Recopila las crónicas que diariamente vengo publicando en el Correo del Caroní y Red Social
miércoles, 21 de febrero de 2024
MINERO GUAYANÉS CARLOS AMAYA
Carlos Amaya, veterano minero y explorador, falleció a los 80 años de edad el 22 de febrero. El veterano minero guayanés era coetáneo con Barrabás. El primero, nativo de El Manteco en 1916 y de El Callao el segundo en 1917. Ambos se hallaban en las minas de Urimán en cuya jurisdicción estaba la llamada mina del Polacno. Se conocían. Eran amigos y en la zona solía recordar Amaya que sacó 200 mil bolívares durante una semana que para los años 40 eran bastante. Asimismo la piedra preciosa más grande obtenida en su vida de minero. La vendió en 10 mil bolívares. Para entonces el diamante como el oro era baratísimo.
De Carlos Amaya, veterano minero y explorador, falleció a los 80 años de edad el 22 de febrero. El veterano minero guayanés era coetáneo con Barrabás. El primero, nativo de El Manteco en 1916 y de El Callao el segundo en 1917. Ambos se hallaban en las minas de Urimán en cuya jurisdicción estaba la llamada mina del Polacno. Se conocían. Eran amigos y en la zona solía recordar Amaya que sacó 200 mil bolívares durante una semana que para los años 40 eran bastante. Asimismo la piedra preciosa más grande obtenida en su vida de minero. La vendió en 10 mil bolívares. Para entonces el diamante como el oro era baratísimo.(AF)
sábado, 17 de febrero de 2024
NALÚA SILVA MONTERREY
La doctora en Antropología, Nalúa Silva Monterrey, Presidenta de “Ciudadanos de Angostura” y ex Presidenta del Museo Etnográfico de Guayana, nació el 18 de febrero de 1962, preocupada desde su infancia por el origen del hombre, se interesó por la arqueología, a pesar de que su padre prefería siguiera la carrera de arquitectura. Al final su padre accedió y la mandó a Inglaterra, primero inglés para luego entrar a lo que ella quería.
Pero se dio cuenta que el pensum que tenía la universidad para arqueología estaba netamente enfocado hacia las islas británicas. ¿Y qué iba a hacer con especializarse en eso, si pretendía regresar a trabajar a Venezuela? Entonces cuando terminó su curso de inglés en la Universidad de Cambridge, no continuó arqueología, regresó. Entró entonces a estudiar arquitectura en la Universidad Central de Venezuela, como quería René Silva. Terminó el primer año pero no estaba a gusto, y se vino otra vez a Ciudad Bolívar pensando en cambiarse y estudiar antropología, porque la arqueología es una especialidad de la antropología. De suerte que le escribió a las embajadas y algunas le respondieron enviándole las direcciones de las universidades en las que podría hacerlo, entre ellas, la Escuela Nacional de Antropología e Historia de México. Allá fue a tener hasta licenciarse en Antropología Física.
Hoy en día, Nalúa es doctora en Antropología Social y Etnología luego de un postgrado en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, profesora en la Universidad Nacional Experimental de Guayana, ha desarrollado, durante muchos años, un trabajo estrechamente vinculado con los indígenas de la región. Cofundadora del Centro de Investigaciones Antropológicas de la misma Universidad y con más de cuarenta publicaciones científicas en su haber, coordinó técnicamente el proyecto de demarcación de tierras para el territorio ye’kwana y es una apasionada luchadora por los derechos de los pueblos indígenas, así como por la conservación de la cuenca del río Caura.
En 1988 ganó el Premio Nacional de Antropología Física de México. La noticia le llegó sorpresivamente el 15 de marzo de 1988, por el correo y debió inmediatamente viajar a la capital azteca para recibirlo junto con su colega María Juana García Valdez, pues fue un trabajo conjunto sobre la relación trabajo-salud de los obreros perforistas de la industria de la construcción mexicana.
