el Instituto Pedagógico de Caracas se iba a la Parroquia 23 de Enero a divulgar su fe, alentar a la gente deprimida y prestar la asistencia social que le era posible. No contenta con su título de idiomas, se trasladó a Valencia a cursar en la Universidad de Carabobo para la licenciatura en Relaciones Industriales, al tiempo que ejercía primero la subdirección y luego la dirección del Ciclo Básico “Rafael Méndez Guerra” de la capital carabobeña. Con esa experiencia y bagaje profesional volvió al seno bolivarense para ejercer la docencia en los Liceos Carlos Emiliano Salom y Adán Blanco Ledesma, el más viejo de los establecimientos de segundo nivel de la ciudad después del Peñalver. En el lapso 1981-1992 (más de un decenio) ejerció la Dirección del Liceo Peñalver que dejó para asumir la Dirección de Educación del Municipio Heres. La profesora Gladys Rojas Lizardi, mujer católica de de profundas convicciones, junto con un grupo de laicos de la Hermana. Socorro (Dominica) cumplió misión apostólica, llevando consuelo, esperanza e instrucción a los presos de la Cárcel de Vista Hermosa de Ciudad. Bolívar. Fue integrante del Movimiento de cursillista de Cristiandad, jefe del Equipo de Solteras (Año 1965). Además cofundadora de la Escuela de Formación de Catequista “Madre Rita de Lourdes” de las Hnas. Catequista de Lourdes, entre 1991 y 1996, desempeñándose como Animadora y Facilitadora. Siendo miembro de la Pastoral Bíblica Católica del Secretario Catequístico de Ciudad Bolívar funda y dirige el programa radial “Cristo toca tu puerta” trasmitido entre 1996 y 2001 por la Emisora “Candela FM 101.7” donde divulgó algunos de los pensamientos reflexivos sobre el Evangelio. Sufriendo de cáncer, fundó 11-11-2004, junto con Vilma Orta y otros pacientes de este mal, el “Club de la Alegría”, el cual funciona aún en el local del Seguro Social, donde se reúnen el tercer viernes de cada mes a las 9:00 am y cuyo fin es “Dar esperanza y alegría a los enfermos de cáncer”. En sus palabras a los graduandos de la promoción peñalveriana de 1990 observó que los esfuerzos de la sociedad actual no están bien encaminados a lograr el máximo de su excelencia. Se aprecian de manera preocupante muchas distorsiones y fallas pues evidentemente pareciera que estamos ante una sociedad como hundiéndose en una vorágine, tras una dosis diaria de violencia, droga y vicios muchas veces exaltados o reforzados por programas de televisión y medios gráficos, ante los cuales sucumben, muchos de nuestros jóvenes, cayendo en una total falta de identidad, sumergiéndose en una masa amorfa, abúlica, indiferente, presa fácil de la manipulación y el engaño. |
jueves, 25 de abril de 2013
El actor bolivarense Elio Ruben
Elio Ruben quiso protagonizar la última película en su tierra natal Ciudad Bolívar, pero el destino le hizo trampa. Después de concluida, la película “Historia vulgar de Venezuela” se volvió ceniza en el laboratorio de montaje de la Bolívar Films y él al poco tiempo murió de forma inesperada.
El elenco del filme, dirigido por el cineasta Gilberto Lara, estaba conformado por artistas guayaneses, incluso a mí me dieron un papel como lugarteniente del general Lara que encarnaba Elio Rubens.
Elio Ruben nació en Upata, hijo de padres guayaneses. Heredó la vena artística de su tío Alarico Gómez, un poeta cuyos méritos artísticos le merecieron la creación de un premio establecido por la Casa de la Cultura. Rubens dejó el bachillerato y pese a la oposición de sus padres, se dedicó al teatro a los 16 años de edad, con todo lo que implicaba en la época de una Venezuela rural.
Sus inicios fueron al lado de Juana Sujo. Comenzó a hacer teatro universitario al lado de grandes figuras, como José Ignacio Cabrujas, Isaías Chocrón, Román Chalbaud, y otros actores de la época. Con Chalbaud fue fundador del grupo “Techo de la ballena”.
En el Museo de Bellas Artes realizó “Judas”, luego “La Escalera”, con Mauricio Odremán, Héctor Mayeston, Orangel Delfín y Omar González, entre otros. Posteriormente, realizó “Caín Adolescente”, e hizo cine en una famosa coproducción México-venezolana con Lorena y Tere Velázquez. Elio Rubens tuvo una destacada participación en la histona de la televisión venezolana. “Historia de Tres Hermanas”, marcó su carrera profesional al lado de Guillermo González, Amalia Pérez Díaz y Edmundo Arias, entre otros.
La trayectoria profesional está marcada por su carácter. Fue RCTV donde realizó la mayoría de sus grandes producciones, al parecer arrancó con el rol de galán en el 72 con Marina Baura en “La Italiana”, continúa en el 75 al lado de Agustina Martín en “Corazón de Madre”, hasta que en el 73 hizo “La Doña” al lado de Lila Morillo, “La Indomable”, al lado de Marina Baura. Repite la galana en “Doña Bárbara” en el año 74 con Marina Baura y al finalizar este éxito tuvo un grave problema con el presidente de RCTV Hernán Pérez Belisario que generó su salida.
Pasa al canal 8, que ya pertenecía al Estado y allí se recuerdan una serie de novelas cortas como “Una mujer con pasado”, al lado de Elena Naranjo. “Onda” y “María Diabla” con María Gracia Bianchi, realizadas en el año 77. En el 78 “La Dama de Blanco” y en el 79 “La Malvada”, con María Gracia Bianchi.
