31 de julio de 1925. Nació en Guasipati, Estado Bolívar,
la poeta y ensayista Jean Aristeguieta, hija d Simón Aristeguieta y Panchita
Capella. Estudió junto con su hermano, el botánico Leandro Aristeguieta,
en su pueblo natal y luego en Ciudad Bolívar junto con los fundadores e
integrantes del grupo literario surrealista “Aureoguayanos” que tuvo como
centro de reuniones la Plaza Bolívar de Ciudad Bolívar, a donde de vez en
cuando se asomaba el joven Jesús Soto, quien llegaría a ser pionero del arte
óptimo universal.
Jean publicó sus primeros poemas en la
revista “Alondras” del Ateneo de Guayana, fundada por la maestra y poeta Anita
Ramírez y ya radicada en Caracas despunta con más soltura en las página
de Lírica Hispana y diario “El Heraldo” que luego
incorpora en sus primeros libros (1949) Abril y ciclo marino y Alas
en el viento.
En Madrid (1967) donde estudió estilística
y literatura antigua y moderna, fundó “Árbol de fuego”,
revista de poesía y crítica literaria cuyas ediciones continuarán en Caracas a
partir del número 4.
Jean Aristeguieta ha trascendido con más
de 40 obras, varias de ellas acogidas y traducidas al griego, francés, hebreo,
inglés, italiano, ruso y portugués. Su poesía, fuera de sus libros,
aparece comentada en numerosas publicaciones nacionales y extranjeras. En 1979,
Ediciones Ronda de Barcelona (España), publicó una Antología de su poesía
(Ebriedad del delirio”) preparada por ella misma pensando que “debe ser el poeta
quien a lo largo de todos los ciclos asuma la responsabilidad de realizar la
escogencia de su labor”.
En el prólogo de esta Antología, José
Jurado Morales, exalta la personalidad viajera, tímida y hermética de Jean
Aristeguieta, cuyo “ámbito poético es de tanta extensión y de tanta profundidad
que al contemplarlo uno queda atónito”.
La sensibilidad poética de Jean
Aristiguieta, según confesó ella en cierta ocasión, comenzó a manifestarse
cuando tuvo por primera vez contacto con el Orinoco y vio una goleta en travesía
ostentando el nombre de “Safo”, poetisa griega del siglo siete antes de Cristo
que descubrió en la biblioteca de su maestra Anita Ramírez.
Contó ella
que se estremeció en una exégesis mítica. A esa visión se sumaron después otros
episodios existenciales que la llevaron a manifestarse y a convencerse de que
había nacido para vivir plenamente en el mundo de la poesía: la
trágica muerte, a los siete años, de su hermana Sonia, a quien adoraba y lo que
una vez le reveló una quiromántica.
Ella le afirmo que era una auténtica poeta., que escribiera. Fueron como presagios que la impulsaron a realizar
intuitivamente, ideas-sentimientos.
Cuando de Guasipati se vino junto con su
hermano Leandro a vivir y estudiar en Ciudad Bolívar, conoció a la maestra Anita
Ramírez. Fue ella su primera guía espiritual a través de sus enseñanzas,
además poniéndole a la orden su biblioteca presidida por los clásicos
españoles.
La maestra y poetisa bolivarense
disfrutaba lo que escribía y la condujo a un acto académico en la Casa donde
se realizó el Congreso de Angostura, para que leyera algunas de sus creaciones. Era una convención nacional
de maestros presidida por Luis Beltrán Prieto Figueroa, quién después de escucharla
con atención comentó que así como había una Juana de América Jean podría llegar
a ser Juana del Orinoco. Se refería
Prieto a Juana de Ibarbourou, a quien al paso del tiempo Jean Aristeguieta
habría de conocer personalmente en Montevideo y ha sido una de sus grandes
amistades.
En esa ocasión, Prieto hizo publicar algunos
de sus poemas en la página literaria del
diario “El Heraldo” dirigido en Caracas
por Pedro Grases..