El premio ya es tradicional y lo otorga el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México para las áreas de Arqueología, Lingüística, Etnografía, Historia, Antropología Social y Antropología Física. En esta última especialidad resultó ganadora la venezolana junto con la mexicana María Juana Valdés García. Ambas fueron hasta el año 86 estudiantes de la Escuela Nacional de Antropología, dependiente de la misma institución.
El Instituto Nacional de Antropología abarca lo que es el conocimiento de esa disciplina, desde la formación de investigadores hasta el control de todo el legado histórico cultural de México.
La antropóloga Nalúa Rosa, hija del ex gobernador René Silva Idrogo, dijo al recibir la grata noticia que el trabajo premiado trata de establecer la relación trabajo-salud del obrero perforista, desde la perspectiva antropológica, la repercusión que tiene a nivel de salud el trabajo de perforar calles, visto desde una perspectiva global.
Por ejemplo -expresa-, nosotras hicimos varias pruebas a los obreros, estudiamos sus condiciones de vida, capacidad vital, radiografía de las manos, características morfológicas, biomecánicas, etc. Es decir, abarcamos la gran cantidad de aspectos incluyendo el social relacionado con el desempeño de esa actividad. Lo que hicimos en resumen, fue evaluar el número de problemas para concluir en que el trabajo de perforista hecho en determinadas condiciones, como es la falta de protección y de equipos de seguridad, altera el ciclo fisiológico. (AF).
viernes, 16 de febrero de 2024
LOS FIGARELLA EN GUAYANA
Los relatos genealógicos dicen que fueron ocho (8) Figarella que emigraron a Venezuela en los 1800, atraídos por el señuelo dorado de Caratal, trascendido con el nombre de El Callao, donde echaron anclas los aventurados navegantes del Mediterráneo.
Los Figarella que conocemos en Ciudad Bolívar, eterna capital de la provincia de Guayana, son descendientes de ellos, incluyendo al ingeniero Leopoldo Sucre Figarella, mejor conocido de todos. Pero hay uno, muy particular, al cual me quiero referir, ingeniero también, empero de la revolucionaria cibernética, por el salto que dio siendo prácticamente un muchacho, desde el sureño Tumeremo hasta el Norte, vale decir, Canadá y los Estados Unidos, donde se ha quedado. Me refiero a Horacio Figarella Hernández, hijo de Horacio de Jesús Figarella y María Antonia Hernández, actualmente casado cln María Pinto Quintero, (3 hijos) descendiente del dirigente político Antonio Pinto Salinas asesinado en 1953 por la policía política (SN) del dictador Pérez Jiménez.
Horacio se crió en Ciudad Piar, sede de la Orioco Mining donde trabajaba su padre (1961-76). Estudió en Montral (Canadá) (1977-82 hasta graduarse de ingeniero en computación. Trabajó en Caracas (1986-1998) y desde 1999 labora en California en alta tecnología.
El padre de Horacio nació en Tumeremo en 1928 y se crió en la zona minera de El Perú (Caratal). De aquí pasó a El Callao donde estudió hasta 6to grado y luego trabajó en diferentes lugares del Estado Bolívar empezando como cajero del Banco Venezuela en El Callao y luego en Ciudad Bolívar, después encargado de los cines de su cuñado Farid García (hermano de los Rassi) en Tumeremo y San Félix.
Con el advenimiento de la democracia, los Guayaneses tomaron el poder y su papá trabajó con su hermano Pheniel en la construcción de obras públicas con un socio que apodado “El Griego”. Horacio y su esposa trabajan actualmente para Fundaciones Internacionales sin fines de lucro.(AF).
miércoles, 14 de febrero de 2024
BOLIVAR ESCRIBE SU MENSAJE AL CONGRESO DE ANGOSTURA
El 16 de Enero de 1819, el Libertador remonta el Orinoco con dos mil hombres y se entrevista con Páez en San Juan de Payara. Lo asciende a General de División y lo encarga de todas las fuerzas mientras regresa a la ciudad de Angostura para instalar el Congreso Constituyente.