En VTV tiene un sonado encontronazo con Manuel Escolano que para la época estaba casado con la escritora de VTV, y es su salida de la planta. En 1991 regresó a la TV de la mano de Arquímedes Rivero, donde hizo el padre de Sonya Smith en “Cara Sucia” y un problema en el cafetín del canal precipita su salida sin haber terminado su personaje. Es innegable que era considerado un actor de primera, logró por méritos estar al lado de grandes figuras, pero esa misma fuerza que le imprimía a sus personajes, la tenía para enfrentar sus problemas y ello le traía como consecuencias sus salidas de los canales. Alejado de la TV, se vino a Ciudad Bolívar para participar en el proyecto de Gilberto Lara.
Elio Ruben murió en Caracas (08/08/2011). Le sobreviven sus hijos Elio José y Erick. Ellos cumplieron la voluntad del actor de hacer cremar sus restos, y sus cenizas fueron sepultadas en el lugar donde reposan los de sus padres.
martes, 23 de abril de 2013
El Ultimo libro de Luz Machado
Ediciones
Al Sur publicó el vigésimo y último libro de Luz Machado, siguiendo el loable propósito
de darle sentido de permanencia a
los valores literarios del Estado Bolívar. Ella, deshojando un tanto la flor blanca con
corazón amarillo, se decidió por
estos copulados sustantivos lustrales: "Imágenes
y Testimonios". Nos parece bien, porque se trata de un texto donde el virtuosismo
de la palabra hace posible el
rescate de vivencias que parecían extraviadas en los pliegues de una memoria saturada
de infinitas percepciones.
No
tiene que ver con la Poesía, género que absorbe toda la majestad intelectual de esta
distinguida dama angostureña
desde que dejó atrás una adolescencia signada
por los misterios de la selva y los cambios enigmáticos
del gran río. Un río que se desborda siempre en
las praderas de sus sueños y que la invitaba a pasear por las estatuas que el
viejo Amalivac de los Tamanacos esculpió sobre
la inconmensurable extensión de su cuenca.
La
Poesía pura hace mutis aquí en este libro familiar aunque, en ocasiones ineludibles, se
asoma para imprimirle elegancia a
la imagen y al testimonio de un tiempo en que las niñas jugaban con muñecas de
cristal o porcelana y la creación
del mundo infantil podía lúdicramente extenderse hasta la propia orilla del Río Padre,
siempre próximo a la casa y visto
desde cualquier ángulo de la dudad empinada. Desde
la orilla, el guijarro lanzado con destreza podía, antes de hundirse, recorrer largo trecho
saltando como niño avieso y
travieso sobre el manto líquido que riega y discurre sin cesar. Eran otros tiempos!
La
poeta vive y siente el impulso de eternizarse en
la poesía, pero sin olvidar
al lector universal del que hablaba Jean Paul Sartre y el cual no tiene
acceso a la literatura depurada. De allí que la poeta asuma en ocasiones el lenguaje del periodista para acceder
al gran público, por lo menos al
de la patria chica y señalarle cosas que aunque vinculadas a la vivencia personal, son
de ellos, son de todos.
La
Casa de las doce Ventanas, de su tatarabuelo prócer de la Independencia, es de
todos, es de la nación entera, no
sólo porque fue levantada expresamente para él como regalo de sus hijos, sino por el
lugar donde fue construida y por
el valor de su línea arquitectónica. Allí en la
puerta principal está la "M" de los Machado y en su interior las celosías pendientes del
acontecer del río y de la dirección
de la brisa que ha de ventilar los muros singulares de la casa.
Se
consigue aquí en esta obra una descripción integral y bien documentada del histórico
inmueble donde el aire andaluz se filtra por los sugestivos ventanales, así
como los acaecimientos públicos y
familiares que se han venido sucediendo
hasta nuestros días. El inmueble está dentro del
Casco urbano declarado Monumento Público Nacional en 1976 como están otros valores
arquitectónicos que no por su
ubicación en el centro dejan de tener per se un valor histórico cuando no artístico. Tal el
hoy Palacio Municipal, ayer Hospital Mercedes y Caridad y finalmente Ruiz y
Páez. En ese Palacio de dos
grandes alas de doble nivel, enlazadas por
un puente singular sobre la calle Igualdad o antigua calle Fajardo, funcionan el
Ayuntamiento y la Alcaldía y como
rama de ésta la Dirección de Cultura que dispone de sala para teatro y conferencias,
galería de artes visuales y un espacio para el pensamiento que lleva el nombre
de la autora del libro, aunque ella sugirió lo llamaran preferiblemente Espacio Literario.
lunes, 22 de abril de 2013
La atleta bolivarense Gisela Vidal
Gisela Vidal y Héctor Thomas, dos
figuras venezolanas del deporte nacional, con excelente figuración en los
Juegos Internacionales de Winnipeg (Canadá),
la primera nativa de Ciudad Bolívar y el segundo de El Callao, recibieron
testimonio de agradecimiento y orgullo de sus conterráneos el 19 de septiembre
de 1967.
Un
acuerdo de la Asamblea Legislativa, entregado por su presidente Róger González,
en sesión solemne, testimonia a estos atletas el reconocimiento público por la
meritoria labor cumplida en el ejercicio y representación internacional del
deporte venezolano.
En
la misma sesión, el Presidente encargado del Concejo Municipal de Heres, otorgó
una medalla de oro a Gisela Vidal, nativa de Ciudad Bolívar y una Medalla de
Oro otorgada a su vez al atleta Héctor Thomas, por el Concejo Municipal del
Distrito Roscio y la Junta Comunal de El Callao
Inmediatamente
después, Gisela Vidal lanzó la primera bola del primer juego del play off por
el Campeonato Estadal Doble A, entre los equipos del MOP y Macagua. Posteriormente, el Presidente de la
Legislatura y Presidente del IND, César Gil Páez, acompañaron a Héctor Tomas
hasta El Callao para compartir con sus paisanos en el Estadio bautizado con su
nombre.
