El 27 de
febrero, el Capitán de Puerto, Abraham Pérez Camejo, informaba que frente a
Ciudad Bolívar sólo era posible navegar el Orinoco a bordo de curiaras y
lanchas con menos de cinco pies de calado, porque el Río Padre estaba hecho un
esqueleto de piedras, islotes y playones.
Para esa fecha
el nivel del Orinoco era de 2,50
metros sobre el nivel del mar, mucho menos de lo que
tenía el año anterior para el mismo día.
Evidentemente, estábamos en verano y para asombro había que suponer que
el Orinoco continuaría decreciendo, como en efecto, hasta el mes de abril.
La navegación para barcos de 31 pies sólo era posible de
Punta Barima hasta Puerto Ordaz gracias al dragado constante de que es objeto
el Orinoco en ese trecho. Pero de allí hacia arriba era prácticamente
imposible, de todas maneras ese reflujo acentuado presagiaba para los
entendidos que el año siguiente la crecida sería descomunal como, en efecto
ocurrió al superar el Río la cota de 18 metros sobre el nivel del mar.
El Bachiller
Ernesto Sifonts, observador tradicional del río durante cincuenta años, dice en
una de sus clásicas monografías del 58 que el nivel más bajo lo presentó el
Orinoco “el 23 de marzo de 1923 y fue entonces cuando se cortó, se pobló de
playones arenosos con arrecifes entre ellos y de troncos secos que impedían la
navegación, incluso de la curiara o cayuco, pudiéndose ir de una ribera a la
otra vadeando los canales o saltando por sobre las pequeñas islas”.
El
tramo de 83 kilómetros entre Puerto Ordaz y Ciudad Bolívar es navegable parte del año por buques de hasta 9 metros (30 pies) de calado, reduciéndose a unos
2 metros (7 pies) durante el período de alturas mínimas del río.
El Instituto Nacional de
Canalizaciones elaboró un anteproyecto de canalización de este tramo con varias
alternativas: utilizar el canal natural existente con un balizamiento adecuado y dragado
del río a distintas profundidades hasta 9,8 metros (32 pies).
El tramo Cabruta-Ciudad Bolívar,
con 405 kilómetros de longitud, durante el período de aguas bajas la navegación por
este tramo está limitada a unos 2 metros (7 pies) de calado. El cauce es generalmente estable y de
carácter aluvial con ocasionales afloramientos de rocas y
escollos en su lecho y en sus márgenes.
En el tramo Cabruta a Puerto Ayacucho, de 323
kilómetros. existen diversos obstáculos naturales que dificultan
la navegación para embarcaciones de más de 2 metros (7 pies ) de calado durante el período
de aguas bajas.
El
raudal de Caribén representa uno de los mayores obstáculos a la navegación por este
tramo. Se presenta una idea de proyecto para ser estudiada, la cual consiste
en un dique sumergido cuyo propósito sería producir un aumento en el
nivel del agua que facilite la navegación aguas arriba a través de la barra del río
Meta y del raudal San Borja. Para salvar el desnivel del raudal Caribén se
requeriría una esclusa, paso obligado para las embarcaciones que serviría como
estación de control del tráfico nacional e internacional de mercancías y pasajeros provenientes del
río Meta y del Alto Orinoco. (AF)