El Libertador con rumbo al Arauca había salido de Angostura el 11 de noviembre de 1818 y regresó el 29 de enero de 1819. Durante esa travesía escribió su famoso mensaje al Congreso de Angostura que luego remató en la Casa del Morichal de San Isidro con interrupciones hasta el 24 de diciembre de 1819.
Contaba el Libertador 36 años de edad cuando redactó este documento con la ayuda de su amanuense, capitán Jacinto Mattel,
consta de 33 folios, con la ayuda dfc su amanuense, capitán Jacinto Martel. Fue revisado y corregido este discurso por el prócer barinés Manuel Palacio Fajardo, quien le hizo 45 anotaciones que constan en dos folios originales con¬servados en el Archivo del Libertador.
Bolívar, después de revisado y corregido su discurso, lo lee en la sesión de instalación del Congreso, el 15 de febrero de 1819.
Después los originales fueron entregados personalmente por él al Coronel James Hamilton, soldado británico, colaborador de la causa patriota en Angostura, para que fuese tradu¬cido al inglés una vez publicado erí el Correo del Orinoco. El discurso fue publicado por partes en las ediciones del 19 al 22 y luego en un folleto de 26 páginas para ser reimpreso seguidamente en Londres, el mismo año, por media¬ción del general D'Evéreux.
Los originales de este trascendental discurso del Libertador, pieza fun-damental en la comprensión de su ideario, fueron localizados en Inglaterra por el historiador Pedro Grases. En ese país lo conservaba un descendiente de su traductor a la lengua inglesa, coronel James Hamilton.- El señor Philip Grierson, tataranieto en cuarta generación regresó el documento a Venezuela y en un acto especial que tuvo lugar en la Casa de San Isidro de Ciudad Bolívar, fue recibido por el Presidente de la República Carlos Andrés Pérez.
martes, 13 de febrero de 2024
MIÉRCOLES DE CENIZA
MIÉRCOLES DE CENIZA
Podríamos decir que la Semana Santa son cuarenta y seis días que empiezan después de la alegría del Carnaval, es decir, desde el Miércoles de Ceniza, cuando el Sacerdote con su rosquete y estola va untando Ceniza a manera de cruz en la frente de cada feligrés arrodillado, a la vez que pronuncia: “Polvo eres, del polvo vienes y al polvo habrás de regresar” hasta el Domingo de Resurrección.
Durante la cuaresma que antecede a la Semana Santa, los católicos se preparan para la Solemnidad de la Pascua y Resurrección con Ayunas, abstinencias, ejercicios espirituales, penitencias, recogimientos y privación de diversiones.
La Semana Santa suele llamarse también, en otros pueblos católicos, Semana Mayor, Semana Penosa, de los Lamentos de las Vigilias y de las Indulgencia, porque ella está destinada a celebrar los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Comienza el Domingo de Ramos que recuerda el día de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, montado en un borrico y aclamado en medio de palmas por sus seguidores, como el Mesías Prometido.
Durante esta Semana que históricamente está ubicada en abril del año 30, Jesús multiplicó sus enseñanzas y realizó su manifestación suprema de Mesías, hijo de Dios y Redentor del mundo. Se celebra desde el siglo VII y sus días esenciales son el Jueves y Viernes Santos que incluso respetan y guardan los gobiernos. Es cuando se coloca en los templos el llamado túmulo o monumento en el que se reserva la Eucaristía y se organizan procesiones por las calles con imágenes y grupos representativos de la Pasión, llevados en hombros por los fieles que paso a paso, muy despacio, van cantando, expresando el dolor popular y pagando las consabidas promesas.
De acuerdo con la idiosincrasia y cultura de cada pueblo, la celebración de la Semana Santa varía, pero sin alterar su esencia. En torno a ella y a través de los tiempos se han tejido leyendas y consagrado costumbres que, como ciertos juegos y pasatiempos de los muchachos, le imprimen un sello característico.