Abelardo
Raidi, Presidente Nacional del Círculo Deportivo, quien estaba invitado para el
discurso en la sesión de la Legislatura, no pudo llegar y en su lugar lo hizo
el Presidente de la Asamblea Legislativa, quien entre otros aspectos del tema
deportivo abordado, señaló que “parece ser que el sendero magnífico de
estos atletas internacionales va sirviendo de estímulo y aliciente,
especialmente el sector juvenil al que vemos con marcado interés el progreso
observado en diferentes disciplinas”
Se
refería Róger González a la representación del Estado Bolívar titulada en esos
días Campeón Juvenil en el campeonato nacional celebrado en Anzoátegui y al
equipo juvenil de fútbol de El Callao que había logrado el tercer puesto en el evento nacional celebrado en Guanare.
Gisela Vidal,
nacida en Maipure de Ciudad Bolívar en 1940, era una estudiante de odontología
en la Universidad Central de Venezuela cuando descubrió que sus píes veloces la
llevarían lejos. Había practicado algo de gimnasia en Ciudad Bolívar y otro
tanto de voleibol en Maracay. Luego de representar el blanco y tinto de los
odontólogos, alcanzó en los Juegos Nacionales del 1961 su primera marca
nacional: 5,20 en salto largo. Ese mismo año partió a los Juegos
Bolivarianos celebrados Colombia, donde
alcanzó medalla de plata en salto largo, además de obtener cuarto lugar en los
100 metros planos. Consiguió también el bronce en los Juegos Centroamericanos y
del Caribe, nuevamente en salto largo.
Electa tres
veces Atleta del Año, participó también en el Campeonato Iberoamericano en
España y los Juegos Panamericanos de Sao Paulo 63 Winnipeg 67 (medallas de
plata), en éste estableció record
nacional con 6.20 metros en salto largo, una marca que permaneció
insuperada durante 32 años. Se retiró en 1968, lo hizo dejando de lado una de
sus metas principales: los Juegos Olímpicos México 1968. “No me retiré, me retiraron con una
suspensión”, dijo años después.
Gisela Vidal
ganó casi tres veces concesivas el Premio YNCA 1964-1965 1967, como Buen
Deportista de Venezuela. Este premio fue
creado en 1954 para “contribuir al desarrollo
integral del individuo sin distinción de etnia, credo ni condición social”. Se
otorga anualmente a atletas, con el fin de resaltar su espíritu
deportivo, condiciones morales, características de buen ciudadano e incentivar
su desarrollo como ejemplo para la juventud, así como su positiva acción en la
comunidad. Asimismo que el “Buen
Deportista de Venezuela” posea una notable trayectoria y antigüedad.
domingo, 21 de abril de 2013
Formas arrojadas al espacio
En 1971, en la Galería de Arte del
Inciba en el Palacio de las Industrias, Sabana Grande, Caracas, el entonces
joven artista guayanés, José Joaquín
Latorraca, debutó con una exposición de
su obra plástica.
Se
trataba de diez estructuras agrupadas bajo el nombre de “Formas arrojadas al espacio”. En la composición de las piezas,
Latorraca utilizó madera, luz artificial, material plástico y hierro, elementos
todos enderezados a lograr un efecto de sombras. Estaba en puerta la inauguración del Museo
Jesús Soto y un gran revuelo por el arte se observaba entre los jóvenes que de
alguna manera se agrupaban para hacerse sentir.
Latorraca
se desenvolvía dentro de un grupo de artistas diverso formado por Ramón Antonio
Morales, Andrés Fajardo, Luis Carlos Obregón, José Félix Bello, Trino Pulido,
José Rosario Pérez (pintores), Ammy Hernández, Víctor Ortiz y Genaro Vargas
(Titiriteros), Rafael Bastidas, Ángel del Valle Morales, Andrés Eloy Morales
(músicos) Jesús Colina, Atie Mocoult, José Laurencio Silva y Abraham Salud
Bitar (poetas). No tenían más sede que
la calle abierta o la Plaza Bolívar como otrora
el Grupo Auroguayano para opinar y discutir sobre temas del arte en cualquiera
de sus manifestaciones.
El
salto a una galería caraqueña lo daba
José Joaquín Latorraca después de haber hecho exposiciones locales en el Paseo
Orinoco, Casa de la Cultura, Galerìa 17.9 y Galería AGAP. Para entonces el poeta Rafael Pineda, quien
trabajaba para el Inciba, lo calificaba de pintor neo-constructivista.
Hacia los años
sesenta el arte de la abstracción perceptual había hecho su aparición
manifiesta. Joaquín Latorraca y
José Rosario Pérez, el primero hijo de un periodista, y de un sastre el segundo, andaban
por las aulas liceístas tocados en
alguna forma por la efervescencia revolucionaria
que tenía sus núcleos más sensibles en las universidades,
en las Casas -de Cultura y en las galerías caraqueñas.
Soto, Cruz Diez, Narciso Debourg, Omar Carreño, ya se entendían en París con el Movimiento óptico y cinético y a Venezuela
llegaban los destellos de Agam, Calder, Duchamp, Vasarely y otros atrapados por la magia del nuevo arte que rompía bruscamente
contra todo lo que oliese a fígurativismo.
José Rosario Pérez y Joaquín Latorraca no dejarán la
escuela de la pintura tradicional sino ocho o diez años después cuando la Casa de la Cultura de Mimina
Rodríguez Lezama, la Galería Nivel 17.9 de Lobelia Guzmán y el Grupo
Araña de José Quiaragua Pinto, Enrique Aristeguieta,
José Laurencio Silva y Oswaldo Páez servían de fermento a las inquietudes juveniles, también motivadas por las visitas frecuentes de Jesús
Soto y de los artistas que junto con el pintor
guayanés estaban detrás de la idea
de un museo de arte moderno para Ciudad Bolívar.
