La
Corporación Venezolana de Guayana
enfrenta una crisis institucional porque en cierta forma ha visto disminuido su
liderazgo, su posición en la región como organismo de dirección y
planificación, declaró en la tarde del 9 de febrero de 1984, su presidente con
rango de ministro, ingeniero Leopoldo Sucre Figarella (en la foto), al
juramentar los gerentes con los cuales
iniciaría su gestión:
Roberto Arreaza Contasti, Finanzas;
Fernando Álvarez, Desarrollo Agrícola; Fernando Salazar, Planificación; Martín
Fierro, Desarrollo Urbano; y Pedro Acosta, Relaciones Públicas.
Sucre Figarella expresó su firme
propósito de recuperar el rol que debe asumir la CVG y que en este sentido
estaba preparando con su equipo un programa que empezaría por adaptar la
estructura de dirección y organización de la CVG a una posición que le
permitiera además de sus funciones naturales, asumir la responsabilidad de
dirigir y controlar las empresas que integran el complejo industrial de la zona
de Guayana, todo esto con el óptimo aprovechamiento de los recursos humanos
existentes.
La implementación de los lineamientos
del programa concebido permitiría sin duda recuperar la autonomía y liderazgo
de la CVG y la vinculación de sus niveles de decisión del gobierno. Así mismo
activar obras y proyectos de animación de la economía regional como, por
ejemplo, el inicio de la autopista San Félix-Upata; continuación del proyecto
para la instalación de la planta de tubos sin costura, factibilidad de la
planta para pulpa de papel, conclusión de edificio de la sede de la CVG en
Ciudad Bolívar; coordinar y dirigir la administración del río Orinoco con miras
a su desarrollo y aprovechamiento integral; la construcción del segundo puente
sobre el río Orinoco. Promoción de industrias de bienes de capital y de insumos
básicos con miras a sustituir importaciones; la exportación de las minas de
bauxita de Los Pijiguaos lo antes posible y apoyar y coordinar a las
instituciones responsables en la ejecución de sus programas para mejorar los
servicios y la calidad de vida de la ciudad.
También refirió el presidente cevegista
que la situación económica, financiera y administrativa de la empresas
requerirá una especial atención dada la diversidad y complejidad de los
problemas que las afectan que son visiblemente difíciles pero superables.
En su conjunto las empresas de Guayana
soportan una carga financiera a cuya solución se abocará de inmediato en
concordancia con los organismos del Estado que atenderán la solución del
problema financiero nacional.
-Vamos a exigir a las empresas que
impulsen sus programas de producción para alcanzar los niveles óptimos de
utilización de la capacidad de la plantas.
En algunos casos la directiva de la
Corporación exigirá programas estrictos de mantenimiento de instalaciones, como
en el caso de la planta de Venalum, cuyo sistema de celdas de producción
requiere especial atención.
Orientar a la Ferrominera del Orinoco
para que con un programa de inversiones en el cerro San Isidro logre mejorar la
calidad de nuestro mineral y se aumente la participación de Venezuela en el
mercado nacional y de exportaciones. Así mismo de la atención especial que
dedicarán para que el canal fluvial del Orinoco mantenga un adecuado nivel de
calado que reafirme a Puerto Ordaz como puerto oceánico.
Finalmente habló Sucre Figarella de
concluir la Presa Raúl Leoni para programar el aprovechamiento integral del río
Caroní mediante el desarrollo de los proyectos de la parte baja del río e
impulsar y acelerar el desarrollo de las minas de bauxita en el cerro Los
Pijiguaos con el fin de lograr la total integración del sector aluminio,
sustituyendo los volúmenes de importación de bauxita y permitiendo este
programa a su vez la consolidación del eje fluvial del Orinoco.