En plazas de los pueblos del Estado Bolívar, en tiempo de Semana Santa, era familiar ver a niños y jóvenes jugar, después de los ritos religiosos, Pares o nones utilizando el fruto del Paraparo o el Quiminduñe con mamones, granos de maíz o frijol. Fuera de las plazas y a cualquier hora del día, pero siempre durante la cuaresma y la Semana Santa, los muchachos jugaban la perinola de cuatro caras con las letras MSNT que significan: mete, saca, nada, todo; con la zaranda de taparita que canta, o con los trompos o peonzas que ruedaban calle abajo al grito exclamatorio de ¡Troya! ¡Al trompo! ¡Ni frío ni arrempujao que el que pique una cuarta fuera de mi trompo, pierde!
(AF)
Podríamos decir que la Semana Santa son cuarenta y seis días que empiezan después de la alegría del Carnaval, es decir, desde el Miércoles de Ceniza, cuando el Sacerdote con su rosquete y estola va untando Ceniza a manera de cruz en la frente de cada feligrés arrodillado, a la vez que pronuncia: “Polvo eres, del polvo vienes y al polvo habrás de regresar” hasta el Domingo de Resurrección.
Durante la cuaresma que antecede a la Semana Santa, los católicos se preparan para la Solemnidad de la Pascua y Resurrección con Ayunas, abstinencias, ejercicios espirituales, penitencias, recogimientos y privación de diversiones.
La Semana Santa suele llamarse también, en otros pueblos católicos, Semana Mayor, Semana Penosa, de los Lamentos de las Vigilias y de las Indulgencia, porque ella está destinada a celebrar los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Comienza el Domingo de Ramos que recuerda el día de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, montado en un borrico y aclamado en medio de palmas por sus seguidores, como el Mesías Prometido.
Durante esta Semana que históricamente está ubicada en abril del año 30, Jesús multiplicó sus enseñanzas y realizó su manifestación suprema de Mesías, hijo de Dios y Redentor del mundo. Se celebra desde el siglo VII y sus días esenciales son el Jueves y Viernes Santos que incluso respetan y guardan los gobiernos. Es cuando se coloca en los templos el llamado túmulo o monumento en el que se reserva la Eucaristía y se organizan procesiones por las calles con imágenes y grupos representativos de la Pasión, llevados en hombros por los fieles que paso a paso, muy despacio, van cantando, expresando el dolor popular y pagando las consabidas promesas.
De acuerdo con la idiosincrasia y cultura de cada pueblo, la celebración de la Semana Santa varía, pero sin alterar su esencia. En torno a ella y a través de los tiempos se han tejido leyendas y consagrado costumbres que, como ciertos juegos y pasatiempos de los muchachos, le imprimen un sello característico.
En plazas de los pueblos del Estado Bolívar, en tiempo de Semana Santa, era familiar ver a niños y jóvenes jugar, después de los ritos religiosos, Pares o nones utilizando el fruto del Paraparo o el Quiminduñe con mamones, granos de maíz o frijol. Fuera de las plazas y a cualquier hora del día, pero siempre durante la cuaresma y la Semana Santa, los muchachos jugaban la perinola de cuatro caras con las letras MSNT que significan: mete, saca, nada, todo; con la zaranda de taparita que canta, o con los trompos o peonzas que ruedaban calle abajo al grito exclamatorio de ¡Troya! ¡Al trompo! ¡Ni frío ni arrempujao que el que pique una cuarta fuera de mi trompo, pierde!
(AF)
lunes, 5 de febrero de 2024
DÍA NACIONAL DEL SOCIÓLOGO Y ANTROPÓLOGO
EL 11 de febrero el Instituto Nacional de Estadística (INE) celebra el Día del Sociólogo y el Antropólogo. El origen de esta celebración lo podemos ubicar en el año 1957, cuando se crea el Colegio de Sociólogos y Antropólogos de Venezuela (COSAV) por un grupo de profesionales de la especialidad como Marco Tulio Bruni Celli, Evangelina García Prince, José Agustín Silva Michelena, Adelaida Díaz, entre otros. A partir de ello se escogió esta fecha como homenaje a la fundación de dicha asociación, así como para rendir honor a la labor de estos profesionales en el país.