Latorraca debutaba en el arte moderno con sus formas arrojadas al espacio, mientras José Rosario Pérez veía en la abstracción
geométrica una posibilidad de recreación creativa mayor que la del
carboncillo traduciendo la expresión facial
de la gente.
A partir de allí no ha habido pausa en el camino trazado. Latorraca ha quemado varias etapas sin caer
en retroceso ni en desviaciones y lo mismo
se puede afirmar de Pérez, con quien
confrontó en la Sala de Arte Sidor en diciembre de 1984 cuando la dirigía
la Nena Acosta. Esa misma sala había
exhibido no hacía mucho esculturas
del inglés Henry Moore y serigrafías del alemán Josef Albers, con su homenaje al cuadrado
que resalta el hecho de la dinámica óptica variando
la relación tanto métrica como cromática.
En la sala de Arte de Sidor, José Joaquín
Latorraca había llegado a lo que él
llamó "Formas Vectoriales"
sábado, 20 de abril de 2013
El Fuerte de Tumeremo
El 30 de junio de 1967, el presidente de la República Raúl Leoni, colocó la piedra inicial de la construcción del Fuerte Tumeremo, rebautizado posteriormente como Fuerte Tarabay, para asiento del Batallón de Ingenieros “Juan Manuel Cajigal” Nº 6, entonces bajo la comandancia del teniente coronel Pascual J. Contreras (en la gráfica).
La colocación de la primera piedra coincidió con el sexto aniversario de creación del Batallón Cajigal en el Estado, y el cual realizaba una importante labor de ingeniería en la construcción de la carretera El Dorado-Santa Elena de Uairén, obra que integraría totalmente por vialidad terrestre, al estado Bolívar y Venezuela con la región de la Gran Sabana.
En la ocasión el mandatario nacional pronunció breves palabras justificando la inversión del Estado en esta edificación para el mejor desempeño de unas Fuerzas Armadas que se “perfeccionan, tecnifican y avanzan hacia las fronteras nacionales en una labor de reafirmación de la soberanía y también para llevar hasta las más recónditas profundidades del territorio venezolano el esfuerzo creador de ellas que es el mismo esfuerzo creador del pueblo”.
Después de este acto, el Presidente Leoni visitó las obras del embalse del río Pariche y la construcción de la carretera Tumeremo-Bochinche, ejecutada por el Ministerio de Obras Públicas a un costo de 19 millones de bolívares.
El Batallón Cajigal inició en 1964 la construcción de la carretera El Dorado-Santa Elena sobre una extensión de 219 kilómetros, desde dos frentes de trabajo: La Escalera, ascenso a la Gran Sabana con una longitud de 60 kilómetros y de Santa Elena hasta Cerro El Venamo en una extensión de 150 kilómetros.
Para la realización de vía, el Batallón Cajigal contó con la cooperación de los aviones C-123 de la FAV que transportó tractores, trillas, patroles, camiones, otros vehículos así como mensualmente 40 mil litros de combustible.
El Fuerte fue inaugurado por el presidente Raúl Leoni el 18 de octubre de 1968 junto con un embalse, fuente permanente del acueducto que surte de agua potable a la población de Tumeremo.
El Fuerte Militar fue diseñado para 600 plazas, en zona limítrofe con la Guyana inglesa y construido por el Ejército venezolano y el Ministerio de Obras Públicas. Costó ocho millones y medio de bolívares y se comunica por una carretera con Anacoco y otros lugares en la zona limítrofe.
La ceremonia de inauguración tuvo lugar en el patio principal del Fuerte, que fue bendecido por el arzobispo Crisanto Mata Cova y oficialmente bautizado con el nombre indígena de Tarabay.
La ceremonia de inauguración tuvo lugar en el patio principal del Fuerte, que fue bendecido por el arzobispo Crisanto Mata Cova y oficialmente bautizado con el nombre indígena de Tarabay.
Pero Tarabay no es propiamente el nombre de un cacique de Guayana sino de la etnia cumanagoto más al norte del Orinoco colindando con el mar. Era evidente que de los caciques guayaneses se habían olvidado los asesores históricos del Ministerio de la Defensa a la hora de asignarle los nombres de jefes indios a los fuertes que se construían en el país. Así al Fuerte donde se aloja la V División de Infantería de Selva le pusieron el nombre de “Cayaurima”, cacique de los cumanogotos y al de Tumeremo el nombre de “Tarabay” igualmente de la misma estirpe indígena, y me pregunto, y los guayaneses se preguntaban ¿por qué no uno de nuestros aguerridos caciques guayanos o caribes?
Guayana tuvo caciques aruakos como Uriaparia, guayanos como Morequito, a quien Berrío pretendió cambiarle el nombre, acaso porque no aparecía en el santoral; caciques caribes como Quirauera, Taricura y tantos otros que se olvidan a la hora de exaltarlos como valientes guerreros que se rebelaron contra los invasores de sus predios soberanos.
viernes, 19 de abril de 2013
El empresario Federico Mass Ferrer
Propietario de establecimientos mercantiles de mercancía seca en Ciudad Bolívar y Ciudad Guayana, había nacido en España, se espigó en Cuba y finalmente resolvió hacer vida productiva en Venezuela a donde llegó en 1940 para radicarse y nacionalizarse venezolano. Primero se sintió atraído por la feraz tierra de los valles de los Caracas y se propuso hasta lograrlo fomentar una finca en Petare y llevar vida de granjero, lo cual no le impidió relaciones con personajes del mundo intelectual y social caraqueños, entre ellos, don Enrique Otero Vizcarrondo, fundador del diario El Nacional y su hijo Miguel Otero Silva. Cuando Guayana trascendió al impulso de la explotación de sus ingentes yacimientos de hierro, Mass Ferrer vendió la Granja y se vino al Orinoco para seguir por otros rumbos. El más despejado y seguro para la época era el negocio de la mercancía seca, de manera que montó una tienda en el Paseo Orinoco y otra en la zona del hierro con el nombre de Las Américas. Se afilió a la Cámara de Comercio siendo presidente don Natalio Valery a quien después de tres períodos seguidos le tocó sustituir para el período 1957-1958 que vino Carlos Berrizbeitia Martínez y nuevamente por cuarta vez don Natalio Valery seguido por Abdénago Arjona Jugo, quien estuvo dos períodos (1964-1966), seguido por Federico Mass Ferrer, en un segundo mandato (1966-1967). Para ese entonces la Cámara contaba con 179 afiliados. Mass Ferrer también fue presidente del Rotary Club, desde donde inició una campaña memorable para socorrer a Tomás Rivilla abrasado por el fuego de una cohetería en tiempo de Navidad. Rivilla se salvó para seguir trabando por la Universidad y rescatar los nombres antiguos de las esquinas de la ciudad. Agradecido le regaló una pieza numismática a Mass Ferrer, apasionado por ese hobby lo mismo que su esposa era fanática de las orquídeas de la Gran Sabana. Con ella tuvo tres hijos, uno de los cuales fue prefecto de Ciudad Bolívar y más tarde jefe de seguridad de Ferrominera. A nombre de la Cámara de Comercio enarboló la bandera por la eliminación de la Colonia Móvil de El Dorado que luego con mayor afán batió el doctor Ramón Castro Mata aduciendo que era un verdadero drama marcadamente para pueblos cercanos como El Callao, Tumeremo y Guasipati. Cada vez que venía un presidente de la República o candidato presidencial, la Cámara planteaba el problema. La colonia no está dentro de la ciudad capital, pero sí dentro del Estado y Venezuela. El doctor Ramón Castro Mata quería que los parlamentarios del Estado Bolívar se enfrascaran con interés por la eliminación de las Colonias Móviles de El Dorado. “Este es un tumor que hay extirpar. El Callao, Tumeremo, Guasipati, El Palmar y Upata son poblaciones amenazadas permanentemente por el terror psicológico de la fuga de los reclusos. “Los agentes viajeros no pasan por allí cuando hay entrada o salida de presos o alguno se fuga o se anuncia motín, simplemente porque tienen miedo”, aducía. También la Cámara de Comercio abogaba entonces por la construcción de una carretera directa hacia la Laguna de Canaima para que la gente de medianos recursos pudiera admirar esta belleza natural de Guayana. Luis Vicente Guzmán, presidente de la comisión regional de turismo, respaldaba la idea, desde La Paragua hasta la propia Laguna de Canaima. Podría así la gente de los distintos niveles económicos conocer y contemplar este paisaje natural. |
jueves, 18 de abril de 2013
Carta de Bolívar sobre Expedición de Los Cayos
El Ceremonial del Acervo Histórico de la Nación entró en conocimiento de una carta autógrafa del Libertador, presumiblemente dirigida a Petión y en la cual explica las causas que determinaron el fracaso de la Expedición de Los Cayos en 1816.
La carta apareció en la documentación enviada por Colombia para la exhibición que se hizo con motivo del sesquicentenario de la Gran Colombia. En esta carta, Bolívar describe exactamente cómo fueron los sucesos y las causas por las cuales fracasó la expedición.
La información la dio a conocer en Ciudad Bolívar el historiador Ricardo Pardo, funcionario de la Dirección del Ceremonial y Acervo Histórico de la Nación, quien vino a catalogar el Archivo Histórico de Guayana. Reveló entonces la importancia del documento en cuanto que echa por tierra todas las versiones dadas a conocer por los investigadores históricos, sobre la expedición de Los Cayos.
Este valioso documento hasta entonces desconocido en Venezuela contradice la versión que da Lecuna en su “Crónica Razonada de las Guerras de Bolívar”. Primero, porque la obra de Lecuna exagera el número de hombres que participaron en la expedición; segundo, porque le atribuye a Soublette el incumplimiento de instrucciones que en realidad no le fueron dadas y, tercero, porque ubica las acciones en sitios distintos a los de donde realmente ocurrieron.
La fracasada expedición la propuso Bolívar en Haití al recibir importante ayuda del general Alejandro Petión, y la colaboración valiosa del almirante Luis Brión, rico comerciante y armador de Curazao, fervoroso partidario de la libertad. “Fue tanto el influjo que sobre su amigo consiguió el Libertador -dice un contemporáneo- que desde entonces dedicó Brión todos los haberes y el resto de su vida al servicio de la República”.
Para la expedición ofreció dar y dio, en efecto, 3.500 fusiles; 132 mil piedras de chispas, sus buques habilitados y otros artículos, todo lo cual valía 100 mil pesos. También dio una ayuda importante el señor Roberto Southerland, rico comerciante de Los Cayos y uno de los hombres que con mayor largueza protegió al Libertador.