La Sociología constituye una ciencia social multidimensional e interdisciplinaria, que permite describir, analizar, interpretar, reinterpretar o comprender la sociedad a partir de distintos enfoques. Por su parte, la Antropología se centra en el estudio de las manifestaciones sociales y culturales teniendo en cuenta aspectos de orden biológico y físicos, a fin de obtener una visión integral. Tanto la sociología como la antropología utilizan diversas técnicas de investigación, siendo al abordaje en campo la más utilizada por su riqueza en términos de información. En nuestro país el ejercicio de estas profesiones se encuentra dispuesto o por la Ley de Ejercicio Profesional de la Sociología y la Antropología, publicada en Gaceta Oficial el 23 de junio de 1998.
Este día conforma una oportunidad para reconocer y destacar la labor de estos profesionales de las ciencias sociales, quienes a partir de distintos enfoques teóricos, metodológicos, técnicas y aplicaciones prácticas, trabajan activamente en la construcción de una sociedad regida por los principios de equidad, igualdad y justicia.
sábado, 3 de febrero de 2024
INTERJECIONES ÍCONAS
CELIA CRUZ… ¡Azúcar!
WALTER MARTÍNEZ…En pleno desarrollo
ÓSCAR DE LEÓN…Sabroso
GREGORIO ROJAS… Con la fuerza de una catedral.
CARLOS FERNÁNDES…Muy Pendiente
ALFREDO JOSÉ GUILARTE AGUILERA
El jueves recibí la visita de Alfredo José Guilarte Aguilera, margariteño nacido en Porlamar, pero caicareño desde hace medio siglo, allá en aquella tierra orinoquense, frente a La Urbana, se radicó con toda su sabiduría profesional para no salir nunca de ella sino por las noches transformado en fantasma custodio de sus aguas y de sus valores culturales.
Me trajo un saludo de Milton Rojas, incansable narrador de los valores históricos del Municipio Cedeño.
José Alfredo o “Wlfredo” como también es nombrado, ejerce o ejerció pues está jubilado, como profesor liceísta y ostenta todos los cinturones negros. En una de sus crónicas, Milton, lo evidencia como icono de la historia cultural, deportiva, educativa y social del Estado Bolívar. Promotor cultural, recreación, turismo, trabajos vecinal, deportivo, artítico, luchador por la Paz, aliado activo del pescador, del Agricultor Urbano, Pintor, decorador, aficionado a las artes gráficas, bombero salvavidas. Promotor Indígena; en fin, un rango histórico único en la historia moderna de Venezuela, pocos hombres como el Profesor Wilfredo Guilarte pueden anotarse en la historia moderna del país.
Milton Rojas finaliza su crónica con esta sabia reflexión de Berthold Bretch: ‘Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay quienes luchan varios días y son mejores,
hay quienes luchan por años y son muy buenos pero hay los que luchan toda la vida Esos son los imprescindibles '.
ALFREDO JOSÉ GUILARTE AGUILERA El jueves 18 recibí la visita de Alfredo José Guilarte Aguilera, margariteño nacido en Porlamar, pero caicareño desde hace medio siglo, allá en aquella tierra orinoquense, frente a La Urbana, se radicó con toda su sabiduría profesional para no salir nunca de ella sino por las noches transformado en fantasma custodio de sus aguas y de sus valores culturales.
Me trajo un saludo de Milton Rojas, incansable narrador de los valores históricos del Municipio Cedeño.
José Alfredo o “Wlfredo” como también es nombrado, ejerce o ejerció pues está jubilado, como profesor liceísta y ostenta todos los cinturones negros. En una de sus crónicas, Milton, lo evidencia como icono de la historia cultural, deportiva, educativa y social del Estado Bolívar. Promotor cultural, recreación, turismo, trabajos vecinal, deportivo, artítico, luchador por la Paz, aliado activo del pescador, del Agricultor Urbano, Pintor, decorador, aficionado a las artes gráficas, bombero salvavidas. Promotor Indígena; en fin, un rango histórico único en la historia moderna de Venezuela, pocos hombres como el Profesor Wilfredo Guilarte pueden anotarse en la historia moderna del país.