El presidente Petión, abrió las arcas y los arsenales de la República haitiana al fogoso e iluminado “Capitán de Caracas”
La gran aventura por la libertad había comenzado en Cartagena que evacuaron, entre otros, Montilla y Bermúdez, en las goletas Constitución. Llegaron a Sabana de la Mar, en Jamaica, siguieron a Kingston y luego a Los Cayos; Montilla, amargado por su vanidad, estaba descontento con Bolívar, soliviantando a algunos empleados y hasta llegó a enviar una carta de desafío a Bolívar (8 de marzo de 1816), y ofendiendo a Brión, en cuya casa vivía. No obstante tantas contradicciones y dificultades, el plan expedicionario marchaba, y cuando todo, al parecer, habíase superado, Bolívar convocó a todos los principales emigrados para darle a conocer el contexto del plan y para que eligieran el jefe de la expedición. Asistieron Mariño, Brión, Piar, el escocés Mac Gregor, Bermúdez, Pedro Briceño Méndez, Gabriel Piñero, Ibarra, Zea, Justo Briceño, Soublette, Luis Aury y Ducourdray, el Dr. Marimón, comisionado del Gobierno de Cartagena, el coronel José María Durán, para adquirir armas y otros pertrechos en Londres.
Tras breve discurso, el Libertador, pidió a la Junta que nombrara libremente a la persona que dirigiera la expedición. El primero en hablar fue el almirante Brión, y, después de breves consideraciones, propuso a Bolívar para que la dirigiera. En Venezuela -dijo- se elegirá un jefe supremo, a cuya elección concurrirán los demás patriotas que allí existan; pero aquí nosotros debemos nombrar a Simón Bolívar, jefe de la expedición.
miércoles, 17 de abril de 2013
Existencia de uranio en Bolívar
En 1971, técnicos canadienses, con el apoyo de empresas venezolanas, verificaron la existencia de uranio al sur del estado Bolívar.
La información se obtuvo por boca del ingeniero Miguel Bezara, asesor del director de Minas, quien señaló que el estudio de elementos radiactivos al sur del estado se venía realizando desde hacía año y medio.
Se trataba de un control geológico general para localizar las zonas. El reconocimiento se hacía por aíre y por tierra. El asesor del director de Minas vino a Ciudad Bolívar entonces para procurar la ayuda de la Gobernación a fin de continuar exploraciones de minerales básicos como oro, cobre, plomo y zinc en la zona del Potosí, en la región de El Dorado.
El ministro de Minas acababa de introducir al Congreso una solicitud de créditos por la cantidad de 45 millones de bolívares destinados en su mayor parte al catastro mineros y exploraciones de diamantes y otros minerales al norte del estado Bolívar.
De acuerdo con la interpretación preliminar de los técnicos de la Dirección de Geología y Minas, se estimaron once posible fuentes de uranio.
Los datos obtenidos mediante vuelos; de radar lateral, así como magnéticos y radimétricos, permitían investigar y desarrollar un posible potencial económico-minero de unos 300.000 km2. Once zonas que podían ser posibles fuentes de uranio y tres áreas que por su alta radioactividad y su coincidencia con los valores magnéticos anómalos, se manifestaban de gran interés geológico minero.
Los resultados preliminares obtenidos al sur del paralelo sexto, permitían afirmar que con ellos se abrían nuevos horizontes si era que el posible potencial económico minero a desarrollar abarcaba unos 300.000 kilómetros cuadrados.
La exploración se inició en 1971, hasta entonces se ignoraba que existiera al sur del paralelo 6° del territorio nacional, una cartografía adecuada que sirviera de base para comenzar la exploración racional y planificada de una vasta porción del país que cubre aproximadamente 300.000 km2. Salvo algunas franjas de fotografías aéreas en ciertas zonas y croquis diversos de exploraciones, no había una base cartográfica ni geológica adecuada que permitiera el arranque de una exploración sistemática en esa zona de Venezuela.
Fue en 1971 cuando el Gobierno Nacional dio el primer paso decisivo para lograr la información cartográfica al sur del paralelo 6°. Este paso ocurrió en diferentes etapas siguiendo un orden establecido y previamente estudiado. Primero, se comenzó con el levantamiento aero-fotográfico por el método SLAR o radar lateral. Esto permitió la obtención de mosaicos aéreo-fotográficos a escalas variables entre 1:100.000 a 1:400.000. Estos mosaicos además de servir de base cartográfica en el Territorio Amazonas, donde las condiciones climáticas de nubosidad permanente siempre habían impedido la toma de fotografías aéreas de tipo convencional, sirvieron como estructura preliminar para las interpretaciones geomorfológicas del área. La segunda etapa consistió en la interpretación del material, De estas interpretaciones se obtuvieron valiosos datos en el aspecto geográfico, suelos, vegetación, fisiografía y drenaje, geología estructural, estratigrafía y otros.
La tercera etapa comenzó con la ejecución de vuelos magnéticos y radimétricos con equipo geofísico: especializado. Este tipo de prospección aérea que consiste en las mediciones del campo magnético y de las radiaciones, producen la información básica para la interpretación de estructuras, diferenciación de unidades litológicas y localización de cuerpos magnéticos; así mismo se pueden ubicar fuentes de radiación que resultan posibles yacimientos.
Lo cierto es que desde 1971 se sabe de la existencia de uranio, materia prima nuclear, y otros minerales importantes al sur del estado Bolívar y ello en estos tiempos ha abierto los ojos de países como Irán y Brasil que vienen ligando concesiones en Venezuela
martes, 16 de abril de 2013
La Escuela de Artes Plásticas de Ciudad Bolívar
El Instituto Nacional de Cultura
y Bellas Artes, en su misión esencial de llevar sus recursos hasta la
provincia, decidió el 24 de mayo de 1968, la creación de una Escuela modelo de
artes plásticas en Ciudad Bolívar.
Con
ese fin, se residenció en la capital bolivarense, el artista chileno Dámaso
Ogaz (en la foto), acompañado de su esposa Guadalupe. De esta manera, Ogaz se inició en la
provincia como funcionario del Inciba, dispuesto, según manifestó entonces, a “realizar
una labor digna de esta tierra que está dando muy buenos artistas”.