Milton Rojas finaliza su crónica con esta sabia reflexión de Berthold Bretch: ‘Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay quienes luchan varios días y son mejores,
hay quienes luchan por años y son muy buenos pero hay los que luchan toda la vida Esos son los imprescindibles '.
viernes, 2 de febrero de 2024
LA ENTOMÓLOGA MERCEDES QUIROGA
El 2 de febrero de 2023, falleció la entomóloga y profesora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Oriente, Mercedes Quiroga, quien descubrió una nueva especie de mosquito “Culex”
La profesora, miembro directivo de la Asociación de Escritores del Estado Bolívar, era además poeta y uno de sus libros diseñado por Carlos Cruz Diez en París cuando estaba casada con el cinético, Alberto Ravelo. Igualmente fue esposa del médico René Silva Idrogo, con quien tuvo un hijo (Leo) y otros dos de su primer connubio.
En 1971, la Entomología, ciencia que estudia los insectos, debió integrar a su extensa colección una nueva especie de mosquito del que científicamente nada se sabía.
Se trata de una especie de “Culex” (Melanoconion), descubierta por la entomóloga Mercedes Quiroga (en la foto), profesora de la escuela de Medicina del Núcleo Bolívar de la UDO.
Una revista brasileña de Biología se ocupó del descubrimiento o del trabajo realizado por la profesora en la Sección de Entomología del Departamento de Parasitología y Microbiología de la Escuela de Medicinas de la UDO La especie descubierta la dedicó la profesora al doctor Bernardo Ronderos, entomólogo de brillantes trayectorias en la Argentina.
La profesora Quiroga, quien además de científica es poeta fundadora de la Casa de la Cultura, preparó una bibliografía referente a investigaciones sobre el mosquito transmisor de la leishmaníasis. La novedosa especie la capturó en un remanso del río Orocopiche de esta ciudad, donde se observaron algas y basuras en gran cantidad.
En términos generales, los mosquitos pertenecen a las casi 2.700 especies y 35 géneros de insectos de dos alas incluidas en la familia Culícidos. Se han encontrado desde los trópicos hasta el círculo polar ártico, y desde las tierras bajas hasta las montañas más altas.
Las hembras poseen un aparato bucal largo y adaptado para perforar y succionar la sangre. El de los machos, que se alimentan de néctar y agua, es rudimentario. Las hembras atacan principalmente a los animales de sangre caliente. Cuando muerden inyectan en la herida un poco de su fluido salivar, causando hinchazón e irritación. Muchas especies son transmisoras de enfermedades como la malaria, la fiebre amarilla, el dengue y la filariasis.
Los mosquitos hembras depositan sus huevos en el agua: unas especies lo hacen en agua corriente y otras en charcas de bosques, pantanos, ciénagas o estuarios.
Los mosquitos son más abundantes en las regiones templadas. Ciertas especies son responsables de la propagación de enfermedades; varias especies del género Anopheles transmiten los protozoos causantes de la malaria.
La especie Aedes aegypti, que transmite el virus causante de la fiebre amarilla, es común en las regiones tropicales. Para controlar las poblaciones de mosquitos se han utilizado insecticidas, así como la desecación de los humedales o charcas donde ponen los huevos. Seguramente los que más se conocen en el mundo cotidiano por su nombre científico son los géneros Anopheles y Aedes, por ser transmisores de enfermedades.
No todos los mosquitos chupan sangre, pero sí todos los miembros de la familia de los culícidos Una de las causas de que se luche tanto contra los mosquitos es que tienen la costumbre de chupar sangre de todo tipo de animales, nosotros incluidos, lo que los convierte en peligrosos propagadores de enfermedades.
Las hembras de los mosquitos son chupadoras de sangre, no precisamente para alimentar pues su alimento es el néctar. Lo hacen como un suplemento para el desarrollo de sus huevos. O sea que necesitan algunas sustancias como el hierro y proteínas de la sangre para el crecimiento de los huevos.
Una de las razones por las que los mosquitos son transmisores de enfermedades es que cuando pican a un animal para extraerle sangre, inyectan un poco de saliva dentro del animal.
A los mosquitos no les gusta mucho el calor, así que durante el día descansan en zonas frescas, esperando la noche para alimentarse, aunque algunos ya al atardecer comienzan a molestar. Los mosquitos generalmente viven entre 10 y 15 días. Al parecer depende mucho de la temperatura ambiente, cuando más alta, menos viven. (AF)
.
En 1971, la Entomología, ciencia que estudio los insectos, debió integrar a su extensa colección una nueva especie de mosquito del que científicamente nada se sabía.
Se trata de una especie de “Culex” (Melanoconion), descubierta por la entomóloga Mercedes Quiroga (en la foto), profesora de la escuela de Medicina del Núcleo Bolívar de la Universidad de Oriente, fallecida recientemente.
Una revista brasileña de Biología se ocupó del descubrimiento o del trabajo realizado por la profesora en la Sección de Entomología del Departamento de Parasitología y Microbiología de la Escuela de Medicinas de la UDO La especie descubierta la dedicó la profesora al doctor Bernardo Ronderos, entomólogo de brillantes trayectorias en la Argentina.
La profesora Quiroga, quien además de científica es poeta fundadora de la Casa de la Cultura, preparó una bibliografía referente a investigaciones sobre el mosquito transmisor de la leishmaníasis. La novedosa especie la capturó en un remanso del río Orocopiche de esta ciudad, donde se observaron algas y basuras en gran cantidad.
En términos generales, los mosquitos pertenecen a las casi 2.700 especies y 35 géneros de insectos de dos alas incluidas en la familia Culícidos. Se han encontrado desde los trópicos hasta el círculo polar ártico, y desde las tierras bajas hasta las montañas más altas.
Las hembras poseen un aparato bucal largo y adaptado para perforar y succionar la sangre. El de los machos, que se alimentan de néctar y agua, es rudimentario. Las hembras atacan principalmente a los animales de sangre caliente. Cuando muerden inyectan en la herida un poco de su fluido salivar, causando hinchazón e irritación. Muchas especies son transmisoras de enfermedades como la malaria, la fiebre amarilla, el dengue y la filariasis.
Los mosquitos hembras depositan sus huevos en el agua: unas especies lo hacen en agua corriente y otras en charcas de bosques, pantanos, ciénagas o estuarios.
Los mosquitos son más abundantes en las regiones templadas. Ciertas especies son responsables de la propagación de enfermedades; varias especies del género Anopheles transmiten los protozoos causantes de la malaria.
La especie Aedes aegypti, que transmite el virus causante de la fiebre amarilla, es común en las regiones tropicales. Para controlar las poblaciones de mosquitos se han utilizado insecticidas, así como la desecación de los humedales o charcas donde ponen los huevos. Seguramente los que más se conocen en el mundo cotidiano por su nombre científico son los géneros Anopheles y Aedes, por ser transmisores de enfermedades.
No todos los mosquitos chupan sangre, pero sí todos los miembros de la familia de los culícidos Una de las causas de que se luche tanto contra los mosquitos es que tienen la costumbre de chupar sangre de todo tipo de animales, nosotros incluidos, lo que los convierte en peligrosos propagadores de enfermedades.
Las hembras de los mosquitos son chupadoras de sangre, no precisamente para alimentar pues su alimento es el néctar. Lo hacen como un suplemento para el desarrollo de sus huevos. O sea que necesitan algunas sustancias como el hierro y proteínas de la sangre para el crecimiento de los huevos.
Una de las razones por las que los mosquitos son transmisores de enfermedades es que cuando pican a un animal para extraerle sangre, inyectan un poco de saliva dentro del animal.
A los mosquitos no les gusta mucho el calor, así que durante el día descansan en zonas frescas, esperando la noche para alimentarse, aunque algunos ya al atardecer comienzan a molestar. Los mosquitos generalmente viven entre 10 y 15 días. Al parecer depende mucho de la temperatura ambiente, cuando más alta, menos viven. (AF)
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