La
casa donde se inició la escuela fue arrendada en la calle Amor Patrio, muy
próxima a la Casa de la Cultura que entonces funcionaba contigua a la Biblioteca
Rómulo Gallegos y aún no
había adoptado su nombre actual de “Carlos
Raúl Villanueva”. La idea inicial
era que tanto la Escuela de Artes Plásticas como la Casa de la Cultura y la de
Cerámica estuviesen integradas.
Dámaso
Ogaz, quien además de pintor era buen poeta, una vez acondicionado el local
para esta Escuela que terminó en simple Taller, recibió a los primeros
estudiantes tratando de que adquiriesen las bases técnicas y profesionales
necesarias para que pudieran desempeñarse con éxito dentro las diferentes disciplinas
plásticas. Tarea principal fue además,
la de orientar y despertar en los cursantes una conciencia creadora y una
auténtica formación conceptual.
Dámaso
Ogaz, quien permaneció poco tiempo, fue uno de los principales animadores del “Techo
de la Ballena” en Caracas, junto a otros reconocidos intelectuales
venezolanos. Dirigió y financió las
Ediciones “Pata de Palo” y estuvo
con la revista literaria Zona
Franca dirigida por Juan Liscano.
A decir de César Seco, uno de sus alumnos, este artista encorvado,
satírico y canoso “era exigente e inconforme siempre tras ese otro lado donde
las cosas son por el asombro”. Solía
decir: “La Vida es una obligación que debe cumplirse a la brevedad posible,
antes de sentirse fascinado”)
Se radicó en Venezuela a partir de un año antes de
comenzar a enseñar su arte por la provincia.
Venía de una gira triunfal por Europa y se hallaba de vuelta en
Venezuela invitado por su amigo el pintor Contrametre del que poseo un grabado que
el mismo Ogaz me regaló. El verdadero nombre de Dámaso era Víctor Manuel
Sánchez Ogaz, nacido en Santiago de Chile el 17 de agosto de 1924. Falleció en Caracas el 14 de marzo de
1990. Su vocación y labor de artista
abarcó la pintura, la literatura, la poesía y el teatro.
Para
el tiempo de Dámaso Ogaz existía en Ciudad Bolívar el movimiento artístico 17.9 que en 1969 cerró sus puertas y sus bienes
fueron donados al Taller de Artes Plásticas cuando el pintor Rubén Chávez
sucedió a Dámaso Ogaz. Con el dinero y
material donado, el Taller abrió una galería anexa inaugurada con una
exposición de grabados del estudiante Andrés Fajardo, hermano del Padre Ramón
Fajardo, ahora en Roma. Andrés,
ilustrador de mi libro “Mitos, cuentos y leyendas” se halla actualmente de
profesor en un Liceo de Guasipati y se cuenta entre los miembros fundadores de la Casa de la Cultura Carlos Raúl
Villanueva.
En
cuanto al profesor Rubén Chávez, sucesor
inmediato de Dámaso Ogaz, realizó en el ambiente artístico cultural de Ciudad
Bolívar una obra muy digna de su jerarquía de artista que en Caracas tenía una
labor cumplida como pintor de la tendencia figurativa expresionista. Había ganado el Premio de Pintura “Miguel
Otero Vizcarrondo” en 1962 y estaba invitado para una individual en el Museo de
Bellas Artes que en Caracas dirigía Miguel Arroyo.
domingo, 14 de abril de 2013
TÓPICOS Y SEMBLANZAS / Comentarios
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sábado, 13 de abril de 2013
El Vicario de Santa Elena de Uairén
Durante 1968, las divisiones de los partidos políticos y renuncias de grupos dirigentes estuvieron en la orden del día. Hasta monseñor Constantino Gómez Villa renunció, pero ya en el campo religioso y por razones de justicia humana renunció a la Vicaría Apostólica de las Misiones del Caroní porque su edad estaba muy avanzada. El papa Paulo VI preconizó entonces al padre Bienvenido de Villa Lucayo para sustituirlo con el nombre de monseñor Mariano Gutiérrez, consagrado en la Catedral de Ciudad Bolívar por el Nuncio apostólico Mons. Félix Pirozzi.
El 28 de julio de 1968 pues, en la iglesia Catedral de Ciudad Bolívar, fue consagrado monseñor Mariano Gutiérrez Salazar (en la foto), como Vicario Apostólico de Santa Elena de Uairén.
El Nuncio Apostólico en Venezuela, excelentísimo monseñor Félix Pirozzi, presidió la sesión de ritual, acompañado del prelado de la Arquidiócesis, monseñor Crisanto Mata Cova y el obispo auxiliar Francisco de Guruceaga Iturriza. Igualmente asistieron a dicha consagración episcopal, el gobernador Rafael Sanoja Valladares, el presidente edilicio Carlos Hernández Acosta, el comandante de la División, general Manuel Morales Vásquez, y otras distinguidas personalidades de la ciudad capital.
Monseñor Mariano Gutiérrez Salazar, hasta entonces conocido como el padre Bienvenido de Villa Lucayo, fue designado por el papa Paulo VI, para ocupar tal posición misionera que había dejado monseñor Gómez Villa, al fallecer a causa de leucemia el 24 de marzo de 1981, a la edad de 90 años.
El entonces nuevo Vicario de Santa Elena se había recibido de sacerdote capuchino en 1939 y al año siguiente viajó a Guayana para dirigir el Seminario de Upata destinado a la formación de sacerdotes indígenas y que posteriormente fue reubicado en Kavanayén donde hubo de cerrarlo.
Este traslado del seminario se produjo en 1953, cuando monseñor Gutiérrez entró de lleno a pastorear la comunidad de Kavanayén que formaba parte del conjunto misional integrado por Santa Elena, Kamarata, Wonken y La Paragua, habitado por 12 mil indígenas, atendidos por 28 misioneros.
Monseñor Gutiérrez, quien fue condecorado con la Orden Congreso de Angostura, se mantuvo al frente de la Misión hasta el 23 de octubre de 1995 cuando falleció. Sus restos reposan en la Iglesia de Kavanayén o Santa Teresita de Kavanayén que es una comunidad indígena habitada por la etnia pemón.
Kavanayén, en el alto Caroní, perteneciente al municipio Gran Sabana cuya capital es Santa Elena de Uairén, existe desde el 5 de agosto de 1943 que comenzaron construirla misioneros capuchinos, quienes aprovecharon los recursos naturales del paraje como la piedra y la palma. Esta región es de una gran fragilidad por las condiciones de sus ecosistemas y fue decretada por la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad. Kavanayén, en lengua pemón, significa “Gallito de roca”, apreciado como una de las aves más espectaculares del mundo. Su fantástico plumaje y colorido despliegue para cortejo se equiparan a las de cualquier ave del paraíso. Se distinguen dos especies: el Gallito de las Rocas Andino y el Gallito de las Rocas guayanés (Rupicola rupícola).
Monseñor Mariano Gutiérrez dejó varios trabajos sobre la etnia pemón, en total doce libros, entre ellos, “Jesukristo ekare waki”, relato sobre los cuatro evangelios en lengua pemón publicado en Caracas en 1987 gracias a la colaboración económica que proporcionara la Congregación para la evangelización de los pueblos y “Las semillas del verbo en la cultura pemón”, resumen de valores culturales y religiosos hallados en la etnia pemón y que los divulgó por dos razones: una de tipo relacional y comunicacional y otra por el silencio en que se encuentran las religiones autóctonas.
viernes, 12 de abril de 2013
El poeta Efraín Subero
El poeta margariteño Efraín Subero, resultó ganador del Concurso de Poesía “Alarico Gómez” patrocinado por la Asamblea Legislativa y la Casa de la Cultura del Estado Bolívar, en diciembre de 1971.
El jurado integrado por José Ramón Medina, Oscar Sambrano Urdaneta y Luis Camilo Guevara, luego de conocer 52 poemarios remitidos al concurso, resolvió por unanimidad conceder el premio al poemario “Nuevas Razones”, distinguido con el seudónimo “Caminos” y que abierta la aplica, correspondió al escritor Efraín Subero.
El jurado recomendó menciones honoríficas a los poemarios “Y la edad fue hembra toda”distinguido con el seudónimo “Yaravi” y “Huye”, firmado con el seudónimo “Guyachenier”. El primero correspondió a Beatriz Viggiani, nacida en Italia y quien ejercía la cátedra de artes plásticas de la Escuela “Armando Reverón” de Barquisimeto, y el segundo a Silfredo José Martínez, integrante del grupo “El Siglo” de Ciudad Bolívar.
Subero concurrió al certamen con poemas cortos de un exacto contenido lírico, subjetivo, pero de una gran riqueza plástica, a juicio de la presidente de la Casa de la Cultura, Mimina Rodríguez Lezama.
El poemario de Beatriz Viggiani es un canto a Maracaibo de mucha fuerza y gran dominio del vocabulario. Silfredo Martínez se reveló como un poeta de vanguardia, con lenguaje propio.
La entrega de los premios y menciones tuvo lugar en el mismo mes de diciembre junto con los del Primer Salón de Pintura Alejandro Otero que lamentablemente no tuvo permanencia en el tiempo.
El maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, paisano del poeta Efraín Subero dijo en aquella ocasión sin miedo a repetirse, como ya antes lo había dicho, que los críticos consagraron la fina y delicada forma poética de Efraín Subero, en quien se conjugan armoniosamente dominio del lenguaje, riqueza expresiva, sensibilidad emocional con el pensamiento elevado y gran maestría en el uso de la metáfora.
En sus versos está presente la tierra nativa, pues en él, como en todo gran poeta, las vivencias infantiles, el contacto con los hombres y con la naturaleza son venero inagotable para la creación. Canta al mar y a los marineros, describe el susurro de la ola, el quejido del viento y el ir y venir del pueblo y tradición donde la palabra alcanza el acento humano que la perenniza, haciéndola sustancia del vivir trabajoso de su gente. Efraín y Margarita son una sola y misma cosa, porque su aprendizaje de poeta y de hombre se acendran en los puros valores en que se nutrió su quehacer de hombre, de poeta y escritor. En su poesía no podía faltar la sed que le mortificó el alma bajo los efectos de la ardentía.
Efraín Subero nació en Pampatar, Nueva Esparta, el 16 de octubre de 1931 y falleció en Caracas el 18 de enero de 2007. Se distinguió como poeta ensayista, periodista y crítico literario venezolano. Doctor en Letras con mención de “Excelencia”. Bibliógrafo, folklorólogo, antólogo, profesor titular del Departamento de Lengua y Literatura de la Universidad Simón Bolívar en Caracas. Profesor de la Universidad Católica Andrés Bello y en dicha casa de estudios, director del Centro de Investigaciones Literarias, fundador de la Cátedra de Cultura Contemporánea de América Latina de la Escuela de Comunicación Social. Catedrático de la Literatura Venezolana y de Literatura Hispanoamericana y director de la Escuela de Letras. Dictó cursos de pregrado y postgrado en casi todas las universidades y colegios universitarios de Venezuela. Profesor invitado de varias universidades latinoamericanas, norteamericanas y europeas. Individuo de Número de la Academia de la Lengua, Miembro Correspondiente Hispanoamericano de la Real Academia Española.
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